Oswaldo Manrique Ramírez.
Contenido:
1.- Generalidades.
2.- La Cestería
indígena del Bomboi.
3.- Gráficas de
cestería indígena.
4.- Los Tejidos
indígenas del Bomboi.
5.- Gráficas de
vestimenta indígena de los Andes.
Generalidades.
El presente trabajo,
al igual que el de Cerámica: Memoria
indígena de La Puerta (1), es un
esfuerzo por darle cierta organicidad, a este disperso material gráfico e
histórico, que nos permita difundir y promocionar de forma didáctica y
educativa sobre la compleja dinámica social de los primeros pobladores de
nuestra parroquia. Es la cestería un arte muy antiguo que consiste en elaborar
objetos de utilidad con cintas de fibras vegetales, con fines de envasar, conservar y trasladar
productos agrícolas, alimentos, herramientas, o elementos usados en la
construcción de grandes techos y cubiertas, así como, para portar armas
indígenas.
Esta muestra de artesanía antigua en gráficas,
conservada por sus actuales poseedores locales, es evidencia material que
sustenta una hermosa parte de nuestra historia y de nuestras raíces, que se
debe dar a conocer. Igualmente, hemos agregado trabajos elaborados por
artesanas del Páramo de La Puerta, con fibras duraderas de ese sitio. En ese
mismo empeño, incorporamos también, un segmento sobre tejidos con una muestra
fotográfica captada en el vecino Estado Mérida, de la vestimenta de los indígenas
Mucuchíes a finales del siglo XIX, que nos permite tener una idea, de cómo era
su indumentaria cotidiana, sus telas, sombreros, calzado, que desmonta la falsa
concepción de que nuestros primeros habitantes andaban desnudos o en guayuco,
por estas serranías.
La actividad artesanal ha sido significativa
para los trujillanos. En la descripción hecha por Codazzi, sobre la Provincia
de Trujillo de las primeras décadas del siglo XIX, dividió la actividad ocupacional, en la
siguiente forma: el 35 % dedicada a la agricultura, el 15 % se dedicaba a la
cría de animales, y un 50 % se dividía entre el comercio y las labores
artesanales (Codazzi, Agustín. Resumen de la Geografía de Venezuela. pág. 481.
1839). Según éste geógrafo italiano, esta Provincia hacía su comercio
principalmente con la de Maracaibo, Carora, El Tocuyo, Guanare y Barinas, a las
que llevaba cacao, café, conservas, azúcar, menestras, papelones, harina, añil,
maíz, cueros, lana y paños ordinarios y mantas, quesos. Se producían velas de
cera, que sacaban de la fruta de un árbol llamado “palomero”. Importaban
caballos, mulas, ovejas, cabras. A cambio, en esa relación comercial, Trujillo
recibía mercadería de toda clase; por Gibraltar llegaban mercancías y productos
de Europa y de las isas del Caribe, entre ellas licores y sal, arroz, obras de
talabartería, zapatos, jabones.
Como lo planteamos
en el artículo sobre la cerámica indígena del Valle de Bomboi, publicado en
este mismo blog, es momento oportuno de comenzar a fomentar la sensibilidad,
ante nuestras expresiones culturales tradicionales, el respeto a nuestros
valores culturales y fundamentalmente, a sincerarnos frente a la Colonialidad y
develar y acabar con la vergüenza étnica que lamentablemente aun pulula en
algunos segmentos de nuestra actual población.
La Cestería indígena del Bomboi.
La actividad de la
Cestería, es básicamente la elaboración de
canastos, envases, guacales o cestas grande, de
forma ovoide, más alta que ancha, hecha o tejida con tiras o flejes de mimbres, bejuco o paja gruesa, otras son
hechas con tiras de caña o varas de
sauce, algunas las pulen, otras no. Como actividad artesanal indígena, suplió durante mucho tiempo, hasta
que se conoció la cerámica, elementos domésticos y de envase y traslado de
cosas y productos, para las familias indígenas, sobre todo durante el periodo arcaico, alcanzando niveles muy
altos, no solo por la utilidad, sino como labor artística. Piezas de vestir,
como petos, sombreros, sandalias, fueron confeccionadas con estos materiales;
envases para agua y líquidos; porta flechas, y armas; también llegaron a
fabricar grandes esteras, muy tupidas que podían servir para guarecerse de la
lluvia, el agua no permeaba en sus tejidos. Se conocen diferentes técnicas, entre las que
destacan las de trenzar, trabar y enrollar las cintas de fibras vegetales con
que son elaboradas. En cuanto al colorido, adorno y decoración, insertaban
hilos de colores y las más fastuosas y alegres plumas de aves, o conchas
marinas y hasta una que otra lentejuela de piedra de color o de oro. Ya quedan pocos artesanos de la cestería; en
el páramo de La Puerta, aun hay señoras que elaboran bonitos sombreros de
pajilla paramera. En Carvajal, existe mayor cestería, lugar donde hacen y
venden cestas de distintos tamaños y materiales.
Gráficas de cestería indígena del Bomboi.
1.
- Sombrero.
Gráficas N° 3725 (parte externa) y 3726 (parte interna). Sombrero de fino tejido. Es de los fabricados por una señora del Páramo, con la técnica usada por los aborígenes de esta zona. Original obtenido en el Páramo de La Puerta. Colección privada de una familia de La Puerta, Trujillo, Venezuela.
Características:
Sombrero, hecho con pajilla fina verde del Páramo de las Siete Lagunas, de
forma redonda. Elaborada y usada actualmente por los mestizos, para cubrirse del
sol y proteger la cara y el cabello.
Clasificación
genérica: Sombrero.
Nombre:
Sombrero.
Autor:
Artesana del Páramo de La Puerta.
Ubicación:
Páramo de La Puerta, Trujillo, Venezuela.
Objeto:
Sombrero.
Localización o fuente de adquisición: Páramo de La Puerta.
Material: pajilla fina verde del Páramo de las Siete Lagunas.
Color:
verdi-amarillo.
Textura:
pajilla lisa paramera.
Fecha
adquisición: 1989.
Propietario:
Colección privada familia de Santiago
Descriptor
y Clasificador de gráficas: Dr. Oswaldo Manrique.
Gráficas N°: 3725 y 3726 .
2.
- Cesta con tapa.
Gráficas N° 3724. Cesta
con su tapa. Es de las fabricadas
en Carvajal, Estado Trujillo, con la técnica usada por los aborígenes de esta
zona. Original obtenido en dicha zona. Colección privada de una familia de La
Puerta, Trujillo, Venezuela.
Características:
Cesta con su tapa. Hecha con cinta
vegetal gruesa pulida, color crema, de forma redonda, boca ancha, de unos 60
centímetros de alto, y 30 centímetros de diámetro. Elaborada y usadas para
guardar ropa u otros utensilios. En la parte superior, tiene su tapa, elaborada
en el mismo material, también de forma redonda, para tapar y proteger el cesto
de mayor tamaño.
Clasificación
genérica: Cesta con su tapa.
Nombre:
Cesta con su tapa.
Autor:
Artesanas de Carvajal.
Ubicación:
La Puerta, Trujillo, Venezuela.
Objeto:
Cesta con su tapa.
Localización
o fuente de adquisición: Carvajal, Estado Trujillo.
Material:
fleje de paja amarilla.
Color:
crema.
Textura:
cinta vegetal gruesa lisa.
Fecha
adquisición: 1990.
Propietario:
Colección privada familia de La Puerta.
Descriptor
y Clasificador de gráficas: Dr. Oswaldo Manrique.
Gráfica N°: 3724.
3.- Cestas útiles elaboradas en el Paramito, zona sur de La Puerta.
Cestas para depositar o guardar cosas pequeñas. |
Elaboradas por la señora Edicta Rivero, en el sector El Paramito, con espiga vegetal paramera, conocida como Cola de Burro y nailon. Gráfica cortesía del señor Esteban Quintero.
4.- Cesta de flechas o porta flechas.
Gráfica N° 4585, cesto de flechas, de aproximadamente
50 centímetros de largo. A su lado, se puede ver una lanza y un arco, de los
fabricados por los aborígenes de esta zona. Original
obtenido en el Burrero. Colección privada de una familia de Santiago, Trujillo,
Venezuela.
Características:
Cesto de flechas, punto de tejido redondo cubriendo soportes de madera
internos; la parte inferior totalmente cerrada. Elaborada en cintas gruesas de fibras vegetales, de
forma cilíndrica, de boca angosta, sin decoración, esta conservada, llama la atención
esto, que es difícil en estos tiempos de encontrar, porque es una pieza que por
lo general se deteriora con el tiempo por la humedad, hongos, insectos. Es de
material grueso, abierto en forma circular, conectado a agarradera del mismo material. Su color es
marrón oscuro. Elaborada y usada por los indígenas para portar o cargar
provisión de flechas.
Se
debe agregar que, en este tipo de cesto colocaban sus flechas, para ir de
cacería; hecho con bejuco, se detalla
claramente lo difícil de su tejido, muy parecido al de los manares. En la
práctica, es una herramienta de origen vegetal variante de la madera, que se ha perdido a través del tiempo; se
tiene conocimiento que nuestros indígenas Timotes y los Coycas usaban las
sillas de madera, pero solo se tiene como testimonio de ello, lo que dejaron
representado en sus chorotes y figuras antropomorfas de barro, se sabe que
usaron el fique o cabuya, y el algodón para su vestimenta.
Clasificación
genérica: Cesta de flechas o porta
flechas.
Nombre:
Cesta de flechas.
Autor:
Desconocido.
Ubicación:
Santiago, Trujillo, Venezuela.
Objeto:
Cesta de flechas.
Localización
o fuente de adquisición: zona de El Burrero.
Material:
bejuco.
Color:
marrón oscuro.
Textura:
bejuco liso.
Fecha
adquisición: desconocida.
Propietario:
Colección privada familia de Santiago
Descriptor
y Clasificador de gráficas: Dr. Oswaldo Manrique.
Gráficas
N°: 4585.
5.- Tapa de cesto.
Gráfica N° 4574, en la parte superior, guindando del techo, una tapa de cesto, A su lado, se puede ver un porta flechas, una lanza tejida, de los fabricados por los aborígenes de esta zona. Original obtenido en el Burrero. Colección privada de una familia de Santiago, Trujillo, Venezuela.
Características: Tapa de cesto, hecho con bejuco grueso, de forma redonda, culmina con una especie de agarradera. Elaborada y usada por los indígenas para tapar y proteger el cesto de mayor tamaño.
Clasificación
genérica: Tapa de Cesta.
Nombre:
Tapa de Cesta.
Autor:
Desconocido.
Ubicación:
Santiago, Trujillo, Venezuela.
Objeto:
Tapa de Cesta.
Localización
o fuente de adquisición: zona de El Burrero.
Material:
bejuco.
Color:
pardo.
Textura:
bejuco liso.
Fecha
adquisición: desconocida.
Propietario:
Colección privada familia de Santiago
Descriptor
y Clasificador de gráficas: Dr. Oswaldo Manrique.
Gráficas
N°: 4574.
Los Tejidos indígenas del Bomboi.
Una de las novedades
que encontró Colon en América, fue el algodón, no porque no existiera en Europa,
sino por su gran variedad y alta calidad, por lo que declaró <<He
prohibido este comercio y no lo he permitido a nadie realizarlo, reservándome
recogerlo todo para Vuestras Majestades si se encontrase en cantidad>>
(Taviani, Paolo Emilio. La aventura de Cristóbal Colón. Biografía. Págs. 63-64.
La Habana. 2002). Explicaba el navegante
genovés que este algodón era más fino, velludo, sin manchas y con la capsula más grande que el del Viejo
Mundo, lo había encontrado en grandes cantidades, crudo, hilado y hasta
elaborado. Esto, provocó en el siglo
XVIII un cambio económico en Europa, al aparecer el telar mecánico, la maquina
desgranadora continua y los avanzados inventos para la explotación de este
producto, que invadió el mundo.
El historiador Briceño
Iragorry,
escribió que los indígenas trujillanos, << tenían
sistemas artificiales de riego y labraban con gracia el algodón>> (Briceño Iragorry, Mario. Mensaje
Sin Destino. Pág. 74. FAC. Trujillo. 2005); fueron muchas las telas,
mantas, tejidos, fibras, hilos y otras piezas de algodón, fabricadas en este
valle, que se vendían en la ciudad del Tocuyo y las que posteriormente se
comercializaban en el Puerto de Gibraltar. En el valle del Bomboi, fueron muy
requeridas los productos textiles de los talleres artesanales con mano de obra
indígena del capitán Alonso Pacheco de Mendoza y los de la mantuana Paula
Saavedra, en 1687. No se tiene información de que se haya explotado este
cultivo como semillas oleaginosas. Lo llamaban los <<hilos del
diablo>> y el <<oro blanco>>, que competía con el <<oro
amarillo>>.
Observó el almirante
Colon, al llegar a América que entre los tejidos que usaban los indios, había <<mantas
de algodón y camisolas, sin mangas, unas y otras con extraños diseños de vivos
colores; chales de vistosos colores similares a los de granada>> (Taviani,
Paolo Emilio. La aventura de Cristóbal Colón. Biografía. Pág. 117. La Habana.
2002). En los Andes venezolanos, se cultivó el algodón y con él, se elaboraba
el vestido de los aborígenes, para enfrentar el frio y la intemperie, no andaban
de guayuco. Hubo técnica de torzal, desarrollada por los Timotes, para mantas y
otras en cuanto a la confección de la vestimenta, bolsas, sayas, alpargates, y diferentes
artículos.
Eran muy requeridas
las mantas y telas elaboradas en los talleres del Bomboy, las mujeres usaban camisones
sin mangas, una especie de saya de una pieza, sostenida con un alfiler fino de
hueso; confeccionaban el peto o coraza
de algodón grueso, y usaban sostenes de este material, llamados justillos por
los españoles; igualmente, usaban ponchos o ruanas sencillas. Los hombres,
usaban además de su saya, una pequeña capa o poncho para el frio.
Al llegar los
europeos, se comenzó a sembrar con mayor intensidad el algodón y otras matas de
fibras, que fue siendo trabajada en talleres artesanales, y en el siglo XVIII,
se introducen los telares artesanales, industrializando el algodón, los
textiles con acabados más delicados. Esta actividad, está casi desaparecida por
falta de incentivos; en el páramo de La Puerta, apenas quedan dos telares artesanales ejecutados por familias mestizas.
Herramienta
de hilar la fibra de algodón:
En la gráfica 4583, se puede observar una especie de
canoa con un eje de madera en el centro; es el instrumento más antiguo usado
para hilar. Instrumento original obtenido en el Burrero. Colección privada de
una familia de Santiago, Trujillo, Venezuela. Era utilizada por los aborígenes
trujillanos, como herramienta para hilar, especie de rueca, para enrollar hilo
o lana.
Características: Herramienta de hilar la fibra de algodón. Se compone de una pequeña madera hueca o canoa de madera, con una vara delgada en el centro, que sirve de eje, incrustada en ambos extremos, que gira y permite torcer la fibra o hilo. Elaborada y usada por los indígenas para trabajar el algodón.
Clasificación
genérica: Herramienta de hilar la fibra de algodón.
Nombre:
Herramienta
de hilar la fibra de algodón
Autor:
Desconocido.
Ubicación:
Santiago, Trujillo, Venezuela.
Objeto: Herramienta de Hilar.
Localización
o fuente de adquisición: zona de El Burrero.
Material:
madera.
Color:
pardo.
Textura:
madera lisa.
Fecha
adquisición: desconocida.
Propietario:
Colección privada familia de Santiago
Descriptor
y Clasificador de gráficas: Dr. Oswaldo Manrique.
Gráfica N°: 4583.
Gráficas de vestimenta indígena de los Andes.
1.- En la gráfica, a la izquierda, un indígena
Mucuchí, vestido con pantalón de tela fina clara, y ruana de tejido grueso,
posiblemente de algodón, con líneas y motivos sencillos; usa sombrero. Final
del siglo XIX. A la derecha, mujer indígena, con sombrero tejido, elaborado en
fibra vegetal; encima, una manta gruesa, posiblemente de algodón o lana, color
oscuro, tiene saya larga y blanca; guindando un bolso o yurure de fibra
vegetal. Tomado de: Jahn, Alfredo. Los aborígenes del occidente de
Venezuela. http://cic1.ucab.edu.ve/cic/ajhdigital/texto .
2.- En esta gráfica, a la izquierda, se puede observar
una madre indígena Mucuchis, del páramo de Mucuchies (Merida), vestida con saya
larga, con algunos detalles o faralaos, casi a nivel del suelo, encima lleva
una especie de práctico poncho, en el que va sostenido y envuelto uno de sus
hijos. A la derecha, mujer indígena, con pequeña ruana de algodón, de color
oscuro y rayas gruesas paralelas, usa sombrero de fibra vegetal. Tomado de: Jahn,
Alfredo. Los aborígenes del occidente de Venezuela. http://cic1.ucab.edu.ve/cic/ajhdigital/texto .
3.- En esta imagen, se puede apreciar a la izquierda, indígena
Isnumbí (Pueblo Nuevo), anciana sentada,
vestida con faldón largo, y en la parte superior, una especie de chaquetilla de
algodón, hasta el nivel del cuello,
manga larga, con botones; aquí se nota influencia europea. A la derecha, mujer más joven, indígena
Kinaró (Lagunillas), con vestido de dos
piezas, la inferior larga, y se observan detalles y estampados. Tomado de: Jahn,
Alfredo. Los aborígenes del occidente de Venezuela. http://cic1.ucab.edu.ve/cic/ajhdigital/texto .
La Puerta, febrero 2021.
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