Oswaldo Manrique Ramírez.
Contenido:
1.- Apuntes históricos sobre nuestra Plaza Bolívar.
2.- Descripción física.
3.- Significación
patrimonial.
4.- Localización geográfica
5.- Eventos históricos.
<<La plaza es referencia física y cultural, es
orientación y es también pasado: allí la puede leer cada uno de los habitantes,
a través de mil historias personales que se desarrollan dentro de su marco…la
plaza es un lugar afectivo para la comunidad y para cada uno de sus
habitantes..>> (Juan Carlos Pérgolis, Arquitecto e
Historiador argentino).
Hasta hace pocos años, la población de La Puerta, tuvo grandes problemas
de seguridad, conjugada con la alegría de los comerciantes, corredores
inmobiliarios y hoteleros, sumado la exigua y débil asistencia vial, policial y
de gobierno, embotellamiento vehicular, desbordadas fiestas callejeras
particulares, en fin, se expresaba, la subjetividad de llegar a un espacio para
ser “libre”, todo eso y otras mala horas de nuestros tiempos modernos, eran los
augurios para los presentes momentos de dificultades. La fuerte actividad
vacacional durante las temporadas altas y bajas, se desplazaba en la plaza,
como parte del plan de estadía de los vacacionistas.
Aparte de lo anterior, desde la séptima década del siglo pasado, fueron
muchos años de un período de noctambulismo, recreación y anarquía de un turismo
erradamente aceptado, que desbordó al pequeño y bucólico pueblo rural, que no
estaba preparado para eso. Pero siempre, el punto de encuentro, llegadero,
terminal, del esparcimiento familiar, de compras por estar cercado de
comercios, y de celebración, fue la Plaza.
La mayoría de las veces, se le llama la Plaza del Pueblo o simplemente la
Plaza, que en efecto lo es, pero nos
cuesta recordar y hasta se nos olvida, que es la Plaza Bolívar; razones y sin
razones, esto ocurre a menudo.
En esta gráfica general del área urbana de La Puerta, Estado Trujillo, Venezuela, se puede observar, en la parte inferior derecha,
la Plaza Bolívar en el año 1970, al fondo el templo de San Pablo Apóstol. Cronografía 2766.
Con razón, coinciden
escritores y especialistas que, las obras de arte que tienen nuestras plazas,
son desconocidas, algo en lo que se esmeraron nuestros antepasados en dejarnos
como legado, pero que en nuestro tiempo son simplemente ignorados y en algunos
casos, desconocidos. De allí, que no exista la preocupación por sus
conservación y protección, mucho más, las de nuestra comarca que es considerada,
como una simple “parroquia foránea “ en
el argot político administrativo de nuestra ilustre Municipalidad de Valera, cuyo centro, queda a más 20 kilómetros de
distancia del nuestro, siendo de acuerdo a nuestra Constitución Nacional, el
órgano del Poder Público más cercano a
la gente. Partiendo de las anteriores premisas, iniciaremos este artículo, con un esbozo histórico de lo que conocemos
como la Plaza Bolívar de La Puerta.
Apuntes históricos sobre nuestra Plaza
Bolívar.
Periodo precolombino
Antes de que llegara en 1601, el
capitán portugues Tomé De Buyn, como primer encomendero, estas tierras
(de La Puerta) se encontraban habitadas por la civilización y cultura precolombina denominada
Timoto. Estos aborígenes, se fueron asentando en el angosto valle, que tiene forma
irregular, algunos segmentos con hasta 45 % de inclinación, con montañas,
colinas y faldas del sistema paramero de
las 7 Lagunas, entre los Chorrerones de Komboko y La Maraquita, con una tupida
red de quebradas que surtían al río Bomboy, que le daba una condición
privilegiada a los suelos, aptos para la agricultura, que impulsaron el
poblamiento indígena, asentándose
(sedentariamente) cercano a los terrenos donde desarrollaron sus actividades
productivas en el valle, faldas, paramos y sub paramos. Gozando además de otros
factores, como su clima y paisaje, y la vía intermontana que comunicaba con los
pueblos del sur del Lago de Maracaibo y el Puerto de Gibraltar. Esas
características, permitieron la expansión de la nación Timotes, con sus expresiones
Bomboyes, Kombokos, Jajoes, Esnujaques, Xikokes y Mucutís, que fueron
conformando la Comunidad Indígena del Bomboy.
Los indígenas Timoto, siempre reservaban de su espacio histórico, un
terreno abierto de encuentro, donde
reunirse y conversar sus asuntos comunes. El valle del Bomboy, no podía ser la
excepción.
Primeros años de la conquista. Etapa inicial: 1608 a 1687.
Con la llegada de los guerreros
y encomenderos europeos, una vez que fueron dominando a los indígenas, se fue
conformando el Pueblo de Doctrina y se congregó y agrupó a éstos, en los mismos
terrenos que venían ocupando desde tiempos inmemorables, en lo que se conoció como la posesión del
Resguardo Indígena, lo que permitió su control social, esclavitud y adoctrinamiento católico. Estas tierras eran ocupadas por la Comunidad
Indígena del Bomboy, es decir, antes de 1601, en que se otorgó la primera gran
encomienda del Bomboy al capitán Tomé De Buyn, y después, hasta 1891, fue un pueblo de indígenas y
mestizos, concentrado y teniendo como núcleo funcional de dicha comunidad, una
pequeña meseta del valle, lado este del
río Bomboy, que constituye hoy el área urbana de La Puerta.
En dicha área, se asignó un terreno, como llegadero y espacio de
encuentro para las actividades
comunitarias indígenas, religiosas y hasta de intercambio, adaptado a las
diversas necesidades colectivas; era lo que han denominado los especialistas
una plaza libre o seca. Por su lado
este, se construyó el templo a San Pablo Apóstol y atrás el cementerio; por su
lado sur, una acequia, que durante muchas décadas sirvió de fuente de agua para
los habitantes; hacia el oeste, el río Bomboy; y por el norte, el Valle. Era la
plaza libre de la aldea, del Resguardo
Indígena de La Puerta y el centro de la cotidianidad de la Comunidad del
Bomboy, y en sus alrededores las
viviendas de los aborígenes; posteriormente, habrá casa real y de policía
(lateral Norte), como en cualquier pueblo tradicional colonial indígena.
Bomboy, en lengua Timoto, significa río de aguas espumosas, libres y
brillantes.
Periodo de
consolidación colonial.
La consolidación de la
economía de plantación, hizo que los herederos de los guerreros europeos, encomenderos, colonos y hacendados,
construyeran en tierras del Valle, sus casas y residencias, organizándose para
expandir y cuidar la producción y comercialización de bienes. Trigo, caña
dulce, maíz, cueros, algodón, telas y otros rubros se comercializaban, hasta
los inicios del movimiento independentista.
Durante el periodo de
encomiendas y esclavitud colonial, ocupado finalmente este territorio por
invasores europeos, gozaba de su templo dedicado
a San Pablo Apóstol del Bomboy, advocación que habrían promovido los Capitanes
Hernando Hurtado de Mendoza y su hijo Cristóbal, de los primeros encomenderos de este
pueblo; éste último, fue sacerdote, luego se casó; de esta parentela proviene nuestro primer Presidente de
Venezuela, el Dr. Cristóbal Hurtado de Mendoza.
Fotografía antigua de parte del Valle que los indígenas Bomboyes,
ocuparon como primeros pobladores. 3189.
El sitio de la actual plaza Bolívar, fue escogido por el Padre Nicolás de
Reyna, como plaza y centro principal de
este pueblo indígena, en el lado
este del río Bomboy, frente al antiguo camino del Portachuelo, ruta hacia la
Sierra Nevada y el Virreinato de la Nueva Granada (hoy Colombia); la Cuesta
de la Maraquita y la del Páramo de la
Puerta- 7 Lagunas, que conducen al Lago de Maracaibo. En 1670, el cura doctrinero del Pueblo de Nuestro Señor San Pablo del Bomboy (que era el nombre
oficial y eclesiástico de nuestra aldea), padre Nicolás de Reyna y el maestro
Mateo de Párraga, en un acto de fundación cartular, trazaron la cuadrícula española, se midió y
ordenó este pueblo de indios y se demarcó el terreno de la plaza (Fonseca, Amílcar. Orígenes Trujillanos. Pág. 313. FEAC. Trujillo. 2004). Como se puede corroborar en la actualidad, el trazado
urbano se diseñó en cuadricula y se implantó la medida de cien metros para cada
cuadra. La calle principal, se llamó calle real, hoy Avenida Bolívar.
A la plaza concurrían los
pobladores, a las actividades litúrgicas desarrolladas en el templo,
principalmente las dedicadas al patrono San Pablo, o las de la Purísima, que ya
se implantaban con la llegada de los europeos y su religión católica, semana
santa, Corpus Cristi, lo que obligaba a adornar la plaza con arreglos florales
y los tradicionales arcos multicolores con alusivas insignias al festejo.
Seguidamente, con el paso del tiempo se van adoptando las fiestas populares,
con cantos, juegos, corridas de toros, de cintas, palo encebado y otras
actividades.
1810, el incipiente Republicanismo.
Con la llegada de la
emancipación, se firmó la primera Constitución de la Provincia de Trujillo, La
Puerta, pasó a categoría de Pueblo, y
la plaza, pasó de colonial a ser libre,
no obstante siguió siendo el lugar de reuniones informativas de los bandos en
conflicto, y espacio para las tropas, y de concentración de los apresados y
reclutados. Durante las primeras décadas del siglo XIX, mantendrá su función de
espacio abierto para las distintas actividades colectivas, festivas y religiosas de sus habitantes.
Fotografía antigua de la vieja Capilla de San Pablo Apóstol de La Puerta. Color digital Profesor
Beltrán Briceño. Cronografía N° 3156.
Se le llama plaza, a aquel lugar ancho y espacioso dentro de un poblado
al que suelen afluir varias calles (DRAE), generalmente, están cercanas al
templo, a las edificaciones publicas y negocios y casas principales. En
sintonía con esta definición, el maestro
José Rafael Abreu, en su memoria escrita sobre La Puerta, dedicó un aparte que
tituló <<La Plaza>>,
para describirla en la siguiente forma: <<La plaza era escenario de los grandes acontecimientos
del pueblo; en ella se hacían las procesiones religiosas, los paseos de las
bandas de música en los días de fiesta, las corridas de toros… Pero
cotidianamente no era sino el principio y fin de las calles del pueblo y de
todos los caminos que conducían a él. Y, debido a que durante muchos años un
arroyo atravesaba la plaza, allí abrevaban los que venían de los páramos o de
los numerosos caseríos del valle>> (Abreu, José Rafael. La Puerta, un
pueblo. Publicado en 1969). Funcionalmente, en los umbrales del siglo XX,
eso eran las plazas en estos pueblos andinos.
1891.
Privatización del Resguardo, pueblo de
oligarcas. La Plaza de las <<Buenas Tardes>>, para pensar en la
Muerte.
En la porción de tierras que dejaron para el desarrollo del nuevo
pueblo, como consecuencia de políticas
liberales de los gobiernos Guzmancistas y
del fraudulento juicio de Partición de las Posesiones del
Resguardo Indígena de La Puerta (20 de mayo de 1891), en el que los oligarcas y
gamonales se apoderaron y se repartieron inescrupulosamente estas tierras, se
mantuvo el espacio de la plaza del Bomboy o antigua plaza libre o seca, que era
núcleo esencial de nuestro casco histórico; recuadro que sirvió de eje al nuevo
desarrollo urbano, a sus nuevas calles y construcciones, luego de la demolición de las casas de los
indígenas Bomboyes y su efectivo desalojo de sus tierras ancestrales, con lo
que concluiría el siglo XIX, para esta comarca.
Don Mario Briceño Iragorry, en su única novela, como si de un video de turismo se
tratara, dio una hermosa descripción de lo
que era la plaza principal de La Puerta, a comienzos del siglo pasado (XX), <<Las
casas son sencillas, las aceras están a medio hacer, la iglesia es pobre, la
plaza es solo un solar abierto, sembrado de menuda hierba>> (Briceño-Iragorry, Mario. Los Ribera. Pág. 80.En: La Puerta, un
pueblo. José Rafael Abreu); en efecto, lo que se conocía como plaza, luego
plaza principal y finalmente Bolívar, era eso, un gran cuadrado de tierra con
alguna hierba menuda, y era totalmente inclinada, con una acequia en uno de sus
costados.
Don Rafael Abreu, escribió que en esta plaza no solo crecía hierba<<crecían otras cosas, las plantas medicinales conocidas
con los nombres de “tomillo y cilantrillo” que adornaban la grama que, como una
alfombra, cubría la superficie de aquel apacible lugar…también unas plantitas
que producían una flor blanca que tenia la particularidad de abrir su cáliz al
atardecer y cerrarlo a la mañana siguiente, por lo cual se le denominaba
“buenas tardes”>>. Esta referencia histórica, nos da una idea de
la influencia criolla andina, en cuanto
a paisajismo y arquitectura, adornar ese
espacio de grama con flores medicinales,
de mucha utilidad, combinada con las flores angelicales “Buenas Tardes”, que son un espectáculo
natural, por sí mismas. La siembra en la plaza, de esta planta que es oriunda
de zonas cálidas, nos lleva a pensar que hubo interés de adornar y traerla de
los pueblos del sur del lago de Maracaibo o de los llanos de Barinas, sitios
con los que había mayor comunicación.
Este concepto paisajístico, cambiará en el futuro.
La flor <<Buenas tardes>>, es llamada también Vicaria de
Madagascar (Catharanthus Roseus); el
arbusto puede llegar a medir 80 centímetros de alto, además de ornamental es medicinal, sus 5
pétalos se utilizan para curar dolencias y malestares en los ojos y para la
diabetes, laringitis, faringitis y dolor de muelas. Últimamente, con las
propiedades de esta planta, se están fabricando medicamentos contra el cáncer.
Su cultivo es sencillo y no requiere mayores cuidados.
El
color blanco sobre verde y frescor de esta planta <<Buenas
Tardes>>, le daba el toque tranquilizador y hermoso a la plaza de nuestra
comarca. Gráfica tomada de:
es.wikipedia.org/wiki/catharanthus_roseus. Concio
En su interesante apreciación,
Briceño Iragorry, incluyó un tema fundamental en su obra, la educación y
religión de los pueblos, al detallar: <<Apenas había una escuela primaria y
el Cura poco cuidaba de sus feligreses…No obstante las pocas letras de sus
moradores, La Puerta es a manera de aula para aprender filosofía
convencional>>(Briceño-Iragorry,
Mario. Los Ribera. Pág. 80.En: La
Puerta, un pueblo. José Rafael Abreu); y va revelando por qué, en contraste de la
frondosa serranía, se había trazado el cementerio, por lo que la vida de esta
población <<discurre frente a los propios muertos>>; es
cierto, la Plaza Bolívar y el templo, están justamente cerca y a un nivel superior
o terraza, donde se podía observar el nuevo camposanto para las primeras
décadas del siglo XX, que fue cambiado de lugar, del lado Este, donde estuvo
desde 1608, al lado Oeste del río Bomboy;
por supuesto, en esa época no existían edificaciones en el lado donde hoy están
la Prefectura y el Puesto Policial, el Hotel El Padrino y otras casas, no había
nada y se veía fácilmente el cementerio.
En esa
percepción, sobre tópicos filosóficos de la vida comunal y como tema de dimensión espiritual y
religiosa, agregó lo siguiente:<<En la mañana, al mediodía, en la
tarde…la gente de La Puerta está obligada a pensar en la muerte>>, y
hasta los arboles y vegetación pareciera que por el movimiento de la ventisca, <<parece
que fueran inclinados por la ventisca para saludar constantemente a los
difuntos. Sin que la meditación ocupase a planos superiores, el hombre de La
Puerta se acostumbró a mirar con naturalidad cercana el problema de la muerte y
aprendió a compenetrase a la vez, con lo transitorio de la vida>>
(Ídem). Como colofón de su
interpretación, de la espiritualidad colectiva de esta población, insertó
palabras del padre Contreras, quien al pasar por el cementerio, rezó alguna
oración a los difuntos, y refiriéndose al pueblo, dijo: <<Ojala el pensamiento de
la muerte, los enseñe a bien vivir>>. Seguramente, se refería al
admirable culto a la muerte que tienen los mexicanos. Este cura al parecer era
Humberto Contreras, párroco de la ciudad de Valera, quien realizó una obra
social recordada, enorme y duradera, y
es posible que lo incluyera en su novela como un homenaje a este
sacerdote. Don Mario, corrobora lo del
maestro Abreu, cuando describió un estilo paisajístico muy rural andino.
La población tuvo la
oportunidad de ver, el muy antiguo circo de los gitanos, con sus hermosas
mujeres y clarividentes. Las fiestas taurinas, se realizaban en el centro de la
plaza, hasta mediados del siglo pasado (XX), en que comenzaron a traer las plazas
armables y desmontables, que se ubicaban en El Calvario o en el llano de la
hacienda “el Rosario”. Igualmente se instalaban allí, los llamados carruseles,
las pistas de carros chocones, y los tahúres y sus mesas de juego. Un arsenal de anécdotas se recoge en el
pueblo sobre estas fiestas de cuernos.
La plaza, era una manzana
limitada por la calle real o principal (Hoy Bolívar) y la Calle de Abajo, (hoy
Páez); la Capilla, se mantuvo en el lote o parcela donde está hoy la Casa
Parroquial, en la esquina de la Plaza con calle 7, el espacio lateral era un
cambural y pequeño conuco del cura doctrinero, que ayudaban a sembrar los
indígenas Bomboyes, para sus alimentos, luego, según una fotografía que hemos
detallado, pudo ser una especie de pequeña plazoleta de la iglesia. En la parte
trasera, hacia lo que es hoy, la avenida Sucre, estaba el viejo Cementerio,
también llamado el Callejón de los Muertos, hoy, urbanización Los Jumangues y
está el Grupo Escolar Faure Sabaut.
A partir de 1891, la antigua plaza de los
indígenas y mestizos, se convirtió en el núcleo desde donde se
desprenderían la Calle de Arriba o camino real (hoy Avenida Bolívar), y la
Calle de Abajo, (hoy Avenida Páez), y alrededor de ella, por su trazado
tradicional colonial, denominado cuadrícula española, las distintas manzanas en
que se dividió el área urbana del Resguardo Indígena de La Puerta. Por el
costado Este, se ubica el templo de San Pablo Apóstol, antes del Bomboy, luego
de La Puerta. Al hacer la demarcación urbana,
para que no quede dudas, en el lado Oeste, se nombró como avenida Páez,
líder de la oligarquía, donde
posteriormente se levantarían las
edificaciones del Poder Municipal y Policial. Y la otra avenida, la Bolívar, donde está ubicada la edificación
de otro poder, el eclesiástico.
La mayoría de
las plazas principales o mayores, de los pueblos y ciudades de Venezuela,
pasaron a llamarse Plaza Bolivar por decisión del primer gobierno del general Guzman
Blanco, en homenaje al Padre de la Patria. Fue este primer mandatario, quien promueve con mayor ahínco la
construcción de plazas y monumentos en honor al Libertador. Durante su primer gobierno, o sea,
a partir del Decreto del 18 de noviembre de 1872, cuando hizo pública su
decisión de iniciar la construcción de la estatua del Libertador (basado en el
molde del artista italiano Adamo Tadolini, y fundido en la ciudad de Munich),
de forma monumental, en el centro de Caracas, lo que continuará en otras
ciudades, en sus otros períodos presidenciales (1870-1877; 1879-1884;
1886-1888). Guzmán, ordenó igualmente en la de Caracas, enterrar debajo de la
estatua, un conjunto de elementos, que servirán a la posteridad, para preservar la memoria histórica, entre
esos: documentos como el acta de colocación de la primera piedra, y otra,
del decreto que ordena la construcción del monumento; copia del primer
censo de la Nación, de 1873 y ejemplares de varias Constituciones; monedas, medallas, fotografías, libros de
historia y geografía (Codazzi y Baralt), leyes y decretos de 1830 a 1850; copia
del acta de independencia; todo debidamente guardado en cajas metálicas; es lo
que se conoce como la <<capsula del tiempo>>. En la de La Puerta,
se desconoce, si se hizo algo parecido.
Periodo petrolero modernizador.
Tardíamente, se hizo realidad la Plaza Bolívar, se construye en
1943.
Con la explotación del
petróleo a comienzos del siglo XX, contando con ingresos significativos la República,
la economía de plantación, comenzó su proceso de declive, las ciudades de Valera y Trujillo, y otros pueblos, iniciaron desde 1901,
un proceso bolivariano de homenajear a los Próceres y al Padre de la Patria,
mediante la construcción de plazas y monumentos en cada uno de los pueblo de la
República, y contaron con el auspicio y el apoyo del Dictador Juan Vicente
Gómez, para este tipo de obras que reforzaban la identidad nacional. Fue en 1901,
cuando en la ciudad de Valera, se comienza a llamar la antigua plaza del
mercado, como Plaza Bolívar (La Riva vale); y 25 años después, el Presidente
del Estado Trujillo, general Vincencio Pérez Soto, donó la estatua de bronce
del Libertador, en 1925.
Pero será en la cuarta década del siglo XX, que abrió sus puertas el
Hotel Guadalupe (1940), icono en materia hotelera y turística del país, que
comenzaron a llegar a esta comarca zafras permanentes de turistas, en su mayoría
extranjeros, empleados y técnicos petroleros y distintas personalidades del
mundo artístico, cultural, político y social,
cuando se percataron que la plaza no tenía ningún atractivo para estos
visitantes y huéspedes. Es precisamente
en 1942, cuando se había definido la
liquidación del tiempo de caudillos, que
hubo la preocupación y el estimulo intelectual de la dirigencia de La Puerta,
en que el cuadro de terreno llamado plaza, se convirtiera en un lugar principal
de modernidad, civilidad y embellecimiento
de la comarca. Sería un sitio para celebrar los hechos y héroes fundamentales
de la Patria, para actos cívicos, culturales y políticos; es decir, ya no sería
el llegadero de burros, ni potrero de vacas y chivos, se construiría un espacio cívico, la plaza dedicada al
Libertador. Aparece el sentimiento bolivariano, y la plaza seria custodiada por
2 calles, la antigua calle real, la de la salida, será la de Bolívar y la de
ingreso, será la de Páez; esto seguramente tendría un mensaje ideológico de que
la “godarria” seguía ejerciendo la hegemonía en este viejo Municipio. En otras
ciudades y pueblos trujillanos, al parecer, para ese tiempo, no existían
avenidas Páez.
Allí, a la sombra de algunos árboles añosos y arbustos, servía como
amarradero de recuas de mulas, el terreno de la plaza, muy inclinado hacia su
lado oeste; en uno de sus laterales (Sur) estaba la acequia donde los
habitantes se surtían de agua para su consumo; mayormente, servía como
descansadero de mulas y abrevadero para
comerciantes que venían a vender sus productos a esta aldea, otros que transitaban hacia Timotes, Mérida y
Barinas y pernoctaban en una de nuestras primeras casas que servían de posadas,
y los domingos era el lugar de encuentro de la gente que venía a misa o a las
fiestas religiosas de la Purísima y la del Patrono; estamos refiriéndonos, a la
primera década del siglo XX, en la que ya se le comenzaba a llamar Plaza.
El maestro Rafael Abreu en sus memorias, escribió que, <<En 1930, había alrededor de la plaza solamente
once casas y en una de ellas, que aun existe, hubo una pulpería>> (Ídem) la pulpería que prestaba servicio a los viajantes, era de una
señora de apellido Briceño, agregando que para el año 1900, era la única del
pueblo.
Muy pocas familias, habían quedado de los indígenas Bomboyes y mestizos, quizás una docena, los nuevos
dueños, todos terratenientes, de la oligarquía regional, apenas comenzaban a
construir sus mansiones y residencias familiares, pero requerían un lugar
simbólico, enaltecedor y representativo de la comarca, que sustituyera el << lugar de conmemoraciones; o un área común
propia para el solaz o el reposo; eso (que) fue la plaza Bolívar, hasta 1942>> (Abreu), año en el que un grupo
de vecinos se convocó y realizó una Asamblea Popular, a fin de formar una
Asociación que se llamó <<Junta Pro-Plaza
Bolívar>>, que elaboró un
censo de la población <<para determinar
la colaboración que cada uno debía prestar para la construcción de la
plaza>> (Ídem). Se designó
una comisión, que se dirigió a Trujillo, y conversó con el Presidente del
Estado, Dr. Numa Quevedo, quien ofreció su cooperación y apoyo, para que se
hiciera realidad la obra proyectada por la comunidad.
En
esta gráfica histórica se aprecia el monumento que se comenzó a levantar en 1943; en la
parte más alta de esa columna se engarzó el Busto tributo a Simón Bolívar.
Fotografía tomada durante un acto cívico, a la izquierda, el señor José Ramón
Simancas Carrasquero y a la derecha, el
señor Alberto Burelli. Se observa la forma cilíndrica de la base, en concreto y
piedra, sobre ella, un escalón hexagonal, que sirve para colocar las ofrendas
florales, bordeado en su parte inferior,
por la bandera nacional pintada directamente en el concreto; encima una
gruesa columna cuadrada de 4 lados, de unos 3 metros de altura aproximadamente.
Fotografía colaboración del profesor
Beltrán Briceño.
Este mismo cronista, señaló que <<La
participación del pueblo fue unánime>>; en ese empeño destacaron entre los contribuyentes, Don Rafael González,
miembro de la citada Junta, quien dio la suma de 500 bolívares, que era una
cantidad significativa para la época; también, Don Gonzalo Viloria, que era el
Jefe Civil, y colaboraba semanalmente con los trabajos de construcción.
Fue realmente en este año de 1943, cuando se inicia la construcción en La Puerta, de la
Plaza con el nombre de Bolívar, mezclando los criterios de lugar de
esparcimiento y símbolo de belleza, con los aires bolivarianos y se impuso el
criterio marcial, en cuanto al busto, no el civilista de otros pueblos y
ciudades.
Otra gráfica histórica, se puede apreciar cómo era el monumento que se comenzó a levantar en 1943; en la parte alta de la columna yergue imponente el Busto tributo a Simón Bolívar.
También indicó otro dato importante sobre esta obra, <<El
busto del Libertador, así como las placas de mármol con las inscripciones
conmemorativas fueron donadas por Presidente de la República, general Isaías
Medina Angarita” (Ídem). Medina, además de demócrata, de ideas avanzadas, y con el entusiasmo de convertir a Venezuela
en una República moderna, fue un gran bolivariano. Posiblemente la inauguración
de la plaza en La Puerta, y el busto homenaje a Bolívar, ocurrió el 28 de
octubre de 1943, fecha de celebración del onomástico del Libertador, como se
acostumbraba en aquella época. Había llegado la hora, de que el pueblo y sus
gobernantes, asumieran su deber de honrar a los próceres y fundadores de la
Patria, los hechos heroicos, y también comenzara a respetar y honrar a su
propia historia
Isaías Medina Angarita, Presidente de la República
en 1943, quien donó el busto de Simón Bolívar, que se encuentra sobre pedestal, en el
centro de la plaza epónima, de La Puerta. Su obra más importante, coinciden los
historiadores, es el de haber colocado <<la semilla del aliento
democrático en los corazones y mentes de cada uno de los venezolanos>>.
Cronografía N° 5313.
El monumento al Libertador, de La Puerta.
Los monumentos, decían los griegos, inspiran y representan poder. La
mayoría de los que se construyeron y tributan a nuestros próceres, son de
estilo épico romántico. El construido en 1943, de acuerdo a una fotografía de
la época, tenía las siguientes características:
El Busto del Padre de la Patria erguía,
sobre una especie de columnata de 4 lados, construida en concreto, al
parecer de unos 5 metros de altura aproximadamente, con un sobre piso o alero
sobre el que estaba la escultura de bronce. Esa columnata, afincada encima de
una base en concreto y piedras, de forma semicircular, pintada aparentemente
con cal. Encima de esta base, existía un escalón hexagonal menos ancho, que servía para colocar las
ofrendas, cintas y flores al Libertador, en las fechas patrias; En este nivel
se exhibió una decoración cromática, en cada lado o segmento, tenia pintada
directamente en el concreto, las tres
franjas de la bandera nacional, con sus 7 estrellas blancas. Para llegar a este
monumento, había caminerias en cemento rustico,
y paños de grama natural que la bordeaban.
Plaza Bolívar de La Puerta, Estado Trujillo. Gráfica de parte del frontis de la base, encima el
imponente busto del Libertador en bronce, en dirección nor-este; con las
características que hemos señalado en este articulo; al fondo, las montañas del
Páramo de las 7 Lagunas. Cronografía propia de este blog N° 3325.
El Busto de Bolívar, lo pusieron y lo elevaron tan alto, que la gente no
lo podía ver. Sobre cuáles fueron las razones que privaron para diseñar esa
columna cuadrada culminando en una placa o sobre piso de concreto con alero
donde se puso el busto, columna casi obelisco, sobre una base redonda y encima
un espacio hexagonal, se desconocen, sin embargo, existe un dato interesante,
que lo apuntó el señor Abreu:
<< el pedestal fue
construido por artesanos de la localidad, todo el cemento utilizado para la
construcción de la nueva Plaza fue obsequiado por el Ejecutivo regional>>
(ídem). Quizá los artesanos, querían hacer ver, con
este primer tributo de nuestra comarca al Libertador, que la figura en lo alto, representaba la libertad,
aunque pudo ser producto de la influencia en la época del estilo
europeo, que se seguía en otras plazas similares. Era si se quiere, una obra de albañilería,
pero que expresaba cierto contenido artístico, que sin duda, daba cierta
majestuosidad a aquel lugar de matas y flores.
Etapa de la democracia representativa.
Avanzada la mitad del siglo XX, derrocada el periodo de la dictadura del
general Marcos Pérez Jiménez, el nuevo
liderazgo, adoptó la inclinación por el
mejoramiento y embellecimiento de la plaza. En las décadas de los años 60-70
del siglo pasado, el Concejo Municipal del Distrito Valera, contrató la
remodelación y arreglo de toda la plaza, obra que duró unos dos años, tiempo
durante el cual, el busto del Libertador estuvo secuestrado en el calabozo
del Puesto policial, debido a la parálisis de la obra.
Entre esos trabajos de embellecimiento, hubo la nivelación y arreglo del
área de la plaza y sus caminerías y aceras. El Busto de Bolívar, ya no estaría
más en la gran columna, donde solo lo podían apreciar las aves volanderas, sino
sobre una base más corta, donde se le pudiera ver de cerca. Ahora, la base
estará cubierta con baldosas de color vino tinto, y letras en bronce.
Posteriormente, en los otros gobiernos, realizarían las escalinatas de acceso
en concreto, nuevos gradillas, rejas, con algunos arreglos de ornatos y
nivelación. Lo que cambió de un lugar pasajero, tranquilo y de solaz, a uno de
recreación, esparcimiento, atractivo y de vistosidad turística, convirtiéndose
en un sitio encantador de nuestro patrimonio histórico, cultural y material urbano.
Recuadro central de la Plaza Bolívar de La Puerta, Estado Trujillo, en la que está la base y el busto del
Libertador. Obsérvese los dibujos en el piso, de una especie de rosa de los
vientos; también, las caminerías y los bancos de sentarse los visitantes. Los
jardines con grama, pequeños arbustos y algunos árboles de pino. Los postes con
las luminarias. Cronografía propia de este blog N° 3331.
Actualmente, partiendo de su centro, donde está ubicado el Busto del
Libertador, se desgajan sus caminerías
en concreto, bordeada de muros de piedras criolla, en las noches tiene
iluminación eléctrica, amplios
bancos para sentarse, arboles de pino,
que conjugan con el aroma de plantas ornamentales, y de coloridas flores. Tiene
su glorieta, y en la acera este, frente al templo, una hilera de bancas de concreto, protegidas por cercas
metálicas.
En la gráfica tomada este año (2020), la acera del lado Este de la
Plaza Bolívar de La Puerta, Estado Trujillo; se observa, en el centro, el
majestuoso árbol de pino que todos los diciembre es encendido con bombillos de
distintos colores; al parecer -según la oralidad local-, fue sembrado a mediados del siglo XX, por el Dr.
Elías Anzola, uno de los primeros médicos de nuestra población. Igualmente se
pueden ver, las bancas y en el centro de estos, la glorieta, pintadas sus dos
columnas en azul y blanco, techo a dos aguas
de teja criolla roja. Cronografía propia de este blog N° 3332.
Durante los años 2018-2019, el busto del Padre de la Patria, se mantuvo en condiciones lamentables y descuido,
que algunas individualidades de la
comunidad han venido reclamando.
En el 2018, inicié como poblador,
una campaña por la conservación y defensa de las obras y monumentos
cívicos y religiosos, que conforman el patrimonio cultural e histórico del
pueblo de La Puerta, Municipio Valera, Estado Trujillo, en Venezuela. Se me
ocurrió (con plena conciencia que esto no da votos, ni dinero, ni alimenta
gastronómicamente), publicar gráficas
del estado de abandono en que se encontraba el busto del Padre de la
Patria, el Arco de Entrada, símbolo del
carácter histórico local; también nuestra preocupación por la desaparición de las campanas centenarias
de San Pablo Apóstol, así como, la revisión seria y responsable de la fecha de
la supuesta fundación de 1620, de lo que
no existe ningún fundamento ni acto documental, salvo la fundación cartular de
1670, realizada por el maestro Mateo de Párraga y el cura Nicolás de Reyna, lo que me llevó a enviar una carta a la
alcaldesa y a los concejales de Valera,
poniéndolos en conocimiento de esta situación.
Todavía se espera respuesta.
2.- Descripción:
El área de la plaza Bolívar, tiene una extensión aproximada de 10
mil metros cuadrados, construida en sentido norte-sur, para una capacidad
máxima de 1 mil personas. Su parte central, cuadrada, está en dirección nor-este. Posee 8 caminerías de concreto, que conducen
hasta el Busto; cada caminería interna tiene bancos de concreto. En la noche
está iluminada con energía eléctrica
desde sus respectivos postes.
El busto en bronce de Simón Bolívar actualmente se yergue, en el área
central de la Plaza, sobre una base
cuadrada, construida en concreto revestido
de cerámica color vino tinto. Desaparecieron sus letras en bronce, de la inscripción
inaugural. Destaca su frente amplia, con
surcos pronunciados, vestido de militar,
cuello elevado adornado con destacados laureles; en su hombro derecho,
charreteras de su grado militar, medallón (que pareciera la cara del general Washington) en el centro del peto del uniforme,
entre dos ramas verticales de laureles, que seguramente, era una tendencia del
neoclasicismo decorativo de poner
medallones con escenas o figuras épicas. La capa, guinda de su hombro
izquierdo.
Otra gráfica del centro de la Plaza Bolívar de La Puerta, Estado
Trujillo. Cronografía propia de este blog N°
3330.
En una revisión comparativa de
otras esculturas, el busto de esta comarca, parece una copia de la parte
superior (Busto) de la estatua pedestre de Simón Bolívar, elaborada por el
escultor italiano Pietro Tenerani (1789-1869), que fue la primera hecha en el mundo, que hoy se encuentra en la
Plaza Bolívar de Bogotá, República de Colombia. Copia de este bronce, se halla
en la Plaza Mayor de la ciudad de Angostura, Estado Bolívar. Pudiera ser
también, copia de la estatua elaborada por el escultor francés Vital Gabriel
Dubray (1813-1893), contratado por Guzmán Blanco, con motivo de la celebración del primer centenario del
nacimiento del Libertador. Otra se halla
en la ciudad de Berlín, República de
Alemania.
Gráfica
del 2018. Busto de la Plaza Bolívar de La Puerta; elaborado en bronce, donado por el Presidente de la
República general Isaías Medina Angarita e instalado en 1943. Cronografía propia de este
blog N° 3326.
En su acera del lado este, frente
al templo, avenida Bolívar de por medio, está levantada una Glorieta, con su arco, en concreto; tiene
dos escaleras de acceso en concreto, con pasamanos, desde el nivel bajo de la
plaza, para subir al nivel de ella (la Glorieta). Antiguamente, la plaza no era plana, sino inclinada y esta parte era utilizada por los muchachos como una especie de tobogán, lanzándose desde donde esta la glorieta, hasta el centro donde estaba la columna, en un cuero seco.
Gráfica tomada desde el centro de la Plaza, se puede observar, en la
parte alta, la glorieta pintada en blanco y azul celeste, techo a dos aguas con
teja criolla; tiene una base de
concreto, que a la vez, es un cuarto con su puerta, en el nivel inferior. A los
dos lados, escaleras de acceso en concreto, con pasamanos frisado y pintado. Al fondo, se ve la fachada del templo del
patrono San Pablo Apóstol de La Puerta, Estado Trujillo. Cronografía propia de este blog N° 3327.
Por su lado oeste, le fue construida una
franja de gradas en concreto, para los
turistas, que comúnmente llaman “El Tontodromo”. Esta parte de la plaza, fue
construida por el maestro de obra Luis Alfonso Ramírez, y otros trabajadores de
esta comunidad, a finales de la década de los 80 del siglo XX.
Lado oeste de la Plaza Bolívar de La Puerta, Estado Trujillo. Se puede
observar, la gradería, en forma de escalinatas (los de la esquina caliente, lo
llaman el “Tontodromo”), que sirve para sentarse los visitantes en temporadas,
o para observar las procesiones, las
fiestas de San Isidro y desfiles que se realizan en esta población. Cronografía
propia de este blog N° 3324.
Igualmente, por sus lados norte y
sur, goza de muros bajos, elaborados en concreto y revestidos en piedra de
decoración. En las esquinas norte y sur, entradas y escalinatas con muros
revestidos de piedra. Las jardineras,
que son 8, están sembradas de grama natural, y destaca también, un conjunto
de arboles de pino y otra clase.
En esta gráfica se puede observar la caminería, bancos de concreto
revestidos en piedra rústica, con asiento de granito rojo; se ven, los jardines hacia el lado sur-este de la plaza, al final hay escalinatas, pasamano y muro en concreto y piedra de decoración.
Cronografía propia de este blog N° 3329.
En su lado este, hay un pino muy alto, emblemático de la época
decembrina, al que se le instalan todos los años bombillos, cuyo encendido es
símbolo del inicio de la navidad.
3.- Significación patrimonial.
La plaza Bolívar, que debería llamarse Plaza de Bolívar, sin duda alguna,
es el núcleo principal de La Puerta, su sitio más representativo y su punto
histórico, desde que indígenas Bomboyes la fueron ocupando como primeros
pobladores; luego, con la entrega de encomiendas, mercedes de tierras en
1608, se da comienzo a la construcción
de la Capilla de San Pablo Apóstol, por los Capitanes Juan Álvarez de
Daboín y Hernando Hurtado de Mendoza,
entre otros, fue y es centro de la evolución de esta comarca; ahora con sus adyacentes edificaciones
religiosas, político-administrativas, culturales, educativas, convertida hoy, en espacio turístico y
recreacional para sus asiduos visitantes, ha sido escenario de los más disímiles
eventos de carácter histórico, social,
político, cultural, religioso, musical, deportivo y recreacional, por lo que constituye para el común de sus pobladores, su lugar
natural de encuentro, parte de su vida y
de su cotidianidad.
Simón Bolívar, es sin lugar a dudas, el venezolano más trascendental de
todos los tiempos, al dedicarse a la obra más noble y cruenta de los
revolucionarios latinoamericanos: la libertad de los pueblos del imperio
colonial español, por eso, se le llama El Libertador, Padre de la Patria, cuyo
reconocimiento debe ser permanente.
Gráfica
del 2018, se observa la base del busto del
Libertador de la Plaza de La Puerta, deteriorado. Cronografía propia de este
blog N° 2775.
La Plaza Bolívar de La Puerta, el Busto de Bolívar que se encuentra en su
espacio central, el núcleo poblado de La Puerta, el Cementerio, la sede
de la Escuela de Música Adela de Burelli, la sede de la Medicatura Dr. Jaroslaw
Truszkowski, son obras que constituyen patrimonio cultural de la Nación
(Instituto de Patrimonio Cultural. Catalogo del Patrimonio Cultural Venezolano.
Edición 2005); igualmente, el Parque ubicado al frente del Centro Comercial
Valle Verde y las quebradas de la Parroquia; quedando excluidas muchas
edificaciones, obras y monumentos naturales, civiles, religiosos e históricos,
sin este carácter.
Estado actual (2020) del monumento a Bolívar, La Puerta, Estado
Trujillo. El busto sobre una base, en la
que se observa, que le hicieron un remiendo con 3 baldosas de otro color, y sin
las inscripciones de bronce que tenía. Cronografía propia de este blog N° 3326.
En su centro y como tributo eterno al Padre de la Patria, hay un busto de
bronce, sobre una base de concreto revestido de cerámica. Por ello, esta Plaza
es patrimonio histórico cultural del Municipio Valera, y asimismo, bien de
interés cultural de la nación. De
conformidad con lo establecido en la Ordenanza para la regulación del uso, goce y disfrute de las
Plazas Bolívar y demás plazas del Municipio Valera (2015), la Plaza Bolívar de La Puerta, es un bien del dominio y uso público
municipal.
Gráfica con vista hacia el lado norte de la plaza, se puede observar,
caminería, bancos de concreto revestidos en piedra rústica, con asiento de
granito rojo; arboles de pino. Cronografía propia de este blog N° 3328.
Con este artículo, hemos propuesto
percibir a través de la historia de la Plaza Bolívar, un proceso de cómo los
pobladores han resuelto sus necesidades de espacio habitable y de vida en
sociedad apegados a su tradiciones, costumbres, cultura, religión, economía, y particularmente en su arquitectura,
que conforman su patrimonio cultural e histórico, que permite dotarnos del
sentimiento de identidad, reconocimiento
y arraigo a esta comarca.
4.- Localización geográfica:
La mayoría de los aborígenes
Timotes de La Puerta y sus descendientes y mestizos, se concentraron en los
terrenos del Resguardo Indígena, que estaba conformado por un cuadro, teniendo
como norte, desde la Quebrada La Guadalupe, llegando a Las Paperas y línea al
Páramo; Este, desde Komboco a la quebrada La Guadalupe; Oeste, el filo del
Páramo de La Puerta; y Sur, una línea entre los dos chorrerones: La Maraquita y
quebrada Komboco. La temperatura de este lugar en 1920, era de 15° C°.
Está ubicada en el centro del
área urbana de La Puerta, entre avenidas
Bolívar (lado Este) y Páez (lado Oeste), y las calles 7 (Norte) y 8 (Sur), Parroquia La Puerta, Municipio
Valera, Estado Trujillo, Venezuela.
Vista panorámica de la actual Plaza Bolívar de La
Puerta, Estado Trujillo, Venezuela. Cronografía propia de este blog N° 2876.
5.- Eventos históricos:
Esta histórica plaza, que ha sido el punto de encuentro de los habitantes
de esta comarca, y sitio ineludible para turistas nacionales y foráneos, ha
sido escenario de eventos de cierta trascendencia.
De los hechos relevantes encontrados en nuestras investigaciones, dentro
de una visión descolonizadora de nuestra historia y cultura, que ocurrieron en
esta Plaza, aun antes de ser concebida con su actual nombre, como tributo al
Padre de la Patria, contamos:
El origen de La Puerta como experiencia y poblamiento indígena, se
remonta a varios siglos antes de la llegada de la invasión europea,
colonizadora, esclavista y genocida, como consecuencia del proceso de expansión
de la civilización de los Mukas-Chibchas,
asentada en Tunja (hoy Colombia),
cuya expresión es la gran nación Timoto, siendo a su vez, la comunidad
Bomboy, expresión de esa nación.
1559, luego de fundar a la ciudad de Mérida, el capitán Juan Rodríguez
Suarez, con el propósito de expedicionar
y explorar en busca de minas de oro,
los Andes venezolanos y autorizado por el Ayuntamiento de Pamplona (Hoy
Colombia), a finales de enero, <<tramonta el páramo de Timotes y se
acerca a las márgenes de la laguna de Maracaibo>> (Briceño Perozo: 76),
obligatoriamente, el Caballero de la Capa Roja, pasó por el valle y páramo de
los Bomboyes.
1608, el Obispo Fray Antonio de Alcega, otorga la gran encomienda del
Bomboy, con 408 aborígenes, al capitán Juan Álvarez de Daboín, el exterminador de las
tribus rebeldes del lago de Maracaibo, junto con el capitán Pacheco
Maldonado.
1670, según el historiador Amílcar Fonseca y documento que reposa en el
Registro Subalterno de Trujillo, La Puerta fue fundada cartularmente, ese año
por el padre Nicolás de Reyna y el maestro Mateo de Párraga; se intuye por este
dato, que fue el momento en que se trazó la cuadrícula española, se midió y
ordenó este pueblo de indios y se demarcó el terreno de la plaza.
1678, fue en este valle, donde las milicias reales, junto con
hacendados e indígenas, al mando del Capitán Fernando Manuel Valera de Alarcón,
armaron las primeras emboscadas y trincheras, para enfrentar a los piratas
franceses al mando de Francisco Esteban Granmont de la Mote, que bajaron por el
viejo camino indígena de la Maraquita, para evitar el avance de éstos hacia la
ciudad de Trujillo, la que saquearon e incendiaron.
1687, se le asignó tierras por el Alférez y Alcalde
Don Jacinto Valera y Mesa, a esta comarca de indios Timotes, liberándolos de la esclavitud de las encomiendas
y se reconoce como Pueblo Cabecera de Doctrina de San Pablo Apóstol del Bomboy
(Hoy área urbana de La Puerta). Por ser el
sitio donde los aborígenes estaban congregados, gozaban de este centro o plaza,
frente a la Capilla de San Pablo Apóstol, donde se reunían.
1793, asume como cura párroco y doctrinero
de La Puerta, el padre Francisco Antonio Rosario, eminente prócer
independentista.
1810, el hacendado de La Puerta, Dr. Francisco Antonio de La Bastida
Briceño y Fernández, y nuestro cura párroco Francisco Antonio Rosario, son las
figuras sobresalientes que liderizaron el comienzo del periodo independentista
en el valle del Bomboi y la liberación de Trujillo.
1811, a finales de julio, en esta plaza, se hizo la votación y el escrutinio público, en presencia del
Justicia Mayor y del cura párroco Francisco Antonio Rosario, y de personas
respetables, proclamando al vecino Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y
Fernández, como representante de La Puerta, ante la Asamblea Provincial
Constituyente.
1811, a finales de septiembre de este año, el prócer y Constituyente de
La Puerta, Dr. Francisco Antonio de La Bastida Briceño y Fernández, tomó
juramento de independencia y obediencia a la Constitución Provincial y sus
Magistrados, a todos los vecinos y pobladores de nuestra comunidad, <<quienes
dieron muestras de gozo por verse libres de gobiernos extraños y de haber renacido
al dulce y benéfico que gozamos en nuestra Provincia>>. Igualmente informó que La Puerta, por consagrarlo dicha Constitución Provincial pasó de ser una aldea, a la condición de Pueblo republicano.
1813, en junio de este año, pasa Bolívar con parte de
su ejército libertador por La Puerta (partió de Timotes, ingresó a La Mucutí, siguió por el Páramo de La Puerta y bajó a la Cañada de Mendoza),
convirtiéndolo en el primer pueblo trujillano liberado en su Campaña Admirable,
pernoctando en la noche, en la casa del constituyente Dr. Francisco La Bastida
Briceño y su esposa Asunción Vethancourt, en la hacienda San Francisco. Al día
siguiente, pernocta en la casa del cura Francisco Rosario, párroco de La
Puerta.
1887, a mediados de este año, partió de este lugar, la tropa que se
había concentrado en favor de la Revolución comandada por el Coronel Sandalio
Ruz, en contra los desmanes y saqueos de la “Gonzalera” liberal.
1891, en noviembre de este año, en esta plaza, recibieron los
pobladores de esa época, la noticia desde el Tribunal de Municipio, que quedaba
al frente, de la sentencia dictada en el fraudulento juicio de partición del
Resguardo Indígena de La Puerta, iniciado por los terratenientes y gamonales oligarcas, mediante
el cual, los indígenas y descendientes de los primeros pobladores, fueron
despojados de sus tierras ancestrales, que fueron privatizadas y demolidas sus viviendas, lo que será otro
día de ignominia, repugnancia y deshonra para nuestro gentilicio local.
1892, entre el 14 y 16 de abril
de este año, este lugar fue tomado por las tropas liberales al mando del
legendario general boconense Rafael Montilla Petaquero, indígena y campesino,
conocido después como el “Tigre de Guaitó”, con motivo el más demoledor, complejo, fratricida y largo choque armado entre las fuerzas
oligarcas (Ponchos) y las tropas liberales (Lagartijos), conocido como la
Batalla de Durí-La Mucutí-El Portachuelo, en el que triunfaron estos últimos,
dejando una estela de más de 200 muertos en nuestras montañas. En esta batalla, salió derrotado el coronel
Sandalio Ruz, nativo de esta tierra de
estirpe antiguo y guerrero.
1914, fue el lugar de concentración de los vecinos y Coroneles Américo
Burelli y el legendario Sandalio Ruz, y su lugarteniente Mitridates
Volcanes y su tropa guerrillera
nacionalista, desde donde partieron y se
alzaron contra el dictador Juan Vicente Gómez.
1943, es convertida la plaza de La Puerta, en Plaza Bolívar, en homenaje
al Padre de la Patria, erigiendo un monumento con busto en bronce.
1980, el domingo 20 de julio de este año, se realizó en esta plaza, el
primer Cabildo republicano y democrático en el estado Trujillo, días antes de
esta concentración multitudinaria, el
pueblo había emplazado resueltamente el <<Vamos a Cabildo>> a los
concejales de Valera, comprometidos con el proyecto ecocida de Inturesa.
Primera plana del Diario de Los Andes, en su edición del 22 de julio de
1980, se puede ver la asistencia al Cabildo realizado el domingo 20 de julio de
ese año, en la Plaza Bolívar de La
Puerta. Cronografía N°
2911.
En la década de los años 80, del siglo XX, se libró en este valle una
de las luchas ambientalistas de mayor trascendencia en Venezuela y
Latinoamérica, siendo esta plaza, el sitio de reunión y concentración de los
vecinos y de los pueblos solidarios, lo que se inmortalizó en el canto de Alí
Primera.
Sin lugar a dudas, a partir de los datos de la construcción de esta
plaza, su evolución, los hechos allí ocurridos y sus protagonistas, podemos percibir gran parte de la historia
local y regional.
La Puerta, mayo 2020.
Otro magnífico esfuerzo de Manrique documentando a La Puerta.
ResponderEliminarA mi modo de ver, a partir de 1950 se comenzó a generar un ENCLAVE fenómeno
cultural de desarraigo del habitante rural para ocupar cargos de servicio en el pujante plan de construcción promovido por inversores zulianos.
Gracias Manrique por tan valiosa información.
Saludos. sin duda alguna, la renta petrolera que comenzaba en ese tiempo a ser distribuida parcialmente entre las regiones, generó desarraigo y transculturización. Agradecido por tu valioso comentario. OM
ResponderEliminarExcelente reseña historico-cultural de la plaza Bolívar de la puerta y en consecuencia de gran parte de los hechos más significativos que marcaron y siguen influenciado la vida de los pobladores de la puerta, visto desde esa porción de tierra que era lugar de encuentro de los bomboyes originarios luego sitio de descanso de mulas de los viajeros y posteriormente con el paso del tiempo la plaza que ha servido de distraccion encuentro y últimamente también de destrucción de sus espacios. Felicitaciones Oswaldo por esta investigación la puerta lo merece!
ResponderEliminarSaludos Andrés. Coincido contigo en esa percepción sobre la plaza, aunque el corona, me ha permitido disfrutarla en estos días, a plenitud. El reclamo que se formuló ante la alcadía, dio resultado, por lo menos le pusieron -aunque mal pegados, unos retasos de cerámica que le taparon el pecho al Libertador. No he visto resultado en lo de las viejas campanas de San Pablo, pero sigo insistiendo. Gracias por tu felicitación. Un abrazo. OM.
ResponderEliminarAndrés, te invito a leer, ver y compartir 4 dossier (junio, julio, agosto y septiembre 2020) de 10 fotografías antiguas cada una, de sitios y monumentos civiles y religiosos de La Puerta. Hoy publiqué el primer lote. Espero las disfrutes y echa a un lado la nostalgia. Saludos a la familia. OM.
ResponderEliminarmi correo: omanrique761@gmail.com
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