El origen de La Puerta como experiencia y poblamiento indígena, se remonta a varios siglos antes de la llegada de la invasión europea, colonizadora, esclavista y genocida, como consecuencia del proceso de expansión de la civilización de los Mukas-Chibchas, asentada en Tunja (hoy Colombia), hacia la Sierra Nevada, entre 1.000 AC-1500 DC, cuya extensión paramera trujillana es la gran nación Timoto, siendo a su vez, la Comunidad de los Bomboyes, expresión de esa nación, es decir, que cuando llegan los conquistadores-invasores europeos a estas tierras existía la Comunidad Indígena del Bomboy.
1558, luego de fundar a la ciudad de Mérida, el capitán Juan Rodríguez Suarez, con el propósito de expedicionar y explorar en busca de minas de oro, los Andes venezolanos y autorizado por el Ayuntamiento de Pamplona (Hoy Colombia), a finales de enero, <<tramonta el páramo de Timotes y se acerca a las márgenes de la laguna de Maracaibo>> (Briceño Perozo: 76); según este dato, obligatoriamente, el Caballero de la Capa Roja, pasó por el valle del Bomboy (La Puerta), como lo llamaban los indígenas y primeros pobladores, para continuar por el Páramo de las 7 Lagunas, y llegar al Puerto de Gibraltar. Seguramente, Diego García de Paredes y sus lugartenientes, en su oportunidad, al explorar Escuque, lo hizo también en sus áreas circunvecinas, entre las que lógicamente estaba el Valle del Bomboy (hoy La Puerta), por su cercanía.
El inicio de la evolución de La Puerta, como pueblo colonial esclavista, se sitúa entre 1570 y el año 1592, de acuerdo a las mas recientes investigaciones paleográficas, sobre documental localizada en el Archivo General de Indias, obteniendo de esto, que habrían pasado al día de hoy, entre 420 a 450 años aproximadamente, desde aquel punto de partida. Siendo el primer encomendero del valle de Bomboy, el portugués Tomas de Buyn, también llamado capitan Tomé Buy, de Vuyn o Avoin (Briceño Iragorry: Fundadores de Trujillo. 1930).
1608, el
franciscano Obispo Fray Antonio de Alcega, tras visita a la región, realiza
<<la distribución doctrinal más importante y que marca el enrumbamiento
poblacional de Trujillo>> (Briceño Perozo: 54), y otorga la
gran encomienda del Bomboy, con 408 aborígenes, al
capitán Juan Álvarez de Daboín, el exterminador de las tribus
rebeldes del lago de Maracaibo, junto con Pacheco Maldonado. Entendiendo de esto,
que sería la primera encomienda dada con indios del valle del Bomboy, y el
comienzo de su periplo de esclavitud y desaparición.
1611, se debe anotar que los principales
caudillos aborígenes en este sitio, a la llegada en dicho año, del encomendero
Juan Álvarez De Buyn, hijo del capitán Tomas De Buyn, eran: Bomboy (o
Bombas), Jasepe, e Yguara, todos de raza Timoto.
1636, el Obispo Dr. Juan López Agurto de la Mata, señala como Cura Doctrinero del Pueblo San Pablo del Bomboy (La Puerta), al padre Salvador de Carmona, quien había sustituido al primero, que fue el padre Antonio Montero.
1670, según el historiador Amílcar Fonseca y documento que reposa en el Registro Subalterno de Trujillo, La Puerta fue fundada cartularmente, ese año por el padre Nicolás de Reyna y el maestro Mateo de Párraga; se intuye por este dato, que fue el momento en que se trazó la cuadrícula española, se midió la posesión del Resguardo, ordenó este pueblo de indios y se demarcó el terreno de la plaza, en lo que es hoy la Plaza Bolívar, eje de la conformación urbana.
1678, fue en este valle de La Puerta, donde las milicias reales, junto con hacendados e indígenas, al mando del Capitán Fernando Manuel Valera de Alarcón y del Capitán José Antonio Gil de la Hita, armaron las primeras emboscadas y trincheras, para enfrentar a los piratas franceses al mando de Francisco Esteban Granmont de la Mote, que bajaron por el viejo camino indígena de la Maraquita, para evitar el avance de éstos hacia la ciudad de Trujillo, la que inevitablemente saquearon e incendiaron.
1687, 14 de noviembre, se asignó tierras por el Alférez y Alcalde Don Diego Jacinto Valera y Mesa, a esta comunidad de indios Timotes, “liberándolos de la esclavitud” de las encomiendas, por instrucciones del Gobernador y Capitán General Dr. Diego de Melo Maldonado, y se reconoce como Pueblo Cabecera de Doctrina de San Pablo Apóstol del Bomboy (en parte es hoy el área urbana de La Puerta). Por ser el sitio donde los aborígenes estaban congregados, gozaban de un hermoso valle y de la Capilla de San Pablo Apóstol. En esta fecha, el mismo Alcalde, con asistencia del Corregidor de Indios, capitán don Antonio de Oviedo y el cura doctrinero Pbro. Juan Buenaventura Cabrita y Lozada, realizó el empadronamiento de los aborígenes de las 6 encomiendas.
1777, en abril de este año, esta comarca recibe la visita del Obispo de Venezuela Dr. Mariano Martí, quien en sus anotaciones señala: alias La Puerta, que es la primera mención documental histórica de este nombre que de hecho, se venía utilizando, al constituirse en un espacio de frontera, entre el Virreinato o Nuevo Reyno de Granada, y la Provincia de Venezuela.
1790, el hacendado Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y Fernández, inició en tierras del llano de San Pedro, El Pozo, El Molino de Mimbón, jurisdicción de La Puerta, y en su hacienda San Francisco de la Cañada de Mendoza, la siembra de las primeras semillas de cafeto o arboles de café, traídas de la hacienda Chacao, con las que se fue expandiendo en el occidente del país, y se convirtió en el rubro que salvó la economía provincial en esa época. Después del agua, es la bebida más consumida en el mundo.
1793, asume como cura párroco y doctrinero de La Puerta, el padre Francisco Antonio Rosario (1761-1847), eminente prócer independentista y santo.
1810, el hacendado de La Puerta, Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y Fernández, y nuestro cura párroco Francisco Antonio Rosario, son las figuras sobresalientes que liderizaron el comienzo del periodo independentista en el valle del Bomboi y la liberación de la Provincia de Trujillo.
1811, a finales de julio, en esta comarca, se hizo la votación y el escrutinio público, en presencia del Justicia Mayor y del cura párroco Francisco Antonio Rosario, y de personas respetables, proclamando al vecino Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y Fernández, como representante de La Puerta, ante la Asamblea Provincial Constituyente.
1811, a finales de septiembre de este año, el prócer y Constituyente de La Puerta, Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y Fernández, tomó juramento de independencia y obediencia a la Constitución Provincial y sus Magistrados, a todos los vecinos y pobladores de nuestra aldea, <<quienes dieron muestras de gozo por verse libres de gobiernos extraños y de haber renacido al dulce y benéfico que gozamos en nuestra Provincia>>. La Puerta, de acuerdo a esta Constitución, es elevada a la categoría de Pueblo republicano.
1813, en junio de este año, pasó Bolívar con parte de su ejército libertador por La Puerta (venia de Timotes, entró por la Mucutí, siguió por el Páramo de La Puerta, y llegó a la Cañada de Mendoza), convirtiéndolo en el primer pueblo trujillano liberado en su Campaña Admirable, pernoctando en la noche, en la casa del constituyente Dr. Francisco La Bastida Briceño y su esposa Asunción Vethancourt, en la hacienda San Francisco. Al día siguiente, pernocta en la casa del cura Francisco Rosario, párroco de La Puerta, en su hacienda Carmania.
1887, a mediados de este año, partió de este lugar, la tropa que se había concentrado en favor de la Revolución comandada por el Coronel Sandalio Ruz, en contra los desmanes y saqueos de la “Gonzalera” liberal.
1891, se realizó el fraudulento juicio de partición del Resguardo Indígena de La Puerta, mediante el cual, los indígenas y descendientes de los primeros pobladores, fueron despojados de sus tierras ancestrales, y demolidas sus viviendas, lo que será otra mácula de ignominia, repugnancia y deshonra para nuestro gentilicio local.
1892, el 14 de abril de este año, perdurará en el recuerdo de todos los trujillanos y trujillanas, el más demoledor, complejo, fratricida y largo choque armado entre las fuerzas oligarcas (Ponchos) y las tropas liberales (Lagartijos), conocido como la Batalla de Durí-La Mucutí-El Portachuelo, en el que triunfaron estos últimos, dejando una estela de más de 200 muertos en nuestras montañas; lucha de venerables ciudadanos que fueron formando la República en los campos de batalla, y en forma singular, el provincialismo, en esta tierra de estirpe antiguo y guerrero. En esta batalla, salió derrotado el coronel Sandalio Ruz, nativo de esta tierra, y destacó por su valentía, dureza y triunfo, el legendario general Rafael Montilla Petaquero, indígena y campesino, conocido después como el “Tigre de Guaitó”.
1894, luego de un período de revueltas, saqueos y de inestabilidad política, logrado el desalojo de los indígenas, comienza el nuevo poblamiento de La Puerta, con los hacendados y gamonales, emprendiendo la construcción de las nuevas casas, manteniendo el cuadrado de tierra para la plaza, como centro del urbanismo de los godos. El primer Jefe Civil y Militar del Municipio La Puerta (hoy Parroquia), para este nuevo periodo de poblamiento y desarrollo urbanístico, fue el ciudadano italiano Luis Burelli, hermano del "Jurungo"; a éste, lo sustituyó el oficial Eulalio Ruz, hermano del legendario Coronel Sandalio Ruz.
1914, fue el lugar de concentración de los vecinos y los Coroneles Américo Burelli, el legendario Sandalio Ruz, y su lugarteniente Mitridates Volcanes y su tropa guerrillera nacionalista, desde donde partieron y se alzaron contra el dictador Juan Vicente Gómez, en la -silenciada por los cronistas-, Rebelión de la Culata.
1943, se inauguró gracias a la iniciativa del Jefe Civil del Municipio La Puerta, Don Gonzalo Viloria y al empeño de un grupo de vecinos y la colaboración del gobierno regional del Dr. Numa Quevedo y el nacional del Presidente de la República, Isaías Medina Angarita, la Plaza Bolívar de La Puerta, develando el busto de bronce del Libertador, que nos sirve de guía ética y patriótica, hasta nuestros días.
1946, el 11 de diciembre de este año, se alzó en armas y tomó la Casa de Gobierno Municipal de La Puerta, Don Gonzalo Viloria y un grupo de vecinos, en contra de la Junta golpista que había derrocado al Presidente Constitucional, general Isaías Medina Angarita. La insurrección duró poco tiempo, fueron detenidos los alzados, enjuiciados y presos. A los dos meses, fueron absueltos, alegando el derecho del pueblo a la revolución; criterio que acogió favorablemente el Juez Alirio Lomelli Rosario.
1980, el domingo 20 de julio de este año, se realizó en la plaza Bolívar de La Puerta, el primer Cabildo republicano y democrático en el estado Trujillo, días antes de esta concentración multitudinaria, el pueblo había emplazado resueltamente el <<Vamos a Cabildo>> a los concejales de Valera, comprometidos con el proyecto ecocida de Inturesa, quienes terminaron dándole la espalda al pueblo.
En la
década de los años 80, del siglo XX, se libró en este valle una de las luchas
ambientalistas de mayor trascendencia en Venezuela y
Latinoamérica, lo que se inmortalizó en el canto de Alí
Primera.
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