Oswaldo Manrique R.
En la continuación de mis artículos sobre
el Padre de la Patria, cuyo pensamiento y aportes políticos y militares aun
gozan de ser motivo de análisis y discusiones,
voy a referirme a un evento extraordinario y polémico que ocurrió en nuestro
Trujillo, y que marcó la carrera militar
y política de nuestro épico personaje en la lucha por la libertad de los
pueblos: el Decreto de Guerra a Muerte.
Al pasar “en veloz ofensiva” (Liévano
Aguirre, Indalecio. Bolívar, Biografía.
Tomo II. Pag.14. Biblioteca Familiar. 2006) el día 12 de junio de 1813, por La Lagunita-
Páramo de La Puerta, Bolívar con su séquito y la poca tropa que le acompañaba,
llegó a la hacienda San Francisco, en la Cañada de Mendoza, propiedad del patriota y Constituyente de La
Puerta Dr. Francisco Antonio Labastida Briceño y Fernández, donde pasó la noche
y al día siguiente estará en la casa del padre Rosario en Carmania.
Fotografía
del cuadro al oleo: Bolívar espada en mano y a toda velocidad en su caballo
blanco, en señal de ataque. Tomada de Prensa vtv.gob.ve.
<<…Difícil es albergar duda de que el Libertador, no pensó en la
contradictoria composición del movimiento independentista de Trujillo. Quizás eso ocurría en la mayoría de las
ciudades y pueblos. Si bien es aceptado por los historiadores la enorme
influencia de la ideología liberal republicana
francesa, en el seno del movimiento emancipador trujillano, por las
características de su dirección política y militar, en la que se involucran
sacerdotes de formación idealista-religiosa y ponemos como ejemplo, la
redacción de la Constitución de Trujillo de 1811, por el padre fray Ignacio
Álvarez, así como, alcaldes,
concejales y funcionarios del gobierno colonial, ricos propietarios y
militares de pensamiento imperial, junto
con hombres formados en el contexto de la iluminación anglo-francesa. Esta
mezcla de concepciones y mentalidades si se quiere adversas, solo las hacia coincidir un solo objetivo de
carácter provincial: lograr la separación e independencia del gobierno
principal de Maracaibo, lo que por consecuencia, los hacía apoyar el movimiento
libertador de toda Venezuela, toda vez, que era absurdo sostener la liberación del territorio de Trujillo,
rodeados de ciudades en poder de los
realistas. Labastida creía en ello y se puede considerar y sirve para la
discusión, como una contradicción determinante.
Bolívar meditaba sobre la información que disponía, la de Santander,
sobre la huída de los militares godos hacia Trujillo, y la que le suministró el
coronel Vicente Campo Elías, mediante despacho al trujillano Dr. Cristóbal Mendoza, cinco días
antes de posesionarse del cargo de Gobernador de Mérida, haciéndole saber que, las fuerzas realistas se
movilizaban entre Escuque, Betijoque, Carache y la zona baja. Mendoza se posesiona el 18 de mayo de 1813.
Bolívar
el hombre de las dificultades. Gráfica tomada de: resumenlatinoameriano.org.
Al entrar al primer pueblo
trujillano: La Puerta, su principal preocupación era la marcada diferencia
entre sus pocas tropas y las del realista Monteverde, al que tenía previsto
enfrentar. Necesitaba crear nuevos batallones. Los días que pasó en esta
provincia, los dedicó precisamente a eso, al reclutamiento de tropa, inclusive,
emitió una proclama con ese objetivo, “…ofrezco indulto y garantía a todos los
soldados dispersos del ya exterminado ejercito de Correa y a los que se presenten
con su fusil, bayoneta y fornitura , la gratificación de cuatro pesos…”;
en Trujillo, Bolívar paso días de amargura, dedicando su tiempo a esta
actividad, se dio cuenta con mucha decepción que la gente no
cooperaba con la causa emancipadora. La juventud no era entusiasta, como la
neogranadina y el colmo, los mismos campesinos huyeron a los montes, para
evitar ir a combatir por la libertad de la Patria. Uno de los más destacados
biógrafos del Libertador, Indalecio Liévano Aguirre, escribió: “…Ni
víveres, ni bestias, ni armas, ni soldados les fue posible conseguir a las
tropas republicanas, pues la población se encargaba de esconderlo todo,
presentando una resistencia pasiva a los esfuerzos de los oficiales
republicanos…” (Liévano Aguirre, Indalecio. Bolívar. Tomo 1. Pág. 70.
Edición Cubana. 2001). Algunos de sus colaboradores, al ver esa situación, le
aconsejaron que desistiera de su Campaña, lo que meditó bastante para tomar una
extraordinaria determinación.
El
13 de Junio, el Libertador sale con su séquito y tropa y hace un recorrido de reconocimiento a las cercanías de Escuque
y otros sitios que ya habían sido liberados por la vanguardia comandada por
Girardot, cuando va en ruta a Betijoque, en el sitio El Boquerón, lo aborda un grupo de Indígenas que le muestran el Agua
Negra o Mene, es decir, petróleo que El Libertador denominó: “Colombio”, le obsequiaron unos recipientes.
Es conveniente señalar al igual que Ortiz Malavé, que ” …El “Mene”, como lo llamaban
los primeros pobladores de esta tierra, siempre estuvo presente entre nosotros.
Desde la conquista, los españoles tenían conocimiento de un “jugo de la tierra”
que aflora igual en Cubagua que en Maracaibo y sirve de combustible para
iluminar, de impermeabilizante para calafatear las naves y algunos le atribuyen
propiedades medicinales…” (Ortiz Malavé, Argenis. De cuando Maracaibo era pueblo, y Gibraltar capital. Fondo Editorial UNERMB.pag.21. Maracaibo, 2015); evidentemente fluía
petróleo y los Timotes ya lo utilizaban; podría considerarse ésta, la
primera explotación no mercantilista de
este recurso. El Libertador, retomó la
marcha, en la tarde y va a la Hacienda Carmania acompañado del coronel Atanasio
Girardot y el mayor Urdaneta, donde se reunirían con el cura párroco de La
Puerta, el Padre Francisco Rosario, y otros vecinos patriotas de La Puerta y
Mendoza, Jajó y la Mesa de Esnujaque, y luego participaría en la celebración
del cumpleaños de este sacerdote.
Al día siguiente, emprende camino
hacia su destino inmediato, “…Ocupado
Trujillo por Girardot, Bolívar avanzó llegando al anochecer del día 14…” (Ruiz
Rivas: Tomo I, pág. 202). Este lunes 14
de junio, llega a Trujillo, a redactar lo que era el centro de su preocupación
inmediata, en el camino, iba reflexionando sobre las ideas más importantes que
debía contener esa Proclama, tardó toda
la noche redactando y corrigiendo, cuando eran como las 5 de la mañana del
martes 15 de junio, terminó de dictar lo definitivo al secretario. El oficial y secretario que tuvo a su cargo hacer las anotaciones de lo que le dictaba
Bolívar y copiar la Proclama de Guerra a
Muerte, fue el Coronel Pedro Briceño Méndez.
La leyó en voz alta ante los pocos oficiales de su guardia personal
presentes, lo escucharon y al culminar, se vieron la cara unos a otros,
demostrando con ello, la fuerza del contenido y las consecuencias que iba a
traer en el futuro inmediato: la Guerra a Muerte. El Decreto de Guerra a Muerte según algunos
historiadores, se firmó en Trujillo, en la hoy Casa del Centro de Historia de
la ciudad capital…>> (Manrique, Oswaldo. Historia Local de La Puerta.
2019).
Fotografía del
cuadro al oleo: de la firma del Decreto
de Guerra a Muerte en Trujillo, el 15 de junio 1813, dos
días después de haber entrado por el Páramo de La Puerta a nuestra Provincia.
Se observa en el cuadro, al Libertador de pie, terminando de dictar la
Proclama, preparado para firmarla y el coronel Pedro Briceño Méndez, sentado
copiando, ante varios oficiales. Grafica Prensa: Yvke
Mundial/telesur.
La idea del Decreto de Guerra a Muerte, la enarbola
y la pone en práctica el prócer trujillano coronel Antonio Nicolás Briceño (El
Diablo), quien se la propuso a Bolívar, antes de emprender la Campaña
Admirable, por lo que hubo ciertas diferencias entre ellos. Desesperado éste,
por las condiciones en que emprendía la guerra para liberar a Venezuela,
analizó muy bien la propuesta, y como varón que era frente a las dificultades,
se decidió y la dictó personalmente. Con esto, marcó definitivamente el
lindero, para dar paso a la conciencia americana, como actitud nacional y espiritual
frente al imperio español; en
síntesis ¡que triunfaran las tormentas del odio donde habían fracasado las
luces de la libertad!
La aspiración estratégica del libertador,
era establecer una posición que favoreciera
a los americanos, aunque fueran enemigos de la causa, y la guerra sin cuartel
contra los españoles y canarios, así impedía el crecimiento progresivo del ejército
realista con nativos americanos, al
igual que con los desertores. El historiador Indalecio Liévano Aguirre, lo
explica en forma muy didáctica así: “…el
propósito de Bolívar de crear una frontera definitiva entre España y América,
en el cual se engendrara la conciencia americana frente a la Metrópoli. A la
lucha de razas y castas desatada por los caudillos españoles, que habían hecho de
la guerra de emancipación una guerra civil entre americanos, Bolívar contestaba
con la guerra a muerte, destinada a transformar
la lucha en una mortal contienda entre españoles y americanos, a unificar al
Nuevo mundo frente a la Metrópoli conquistadora…” (Liévano Aguirre,
Indalecio. Bolívar, Biografía. Tomo I. Pag.71. Biblioteca Familiar. 2006). Este sería uno de los pilares sangrientos,
que fueron cimentando la conciencia Nuestra americana.
Toma fotográfica de las condiciones en que se encuentra actualmente el
busto del Libertador, de la Plaza
Bolívar de La Puerta. Cronografía propia de este blog.
La insistencia que
se tiene al seguir publicando las fotografías de las deplorables condiciones
actuales del busto de Bolívar, tiene como objeto que las autoridades tengan
conciencia de la desidia que se tiene desde hace varios meses, con este
monumento tributo al Padre de la Patria, que nuestros antecesores inauguraron
hace casi 90 años, en esta plaza.
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