sábado, 1 de agosto de 2020

Vitral de San Benito.


El Vitral de San Benito de Palermo.


Oswaldo Manrique R.


La aparición del culto a San Benito de Palermo, en  la población de  La Puerta, puede responder a un proceso de sincretismo que se basa en la antigua devoción de los indígenas Bomboyes y Timotes, a Ches, Dios Sol y de las cosechas, cuyo ceremonial mágico religioso se realizaba esencialmente entre los meses de diciembre y enero, adecuando y considerando los católicos al Santo Negro, junto con San Isidro, Santos importantes de esta población. Por datos encontrados, se debe atribuir a un cura nativo de uno de los pueblos del sur de Mérida, conocedor y estudioso de este culto,  padre Ramón de Jesús Trejo, párroco de La Puerta desde mediados de la década de los 40 del siglo XX, quien encauzó y le dio fuerza a este fervor religioso, así como lo hizo con el Dr. José Gregorio Hernández. 
En 1948, cuando el padre Trejo, inició la construcción del templo actual de San Pablo Apóstol, en su proyecto incluyó, como tributo al Santo Negro de los pueblos andinos, dedicarle un espacio de la fachada principal, en donde colocó un hermoso vitral realizado por el artista italiano y maestro constructor Salvador, contratado para diseñar y construir el nuevo templo, que fue inaugurado en 1965,  año en el que ya no estaba de párroco, el referido y bien recordado padre. 


Vitral de San Benito de Palermo, ubicado en el Templo San Pablo Apóstol de La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Este vitral da mayor luz al centro del templo, recordando el significado de la fuerza que da su presencia. Fotografía colaboración de Adriana Manrique. Cronografía N° 14337.

La celebración o fiesta con baile, música y bebidas,  de la Bajada del Chés, que realizaban los indígenas para conocer la suerte de las cosechas, presenta una sinonimia con la Bajada de San Benito, con parecidas características y elementos.  Así como en la estructuración ceremonial, y con el llamado retorno. Esa mixtura de elementos de devoción y fe católicos, con los de la creencia mágica religiosa de los indígenas, dieron como resultado, ese culto y fenómeno religioso a San Benito de Palermo, tan extendido, y  respetado por la población urbana, como por la campesina y parameña de La Puerta. Debemos agregar la Fiesta a San Antonio, como encuentro de parejas, que aun se celebra en el Páramo de La Puerta, los Rosarios cantados a la Virgen y la Búsqueda del Niño Jesús robado, o la Paradura del Niño, con sus pastores y cortejo de canto, también realizadas en enero; la llegada de los Reyes ha ido desapareciendo.   No albergamos dudas, de que esto es parte de nuestro patrimonio cultural y religioso.  


San Benito de Palermo, esta es una de las imágenes mas antiguas de La Puerta. 

Su ingreso como  culto en nuestra comarca, pudiese atribuirse a las relaciones de intercambio que sostenían los mestizos descendientes de los Bomboyes, Xikokes, Kombokos y Mucutis, con los pueblos de esclavos negros llegados de África, en virtud de su cercanía con el  sur del Lago, en el Puerto de Gibraltar y Bobures, quienes lo habían asumido como su Santo y símbolo religioso, relaciones que se intensificaron debido al  proceso de resistencia indígena en contra de los curas y hacendados  del valle del Bomboy; alguno ha señalado, que pudo venir de los pueblos parameños de Mérida.  

Son los europeos quienes a mediados del siglo XIX,  trajeron tanto las imágenes como el fervor por San Benito el Moro, o Ajé -como le dicen ciertas tradiciones africanas-, nacido esclavo,  que lo tenían como muy milagroso, en Italia. En lo que hemos investigado, el culto tuvo sus primeras manifestaciones en el Páramo de La Puerta, luego se extiende a Pueblo Nuevo y a la Media Loma, donde han organizado cofradías del Santo. La Capilla en honor a San Benito, en el Páramo, fue inaugurada el 22 de agosto de 1982, por el padre Sergio Tesio,  Párroco de La Puerta, quien era oriundo de Italia y devoto de este Santo;  está ubicada en el sector La Popa, terreno donado por la familia Villegas Rivas. Uno de los capitanes más antiguos, de esta primera Cofradía, fue el señor Santos Paredes, quien organizaba también, el traslado de los Vasallos a otros pueblos de Trujillo, Mérida y Zulia. 



En esta gráfica histórica, incluida en el dossier fotográfico Recorriendo el Paramo de Los Torres (2013), se observan en el acto de inauguración de la Capilla de San Benito, construida por la misma comunidad,  de izquierda a derecha: Blas Albarrán (de sombrero oscuro); al lado un vecino; la señora Villareal; el de sombrero es Amadeo Villarreal; el de flux y sombrero es Filadelfo Villegas;  a su lado, su madre Doña Rosa Matilde Rivas; al lado un invitado de Valera; el padre Sergio Tesio, párroco de La Puerta; a su lado, Silvia Villarreal cargando un niño;  el de chaqueta roja, Irenio Villarreal. Al fondo, se observa la entrada de la Capilla adornada con guirnaldas y flores naturales del lugar. Capilla que debe ser declarada como patrimonio material religioso católico de nuestra región  trujillana.  Cronografía N° 2669.  

Conocedor de la idiosincrasia mágico religiosa de los pueblos andinos, Trejo, ciertamente conociendo la devoción por este santo y  el mito de este culto que garantiza que cuando la imagen del Santo  está en la Capilla o en el Templo, es el propio San Benito de Palermo, el que está allí, esto es que, el sitio está protegido, y que todo lo que se le pida en algún ritual será escuchado y concedido. En el fondo, esta parte del mito, es la que siguen los devotos. Otro de los elementos importantes, es que el rito enaltece y celebra la sensibilidad humana que se relaciona con la maternidad, que lo simboliza con el pasaje mítico de que fue hijo de una reina blanca y un esclavo negro; sobre su aparición, que fue recogido por Santa Ifigenia, cuando la caja donde estaba metido, flotaba en un río, esto refleja alguna semejanza, con la organización social de la cultura Timoto, tomando como eje a la mujer y el respeto que sienten por ella. 

Padre Ramón de Jesús Trejo, párroco de La Puerta.

En realidad, este Santo, de acuerdo a la historiografía religiosa, era hijo de dos esclavos llevados de África a una plantación en San Fratello, Sicilia, hoy Italia, donde se convirtieron al cristianismo. Sus padres trabajaron tanto para su dueño esclavista, que éste en agradecimiento, le concedió la libertad a Benito, cuando cumplió los 18 años, era analfabeto.   


Chimbangueles de San Benito de Palermo, del sector Pueblo Nuevo, durante una celebración de San Isidro, en La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Cronografía N° 2793.En el área urbana, la familia Altuve, anualmente ha manifestado su devoción, realizando por todas las calles, ritos y pagos de promesa  con chimbangueles de la zona y de otros lugares. 



 En fin, el padre Trejo, como merideño, nacido en Mucurubá, en 1907,  conocedor de estos pueblos andinos, al aupar este culto, conocía que eso generaba mayor organización y devoción popular y religiosa católica, mediante el ritual y festejo imperecedero de ida y vuelta, como una especie de círculo cósmico, que los mueve a cambios, a nuevas realidades, principalmente en campos donde hay más vulnerabilidad social como son trabajo, salud, la familia. 

La Puerta, julio 2020.


2 comentarios:

  1. Saludos Manrique.
    Las tradiciones o folclor con elementos extranjeros no se debieron a sincretismo a sino a imposiciones de la colonización

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  2. Saludos. Gracias por tu oportuno y pertinente comentario, el proceso de sincretismo en este caso, evidentemente se inició con la imposición de la filosofía y religión colonial europea, que se acentúa, con el neo-colonialismo y el endocolonialismo, porque lo hay; y dio advenimiento a esta tradición popular tan importante. OM.

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