sábado, 25 de octubre de 2025

La Puerta, Alí Primera y la lucha contra el urbanismo salvaje, en 1980.

            Por Oswaldo Manrique (*)




         La contemporánea memoria histórica trujillana, en parte, está relacionada con la compleja lucha de la población de La Puerta, durante los primeros años de la octava década del siglo XX, en la que se dieron jornadas inéditas y ejemplares de lucha social, agraria, política, cultural y ambiental en Venezuela, teniendo como uno de sus valiosos Capitanes, al cantor del pueblo Alí Primera; a lo que dio cobertura el Diario de los Andes.  Para la pequeña y aislada comunidad de La Puerta, estado Trujillo en Venezuela, a la que volcó su apoyo oportuno e incondicional, su orientación y dedicó parte de su canto solidario, acompañado de intelectuales, estudiantes, luchadores ambientalistas, trabajadores de la cultura, artistas y la Trova  Bolivariana,  es momento propicio a los 84  años de su nacimiento, recordar y rendir justo reconocimiento a su esfuerzo y su legado político, social, cultural y musical.

La izquierda, que fue su campo formativo y político al que siempre estuvo vinculado, estaba fracturada y seriamente fragmentada, en un complejo tránsito de la lucha armada, a la denominada “pacificación”. El pueblo, para muchos, no contaba con su vanguardia para la lucha; sin embargo, Alí abriendo brecha y animando, cantaba:

Si descansan las costillas

mientras el palo va y viene

y que de cualquier astilla

se puede sacar la cuña

vamos mi pueblo no juña.

En ese contexto, desde 1979, desplegando una palpitante energía, Alí viajaba con bastante frecuencia a las regiones, interconectado al mundo estudiantil universitario y al campo cultural y musical. Había creado con un grupo de intelectuales, artistas y gente de la canción necesaria, los Comité por la Unidad del Pueblo (CUP), como instrumento unitario. El pueblo y la izquierda venezolanos, deben reconocerle a este coriano, que con su esfuerzo político, su lírica, su música, inoculaba el ideario y la ruta en aquel momento o encrucijada, en el que se perfilaba la desviación y la lucha formal reformista, en el campo de la confrontación política. Fue un autentico sembrador de conciencia humanista, nacionalista, antiimperialista. Se puede decir, que era autentico militante de la unidad del pueblo.

Alí Primera en visita al NURR-ULA-Trujillo, se involucra en la lucha histórica de La Puerta, 1980.

En 1980, Alí, es invitado a participar en la celebración del aniversario de la creación del NURR, en la ciudad de Trujillo, el destacado ingeniero Alirio Rangel, recuerda, que fue testigo de los hechos, <<No solo en Motatán en todas las actividades de Alí Primera en Trujillo desde agosto de 1980, para celebrar el X Aniversario del NURR>>. En las conversaciones de grupo, salió el tema del impacto generado por la construcción de un macro proyecto en un pequeño pueblo, localizado al comienzo de la Sierra andina. 

Alí, abrazó y se solidarizó con las luchas de los pequeños pueblos andinos. Una sabrosa crónica publicada el 2 de septiembre 2021, en su página Motatán en la Historia,  el amigo Alfredo Márquez, relata  que, <<en junio de 1982 vino Alí Primera a Motatán…los muchachos del grupo religioso Hombre Nuevo, prepararon en la casa de Erlinda Cardozo, frente a la plaza. Alí Primera llegó en una ranchera Chevrolet blanca y se estacionó en la esquina del negocio de El Ronquido…ubicado en la entrada del pueblo. Allí lo esperamos con los tamboreros cuyo capitán era Alfredo La Boba Villarreal que Jaiber Abreu, tuvo la previsión de convocarlos. Alí Primera al ver el grupo de gente se arrechó. “No joda yo vengo aquí a comer no a cantar. Además estoy enfermo de la garganta”. Pero en ese momento los tamboreros arreciaron con su toque sanbenitero y al hombre le cambió el ánimo. Y dándole gran portazo a la camioneta se puso a caminar, vía a la iglesia. Y en el camino, por los lados de Nani Rojo, pidió un lapicero, papel y una espalda para afincar. Esa espalda fue la de la Boba. Al hombre se le abrió la inspiración. Y escribió la estrofa: San Benito échate un palo, Y canta con alegría. Que en Motatán los tambores. Ya resuenan por la vida…al finalizar en Motatán, Alí Primera pidió llevar los tamboreros al estadio de El Milagro, en donde tocaron con Alí en Valera>>.

El ingeniero Alirio Rangel, hizo otro aporte, al escribir como comentario lo siguiente: que un día en la tarde, se encuentra el párroco que al parecer era de origen colombiano, con Alí, en Valera, <<en Radio Turismo, al culminar un programa a la una de la tarde con Silene Baptista se acordó a las 10 am, un compartir en el salón parroquial>>; luego escribió que fue testigo de los hechos, <<No solo en Motatán en todas las actividades de Alí Primera en Trujillo desde agosto de 1980, para celebrar el X Aniversario del NURR…en la noche fue el canto Solidario con el Pueblo de La Puerta en el estadio El Milagro…En la mañana siguiente subimos a una reunión del Comité Pro Defensa de La Puerta>>.  También, se solidarizó con los damnificados de Boconó y con Carache.

Efectivamente, una de las luchas populares contemporáneas, interesantes y genuinamente campesina, se inició el 28 de mayo de 1980, cuando <<Habitantes de la comunidad de La Puerta (Estado Trujillo), decidieron unir sus esfuerzos para destruir con sus manos las primeras estructuras del Proyecto (Inturesa) que amenaza destruir su población>> (Benito Rivas y otros. La lucha de La Puerta. Pág. 6. 1983). Este fue el primer acto de rechazo popular, real y decisivo al proyecto urbanístico depredador, en este conflicto socio ambiental. El primer acto de combate colectivo, por su tierra de labor, su medio ambiente y el derecho a la vida.

No olvidemos el fondo del conflicto para los puertenses, de aquella época.  

En uno de los argumentos del Comité Pro Defensa de La Puerta, en <<Historia de la lucha de La Puerta>>, afirman que lo que pretendía la constructora INTURESA, era destruir los preciados bienes de esta comunidad rural andina, como lo son <<las aguas del rio Momboy (Bomboy), nuestras tierras agrícolas, el derecho a permanecer en nuestro hábitat natural, gozar y disfrutar de nuestra tranquilidad, percibir el fruto de nuestras culturas y tradiciones, pero fundamentalmente el derecho a la vida, que es el derecho supremo de todo ser viviente>> (pág. 40).  Finalmente caracterizan la lucha, como original y de nuevo tipo, es decir sin precedentes en Venezuela, no obstante se debe decir que corre pareja con la de Cerro Galicia, en Falcón. Ambientalista, como rasgo y fundamento principal del conflicto, novedosa en el país y por darse en otras partes del planeta experiencias en defensa del hábitat y de los derechos ambientales o de futuras generaciones; y la declaran una lucha  Bolivariana, según los Estatutos de dicho Comité (pág. 46). Una lucha ambientalista, pero en el fondo, escondía un problema igual o de mayor entidad: el de la tenencia de la tierra, en esa negociación habían vendido parte de las tierras de la comunidad para la expansión urbana, tierras del Resguardo Indígena, la antigua hacienda del Padre y prócer independentista Francisco Rosario D, y del Oratorio de la Guadalupe de Indios. Uno de los caciques terratenientes, dragoneó dando su “apoyo al pueblo” pero, en su lucha, no mencionó lo de la propiedad ancestral y comunal de esas tierras, y varios años, cuando llegó la calma, hizo lo mismo.

En un contexto político social de post guerrilla, se esparció por el mundo, la lucha contra los ecocidios, resonaban los casos de Cerro Galicia, y la amenaza del construcción de un Puente a Margarita; sin embargo, algo peculiar ocurría en un pequeño pueblo andino, alejado de las fuertes áreas urbanas, en donde se luchaba contra una empresa constructora desarrollista, que modificó con la anuencia de los gobernantes, banqueros y gamonales, su hábitat y apoderándose de las tierras del Resguardo Indígena, reservadas en 1891, para su expansión.

A partir de esa visita, comienzan a interesarse algunas individualidades y grupos, por el desarrollo del conflicto de aquella pequeña, rural y aislada comunidad serrana: La Puerta. La carga desarrollista de la primera etapa, llegó a construir 4 edificios, su proyecto incluía varios usos, en el que pretendían edificar una ciudadela para turistas y millonarios, teleférico, casino y coso hípico, que iba a modificar, hasta el mismo Santuario Indígena Maen Shombuk, en el páramo de las Siete Lagunas, en el más alto lugar de los Dioses, lo que acabaría no solo con la zona agrícola, sino con el derecho a la vida, como lo denunció el dirigente campesino de La Lagunita, Eustaquio Araujo. 

La lucha de este pueblo campesino, llegó a oídos del Cantor del Pueblo, Alí Primera, en su visita a Trujillo, en 1980, con motivo del aniversario de la creación del NURR. Mantuvo contactos con dirigentes universitarios que apoyaban esta lucha y luego, entró en contacto directo con habitantes y promotores de la lucha anti ecocida.  

Varios de los jóvenes promotores de esta pelea comunitaria por el derecho a la vida, hicieron contacto con la Federación de Centros Culturales de Valera, dirigida por Alfredo Matheus, el recordado y entusiasta Nelgar Osorio, Nubia Uribe, entre otros, igualmente, con el movimiento ambientalista, y con gente del NURR y la ULA. La extracción social campesina de Alí, lo hizo simpatizar con esta pelea. Se suman personalidades,  estudiantes y profesores de la UCV, FORJA, FACUR y otras organizaciones vecinales y ambientalistas. Como decía, de ahí nace el canto que llena su espíritu y su alma; la consagrada Mercedes Sosa, en una oportunidad dijo refiriéndose a él que,  <<su canto se nutre del pueblo>>. En 1980, junto con Abrebrecha, dedica su poesía envuelta en canto, al general del pueblo soberano y terror de los terratenientes: Ezequiel Zamora; y Doña Josefina, a la Guajira venezolana.

           Es importante reivindicar que, Alí, fue y sigue siendo por su trascendencia, uno de los grandes capitanes del pueblo durante el siglo XX venezolano, por eso, merece su lugar, entre los ciudadanos ilustres de este país, reivindicando su canto, su poesía y su obra política y nacionalista: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos…”

Desde nuestra trinchera, propusimos a las autoridades parroquiales, municipales, regionales, de la cultura y del patrimonio histórico, que con ocasión de celebrarse  los 80 años de su nacimiento, Alí Primera, el cantautor del pueblo venezolano y latinoamericano, sea declarado <<Hijo adoptivo de La Puerta>>. Esto se logró, posteriormente, en diciembre de 2021,  sin mayor alharaca ni celebración. ¡Así son las cosas! dijera Oscar.  

 

(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta



domingo, 19 de octubre de 2025

Cuando Don Mario entró a la Academia, acompañado de El Conquistador Español

Por Oswaldo Manrique (*)

Esto ocurrió propiciamente hace 95 años. A la entrada del Palacio de las Academias, cercana a la iglesia de San Francisco, frente a la casa de las Leyes, en el centro de Caracas, lo esperan entusiastas los numerarios José Gil Fortoul, Eduardo Blanco, Laureano Vallenilla Lanz, Vicente Lecuna, era la formalidad del protocolo.

-         ¡Bienvenido doctor Briceño! Fueron las palabras del Dr. Pedro Manuel Arcaya, Director de la Academia Nacional de Historia. Con natural y sentida emoción, el joven trujillano respondió:

-         Buen día mi estimado Dr. Arcaya. Fue saludando a cada uno de los numerarios que se encontraban allí dándole la bienvenida al Palacio de las Academias.

-         ¿Amigo Mario, cómo se siente, al ingresar a la Academia? Lo abordó Gil Fortoul. Con su característica y recia voz, le respondió:

-         Debo expresarles <<mi profundo agradecimiento por la altísima honra que me habéis conferido al traerme al seno de esta docta Corporación>>. Lo que repitió en su discurso en la plenaria.  

-         Es un serio compromiso y desafío para mi, ocupar el Sillón de Don Lisandro Alvarado, un historiador de altísimos quilates. Con su modestia característica, le agregó el trujillano: Yo, <<Sin títulos que justifiquen la generosidad de vuestra elección, pues apenas en edad juvenil carezco de la obra que reclame como premio la silla que me ofrecéis>> (Discurso de ingreso de Mario Briceño Iragorry a la Academia de Historia. 29-01-1930).

-         Sabemos que Ud., lo sabrá honrar con su conocimiento e investigaciones. Agregó Vallenilla Lanz, mientras le indicaba que se dirigiera al recinto de la plenaria académica.

-         Les doy a todos mi profundo agradecimiento por tan generosa bienvenida. Concluyó el flamante y aspirante académico. Ambos, don Mario y el Conquistador Español, portando sus mejores sonrisas,  entraron  a la sala de reuniones de la Academia. Con ellos, ese día, comenzamos a conocer: a contravía de los viejos e historiados relatos y los de su tiempo, desarrollar con amplitud de detalles, fechas, hechos, espacios biográficos, orígenes y genealogía de los fundadores, obras, luchas, sitios donde dejaron raíces, de buena parte de los cimientos de la historia trujillana.

Era día miércoles, y no se sabe si fue coincidencia, que el día anterior, martes 28,  se dio la ciada de una de las dictaduras más complejas que haya tenido el Reino de España, pues señalaban como motivo del fracaso del gobierno, la diabetes del dictador general Miguel Primo de Rivera.  

Este encuentro sucedió el mismo año en que profundizó Don Mario, en sus estudios etnográficos, y observó en vestigios arqueológicos, la similitud de los indígenas de occidente, entre ellos los Timotes,  con <<los Muycas del Nuevo Reino de Granada, que por aquel tiempo ocupaban el tercer lugar entre las familias de América precolombina>> (MBI. Obras Completas. Tomo 5. 156. 1930). Indudablemente estaba fascinado por estas  investigaciones, de donde salieron resultados interesantes y desconocidos en este campo.

El "documentazo doctor, el documentazo". El maestro Luis Darío Torres.

Hasta hace pocos años, disfrutamos en La Puerta, la compañía, el humor y la sabiduría de un personaje a quien todos llamábamos el Maestro Luis Darío o simplemente Luis Darío. Sencillo, jubilado del IAN, usando esa vestimenta combinada y holgada que expresa libertad, bien peluqueado y con su bigote simétricamente cuidado, de sonrisa plena, hablar rápido, y con una aquilatada virtud: no era de esos que gozaba mostrar su cultivada y bien llevada erudición.

Andaba por las calles, como viviendo cada día una remozada libertad,  de Sur a Norte y viceversa, con sus “alegadas” alegres y cuando encontraba con quién, podían tornarse en intelectuales. Cargaba sus revistas y publicaciones de diversos tópicos, así como, los distintos diarios de circulación regional y nacional que compraba en Valera o las que llegaban a La Puerta. Era el alimento diario e importante para él. Se puede decir, era el hombre mejor informado de esta comarca, y con el que se podía conversar de cualquier tema. El que estaba ayuno de información, acudía a él, como si desempeñara una función social de atención al público, siempre orientaba a sus semejantes Y si había uno que le llevara la contraria le decía con mucho respeto y humorismo: 

- Si usted lo dice, así será.  Los que lo escuchaban, gozaban de sus ponderadas y mordaces palabras, que los hacia volver a donde se encontrara para disfrutar sus cuentos, relatos, anécdotas y sus crudos sarcasmos. Realmente, Luis Darío se había convertido en una especie de conciencia del pueblo, aquel viejo pueblo de poca escuela y de mucha penuria. Por eso se sentían orgullosos de un hombre como él en la comunidad. Nativo de Trujillo, graduado en una de las primeras promociones de la Escuela de Agricultura de Maracay. Se vino a trabajar a la Escuela de Peritos que existía aquí en La Puerta, en los años 60, dirigida por el profesor Isaac Araujo, en su proyecto de convertirlo en un pueblo estudiantil, pero lo paró el cura y la godarria municipal. 

A diario, y en determinadas horas, se dirigía a una de las dos esquinas calientes, diagonales a la plaza Bolívar, en el centro del pueblo y si estaba abrumada de silencio religioso, al poco rato surgía el cambio y hasta a los mudos los ponía a conversar.  Un día, encontrándome en la esquina de Julián Briceño, al frente de la Casa Parroquial, con el recordado y buen amigo Rafael Moreno "Camello", Hugo Rosales, y Moncho Carrillo, hablábamos de la fiesta de Trujillo. Vimos pasar a Luis Darío, y Rafael Moreno “Camello”, le gritó: -

 Indígena pa, dónde vas tan afanao. Luis Darío le respondió: 

- Vos sabés, como los profetas, sacudiéndole el polvo a las alpargates. Con una risotada estruendosa, “Camello” le dice:

- Venga que estamos alegando cosas interesantes. El maestro nos vio y algo le hizo dejar para después lo que se había propuesto hacer. Viéndose las caras le dijo el deportivo Hugo Rosales, con su mezcla de irónica, suave y fornida voz:

- Tómese una chispita. Luis Darío muy serio le respondió agarrando el "cuartel":

         - A ustedes los protege Dios, lo sé. Espontáneamente nos congregamos y salió como tema lo del 9 de octubre, es decir, lo de la fundación de Trujillo. Aquel hombre franco con sus respuestas y opiniones, dirigiéndose a mí, dijo:

- ¿Doctor y usted no ha leído el documentazo de Trujillo?  Le pregunto:

-  ¿Cuál es ese libro? Luis Darío replicó:

- El documentazo doctor, el documentazo de Mario Briceño Iragorry, es el comienzo de todo.  Exclamó mientras se retiraba su casa. Todos quedamos en silencio, nos miramos la cara, inmersos entre la incertidumbre y sacudiendo la imaginación.

Luis Darío conoció a Don Mario, por razones de orden natural y también porque había leído buena parte de su obra. 

Historia de la fundación de la ciudad de Trujillo: El pasado como constructor del presente.

Cuando don Mario, se hizo acompañar de El Conquistador Español, en tan solemne acto, estuvo movido por razones de ruptura de los anquilosados paradigmas historiográficos, <<la reacción anti-española que sucedió entre nosotros a la guerra de Independencia, ha hecho que se estudie la obra de la Madre Patria con un criterio negativo, a punto de olvidarse que las propias raíces de nuestra nacionalidad se alimentaron con la sangre de los primeros conquistadores>>, esta tesis muy polémica, agitó el campo de la historiografía,  porque de alguna forma  minimizaba el valor de la sangre de las víctimas que se produjeron con la invasión.   

Se confiesa, estudioso y admirador <<de aquellos hombres de recia contextura y de voluntad de hierro, para seguir las huellas marcadas por su paso en nuestra región nativa,…la figura de aquellos que desde El Tocuyo, en la expedición ordenada por el Cabildo el año de 1557, se adentraron en la provincia de los cuycas y dieron más tarde fundación a la ciudad de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo>>.  La intelectualidad trujillana, evadió este delicado tema: el de los primeros 70 invasores o adelantados como los denomina la historiografía, y en su lugar, se contaba con obras poéticas, románticas y versiones Shakespearianas y griegas, edulcorantes, que poco incluyó la tragedia vivida por los pobladores originarios, en su enfrentamiento a estos conquistadores.

De cara a solidificar su tesis, sobre la nacionalidad, explicó que los herederos de estos Conquistadores <<fueron  quienes a través de los tres siglos de Colonia constituyeron la clase dirigente que se educó en América y Europa y que, llegando a sentir en sí la misma energía de la Madre Patria, declaró su derecho de Independencia política y realizó una gesta digna de sus progenitores>>. Por lo que es forzoso e indispensable, <<Estudiar, pues, el desarrollo de esta clase social y la figura de los capitanes que al fundar ciudades y mantener su hogar en ellas, dieron origen a nuestra nacionalidad, puede decirse que es una vía certera que nos llevará a una verdadera comprensión de nuestras fuentes sociales… el cuadro social de donde surgió la República de que hoy nos gloriamos>>, ¿cómo se podía obviar esto, en las investigaciones históricas?

El Conquistador Español: Los Fundadores de Trujillo. 

El documentazo, al que se refería el maestro Luis Darío, con sobrada razón, es el discurso de orden que dio aquel día de su ingreso como Numerario de la Academia Nacional de la Historia, que tuvo como titulo: El conquistador español: los fundadores de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo. Una  obra magistral y legado perenne para nosotros: la historia de la fundación de la ciudad de Trujillo, cuyo título definitivo fue Los Fundadores de Trujillo (1930).

Tras señalar la documentación estudiada, comenzó su relación magistral, descartando aquellos capitanes que no aparecen en sus estudios documentales, vestigios de haber estado en las entrada al país de los Cuycas, y reconociendo con datos al conquistador, que si estuvo en dicha empresa, pasó hoja de fiscalía, desde el capitán  Juan de Aguirre y concluyendo con los datos de Hernando de Virues. Se había propuesto, estudiarlos <<Para conocerlos de un modo integral>>; encontrándose con grandes obstáculos: en primer lugar porque desconocía quienes eran los capitanes que murieron en la primera entrada, y de segundo, <<se ignoraba el nombre  de aquellos otros que se fueron ausentando de la región en el decurso del largo período que abarca la fundación>>. Este es un primer elemento principal: el periplo cumplido por estos Capitanes, para asentar definitivamente la ciudad de Trujillo.

Quien encara esta deuda, con el respeto crítico, ordenamiento y objetivo debidos, fue el maestro Mario Briceño Iragorry. Un hecho gigantesco, objetivo, claro y determinante. Lo ignorado pasó a ser información histórica significativa, por la palabra de un ser ampliamente instruido y versado sobre el tema.

El discurso sobre los fundadores, abarcó mucho mas de lo que se desprende del titulo,  <<Al enumerar en el presente trabajo los nombres de los descendientes de gran parte de ellos, lo hemos hecho en el deseo de que pueda advertirse el movimiento social de la Colonia y la significación que lograron los descendientes de los Conquistadores, elevados a la categoría de clase privilegiada de acuerdo con la Cédula Real datada en el Bosque de Segovia el 13 de julio de 1573, según la cual se hacían "Hijosdalgos de solar conocido a ellos y sus descendientes legítimos para que en el pueblo que poblaren y otras cualesquiera partes destas Indias sean Hijosdalgos e personas nobles de Linaje y Solar conocido y por tales sean habidos e tenidos e gozen de todas las honras e primicias e puedan hacer todas las cosas que todos los hombres Hijosdalgos y Caballeros destos Reinos de Castilla según fuero Leyez y costumbres de España pueden y deben haber y gozar" (Discurso citado).

¿Qué era o significaba para él, el Conquistador español?  ¿Cuáles fueron las  razones de hacerse acompañar por él en su entrada a la Academia?  Don Mario respondió: <<El conquistador español es tipo único en la historia de la humanidad; su advenimiento a la escena del mundo significa el de un nuevo y portentoso arquetipo humano… Es la reencarnación integral y conjunta, sublimada en intensidad y del argonauta griego, del legionario romano y del cruzado medioeval>> (Ídem).  La entrada e invasión a esta región de valles y montañas selváticas, que progresivamente fue dominada por las persistentes tropas invasoras poseedoras de esas cualidades, dieron un resultado en la conformación histórica de lo que hoy es Trujillo. 

Con eso, nos esta revelando, con claridad meridiana, que se trataba del ciclo abierto por la espada del Conquistador Español, en el que  la llamada civilización europea entró a dominar a sangre y fuego, y con la cruz y la biblia, en un lento y quizás atrasado proceso de incorporación al imperio español, a lo que sería con el tiempo, Trujillo. De eso se trata este documentazo y por eso, se lo llevó a la Academia de Historia. Ciertamente, un Don Mario atrevido y crítico frente a la historiografía romancera.   

Cuando expuso en la Academia de la Historia, este significativo trabajo, habían transcurrido cuatro siglos de que la civilización, violencia y cultura europea se había incrustado en tierra trujillana, por eso exhorta a los historiadores a comenzar  <<la labor de una síntesis histórica que partiendo de la crítica del documento, se eleva a través de la hermenéutica científica, hacía la explicación integral de los sucesos y convencidos los nuevos historiadores del peligro de las conclusiones categóricas y considerando como provisional la investigación de aquellos hechos cuyas fuentes todas no se tienen a la mano, han dado a nuestros estudios el carácter de una disciplina experimental>> (Discurso citado). Y, los estimula, << por cuanto lo que a una historia unilateral fue imposible hacer en un momento dado, puede lograrse después, cuando se estudia el fenómeno psicosociológico desde las múltiples posiciones alternas que permitan apreciar la validez de todo el conjunto y la concatenación de todas las circunstancias causales>>.


El toque de humor bien hilvanado y mejor surtido de Don Mario.


Si hay algo que llama la atención en los textos de don Mario, que quizás muchos escritores y biógrafos se abstienen de comentar por la personalidad espiritual, entidad intelectual, y por su obra formal, de profunda dedicación, seria, detallada, analitica, es el toque de humor bien hilvanado y mejor surtido.  En su investigación, la psicología de los hombres nuevos de la República, afirmó que era la síntesis de los hombres de la Conquista, los viejos de la Colonia y la de generaciones sucedáneas de aquéllos en la conformación del alma trujillana, entre ello, su buen humor. Seleccioné de este trabajo, estas curiosidades:  

El encantador e irresistible Capitán Don Sancho Briceño.

La tradición es reiterativa en la causa que haya tantos trujillanos con el apellido Briceño, la alianza de familias, por medio del casorio de Ana Briceño, hija de “El Encantador”, con el capitán y fundador de la ciudad, don Francisco de la Bastida. Familias que se asentaron y dejaron huella imborrable en el Valle de Bomboy.

Dentro del grupo de hechos relevantes y jocosos, de un personaje de características excepcionales, esta el de Sancho Briceño,  <<Don Sancho entró con Alfinger a la conquista de Venezuela y en la ciudad de Coro fue Alcalde Ordinario. Acompañó a Jorge Spira en sus expediciones y se halló en la famosa batalla de los Omeguas con Felipe de Hutten. Al regreso de esta expedición se halló presente en la muerte del conquistador ordenada por Juan de Carvajal, y él mismo debió haber estado a punto de morir, pues Herrera erróneamente dice que fue ahorcado por el Gobernador>> (Ídem); aquí, en este dramático pasaje de su vida, fue objeto de la llamada profecía del Dr. Fausto que acompañó a Hutten y sus compañeros por tierras de lo que sera Venezuela, de lo que he escrito mi opinión en otra oportunidad.

En su disertación, el Dr. Mario Briceño Iragorry, expresó que Sancho: estuvo con Francisco Ruiz <<en la reconquista de los cuycas y repoblación de la Nueva Trujillo, donde fue Maese de Campo y avecindado estaba en aquella ciudad cuando fue electo para ir de primer Procurador de la Provincia de Venezuela ante la Corte de España, en 1560>>; tamaño compromiso: el representante de toda la Provincia.

En España logró entre otras cosas, algo trascendental que, <<Entre las Cédulas que alcanzó el negociador es notable por sí sola la que confiaba el gobierno de las nuevas ciudades a sus Alcaldes cuando ocurría la muerte del Gobernador de la Provincia, y la cual, según Depons, sirve para demostrar más la habilidad del Procurador que la previsión de quienes concedieron tal prerrogativa. Si Briceño careciese de otras ejecutorias en los anales de Venezuela, la simple obtención de esta Cédula sería suficiente para consagrar su nombre con relieve eminente>> (Ídem). Un logro que solo podía obtener un hombre con cualidades excepcionales de convencimiento y atracción.

El cronista Oviedo y Baños, calificó a don Sancho, como el hombre de un “extraño hado”, duchado por la afable providencia y destino; sin duda, tanto por sus logros, como por gozar de esa singular cualidad de poseer esa fuerza desconocida, irresistible sobre los demás y sobre los sucesos, para que le fueran favorables a sus planteamientos. Así era Don Sancho “el encantador”. A pesar que, Briceño Iragorry, desciende de este Capitán, se observa que no ahonda en esta estirpe, sino que sugiere leer los trabajos de los escritores como Tejera y el Dr.Vicente Dávila (Próceres Trujillanos).

Otro descendiente de El Encantador Don Sancho, el  Dr. José de Briceño, hijo del prócer independentista  Domingo Briceño “El Negro”,  escribió en una síntesis sobre la vida de sus ancestros y familiares cercanos, que la suerte de estos, dependió de una especie estigma. Briceño Iragorry, coherente con su planteamiento general, señala que de este tronco genealógico, resultará el Diablo Antonio Nicolas Briceño,  <<en 1811 fue al Primer Congreso Constituyente en representación de la Provincia de Mérida. Fogoso patriota, tomó parte activa en los acontecimientos de aquel año memorable y…Su figura ha pasado a la historia con tintes de tragedia: la crueldad a que lo llevaron las urgencias y exaltaciones de la guerra, hizo que sus medios de lucha fueran de una eficacia dolorosa: cabezas de españoles como hojas de servicio para ganar ascensos que hacen contraste con la clemencia que invocaba en el seno del Congreso>> (Ïdem); quizás fueron las consecuencias del presagio de Fausto, según el Dr. Francisco Herrera Luque.

El Maestre de Campo Sancho Briceño de la Bastida y su último traje: un hábito de serafín franco, con el que aspiraba llegar al reino de los cielos.

Si uno estudia este discurso, encuentra protagonistas y hechos interesantes, pero mas interesantes son porque tienen el toque chistoso, la chispa briceñana que estimula a su lectura y re-lectura, por ejemplo cuando se refiere a los descendientes del Conquistador Francisco de La bastida, fundador de la ciudad, allá en el Valle de los Mucas, nos encontramos que su descendiente:  <<Maestre de Campo Sancho Briceño de la Bastida, bautizado el 20 de enero de 1667, quien falleció en Trujillo el 23 de diciembre de 1723 según declaración del Alcalde José de Asuaje en el acto de la apertura de su testamento, en el cual dijo que había visto "su cuerpo amortajado con el havito de tercero del serafín franco en un ataúd en la sala" de su morada>> (Discurso citado). Nos da a entender que, lo vistieron de angelito y príncipe celestial, porque seguramente iba a engrosar a algún coro seráfico, pero no, era que pertenecía a la 3ª. Orden de los seglares Franciscanos, que al pasar de los años y aventuras, comenzaban a conducirse por el camino del bien.    

De la misma familia, Don Sancho Antonio Briceño, Maestre de Campo, Regidor y Alférez Real de Trujillo, enfrentó a los Comuneros del Socorro. Don Mario, explicó que, este personaje,  siendo Alcalde, en 1777,  cuando el ilustre Señor Obispo Martí, <<estuvo en visita en Trujillo estrechó amistad con el Alférez Briceño, quien lo acompañó en sus viajes por los pueblos de aquella provincia, lo cual no fue óbice para que el Obispo llamase seriamente la atención a Briceño por mantener pública concubina en menosprecio de las leyes del matrimonio>> (Ïdem). Fue uno de los alcaldes, señalados como corrupto y controlador del poder, y para congraciarse siendo Alcalde de primer turno formó parte del Cabildo que en 1786, dio carácter oficial a la Escuela que dicho Obispo  había fundado en aquella ciudad. 

Debemos estar orgullosos de esos escapes humorísticos de don Mario, lo que no faltó en El Conquistador Español, como estas otras curiosidades:

Capitán Tomás Davoín, el portugués, que fue Alguacil Mayor de la ciudad de Trujillo, y se casó con una viuda de la tercera edad.

         El primer encomendero del Valle de Bomboy” (hoy La Puerta), <<En el 76  formaba en el Cabildo con el cargo de Alcalde Ordinario. Era natural del Reino de Portugal y casó en Trujillo con Juana Escoto, viuda de Francisco de Graterol, quien aún vivía por el año de 1617, ya centenaria, pues entró a la Gobernación casada con su primer marido el año de 1534>> (Ídem). El portugués tenía 45 años en 1576, al parecer, la señora ya de la tercera edad y viuda,  procreó con este capitán, 4 hijos, entre  los años 1580  y 1590 aproximadamente. Un vientre excepcional. Uno de sus hijos, Juan Alvarez Dabuyn, el vencedor de Nigale y las tribus indómitas del lago de Coquivacoa (Maracaibo) en 1607.

A Domingo Blas, le tocó salir a buscar las pertenencias del difunto “Marañon”  Juan de la Mota.

De este capitán señaló lo siguiente: << A éste se señala en 1568 como vecino de la ciudad y fue mandado entonces por Alonso Pacheco al repartimiento de Juan Guillen de Saavedra a confiscar las armas y el caballo de Juan de la Mota, marañón de los de Lope de Aguirre que allí estaba oculto>> (Ïdem). Habían desplumado al secuaz del  Príncipe de la Libertad o las tomaron como “trofeo de guerra”.

Francisco Camacho, el ganadero, lo quebraron económicamente y se volvió a levantar.

De este interesante personaje, señaló <<Tomó parte Camacho en la primera expedición que se formó el año de 1557 para ir a reducir los cuycas al mando del Capitán Diego García de Paredes, y a más de sus armas y caballo, llevó gran cantidad de ovejas y ganado mayor. Perdida la primera empresa de Paredes, volvió a entrar el año siguiente con el Capitán Francisco Ruiz y llevado de su espíritu industrioso, hizo nuevo acopio de ganado. Puede por tanto considerarse a Camacho como el fundador de la industria pecuaria en el Estado Trujillo>> (Ídem). Fue encomendero, en el primer repartimiento y sus indios incluyendo el Principal Paraca estaban en jurisdicción del actual Distrito Boconó, junto a la encomienda de Tomás Davoin.

Teniente  Luis de Castro, el  “Malmandado”, que vendió una botella de vino a un precio irrisorio y sin permiso.

De este anecdótico Conquistador, destaca que, <<El 11 de mayo de 1570 se hallaba en la casa de la morada del Capitán Francisco Ruiz en la dicha ciudad del Tocuyo, cuando llegó a ella el Alcalde Diego de Escorcha a reclamar a Castro que había vendido una botija de vino sin medida y a notificarle que estaba de hecho condenado a la pérdida del precio. Castro replicó al Alcalde y, subido de palabras, le dijo que aquello estaba mal mandado, y al punto Escorcha exclamó: "¿Malmandado?, yos a la Cárcel". No alegó más el condenado, limitándose sólo a recordarle que era apenas por un año que estaba en ejercicio de la Alcaldía y que en la próxima ocasión lo sería él probablemente>> (Ídem). Posteriormente, intervino el Teniente Justicia Mayor, Francisco Carrizo, y el Malmandado, fue puesto en libertad  y se le  siguió un juicio en que se alegó la falta de competencia del Teniente.

Gaspar Cornieles, dejó de cabalgar y competir en carrera de cintas.

El caso del Capitán Gómez Cornieles, el mismo del Mayorazgo, inmensamente pudiente de fortuna y tierras, sujeto de pasajes románticos, es también curioso, don Mario expresó de este Alcalde: que fue  <<protector material del Convento Dominico de Nuestra Señora de la Candelaria y quien levantó la Iglesia de éste, para cumplir un voto hecho cuando se hallaba en peligro de perecer por habérsele desbocado el caballo en que corría cintas en las fiestas patronales de Trujillo y el cual, como por milagro, se detuvo cuando iba a lanzarse por la peña donde se levantó aquel templo. En ella eran sepultados los Mayorazgos, y dice la leyenda popular que en la cripta de la Iglesia se les enterraba sentados en ricas sillas doradas y adornados de sus joyas>> (Ídem);  cumplidor y tradicionalista este privilegiado. 

Los seleccionados y precedentes pasajes, contienen cuadros y expresiones del humorismo paisano, de los que solo trujillanos, pueden reír a carcajada tendida y sabrosa, pero que a la vez, forman parte de la fisonomía espiritual de este pueblo.

Una de sus mejores biógrafos, la investigadora Laura Febres, escribió de este ingreso a la Academia,  lo siguiente: <<La contestación estuvo a cargo del académico Luis Alberto Sucre, quien no deja de señalar la importancia de los estudios genealogicos dentro del campo de la historia, en los que se destacaba Briceño-Iragorry. Ademas de los nombrados, amigos de don Mario, son importantes los miembros de la Academia Nacional de la Historia con los cuales conversó y discutió sobre la problematica historica nacional, entre los que se encontraban Monseñor Nicolas Navarro, Luis Correa, Luis Alberto Sucre, Carracciolo Parra León, Hector Garcia Chuecos y el hermano Nectario Maria, asi como los contemporaneos de su infancia trujillana como Amilcar Fonseca>> (Febres, Laura. Mario Briceño Iragorry. N° 48. Biblioteca Biográfica Venezolana. Págs. 25 y 26. El Nacional. Caracas. 2007).  A Monseñor Navarro, se le recuerda por su particular posición ante la iniciativa de santificación de José Gregorio Hernández.    

Evidentemente, se puede incluir El Conquistador Español, acompañante de don Mario, en su trabajo: origen de la tierra de María Santísima, dentro de lo que permitía elaborar una definición de las bases para <<un concepto claro y sencillo de la organización política que culminó en la obra de 1777>>, proceso e hito histórico por el que se funda la Nación Venezolana. (MBI. Obras Completas. Tomo 4.72. Congreso de la República. Caracas. 1988 a 1998), una lección de lo que él consideró con mucha razón: <<el pasado como constructor del presente>>; adicionalmente, por sus destellos de fino humor y delicados sarcasmos, se puede considerar como una obra muy agradable de leer.

¿Por qué sorprendernos de celebrar este día, dentro de nuestras efemérides regionales? Suena raro, pero tiene sentido y es importante para nosotros. La fecha: 29 de enero de 1930. 

Imágenes: izquierda, Diego García de Paredes, a la derecha, Mario Briceño Iragorry, difusión pública. 

(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta. 


sábado, 11 de octubre de 2025

La Capilla de La Lagunita dio abrigo a una reliquia de San Judas Tadeo, 2025.

Por Oswaldo Manrique (*)


Estamos viviendo un tiempo muy espiritual, de renovación de la fe, marcado por la canonización de dos Santos venezolanos. Quizás sea este tiempo, una experiencia de todos para llevar adelante a la sociedad, para mejorar y crecer en diferentes ámbitos y principalmente en conciencia, mediante la fuerza de esa espiritualidad.



Desde México, se radicó en La Lagunita, una reliquia como promesa de renovación de la fe.

La algarabía, se justificaba a la orilla de la vía de entrada de esta laboriosa, bondadosa y espiritual comunidad. Varios, hombres y mujeres, luciendo sus franelas de la sociedad de la Virgen del Carmen, conversaban alegremente, mientras un pequeño grupo de damas, iba llegando desde La Puerta, saludando y sonriendo, como en pequeña procesión por el viejo camino, llevando en alto, la imagen que más que la representación del Santo o del acto de una Puertense devota, significaba una promesa de fe y de esperanza.

El día 16 de julio del 2025, en la capilla San Martín de Porres ubicada en el sector La Lagunita de la parroquia La Puerta, estado Trujillo en Venezuela, se realizó un acto de profundo respeto, humildad y fe católicas, como fue la entrega a esta comunidad parroquial de un objeto poco común. Un póster con la imagen de un santo, enmarcado y con protector de vidrio, que, <<ha sido puesto en contacto directo con una reliquia de primer grado: un fragmento auténtico del hueso de su brazo>>, según su donante.

El sitio de abrigo: Capilla San Martín de Porres, en La Lagunita. 

        La capilla de La Lagunita, está ubicada en un caserío serrano, al sur de la Parroquia La Puerta, Municipio Valera del estado Trujillo, a pocos pasos del turístico estanque, llamado La Lagunita. Está a unos 10 minutos (en vehículo automotor) de la población urbana de La Puerta, estado Trujillo; a 7 kilómetros de distancia del casco urbano de esa Parroquia. Es una edificación de estilo moderno, muy bonita, dotada de su altar, sus imágenes y retablos, y que la distingue su nombre o advocación particular, para que la feligresía católica del lugar, tenga un recinto para orar y recibir en determinadas fechas la eucaristía.  Su construcción es producto de iniciativas de la comunidad.

     A este sitio, se le llamó antiguamente El Portachuelo, especie de frontera con el Virreinato de la Nueva Granada (hoy Colombia) y Venezuela, aquí era la entrada. Fue en 1963, el año en el que Miguel Romero, le compró a Francisco Villarreal esta posesión. Recuerda el señor Alberto Romero, hijo de Miguel que para esa época, apenas había unas 7 casas de familias agricultoras, alrededor del estanque de La Lagunita, que eran las de «Senobio Rivas, Carmelito Araujo, Domingo González, Argimiro González, la señora Trina, abuela de Luis Alfonso Rivero, y Numa Viloria que tenía una bodeguita». Por los tiempos de su infancia, década de los años 40 del siglo XX, recordó Antonio Lino Rivero, quien es un amplio conocedor del lugar y de sus personajes, que «en este caserío, apenas vivían cinco familias, la de Ulises Abreu, la de Pancho Abreu, Zenobio Rivero y un señor Argimiro, del que no me acuerdo el apellido» (Conversación con Antonio Lino Rivero, el 18 de enero de 2022, La Puerta).

        El mismo Antonio Lino, rememoró: <<Cuando yo vivía en San Martín en el año 1942-43 no existía lo que hoy es La Flecha y no había carretera de La Puerta a La Lagunita y sectores vecinos, solamente existía un camino real en Comboquito, tenía un negocio bien surtido el señor Santana Carrasquero, donde hacían sus compras los habitantes del campo» (Ídem).  En la década de los 80 del siglo XX, los habitantes de este caserío, en vista del aumento de la población y de los visitantes y turistas, se fueron poniendo de acuerdo para levantar una Capilla, que sirviera como recinto religioso de ellos y también para los visitantes de La Lagunita.

        El primero y más entusiasta de los colaboradores de esta obra comunitaria fue Miguel Romero, quien donó el terreno donde está construida la Capilla. Antonio Lino Rivero, conocedor de esta iniciativa de la comunidad, recuerda que <<En el lugar donde construyeron la capilla, vivió el matrimonio constituido por Ramón Araujo y Eva Villarreal, cuando ellos se mudaron para La Puerta, Miguelito Romero que era el dueño de ese terreno, lo donó para que construyeran la Capilla, eso fue en la década de 1980>> (Conversación con Antonio Lino Rivero. La Puerta. 17 enero 2023).   El mismo Rivero, explicó que <<La mayoría de la comunidad de ese sector, colaboró para la construcción de la Capilla los más colaboradores fueron Miguelito Romero, Eustoquio Araujo, Ubencio Abreu y el Dr. Miguel Ángel Burelli Rivas, gracias a él se terminó de construir la capilla>> (ídem), una obra totalmente de la comunidad.

        Fue inaugurada el 3 de noviembre 1982, según el testimonio de  Rivero, nativo de El Censo, quien estuvo ese día de regocijo cristiano para esta comunidad, que la Capilla, se comenzó a construir en 1980. En el año 2000, al lado de la Capilla, construyeron un pequeño ambulatorio.

        Pero la Capilla, no quedó solamente para abrirla los días de fiestas del Santo Negro, sino que contaba con un grupo de capilleras que fungían de custodias del inmueble católico. Antiguamente, se le llamaba Capillero a la persona encargada de estos salones de oración, de cuidarlos, adornarlos y abrirlos, un cargo Ad honorem. De esta Capilla, se recuerdan a las hermanas Dolores, María, Francisca y Filomena Araujo Paredes, consecuentes colaboradoras del arreglo y cuido.

La Reliquia traída desde México a La Lagunita: es de San Judas Tadeo.

El aroma a flores y hojas frescas, que conjugaban con el ornato, ventilación y la claridad de la Capilla de San Martín de Porres, era propicio para la conversación armónica y alegre del reencuentro e ir saludando a quienes iban llegando y sentándose. La pequeña comunidad, ese día tuvo su Capilla iluminada con color a santidad, ese que contagia el fervor y la emoción por lo que iban a recibir: un hermoso acto de fe.  El póster de San Judas Tadeo, patrono de los casos difíciles y desesperados, llegaba a la capilla de la comunidad de La Lagunita, que lo recibió con emoción y alegría, lo que constituyó un día distinto, de mucho fervor y de gran regocijo y de renovación de la fe. 

El acto religioso y solemne de entrega de la reliquia a esta comunidad católica.  

En este acto de regocijo y celebración litúrgica el párroco Pbro. Gildardo Villarreal, procedió a la bendición de la reliquia. A su vez, al proceder a la entrega,  dijo  la Lic Villegas, que, <<esta reliquia llegó a México a finales del 2024, traída desde Italia para ser venerada por miles de fieles. Primero permaneció en la Catedral Metropolitana, luego fue recibida en el Templo de San Hipólito (su santuario principal en la Ciudad de México), donde permaneció hasta el 2 de agosto. Desde allí continuó su recorrido por diversas parroquias de la capital y otros estados, llevando consuelo y renovando la fe de muchas personas>>, (Palabras de la licenciada Belkix Josefina Villegas Rivas, en el acto de entrega de la reliquia de San Judas Tadeo, a la Capilla de La Lagunita. 16/07/2025. En papel).

La profesora Villegas, había prometido realizar este acto en su tierra natal, trayendo la imagen afiche, que estuvo en contacto con una reliquia de primer grado (un pequeño hueso de San Judas Tadeo, que fue llevado a México al Templo de San Hipólito, desde la Basílica San Salvador de Roma (Italia), donde esta sepultado, lo que lo convierte en una reliquia de tercer grado, habida consideración de las autoridades eclesiales, que con dicho contacto, quedaría impregnada por una especie de energía espiritual. Este afiche o póster, lo recibió la profesora Belkix Villegas, del empresario farmacéutico y filántropo mexicano Víctor González, conocido como Dr. Simi.  El reluciente enmarcado y el “envejecido” fueron hechos por Luis Briceño,  artesano de Valera, estado Trujillo.    

Igualmente en sus palabras, la portadora,  señaló, <<con humildad, entrego este póster convertido en una reliquia de tercer grado, pues ha tocado la santidad de San Judas Tadeo. Que cada mirada puesta sobre él sea un recordatorio de que no hay causa imposible ni súplica desoída cuando se confía con fe> (Ídem). Las reliquias en la iglesia católica, se clasifican así: las de primer grado, que es cualquiera parte del cuerpo del Santo; las de segundo grado, que es aquel objeto personal del Santo; y las de tercer grado, es aquel objeto que haya tocado una reliquia de primero o segundo grado. Por eso, este póster se clasifica dentro de las reliquias de tercer grado, signo de fe y esperanza en la intercesión de San Judas Tadeo. 

En el acto de entrega estuvo el presbítero Gildardo Villarreal. en nombre de la comunidad, la señora Teresa de Viloria, una de las honorables capilleras, cuya hija vive en México y es devota de este Santo, recibió y aceptó la reliquia, para dicha comunidad: La Lagunita del Portachuelo, de la Parroquia La Puerta, del estado Trujillo. Estuvo ambientado musicalmente por el cantante Carlos Sulbarán, quien se acompañó con su guitarra.

Según la profesora Villegas, el propósito es <<Que esta reliquia inspire en cada uno de nosotros la certeza de que, aún en medio de la dificultad, Dios actúa por intercesión de sus santos y, en especial, de San Judas Tadeo, nuestro incansable amigo y protector. Hoy La Lagunita, nuestra querida tierra, se convierte en custodio de esta bendición. Que sus hogares humildes, llenos de esfuerzo y esperanza, se fortalezcan con la fe de este pueblo noble y trabajador que cada día se levanta confiando en la ayuda de Dios. Que cada familia de La Lagunita encuentre aquí un refugio de fe y un motivo para seguir luchando con esperanza>> (Ídem). Al quedar la reliquia en dicha Capilla, mediante el emotivo acto, se busca promover la devoción por San Judas Tadeo, uno de los Santos mas venerados en México.     

En el particular acto, estuvieron presentes  ademas del párroco de La Puerta, Pbro. Gildardo Villarreal, los integrantes de la Sociedad de la Virgen del Carmen, gente de la comunidad de La Lagunita,  de las autóctonas y emblemáticas familias de agricultores del lugar, los Ruz, Carrizo, González, Rivero, Parra, Rivero, Abreu, Araujo, Paredes, Castellanos, entre otras, y tambien las señoras Bety Quintero, Carmen Carrizo, Emilia Briceño, quienes acompañron a la profesora Belkix Villegas.

Fue este acto y compromiso de custodia de la requiere de San Judas Tadeo,  otro de los sencillos y significativos acontecimientos socio religiosos de la comunidad de La Lagunita, que le dan materialidad a la evolución histórica, social, cultural y religiosa de la parroquia La Puerta, estado Trujillo, en Venezuela. 


(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta. 


Galería fotográfica:




Licenciada Belkis Josefina Villegas Rivas, en el templo de San Hipólito, ciudad de Mexico, recibiendo la reliquia.










El párroco Gildardo Villarreal, echando agua bendita y dando la bendición a la reliquia.


La Puerta, Alí Primera y la lucha contra el urbanismo salvaje, en 1980.

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