martes, 15 de diciembre de 2020

Las rolineras de navidad en La Puerta.

 

Oswaldo Manrique Ramirez

Hasta que nos llegó la visita de esa china llamada Covid-19, teníamos la costumbre de amanecer desde mediados de diciembre en las misas de aguinaldo; niños, jóvenes, adultos, abuelos, hombres y mujeres,  salían a las calles de La Puerta, y a la Plaza, a caminar y disfrutar de sus longevas tradiciones populares de la natividad. Son los días de encuentro de familiares y amigos en la iglesia, para escuchar además, un poco los villancicos y aguinaldos, cantados por los jóvenes de la parroquia;  o para sentarse  en la acera del costado o en el frente de ella, o en la esquina caliente, son momentos de la sabrosa conversa, de recuerdos, de preguntar por la vida del otro, de cómo le esta yendo, del cálido abrazo, del brindis y de pasarlo bien.

El árbol de navidad, plaza Bolívar de La Puerta, Trujillo, Venezuela,  sembrado hace varias décadas por el médico Elías Anzola. Toma gráfica de este año (2020), decorado por manos entusiastas, de nuestra comunidad puertense del Bomboy. Cronografía propia de este blog N° 300144. 

Igualmente, el centro de la Parroquia se engalana, su plaza Bolívar se viste de celebración navideña. El pino gigantesco sembrado hace varias décadas por el Dr. Elías Anzola, pilar histórico de nuestro centro de salud rural,  también es decorado con las particulares y coloridas luces, que fluyen desde el propio y angular copo. El ambiente y el magnetismo benefactor son colectivos, nutren el espíritu de todos. Las gaitas también, se escuchan, en las voces e instrumentos de los grupos que desde el comienzo de diciembre, hacen sus ensayos. Pero hay un sonido, tirando a ruido, bullicioso, persistente, que no molesta, que nos gusta oír y que no dejamos de ver a sus  alegres  generadores, son los tradicionales: carritos de rolineras.  Estos pequeños carros se apoderan de las calles principales de La Puerta, como parte de la tradición navideña.

Viendo pasar el colectivo navideño de la calle 2; año 2020. Cronografía propia de este blog. 

Este año (2020), las misas serán a partir de las 6 de la tarde, por medidas contra  la pandemia. Los carritos de rolineras, en algunas calles, particularmente la Calle 2, ya se están probando, para salir a las pistas centrales, alrededor de la plaza, este 16 de diciembre.

Llegaron los grandes; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3825. 

En nuestra indagación ante viejos vecinos, esta tradición, se inició aproximadamente, a mediados de la década de los años 50 del siglo XX, tiempo en que ya se contaba con una carretera como servicio turístico al hotel Guadalupe, y se percibieron los primeros vehículos. Alguna compactación tendrían las calles alrededor de la Plaza. Como dato histórico,  en 1937, solo había en nuestra comarca 6 vehículos, en Mendoza 17; lo que posiblemente surtiría de algunas rolineras a los ingeniosos pequeños de la época.

Probando los frenos y con piernas largas, por si acaso; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3824. 

Este juego de muchachos, es uno de los pocos que le da utilidad a lo inútil, a lo que se desecha, a las rolineras desgastadas que no sirven para los vehículos.  Ellos se reúnen y planifican cómo construir su carro, es un trabajo de grupo y de convivencia. Los básicos chasis y carrocerías son elaborados de tablones viejos quedantes de construcción, y el eje de rodamiento, es hecho con pedazos de puntales de madera paramera. Son muchos los niños y jóvenes, que asisten a darse “colita” y a disfrutar esta actividad.

El retorno de carrucheros en grupo; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3814.

¿Quién en nuestra comarca, no se ha deslizado montado en un carro rolinera desde la avenida Bolívar, por la calle 8, doblar a la derecha y enfilar por la avenida Páez? ¿Quién no dejó parte del pantalón, zapatos, camisas, en una fuerte “coleada”, cuando se montaban varios en un mismo carro? Otros, más atrevidos, se lanzaban por la misma avenida Bolívar, de sur a norte, en un recorrido más largo y riesgoso.   

Un pequeño  carruchero rezagado en la competencia; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3813.

 Regresando al punto de partida, halando el carro modelo sencillo y liviano para dos; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3816.

Calentando y probando motores en la calle 2; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3819.

De regreso, conversando y subiendo, para volver a lanzarse por la calle 2, hasta cerca del río Bomboy; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3821.

A poca velocidad bajando por la 2; año 2020. Cronografía propia de este blog N° 3822.

Unos suben y otros bajan por la calle 2; año 2020.  Cronografía propia de este blog N° 3823.

Tanto los jóvenes de ayer, como los de hoy, recuerdan lo que es darse una “colita “en rolineras o carruchadas, todos lo hemos disfrutado. Soy de la idea, que este tipo de actividad y tradición popular, hasta ahora espontanea, debe ser estimulada, como trabajo cultural parroquial, para que no se pierda o borre para las futuras generaciones.  

La Puerta, diciembre 2.020.

Omanrique761@gmail.com

Blanco y Negro, José Morales y el sabor gaitero en La Puerta.

 


Oswaldo Manrique Ramirez.


He mencionado en otros artículos, que el tiempo de existencia de la Escuela Técnica de Agricultura de La Puerta, también conocida como “Escuela de Peritos”, dejó una fuerte y hermosa huella histórica en nuestra comarca. Parte de ella, fue la condición y el ambiente estudiantil y juvenil que adquirió esta Parroquia (anteriormente Municipio), incluyendo, una de las experiencias musicales más interesantes, como fue la del grupo musical Blanco y Negro.

En diciembre, este grupo de jóvenes, junto con los del Club juvenil de la Plaza,  era el promotor de las misas de aguinaldos, madrugadas plenas de pobladores en las calles de La Puerta, disfrutando de los disimiles y veloces carros de rolineras, que alegraba a la muchachera y se le adosaba el toque musical y la gaita. Eran verdaderas fiestas populares, en las que destacaba William Gudiño, quien organizaba las presentaciones y amenizaban las navidades de la comunidad. Este conjunto se había formado desde 1967, con el nombre de Blanco y Negro,  y tenía como cantantes a Nolo Zabala, que también tocaba cuatro, y José Morales, que era cantante profesional, dotado de una excepcional voz y cantó con el conjunto El Saladillo. Solo en este rincón serrano, se disfrutaba y así lo recuerda la memoria parroquial, de las bellas interpretaciones de boleros y baladas latinas del Blanco y Negro, comandado por José Morales.

El amigo y colaborador de este blog, Alfonso Briceño, hizo un ejercicio de memoria y nos relató lo siguiente: “…buscando un mejor futuro y oportunidades de estudios, el padre de José Morales lo lleva en 1967, a La Puerta, en el estado Trujillo, para cursar en la Escuela Técnica de Agricultura Andrés Bello (hoy desaparecida), donde obtiene el titulo de Perito Agropecuario; a la par de ello, funda con otros jóvenes el Grupo Blanco y Negro, integrado en su totalidad por muchachos de esa localidad…”; las dotes de cantante de primera línea de Morales, su don de gente y espíritu emprendedor, lo hizo tomar la iniciativa de organizar un conjunto musical, para divertirse y amenizar las reuniones juveniles y estudiantiles; sin embargo, ese espíritu se fue convirtiendo en una fuerte influencia musical y cultural, que perduró durante muchos años, casi hasta finales del siglo XX,  en La Puerta.

 En la gráfica, se puede detallar a los integrantes del grupo musical gaitero Blanco y Negro,  jóvenes de La Puerta, dirigidos por el zuliano José Morales, agachado, con la charrasca en la mano. William Gudiño, el del cuatro; a su izquierda, su hermano Freddy, con el tambor; y Ramón Ramírez, el popular “Bola de humo”, con el furro. De pie, están entre otros, Hugo Rosales, Máximo Artigas, Chuy Quintero y Reinaldo Sulbarán. al fondo se puede ver el árbol con adornos y motivos navideños, y erguido el busto del Libertador, sobre su antigua base multilateral de cemento, en la plaza Bolívar de La Puerta, Trujillo, en Venezuela.   Imagen cortesía de Alfonso Briceño.  Cronografía N° WA0023. 


Otros entusiastas vecinos, también formaron parte de este trabuco musical, como: Chuy Quintero, que fue comerciante en el centro del país. William Gudiño, el del cuatro,  fue nuestro mecánico popular; su hermano Freddy, era el tamborero; Nolo Zabala se asentó en la ciudad de Valera, con su negocio de mecánica de frenos de vehículo;  Ramón Ramírez, el popular “Bola de humo”, tocaba el furro;  Hugo Rosales, Máximo Artigas  y Reinaldo Sulbarán.   El cantante José Morales, luego de graduarse de Perito Agrícola, se fue a estudiar a Estados Unidos, donde obtuvo el titulo de Ingeniero Agrícola, regresó a Maracaibo y estableció una empresa de pulpas. 

Fue un grupo  juvenil muy bien organizado, José Morales, tenía más experticia musical, sus ensayos, los hacían en un espacio del Colegio Nuestra Señora de la Paz y otras veces, en el Cine Parroquial de La Puerta. En cada presentación, iban todos uniformados, con camisa blanca, lazo-corbatín negro, y pantalón negro. Usaban en la camisa una escarapela con el símbolo B y N, que los distinguía.

Acerca de la magnitud y calidad musical de este conjunto, Briceño hizo énfasis en lo siguiente: “…Formando parte de Blanco y Negro, ganaron un concurso organizado por Radio Valera, “siendo la primera agrupación fuera de Valera, que lo lograba. Los de La Puerta, se codearon con grupos ya fogueados como Los Novatos, Los Estudiantes, Los Tucanes, Los Leones de la Ciénaga, entre otros”.  En aquel tiempo, los grandes eventos y presentaciones musicales en vivo, se hacían en Radio Valera, la emisora fundada por Míster Temple Lee; asimismo, las competencias y concursos artísticos de la región.

 La agrupación Blanco y Negro, hizo su aparición formal a finales de la década de los años 60 del siglo pasado. En esta otra gráfica, se observa a varios de sus integrantes, entre ellos, Jose Morales, Ramón Ramírez “bola de humo”, Freddy y William Gudiño, Máximo Artigas.  Imagen cortesía de Alfonso Briceño.  Cronografía N° WA0022. 


Se puede afirmar, que Blanco y Negro, es el primer grupo con influencia de la música zuliana y gaitera, que le dio además de ese sabor musical tan característico, alegría a las fiestas patronales de la Virgen y el Patrono, carnavales, decembrinas y otras en nuestra parroquia, tenia un repertorio variado para las serenatas, entre ellas baladas, boleros,  las infaltables mexicanas y una que otra guaracha para relajar el ambiente.

Anotamos que esta fue una de las tradiciones que entusiasmaba a la juventud local, hasta mediados de los años 90 del siglo pasado, organizar el conjunto de gaitas, para amenizar las misas de aguinaldo y cuanta celebración se refiera a la navidad y que se ha perdido, inclusive, aunque parezca contradictorio, se cuenta con una escuela de música; quizás en los próximos años, resurja el espíritu musical de Blanco y Negro, para hacer más llevaderas y alegres nuestras festividades decembrinas.   


La Puerta, diciembre 2020.

Omanrique761@gmail.com


Dr. Jaroslaw Truszkowski.




De la Serie Médicos de La Puerta, trataremos aquí de la vida y obra de un personaje interesante para nuestra comarca, a quien se le conoció por su abnegado trabajo como médico rural, y se le reconoció su mérito, dándole a nuestro principal centro de salud, su nombre, Dr. Jaroslaw Truszkowski.

         Nacido en 1901, en la ciudad de Kiev, llegó a Venezuela en 1949, donde prestó por más de 5 lustros,  servicios en el convulsivo mundo de la salud colectiva. Al Dr. Truszkowski, se le vinculó en aquella época, a la conexión nazi del criminal de guerra Walter Hadamowsky, el célebre confinado de la Mesa de Esnujaque, que logró armar una organización  nazi, que desde empresas alemanas ubicadas en Maracaibo, cimentaron en Timotes, La Mesa, La Quebrada, La Puerta, Valera, hoteles, restaurantes, bombas de gasolina, fincas agrícolas, para el control del turismo en la región. Walter Hadamowsky había llegado a Caracas en 1939,  con el objetivo de dirigir el partido nazi en esta ciudad,  se le designó apoderado de la IG Farben (Hoy Bayer) empresa alemana que apoyó a Hitler durante la segunda guerra mundial, obteniendo grandes sumas de dinero por parte de las SS con la venta del producto  “Zyklon-B”, que era el gas venenoso usado en las cámaras de exterminio de Auschwitz, fabricado en su planta de Degesch; Hadamowsky actuaba bajo las ordenes de Arnold Mergerie, alto ejecutivo de IG Farben (Bayer) y jefe supremo de la NSDAP LandesgruppeVenezuela (Partido Nazi, Grupo Regional Venezuela). Hadamowsky, en la organización nazi,  se encargó de la Jefatura de la Gestapo en Caracas y en 1942 es designado presidente del Club Alemán. Estos, alemanes, según el periodista caraqueño Pedro Beroes, ocupaban esos cargos en 1947 cuando comienza a hacerse patente la presencia en Venezuela de criminales de guerra nazis lo que llevó a la sospecha de que solo seguían aquí para poder actuar como agentes de enlace de aquellos; consiguiéndoles refugio y trabajo tal vez con la idea de ir reorganizando a la maltrechas fuerzas del Partido Nacionalsocialista Alemán y trabajar por un quimérico regreso al poder”. (Beroes, PedroCriminales de Guerra en Venezuela. Diario Últimas Noticias 13 de mayo de 1947. p 3). Fueron fuertemente criticados por el poeta y abogado Andrés Eloy Blanco.

                                       Dr. Jaroslaw Truszkowski.

El Dr. Truszkowski,  murió en La Puerta, Estado Trujillo, en 1974; sus restos moran en el cementerio de esta población. Sin entrar a emitir un juicio de valor, sobre lo precedente, en procura de objetividad,  obligatorio es incorporar el criterio de una persona que lo conoció por más de 20 años y fue su colega de profesión.   
Existe una descripción interesante de la vida de este galeno, que elaboró otro apreciado medico de nuestra comunidad, el Dr. Elías Anzola Pérez, en 1974, que fue publicada en un diario regional y en la revista del gremio médico. El Dr. Anzola lo conoció en el año 1949. Gracias a la colaboración del M.Sc. Beltrán Briceño, que logró localizar este artículo, lo compartimos y reproducimos a continuación.

          << Historia de un venezolano nacido en Kiev

Hace más de 25 años llegó al país, tras haber padecido, como tantos otros compatriotas, la más cruel de todas las enfermedades: la pérdida de la libertad y el exterminio de los seres queridos, el Dr. Jaroslaw Truszkowski, médico graduado en Varsovia, residente del servicio de obstetricia del principal hospital de la bella capital de Polonia y médico de abordo de un buque-escuela de cadetes de la armada polaca que daba vuelta al mundo.
Cayó como un raro ejemplar apocalíptico sobre la reverberante aldea de Motatán como médico rural. Los tremendos problemas lingüísticos los resolvía a través de sus auxiliares de enfermería, quienes tenían la tarea de llevar al papel lo que aquel gigantón venido de muy lejos recetaba a los enfermos. Seguramente los enceguecedores centelleos solares de la caliente región le prestaban una magnífica excusa a sus humedecidos, penetrantes ojillos azules, cuando su pensamiento regresaba al lar nativo y sólo recogía espectros familiares: padres, hermano, novia.
Había nacido en Kiev, cuando Kiev era territorio polaco. Los sonrientes años de su niñez y adolescencia transcurren felices, construidos sobre una disciplina algo prusiana (la madre, de origen alemán, solía “pasar revista” a la hora de dormir y el brillo de los botines debía competir con el relámpago de los bombillos del cuarto) y los lapsos vacacionales en la ilimitada nieve o en la palpitante playa que tanto amara durante toda su vida. Llegan los días universitarios, los libros de alto lomo, las obligaciones serias y el título de médico.
Entre el hospital y los planes para el futuro llega a su apogeo su vida galante. “Joven, profesional, excelente pareja de baile y bien parecido”, solía confesar tímidamente. Luego, su oportunidad viajera de tocar puertos y descubrir personas, objetos, costumbres. De pronto, la lucha armada, las persecuciones, los encarcelamientos. La vida le tenía reservada una amarga, increíble experiencia: la dispersión de la familia, la volatilización de sus pertenencias y, especialmente, la prisión.
Errante figura por los campos de concentración de Auschwitz y Bugenwald, Jaroslaw se resistía a creer en su trágico destino porque, de acuerdo al decir de los millares y millares de reclusos, de allí sólo se podía salir de dos maneras: a través del aire o convertido en una pompa de jabón cuando los verdugos, con loca frecuencia, practicaban la saponificación de la grasa humana mediante el infame horno crematorio.
Como de increíble fue la entrada, así debió ser la salida. Una vez libre (libre?) y sin poder regresar a los lugares familiares, se deja arrastrar a París donde ahuyenta el frío de los incipientes fanáticos del invento de Lumiere avivando el apagoso fogón de un cinema o satisface las exigencias pequeño-burguesas de dos desequilibrados franceses, marido y mujer, quienes le exigen al refinado cocinero y camarero atienda a su nuevo, chic y más eufónico apelativo de Michael Constantin. Al fin logra evadirse de esa otra cárcel y toca la agreste, retadora tierra trujillana para comenzar su nueva vida.
Motatán, Chejendé, La Quebrada, La Mesa de Esnujaque y La Puerta se familiarizan con el enorme médico rural que con grandes dificultades de expresión e interpretación de los giros idiomáticos de esta zona de transición geográfica y humana, se empeña en no dejar morir o aliviar los  padecimientos de sus habitantes con un Ministerio de Sanidad de apenas 10 años de vida, pésimo saneamiento ambiental, crueles endemias y un sueldo miserable.


Constancia original de 1955, que acredita al Dr. Jaroslaw Truszkowski, como  miembro activo del Colegio de Médicos del estado Trujillo. Está colgado en la pared de recepción de la Medicatura Rural de  La Puerta, Trujillo, Venezuela Cronografía de este blog N° 3492.


Con los Dres. Vladimir (ya fallecido) y su esposa Galy (ya retirada) Lauschkin, venidos de Rusia, realiza una labor extraordinaria en el ámbito trujillano. Ganadores en varias oportunidades del Premio Anual al Mejor Médico Rural del estado Trujillo, se constituyen en paradigmas de los que fuimos sus colegas de medicina rural y, circunstancialmente, sus superiores en el orden administrativo sanitario. Los médicos del viejo Hospital Nuestra Señora de la Paz, de Valera, escuchan con respeto y seriedad a los Lauschkin o a Truszkowski cuando ellos se movilizan con un paciente para el cual no existen recursos suficientes a nivel de la medicatura.
En reprochable hora, enajenados seres siembran en este noble anciano el peor de los castigos: la prisión. En esa época le conocí y no pude entender cabalmente sino tiempo después, la angustia y desesperación que le embargaban. Los acusadores criollos, conocedores de su amarga experiencia de prisionero, lo sometían de nuevo a la oscuridad infamante de la celda, a la ventana a rayas, la inmovilidad física por haber cometido el delito de reportar a las autoridades superiores un hecho bochornoso ocurrido en su medicatura. El objetivo fue logrado: las torturas, el hambre y la agonía de Auschwitz y Bugenwald fueron sustituidos por los sinsabores de la triste cárcel de Trujillo; el tatuaje numérico que dejaba la constancia de su paso por los campos de concentración persistía en su antebrazo, pero una cicatriz más dolorosa le nacía en el sentimiento.



Diploma original de 1964, que acredita al Dr. Jaroslaw Truszkowski, como fundador del Instituto de Previsión Social del Médico. Está colgado en la pared de recepción de la Medicatura Rural de  La Puerta, Trujillo, Venezuela. Cronografía de este blog N° 3489.

Casi al final del mes de julio de 1974, el Dr. Truszkowski fue empujado a otra cárcel, la definitiva. Hubo necesidad de sacar muchas piedras en el inclinado cementerio de La Puerta para sembrar esa otra piedra de ojos azules, cuerpo de gigantón y alma de niño en la que nunca hubo espacio para la maledicencia ni resentimiento para el mundo que tanto daño le hiciera. Conociendo la vida y milagros del Dr. Truszkowski, se puede creer en la sublimación de los actos y la luminosidad de ciertos hombres.


Rodeados de niños, el Dr. Jaroslaw Truszkowski y el Dr. Elías Anzola Pérez, dos de los primeros médicos y pioneros del sistema de salud formal de nuestra comunidad.  

El Ejecutivo del Estado Trujillo ha pagado su entierro, ese mismo entierro que el viejo polaco espantó durante casi 27 años de las puertas de humildes hogares trujillanos. El Colegio de Médicos ha ofrecido la ejecución de su mausoleo que entablará diálogo con la niebla vespertina que baja del Páramo de Los Torres. La Dirección de Asistencia Social del Estado se ha pronunciado por perpetuar su nombre en la fachada de la medicatura de La Puerta, que le servirá de último eslabón terrenal. Quizás los turistas apresurados por el frío y exaltados por la exuberancia vegetal del lugar, nunca lleguen a leer completamente la difícil conjunción de letras colocadas sobre la fachada del edificio, pero tal vez puedan recordar los ojos vivaces y los escasos cabellos blancos de un patriarca (1901-1974) que les da la bienvenida desde una serena fotografía, con la gracia triste y honda de un personaje de Omar Khayan.
Mientras preparaba una exquisita sopa polaca de remolachas –fue excelente cocinero y hubo complacencia especial en sentar a su mesa a sus amigos- el Dr. Truszkowski me confió un día que él conoció la muerte cuando cayó presa de un terrible acceso febril y un desplome indescriptible debido a la adquisición del tifus exantemático a través de piojos infectados con Rickettsia prowasecki que sus verdugos de turno colocaban amorosamente en las indispensables cobijas que mitigaban el invierno insoportable.
La mejor forma de morir, comentaban los compañeros de infortunio, era acercarse a otro moribundo y, espalda con espalda, sostenerse y comunicarse la tibieza corporal hasta la última décima. Así lo hizo él y en esos instantes conoció cómo se escapa la vida, igual que el hilo que va adelgazando su hebra hasta quedar reducido a la nada. El próximo recuerdo de ese archipiélago memorioso fue encontrarse convaleciente, rotundamente vivo.

Parte de la fachada de la Medicatura de La Puerta, que lleva por nombre Dr. Jaroslaw Truszkowski. 

Ya el viejo Jaroslaw –el abuelo Truz para mis hijos- no existe, pero me complazco pensando que a la hora de su muerte final debió sentir cerca de su costado la multitudinaria espalda tibia de los trujillanos, comunicándole el calor que logrará el nuevo milagro: mantenerlo vivo en la memoria de ésta y las próximas generaciones.
Dr. Elías Anzola Pérez (*)>>.

*Artículo publicado en el diario El Tiempo, de Valera, estado Trujillo, Venezuela, en 1974 y en la Revista del Colegio de Médicos del Estado Trujillo, Volumen V, No. 4 (Revista No. 22), diciembre 1974.
Transcrito por: M.Sc. Beltrán Briceño

La Puerta, diciembre,  2020.



jueves, 10 de diciembre de 2020

La postal del reventón de Cabimas, en 1922.

 



Oswaldo Manrique Ramirez.


En la época de la dictadura gomecista, los trujillanos y particularmente los nativos de La Puerta y áreas circunvecinas, eran mal vistos por ese gobierno, los que no estaban presos como el coronel Américo Burelli, o estaban huyendo como el coronel Sandalio Ruz y su segundo, el capitán Mitrídates Volcanes y su tropa, como consecuencia de su alzamiento en La Culata, contra ese esquema de poder, solo les quedaba una alternativa, abandonar sus casas y sembradíos e irse a trabajar  a las petroleras extranjeras. Varias familias enteras, transitaron el camino de las Siete Lagunas (Maen Shombuk), con sus pocos enseres, y bajar por el monumento de Las Escaleras indígenas, para enrumbarse  hasta los pueblos de la Costa Oriental del Lago, buscando integrarse al trabajo de alguno de los campos petroleros, fue el sacrificio de la distancia, entre su vida rural y bucólica, a la vida dinámica del salario y explotación de la fuerza de trabajo; cambiando el paisaje natural de las sementeras y potreros, al paisaje de cemento y asfalto, el salto que dieron del uso de la indumentaria con tela de costal de harina y alpargates, al uso de la braga de obrero con accesorios industriales; dentro de esa nueva dinámica cultural, pasaron de hablar con el característico cantadito andino, a conversar en ingles machucado, adaptado al zuliano rajado; aunque sí hubo algo similar en ese tránsito de vida: dejaban del maltrato que recibían como peones o jornaleros de los hacendados, para recibir el maltrato como obreros de los patronos extranjeros. Esta crónica, aunque pequeña, es parte de nuestra historia petrolera, impulsada por muchos trujillanos, como fuerza de trabajo.     

Un día de 1926, Vicente Briceño, se le ocurrió enviarle un bonito e interesante saludo, como hacían antes, por medio de una postal a una dama de la familia Rosales, oriunda de Montecarmelo, y que se fue avecindando en este valle; la tarjeta que tenia impresa la fotografía del reventón de Cabimas, Estado Zulia, acompañada de una corta descripción manuscrita, con buena letra, en su lado posterior, de ese acontecimiento y su línea de tiempo.   Esa vieja postal me la ha remitido en imágenes un colaborador de este blog, que a su vez, la recibió como obsequio de una amiga común, pariente de los Rosales, la señora María Hortensia Ramírez (+), quien fue durante muchos años, funcionaria judicial de Valera, y vecina de Los Cerrillos, y aquí la compartimos, porque nos hizo recordar la jornada en que un ciudadano ingles  y otro curazoleño, de nombres George Brake y Samuel Smith respectivamente, técnicos emprendedores de la  explotación petrolera y las compañías transnacionales y sus cuadrillas, le dieron desde Cabimas, con el pozo Barroso N° 2,  el 14 diciembre de 1922, un cambio profundo, una transformación sentida en todos los renglones a esta zona del occidente del país. En esa oleada de trabajadores, aspirantes a ganar entre 5 y 6 bolívares diarios, con poder real adquisitivo,  llegaron muchos trujillanos, algunos Puertenses del Bomboy, como Vicente R. Briceño, quien desde ese espacio petrolero, le envió a la señora Oliva P. de  Rosalez,  habitante de este valle, la tarjeta postal, con la imagen del reventón, que aquí publicamos.   Seguramente, de esa postal se imprimieron y vendieron muchas copias, lo interesante de ésta, es su autenticidad, que viene dada por la interrelación histórica de dos personas de nuestra comunidad rural andina, no se le observa estampilla, lo que nos hace pensar, que fue no enviada a la señora Rosalez por correo, sino por medio de algún emisario de confianza.

En la gráfica histórica, anverso de la postal original, un poco deteriorada,  enviada por Vicente Briceño a la señora doña Oliva P. de  Rosalez, se puede observar el famoso reventón petrolero, la torre y la zona de vegetacion. Imagen cortesía del amigo Wilmer Viloria.  Cronografía N° WAO028.


Fue el del Hato el Barroso, en el caserío La Rosa, municipio Cabimas, en la zona oriental del Lago de Maracaibo, en Venezuela, uno de esos históricos reventones petroleros. Cuentan muchos cronistas sus particulares versiones, pero todas indican,  que a eso de las 4 de la mañana de aquel día, ya se sentía el rugir de las piedras y los líquidos que surgían de la profundidad de la tierra, anunciando e impulsando el esperado reventón. Muchos de los entusiastas trabajadores, ingenieros, técnicos y los propietarios de la Venezuela Oíl Concesión, esperaban ese gran y estruendoso boquete, que les enriquecería la vida, era el elixir del diablo que superaba en chorretes los más de 50 metros de altura, pero que buena falta hacían, era el oro negro y la bonanza petrolera. Hay un dato interesante que nos suministra la historiografía es que, fue a partir de 1929, cuando Cabimas, se convierte en un efectivo campamento petrolero, es decir, 3 años después de que Vicente Briceño remitiera la postal a la dama; lo que nos induce a pensar, que éste pudo estar entre los pioneros de los trabajos de exploración del Barroso o cuando menos, estuvo cerca de ellos.

En esta otra gráfica, el reverso de la postal original, en donde se puede leer encima de “Post Card. Correspondence. Address”, la siguiente nota escrita a mano: <<Agosto 8 de 1926. Para la señora doña Oliva P. de Rosalez le envía este rretrato la cual fue una explotación de petróleo de un taladro en tierra. Vicente R. Briceño>>. Estas líneas la convirtieron en una autentica antigüedad de colección. Imagen cortesía del amigo Wilmer Viloria.  Cronografía N° WAO029. 

La mayoría de los Puertenses del Bomboy, que se fueron a trabajar en las petroleras o en oficios y sitios cercanos a esa y otras actividades industriales derivadas, allí se asentaron, allí padecieron clima y enfermedades, y la misma dramática y cruel dictadura, porque la tragedia les tocó a todos los venezolanos y venezolanas de esa época,  pero formaron sus familias, y por supuesto, allí se quedaron. Esos lazos, indiscutiblemente, ayudaron a fomentar la sensibilidad y empatía con la zulianidad tan cimentada, como parte de ese proceso socio cultural que ha vivido nuestra comarca. Sirva esta crónica y la postal, en estos días de navidad,  para hacer un ejercicio de memoria colectiva, de refrescamiento imaginario, reviviendo nuestras relaciones parentales con los que han emigrado a otros sitios y países, y para ubicarnos en un espacio más vivencial de nuestra historia parroquial.

La Puerta, diciembre 2021.

Omanrique761@gmail.com

martes, 1 de diciembre de 2020

Alzamiento popular de La Puerta en 1946.


El alzamiento popular de La Puerta y Tuñame en 1946.

Oswaldo Manrique R.

Contenido:
1.- El presidente Isaias Medina Angarita, le responde a La Puerta. La plaza Bolívar.
2.- Don Gonzalo Viloria, convence a los parroquianos. El general Gabaldón y el Partido Medinista. 
3.- El alzamiento de La Puerta y Tuñame.
4.- Triunfó el Derecho de Revolución: la insumisión popular.
5.- Los revoltosos son liberados.
6.- Tabla cronológica de los hechos.

1.- El Presidente Medina Angarita, le responde a Trujillo. La Plaza Bolívar de La Puerta. El aeródromo. 

El general Medina Angarita, quería desligarse y finiquitar el periodo de autocracia liberal gomecista, de la que formó parte como subordinado  militar, y la mejor forma era, preocuparse por el mejoramiento de las regiones, realizando obras importantes, diversificando y apoyando la economía, para ello, reformó la Ley de Hidrocarburos, a fin de obtener mayores recursos por el petróleo. Trujillo, salió beneficiado de esta gestión. El 12 de marzo de 1943, logró aprobar en el Congreso Nacional, la reforma de dicha Ley, que pechaba con más impuestos y tocaba los intereses de las grandes empresas petroleras, y así, como ocurrió con el Dr. Leopoldo Baptista, seria la suerte del presidente Medina, porque eran contradicciones invariables; este Presidente no le convenía al imperio norteamericano.

 

Isaías Medina Angarita, en un acto de inauguración de obra. Cronografía N° 3347.


En 1941, se iniciaron los trabajos de la pista de 3.000 mts. del   aeródromo de Carvajal (hoy, Aeropuerto Antonio Nicolás Briceño), que permitió el aterrizaje de aeronaves de gran tamaño, obra inaugurada  el 14 de noviembre de 1942, con la presencia del Gral. Isaías Medina Angarita, Presidente de la República, y el Dr. Numa Quevedo,  presidente del Estado Trujillo, con lo que comenzaron a llegar vuelos de carácter turístico de Aeropostal y los de Taca, que de manera indirecta impulsan la economía de La Puerta, en relación al recién construido Hotel Guadalupe.

2.- Una joya de la arquitectura mundial, el terminal de pasajeros del aeropuerto de Carvajal, diseñado por el destacado Arquitecto Carlos Raúl Villanueva, inaugurado por el presidente Medina en 1943. (Tomado de Fundación Arquitectura y Ciudad.wordpress.com). 

En el año 1943, es edificado con el diseño del portentoso y destacado arquitecto Carlos Raúl Villanueva, el terminal de pasajeros y estacionamiento del aeropuerto, que es una obra inmobiliaria del patrimonio nacional histórico y cultural, hoy es sede de un Destacamento de la Guardia Nacional; comenzaba Trujillo a entrar a la época de modernidad, en materia de servicio aeroportuario.  En el año 1946, comienza la frecuencia de vuelos diarios de la empresa Avensa, ruta Caracas-Barquisimeto-Valera, que duró hasta fines del siglo pasado.  Solo con apreciar la envergadura de esta obra, en la que igualmente se requería una importante inversión presupuestaria del gobierno, significaba que el presidente de la República, tomaba en consideración a esta pequeña entidad rural en su plan de desarrollo económico.  
En La Puerta, en 1943, se levantó  el primer monumento al Padre de la Patria, con la construcción de la Plaza Bolívar, con un busto en bronce, y la placa conmemorativa,   donadas por  el Gral. Medina Angarita, el Presidente de la transformación, que se había propuesto el despegue económico del país.  En el cronicario local, se apuntó, que,  <<La plaza solo era una ladera suavemente tendida o  solar…hasta 1942, en que un grupo de vecinos se reunieron y formaron la <<Junta Pro Plaza Bolívar>> Numa Quevedo, era el Presidente del Estado Trujillo, quien ofreció su más decidida colaboración para realizar aquella obra proyectada por los vecinos de la Puerta>> (Abreu, José Rafael. La Puerta, Un Pueblo. 1969. Caracas. Editorial Arte).  Dejó de ser un pueblo frío y neblinoso, de una calle para entrar y otra para salir, con su abrevadero de burros,  para tener un lugar de encuentro socializador, de celebraciones locales, y de recreación y esparcimiento para los visitantes y habitantes, su Plaza Bolívar.  

3.- Busto del Libertador Simón Bolívar, donado por el Presidente Isaías Medina Angarita, que se encuentra imponente en la plaza Bolívar de La Puerta. Cronografía N° 3325.
Fueron dos obras que agradecían las familias de esta comarca  que ahora podían desarrollar sus débiles economías  domesticas, basada en la cría de dos puercos anuales o ir a trabajar a las haciendas solo para obtener la comida como pago. El viejo municipio La Puerta, contaba para ese tiempo, con unos 2 mil habitantes y menos de 400 casas, llamando la atención, que, había más mujeres que hombres, posiblemente debido a la emigración obligada por la pobreza y el fuerte embrujo de la industria petrolera. 
 Ahora, había trabajo para los comerciantes, agricultores, pulperos, carniceros, restaurantes, lavanderías, posadas, jardineros, caballericeros, albañiles, obreros, mesoneros, cocineros, empleados de hotelería, administradores, barman, trabajadores de sitios nocturnos, cines, bares, billares, profesionales,  y también favorecía a los inversionistas, porque mejoraban las condiciones para recibir turistas.   
Pero además de eso, el 13 de noviembre de 1942, con la presencia del presidente  Medina Angarita,  es inaugurado el Ateneo de la ciudad de Trujillo, con lo que se daba un importante impulso al desarrollo cultural de la región,  En esa ocasión,  en el Palacio de los Duendes, dijo: <<A mi gobierno no lo asustan los fantasmas>>;(Cañizales Guedez, Emigdio. El viejo Gabaldón. Pág. 316. (1988) Centauro. Caracas);  se refería a los viejos caudillos que le hacían oposición, estuvo en lo cierto, quienes lo tumban, no son montoneros, sino factores de poder real: las fuerzas armadas, partidos políticos  y las empresas petroleras imperiales.  Al año siguiente, es inaugurado un Grupo Escolar, posteriormente inauguró la carretera de San Lázaro y el Hospital Psiquiátrico.
Seria vano ocultar, que amplios sectores trujillanos, sintieron simpatía por el presidente Medina Angarita, al punto que en la ciudad de Trujillo, construyeron una plaza que lleva su nombre.

2.- Don Gonzalo Viloria, convence a los parroquianos con obras.  El general Gabaldón y el Partido Medinista. 

En la memoria local, el joven Gonzalo Viloria, quien nació en Valera, en 1903, fue uno de los hombres preocupados por quedar bien en su gestión.  Fue un político eficiente, promotor de objetivos favorables para su comunidad. Un hombre pendiente de resolver de la mejor manera los conflictos que podían surgir entre sus vecinos. Entendía que la denominada “Causa Bolivariana” del Presidente de la República Isaías Medina Angarita, iniciaba un proceso de transformación de largo alcance. Se convirtió en el principal impulsor de la construcción de la Plaza Bolívar de La Puerta, lo que pudo hacerse realidad gracias al apoyo del gobierno que representaba. Mencionó el maestro Abreu en su libro <<La Puerta un pueblo>>, que Viloria vigiló personalmente el avance de la obra y estuvo pendiente de que se tuviera el material a tiempo. Mostró una  transparente vocación de servicio y eficiencia. Estudioso, fue fundamentalmente un demócrata, y se convirtió en una pieza destacada del gobierno regional del Dr. Numa Quevedo, al que lo unía sólidos lazos de amistad y de militancia política.

Don Gonzalo, lo recuerdan nuestros más viejos vecinos, entre ellos el mayor de los Manaú, que está vivo y el gordo Víctor Delgado, recientemente fallecido (QEPD),  como un hombre corpulento, de alta estatura, acostumbraba a usar sombrero tipo borsalino, su franela blanca de algodón manga larga y pantalón de kaki; pertenecía a una familia de progresistas hacendados, ganaderos,  productores y comerciantes que se radicaron desde tiempos remotos en Escuque, no menos de diez de las mejores haciendas y cinco comerciales pertenecían a esta estirpe;  fue muy apreciado entre sus coterráneos. Aunque no era un hombre de armas, sino de estudio y verbo, de marcada inclinación civilista y civilizadora, nunca dejó de andar con su revólver al cinto, mientras  fue Jefe Municipal.
Si hay algo que lleva el trujillano en sus genes, es el de ser militante político y además, guerrero, de las mas disimiles tendencias y protagonistas de las más  apasionantes aventuras de lucha por el poder, esa es parte de nuestra historia.  Don Gonzalo, como se le llamaba  en el pueblo, fue un hombre elocuente, atento y cultor de la lealtad y la ética en la cosa política. Seguidor del Presidente Medina, quien lo apoyó en su gestión de gobierno local, al construir la Plaza Bolívar, recibió  a mediados de 1943, una circular interna del Ejecutivo regional, de algo de lo que se hablaba, pero que no se concretaba: la formación de un partido que apoyara al Presidente Medina, uno con vocación de gobierno. Se llamaría “Partidarios de la Política del Gobierno” (PPG) <<que luego fue rebautizado con un nombre de fonética menos áspera: PDV, (Partido Democrático Venezolano). En esa organización militaron algunos hombres de buena fe, profesionales e intelectuales, los mas sin mayor experiencia política y ganados por la tesis de realizar la reforma social>> (Betancourt, Rómulo. Venezuela, política y petróleo. Monte Ávila Editores. Págs. 195-196. Caracas. 1983). Esta organización estaba guiada por ideas centristas, progresistas,  pero vista  por los que se le oponían, como  de carácter autoritario y personalista. La circular giraba instrucciones de la superioridad, para proceder a organizarlo, entre los coordinadores nacionales, estaba el Dr. Pastor Oropeza, A. Garcia Maldonado y Alirio Ugarte Pelayo, hijo del general betijoqueño, José Rafael Gabaldon, el legendario caudillo de “Santo Cristo”.   
 En septiembre de 1943, Viloria como funcionario y  militante disciplinado,  había solicitado autorización al Dr. Quevedo, quien era miembro del directorio nacional   y abrieron una casa del PDV, en la llamada Calle Real de La Puerta, cerca de la plaza, tenía un enorme patio y una sala, en la que en las paredes, estaban pegadas las listas de los afiliados a esa organización, por lo que comenzó a tener asidua asistencia.   En el centro de la sala de reuniones había una enorme pancarta en la que se podía leer: “Con Medina contra la reacción”, era la respuesta a las fuerzas retrógradas que pretendían impedir los avances que impulsaba la política del Presidente, que había recibido el apoyo del Partido Comunista y de ilustres intelectuales y científicos del país
Viloria procuraba, realizar semanalmente reuniones en las que conversaba temas de la realidad social regional y nacional, sin dejar de tocar los del combate al analfabetismo, el desempleo, porque había pocas instituciones educativas. Para la gente humilde, acostumbrada a estar esclavizada, hablar de democracia era algo nuevo, y así se entusiasmaba y participaba. Promover los ideales democráticos en La Puerta, fue su legado más importante .  
El Presidente, intentó dar un viraje a la política oscurantista en el país, de mayor respeto a las libertades democráticas y ciudadanas, el establecimiento del voto universal y secreto, incluyendo el femenino,   comprometido a eliminar la represión, y en su lugar, atender las necesidades del pueblo, es decir, enterrar el período de “La Rehabilitación” Gomecista, y levantar la <<Causa Bolivariana>>; esto dio nuevos aires y nuevas perspectivas a la política del país, recibiendo el apoyo de importantes sectores de la sociedad.
El joven presidente Medina, en una reunión de más de 60 de sus diputados y seguidores, en relación a la candidatura residencial, sostuvo que, haría todos los esfuerzos para que el general López Contreras, no volviera a ser Presidente de la República¸ esto creó malestar en los líderes del gomecismo. 
En septiembre de 1945, en los 4 Distritos del Estado Trujillo, se organizaban aligeradamente, las directivas de la  Asociación Pro Candidatura Presidencial del general Eleazar López Contreras, el llamado heredero del general Gómez. En Valera, estaba dirigida por el Dr. Pedro Emilio Carrillo, Juan Africano y Elías Rad (hijo). En Escuque, Juan Bautista Valecillos, Adriano Adriani y Ramón Briceño; en Betijoque, estaba dirigida por el señor Isidro Arjona Sanz, Alejo Barreto, R.A. Aguaida; y en Boconó, por el Dr. José María Castillo y el general Armando Salas (Semanario trujillano “La Montaña”, Valera, 20 septiembre 1945. N° 42. En: cic1.ucab.edu.ve).
Con el entusiasmo que se le solía encontrar en su Despacho de gobierno municipal, Viloria  fue hablando y captando a vecinos, comerciantes, jefes de familia, campesinos, viejos montoneros, ex soldados,  para el proyectado Partido Medinista, deseaba participar en las elecciones de 1946, donde  -aunque no lo manifestó-, tenia aspiraciones de competir para un cargo de representación popular. El PDV, tenía su atractivo proyecto político bolivariano y muchas mujeres se incorporaron porque vieron una opción política distinta que las tomaba en cuenta.

4.- General José Rafael Gabaldón en un estudio de radio, difundiendo los propósitos del nuevo Partido Democrático Venezolano (PDV), Medinista. Cronografía N° 3346. 

De los 19 puntos del PDV, propuestos como oferta novedosa del Medinismo debemos citar:
<<El P.D.V. dirigirá sus esfuerzos a elevar la función económica, moral e intelectual del venezolano y estimulará por todos los medios el sentimiento igualitario que caracteriza a los hombres de Venezuela.
<<El P.D.V. luchará por la capacitación de la mujer y su incorporación integral a la vida política, y mientras esta aspiración llega a convertirse en realidad legal, abre sus filas a la militancia femenina como medio de educación política.
<<El P.D.V. irá directamente contra el caudillismo personalista e incondicional y contra cualquier forma de localismo disociador. (Quintero Potes, Daniel. Aproximaciones al siglo XX venezolano. Pág. 68. En: unimet.edu.ve).  Estos tres aspectos llegaron a impactar positivamente entre los trujillanos y trujillanas, que aspiraban nuevos rumbos en la política nacional y regional.
El presidente Medina, gran observador, buscó entre sus mejores colaboradores y escogió al Dr. Diógenes Escalante, como su sucesor y lo propuso entre sus conmilitones como candidato presidencial de su partido.
En 1944, el general betijoqueño José Rafael Gabaldón, que había cumplido un sebucán de años preso, ejercía la Presidencia del Estado Lara, y al comenzar a escuchar comentarios sobre un supuesto golpe de estado que se estaría tramando, se reunió con sus pares: el Dr. Numa Quevedo, de Trujillo, Francisco Aguilera, de Portuguesa, Humberto Cuenca, de Yaracuy, y Atilio Araujo, del Zulia, y León Jurado, del Estado Falcón, para salir en la defensa del gobierno y enfrentar la sedición; algunos batallones, habían comprometido su respaldo a Medina; éste se sentía confiado en su buena gestión administrativa y política. Pero no era la amenaza de un levantamiento de caudillos, ni de los Partidos Políticos en formación, que estuvieron en la clandestinidad durante la dictadura de Juan Vicente Gómez, quienes  conspiraban, fueron militares combinados con políticos y la fuerza dinámica del imperialismo y las empresas petroleras, que en conjunto, pudieron interpretar y aprovechar el momento y el cansancio de los venezolanos, por tantos años de dictadura y corrupción, que lograron dar al traste con el esperanzador  gobierno de transformación y de transición.   
El 6 de junio de 1945, se realizó la primera reunión formal entre los miembros de la Unión Patriótica Militar con los dirigentes de AD, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, cuyo único punto de discusión fue: derrocar al presidente Medina. 
El 3 de septiembre de 1945, se confirma que el candidato del PDV, Dr. Diógenes Escalante, padece de un fuerte cuadro psíquico de enfermedad mental, la junta médica que lo examinó, aseguraba que el candidato había perdido la razón. El 11 de septiembre, es trasladado a un centro psiquiátrico en la ciudad de Miami.  Esto creó, una fuerte decepción en el seno del país político y en el país nacional, que se convirtió en inestabilidad. 
De la amenaza se pasó a los hechos, el 18 de octubre de 1945,  el presidente Medina Angarita, benefactor del Estado Trujillo,  es depuesto por un golpe de estado, cívico-militar. La Junta de Gobierno que lo derrocó, estaba integrada por 7 miembros: Rómulo Betancourt, mayor Carlos Delgado Chalbaud, capitán Mario Vargas, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios y Edmundo Fernández; de los 5 civiles, 4 eran militantes de Acción Democrática, y éste último, independiente.

5.- Primera plana del diario Ultimas Noticias, de circulación nacional, edición del lunes  22 de octubre de 1945, tituló “El telegrama de rendición de Medina”, y seguidamente, publica su texto, en el que explica que  se rinde por falta de armas  y parque


Sobrevinieron días en que las personas que pasaban por estos lares, difundían las más diversas y contradictorias noticias sobre la situación del país, esto sumió a la bucólica población de La Puerta, en un clima de incertidumbre.  Medina en efecto, como lo comentó el general Gabaldón, no quiso defenderse, ni enfrentar el golpe de Estado, sin embargo, los trujillanos de alto espíritu guerrero, pensaban otra cosa.

6.- En la gráfica, se observa soldados apostados en una de las calles de Barquisimeto, donde el gobernador era el general trujillano, José Rafael Gabaldón, aquí también se vivieron momentos de desesperación, aquel 18 de octubre de 1945. (Tomada de: correodelara.com/tag/revolución-de-octubre/).


La Junta Militar de Gobierno, con los acciondemocratistas al frente, realizó una gira por todas las entidades de la República; no obstante, eso no aplacó la situación de inestabilidad, pues, se produjeron nuevos alzamientos en algunos cuarteles, y en los gobiernos regionales, distritales y municipales, la actitud era de rechazo y rebeldía.

7.- En la gráfica de Francisco Edmundo Gordo Pérez, del diario El Nacional, captó el momento cuando se entregan armas a la población civil el 18 de octubre de 1945. (Tomada de: saber.ucab.edu.ve).


Uno de los primeros destituidos y detenidos fue el presidente del estado Trujillo, Dr. Numa Quevedo (Numa Rafael Quevedo Anzola, nació en Trujillo en 1908, murió en Caracas en 1981), quien con el apoyo de civiles, había organizado la defensa del Gobierno Constitucional,  fue liberado a los pocos meses y se dedicó a ejercer su profesión de abogado.  Otro de los apresados, fue el presidente del Congreso de la República, el historiador trujillano Mario Briceño Iragorry, quien fue llevado al Cuartel de La Planicie; a los pocos días lo liberaron y al año siguiente, por su obra <<Casa León y su Tiempo>>, recibió el Premio Municipal de Literatura.

8.- Soldado se lanza al suelo en una calle de Venezuela, durante ese 18 de octubre de 1945. (Tomada de: notiactual.com/18-octubre-1945).  


 El nuevo presidente de Trujillo, designado por la junta golpista, fue el médico Antonio Martin Araujo (nació en Trujillo, en 1905), a quien le toca enfrentar, con el apoyo militar y policial,   las protestas y a los opositores al golpe de estado.  

9.- Primera plana del diario El País, edición del domingo 21 de octubre de 1945, tituló en extenso: “Triunfo total de la revolución democrática y popular”. En los subtítulos, se lee: <<La situación en todo el país es absolutamente normal. Banqueros, comerciantes, industriales, profesionales y miembros del Cuerpo Diplomático visitan Miraflores>>.  En la esquina inferior, gráfica, con los integrantes de la Junta de Gobierno: de izquierda a derecha, mayor Carlos Delgado Chalbaud, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Rómulo Betancourt, y el capitán Mario Vargas.


A la residencia de Don Gonzalo, llegaban las visitas de destacados personajes de la política regional. A pesar de la carretera de tierra, que se obstaculizaba por el deslizamiento de los cerros, cuando llovía, se acercaba gente como el general Juan  Araujo, hijo del “León de la Cordillera”,  el Dr. Vetancourt, Dr. Rodolfo Hernández Miliani, Luis González Vale, Sixto Méndez y otros; en su mayoría para realizar reuniones muy selectivas del PDV, organización política medinista. También se comunicaban por el telégrafo, que funcionaba regularmente entre los pueblos.  
El general Juan Araujo, y los militares conspiradores eran políticos de derecha, oligarcas, y para esta coyuntura, se articularon en un movimiento insurreccional con los del PDV (medinistas), que dirige el general José Rafael Gabaldón, el héroe de “Santo Cristo”, de tendencia progresista para la época. El PDV, fue la organización política ideada por Medina y sus asesores, para participar en las elecciones municipales, y legislativas en 11 estados de la República, que a su vez, escogerían buena parte de los congresantes que elegirían en el año 1946, al Presidente de la República, así como para contar con una sólida mayoría parlamentaria que aprobara los proyectos de leyes requeridos por la “causa”.  Como se puede comprender, fue una alianza de personajes de clara filiación Gomecista, de  aventureros, con militantes comunistas,  individualidades demócratas, con caudillos godos, y hombres de reconocida  honorabilidad que se sumaron. Esta conjunción de fuerzas y sectores alrededor de Medina, hacia mucho más compleja la situación política.

3.- El alzamiento de La Puerta y Tuñame en 1946.

Preso el Dr. Quevedo, que realizaba una buena gestión de gobierno, gracias a que comenzaba a llegar parte de la renta petrolera a los pueblos, su destitución y encarcelamiento caldeó los ánimos y se fue organizando la resistencia en las comunidades, sectores y caseríos; en La Puerta y en Tuñame, fueron realizando reuniones conspirativas que derivaron en un movimiento insurreccional <<en connivencia con el teniente coronel Juan Pérez Jiménez que subleva las fuerzas militares acantonadas en la ciudad de Valencia, y el Mayor Carlos José Maldonado Peña, que levanta un sector de la Aviación Militar en Maracay>> (Maldonado Parilli, Jorge. Gente de Venezuela, pag.107-108).  Gonzalo Viloria era el jefe civil del Municipio La Puerta, cuando el golpe de estado de  1945, contra el presidente Medina; su sustitución, fue motivo de desagrado y reproche de esta comunidad.
Con la pequeña estructura política organizativa que quedó en esta población, fue conversando y conspirando para un objetivo: que Medina volviera al poder. El día 11 de diciembre de 1946, como parte de un gran movimiento subversivo que se desplegó en varios lugares de la República, se produjo una insurrección popular en contra del gobierno “de facto” que depuso al presidente constitucional. 
A la lista de elementos anteriores, se sumaba uno también interesante en todo esto, personalidades como Isidro Arjona Sanz, Carraciolo Granada y Rafael Ángel Arjona, del Distrito Betijoque,  Juan Bautista Valecillos, Adriano Adriani, Ramón Araujo, Manuel Maldonado, Teófilo Pérez, del Distrito Escuque, y Rafael Ángel Espinosa, de Valera , quienes eran profusos y declarados seguidores del general Gómez y de su heredero político el general Eleazar López Contreras, también se sumaron a esta conspiración pro Medina  (Semanario trujillano “La Montaña”, Valera, 20 septiembre 1945. N° 42. En: cic1.ucab.edu.ve). Con esto se integraban al movimiento, las denominadas “Cívicas Bolivarianas” gomecistas.
Don Gonzalo Viloria y  un pequeño grupo armado, entre los que se encontraban integrantes de la familia Chuecos, Matheus, Palomares, Torres y Briceño,   en horas de la madrugada ocupó por asalto la casa de la Jefatura Municipal de La Puerta, y se atrincheró de tal manera, que pudieron tomar calles, caminos importantes , en una rebelión popular en defensa del presidente Medina, y en contra de los golpistas que lo derrocaron.
10.- Fotografía histórica de la entrada norte de La Puerta, cuando ocurrió el alzamiento de Gonzalo Viloria y su gente, en diciembre de 1946; por este sitio entró el contingente del ejército, para enfrentar y detener a la gente de Viloria.
Armados a su modo, fueron encargándose de las guardias cívicas, en distintos puntos de La Puerta, plaza Bolívar y las calles adyacentes, el templo, la escuela, el dispensario, en el Molino, en la entrada al Hotel Guadalupe, en el camino de La Mucutí-El Portachuelo, en La Lagunita, en La Maraquita, y fueron informando a los parroquianos las razones de esta rebelión; se ofreció voluntariamente un grupo de jóvenes que a caballo realizaban recorridas. La gente en la mañana, cuando pasaba por la Plaza Bolívar, les manifestaba su solidaridad.  Lo que sorprendió a los cabecillas, fue que comenzaran a llegar jóvenes y no tan jóvenes, la mayoría del PDV, a apoyar el movimiento; bajaron del Portachuelo, Mesa Alta, del Páramo de las 7 Lagunas, de Chegué;  igualmente, indígenas de Tierra de Loza, Kukuruy y del Pitimay; igualmente subieron voluntarios del Molino del Mimbon.  Quizás este apoyo, entusiasmó a  Gonzalo, quien  tenía comunicación, con la gente de La Mesa y Tuñame, involucrados en la insurrección. El cabecilla en Tuñame, fue el mismo general Juan Bautista Araujo, hijo del “León de la Cordillera”, quien estuvo en desacuerdo con el derrocamiento del Presidente Constitucional.
         Sobre el cielo neblinoso de La Puerta, La Mesa, Jajó y Tuñame, Cabimbu. La Quebrada, Santiago, se dejó escuchar el ronco y atronador ruido del  paso rasante de un avión de la Fuerza Aérea, que apoyaba a la Junta golpista de gobierno, y aunque se le respondió con algunos tiros, lanzó sobre Tuñame -que es el pueblo de mayor altitud-, unas granadas que lograron hacer desistir a los rebeldes, no por lo ensordecedor, sino ante la contingencia de que no se les iba a suministrar armamento, las condiciones para dar la pelea eran evidentemente muy mermadas; y ante la seria amenaza de morir en el intento, se fueron retirando. 
 Un dato interesante, es que se ha escrito, que el presidente Medina no quiso defenderse, que  evitó un derramamiento de sangre y no quiso entregar las armas que habían en parque, ni al general Gabaldón ni al general Araujo (Cañizales: 316). Lo cierto es, que el presidente se rindió precisamente, por falta de parque y armas, gente y voluntad tenia, pero  <<el parque que se encuentra en Maracay está en  poder del enemigo>> (Medina Angarita, Isaías. Telegrama del 19 de octubre de 1945, dirigido al Presidente del Estado Aragua. Publicado en Últimas Noticias, edición del 22 octubre 1945). Según la inmediata respuesta del derrocado, no contaba con armamento.    
A pesar de esa adversidad de no contar con armamento apropiado,  Viloria era un hombre de palabra, se había comprometido en la conspiración contra el régimen de facto. Él, fue fiel a ese código trujillano que se sintetiza en el famoso dicho de <<Al buey se le conoce por los cachos y al hombre por la palabra>>; no se lo había aprendido en vano, eso era ley de los hombres.
Agazapado el grupo en puntos estratégicos de La Puerta, el jefe Gonzalo Viloria, se atrincheró  en la casa de gobierno municipal, junto con varios de sus conmilitones, esperando el armamento ofrecido y las balas, lo que nunca consiguió, en su lugar  le enviaron un pelotón  del ejército, para que  desalojara la  sede municipal. Al enterarse que subía,  y aunque no quería entregar, decidió salir con los alzados; en la Iglesia, se volvieron a aglomerar los  vecinos, y desde allí, los aplaudían y vitoreaban. Se fueron hacia Timotes, quizás para unirse a la gente del general Araujo en Tuñame, pero  llegando a la Vega, son detenidos por un grupo del ejercito y la policía. Los alzados entregaron las armas, y se los llevaron detenidos al Cuartel de  Trujillo, donde los interrogaron y los enviaron a la cárcel. No hubo disparos, ni saldo trágico.   
Siendo uno de los más activos conspiradores, en el levantamiento del 11 de noviembre de 1946, a las pocas horas, llegó a la sede de gobierno,  un pelotón de  soldados, enviados por el  capitán Mario Vargas, que  tomó militarmente el pueblo, sus instalaciones publicas y la sede municipal. La plaza Bolívar estaba abarrotada de vecinos, pendientes de lo que iba a suceder y también fueron desalojados. El jefe de la comisión militar entró  a la casa de gobierno, custodiado por soldados, policías y ante la mirada  maliciosa de los seguidores de la Junta golpista triunfante, no encontró a nadie. 
La junta de gobierno, en vista del alzamiento de Trujillo, envió a sus más eficientes oficiales,  a dirigir las operaciones de reducir a los insurrectos de las montañas trujillanas. A la par de esto, dicha Junta, suspendió las garantías constitucionales y ordenó la captura de los rebeldes; esto dispersó los grupos comprometidos. 
Capturado Gonzalo Viloria y sus compañeros de La Puerta, menos Pancho Delgado que logró escabullirse,  el Tribunal de Instrucción Penal de Trujillo, les dictó auto de detención y recluidos en la Cárcel de esa ciudad, donde estuvieron por espacio de dos meses.  El general Araujo y otros implicados en la insurrección lograron huir y refugiarse en otros lugares,  fuera de la  persecución del gobierno.
Pancho Delgado, uno de los alzados de 1946. 


4.- Triunfó el Derecho del pueblo a la Revolución: la insumisión popular. El Sanlazareño Lomelli se fajó a defender su Sentencia.

Como ocurre en tiempo de revueltas, los funcionarios públicos, evaden comprometerse con el curso de la justicia y de la ley, para “cuidar” el cargo; éste momento, no fue una excepción. Cientos de trujillanos, tras las rejas por haberse levantado en contra de un golpe de estado, esperaban justicia de los tribunales, hasta que por “descarte”, llegó al conocimiento del Dr. Andrés Lomelli Rosario, un destacado educador y formador de juventud  progresista y modelo de ciudadano. Desprovisto de todo apasionamiento político, el estudioso jurista, analizó las actas y aplicándole la norma jurídica, estimó que <<encontrándose la República regida el once de diciembre retro próximo, por un gobierno “de facto”, cuyo entronizamiento en el poder se debió precisamente a la fuerza de las armas, no se puede establecer desde el punto de vista jurídico, que el movimiento contra-revolucionario dirigido contra aquel Gobierno, haya de constituir delito previsto i castigado en los textos legales>> (Lomelli Rosario, Andrés. Sentencia y Replica de los Sublevados en el Estado Trujillo. Pag.5. Editorial Elite. Caracas. 1947). Este jurista, fundamentó que los gobiernos para ser víctimas de alzamiento, debían estar <<legítimamente constituido o elegido>>.  

11.- Fotografía de la portada de la publicación de la defensa de la Sentencia del Dr. Lomelli, sobre el derecho de revolución que tienen los pueblos. Cronografía N° 3352.


 En otro aparte de la polémica Sentencia, Lomelli, señala que <<resulta igualmente concluyente, que habiendo constancia en autos de la dispersión i sometimiento de todos los ciudadanos que tomaron parte en el movimiento subversivo, sin que hicieran resistencia alguna a las fuerzas del Gobierno enviadas en su contra…habrían quedados amparados de impunidad>> (Lomelli: 6); era obvio, de acuerdo a este razonamiento, que había que revocar las detenciones y poner en libertad a los revolucionarios.
El Dr. Andrés Lomelli Rosario, nació en San Lázaro,  en 1891, murió en 1977. Además de Abogado, fue pedagogo e historiador.
La referida Sentencia absolutoria y su autor, fueron blanco de desmedidos y fuertes ataques, por parte de militares,  políticos, constituyentes, periodistas, gacetilleros, palangres, tipógrafos, argumentando que ese gobierno de “facto” integrado por militares y adecos,  era legitimo, porque estaba respaldado por el pueblo i reconocido por las naciones extranjeras. Luego, que la Sentencia fuera ratificada en segunda instancia, y en la Corte Suprema, declarado perecido el recurso de casación ejercido por la Fiscalía, el Dr. Lomelli, pudo ejercer la defensa pública de su “cuestionado y escandaloso” dictamen.  A tal efecto, ante aquella explosiva situación política, en el mes de noviembre de 1947, escribió un artículo de prensa publicado en el diario El Nacional, correspondiente al 11 de octubre de 1947, edición N° 1.503, Caracas, en el que en síntesis argumentó algo que sorprendió a los más avezados y aventajados personajes del mundo político y jurídico, afirmando que ningún gobierno de facto, puede ser  legitimo, mientras no sea corregido ese vicio, agregando que existe un Derecho innato de los pueblos, que es el de la Revolución, subrogándose el siguiente criterio:  << Si en el Derecho Público Interno puede haber duda sobre el “derecho de la revolución”, tal incertidumbre no existe en las relaciones internacionales, tomando el vocablo “revolución” en su sentido más ancho; de rebelión contra las autoridades constituidas, así sea el levantamiento de un partido, de una comuna o de una provincia, con o sin participación del ejercito o de la armada, o una sublevación dentro de las fuerzas armadas mismas  >> (Lomelli: 11); es decir, que en La Puerta y en Tuñame, lo que se ejerció ese 11 de diciembre de 1946,  fue el Derecho a la Insumisión o de rebelión que gozan los pueblos y así, debe quedar registrado para la historia y como enseñanza colectiva.  

5.- Los revoltosos son liberados.

Un dato no menos interesante es, que en la defensa de su sentencia, el Dr. Lomelli, acota que, aparte de estos procesados, hubo cientos de trujillanos detenidos, que no fueron juzgados, por estos mismos hechos, algún  cronista al referenciarlo,  habla de 300 detenidos y 4 muertos,  lo que indica que fue un levantamiento popular de amplia participación.
El día 19 de febrero de 1947, los detenidos son puestos en libertad. Fueron beneficiarios de aquella justa y novedosa decisión del Juez Lomelli, además de nuestro valiente Jefe Municipal, Don Gonzalo Viloria,  los siguientes ciudadanos:  <<Alberto Araujo, Isidro Arjona Sanz, Rafael Ángel Arjona, Luis Araujo Miliani, Antonio Adriani, Valdemar Arandia, Lisimaco Arrieta, Adriano Adriani, Arístides Briceño, Juan Bastidas, Apolinar Bolaño, Ramón Briceño Araujo, Omar Balza, Rafael Briceño, Misael Briceño, Numa Briceño, Esteban Briceño, Francisco Colmenter, Rafael Colmenter, Ramón Chuecos, Rafael Chuecos, Juan Chuecos, Ramón Chuecos hijo, Francisco Delgado, Rafael Espinoza Abreu, Eduardo Mora Gabaldon, Juan Gil, Rafael Godoy, Alfonso Gómez hijo, Toribio Godoy, Francisco García Román, Francisco García Rosales, Dr. Luis González Vale, Mario Herrera, Rafael Hernández, Hipólito Herrera, Dr. Rodolfo  Hernández Miliani, Manuel Herrera, Bladimiro Jugo, Jaime Linares, Rómulo León, Tomas León, Enrique Segundo Manzaneda, Ulpiano Mendoza, Luis Méndez, Miliano Miliani, Sixto Méndez, Julio Ramón Monagas, Juan de Jesús Matheus, Amado Matheus, Ernesto Meza, Manuel Matos, José Antonio Monagas, Trino Núñez, Isaías Núñez, Olinto Ojeda, Juan Parilli, Dr., Guillermo Parilli, Víctor Atilio Parilli, Luis Pisani, Manuel Parilli, Juan Palomares, Adolfo Parra, Manuel Parra, Rafael Ramírez Paredes, Miguel Ángel Rivera, Diego Rosales, Pedro Rivera, Rafael Ángel Ramírez, Luis Salcedo, Alberto Saavedra, Pascual Salas hijo, Manuel Torres, Genaro Uzcátegui, Cristo José Viloria, Dr. Roberto Vetancourt hijo, Jesús Viloria, Nicomedes Vásquez, Alberto Zapata…Antonio Matheus y Rafael Ángel Espinoza>> (Lomelli: 4-5). Estos fueron los procesados por el Tribunal penal y estuvieron presos en la cárcel.
La sentencia, también favoreció a los que lograron huir, y no fueron detenidos, ciudadanos: <<Jacob Araujo, Roberto Vetancourt Sierra, Eduardo Salinas, Ramiro Añez, Francisco José Peña, General Juan B. Araujo, Atilio Araujo, Emilio Balza, Rubén S. León, Juvenal Vásquez, Teófilo Pérez, Mario Carrillo, Manuel Maldonado i Juan Bautista Valecillos>> (Lomelli: 8). Los de esta lista,  no estuvieron presos, pero sí les habían dictado orden de captura.  

12.- Atilio Araujo, uno de los rebeldes de diciembre de 1946, perseguido, era gobernador del Zulia, logró escapar en Trujillo, de sus perseguidores. Luego, en 1951, fue Gobernador de este Estado. Cronografía N° 3026.


Estos trujillanos, a pesar de su esfuerzo y sacrificio, no lograron reponer a Medina, ni derrocar al nuevo gobierno. A los pocos meses, se realizaron las elecciones, triunfará el maestro Rómulo Gallegos, quien gobernará por un año, al ser derrocado por otro golpe militar. Gonzalo Viloria, luego de salir en libertad, se dedicó a sus actividades privadas, pero siempre fiel a la lucha democrática y a su Patria.
El interés que nos mueve en rescatar este hecho y sus personajes, muchos de ellos, vecinos de nuestra comunidad, decididos a defender lo que consideraban justo,  ocurrido casi para finalizar la primera mitad del siglo XX, en el que un mandatario nacional,  que cumplía su gestión dentro de una compleja transición dictadura-democracia, que coincidía con momentos de fuertes enfrentamientos de la Segunda Guerra Mundial, en el que se agredió a Venezuela al intentar involucrarla por ser exportadora de petróleo, a algunos países beligerantes, es,  porque, se ha tratado de banalizarlo y hasta ridiculizarlo, sin profundizar en las causas, inclusive, obviando las alianzas de sectores insospechadamente contradictorios, como elementos explicativos de tan trascendente hecho histórico, por eso, este pequeño aporte, que lo reivindica como parte de nuestra historia regional y nacional. 


6.- Cuadro cronológico del alzamiento de La Puerta y Tuñame, en 1946.

Abril 1941.                    El día 28 de ese mes y año, ciento treinta congresantes eligieron al general Isaías Medina Angarita, como presidente de la República. El insigne novelista y maestro Rómulo Gallegos, obtuvo solo trece votos.
Junio 1945.                  El 6 de junio de 1945, se realizó la primera reunión formal entre los miembros de la Unión Patriótica Militar con los dirigentes de AD, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, cuyo único punto de discusión fue: derrocar al Presidente Medina. 
Septiembre de 1945.      El 3 de septiembre de 1945, se confirma que el candidato del PDV, Dr. Diógenes Escalante, padece de un fuerte cuadro psíquico de enfermedad mental,
Octubre 1945.               Golpe de estado contra el presidente  Medina Angarita, organizado por civiles, militantes de AD  y militares, utilizando como banderas, el restablecimiento de las libertades ciudadanas, la lucha contra la corrupción, y una política petrolera nacionalista.
Noviembre 1945.           Se inicia una gira de los miembros de la Junta Revolucionaria de Gobierno por toda Venezuela, que culminó en el mes de diciembre de ese mismo año.
Enero  1946.                 Intento fallido de levantamiento militar.
Mayo  1946.                  Manifestaciones y protestas en favor y en contra de la junta golpista.
Junio  1946.                 Inicio de la campaña electoral por la Asamblea Constituyente.
Septiembre 1946.          Motín y conato de levantamiento militar en un cuartel de Caracas, otro, se da en Maracay.
Octubre 1946.               Elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Triunfo de Acción Democrática, partido de gobierno
Diciembre 1946.            Levantamiento civil (11-12-1946) en Trujillo, jefaturado por el general Juan Araujo en Tuñame, y en el municipio La Puerta por Gonzalo Viloria. Sublevación en varios cuarteles del país, con vínculos de la resistencia civil. Instalación de la Asamblea Nacional Constituyente.     
Febrero de 1947.           El día 19 de ese mes y año,  los rebeldes presos por el alzamiento de La Puerta y Tuñame, son puestos en libertad.
Octubre de 1947.           El día 8 de octubre de este año, el Juez Dr. Lomelli Rosario, hizo pública su réplica a los ataques hechos a su polémica Sentencia, que devolvía la libertad a los rebeldes de La Puerta y Tuñame.



La Puerta, noviembre 2020.

omanrique761@gmail.com


Agripina Burelli Garcia de Parra, la Preceptora de la primera escuela de La Puerta.

Agripina Burelli Garcia de Parra, la Preceptora de la primera escuela de La Puerta.  Por Oswaldo Manrique (*) Un sitial destacado ocup...