sábado, 15 de junio de 2019

Acotaciones sobre el Decreto de Guerra Muerte (15 junio 1813).




                                                                             Oswaldo Manrique R.


En la continuación de mis artículos sobre el Padre de la Patria, cuyo pensamiento y aportes políticos y militares aun gozan de ser motivo de análisis y discusiones,  voy a referirme a un evento extraordinario y polémico que ocurrió en nuestro Trujillo, y que  marcó la carrera militar y política de nuestro épico personaje en la lucha por la libertad de los pueblos: el Decreto de Guerra a Muerte.
Al pasar “en veloz ofensiva” (Liévano Aguirre, Indalecio. Bolívar, Biografía. Tomo II. Pag.14. Biblioteca Familiar. 2006) el día 12 de junio de 1813, por  La  Lagunita- Páramo de La Puerta, Bolívar con su séquito y la poca tropa que le acompañaba, llegó a la hacienda San Francisco, en la Cañada de Mendoza,  propiedad del patriota y Constituyente de La Puerta Dr. Francisco Antonio Labastida Briceño y Fernández, donde pasó la noche y al día siguiente estará en la casa del padre Rosario en Carmania. 




Fotografía del cuadro al oleo: Bolívar espada en mano y a toda velocidad en su caballo blanco, en señal de ataque.  Tomada de Prensa vtv.gob.ve.



<<…Difícil es albergar duda de que el Libertador, no pensó en la contradictoria composición del movimiento independentista de Trujillo.  Quizás eso ocurría en la mayoría de las ciudades y pueblos. Si bien es aceptado por los historiadores la enorme influencia de la ideología liberal republicana  francesa, en el seno del movimiento emancipador trujillano, por las características de su dirección política y militar, en la que se involucran sacerdotes de formación idealista-religiosa y ponemos como ejemplo, la redacción de la Constitución de Trujillo de 1811, por el padre fray Ignacio Álvarez,  así como,  alcaldes,  concejales y funcionarios del gobierno colonial, ricos propietarios y militares de pensamiento imperial,  junto con hombres formados en el contexto de la iluminación anglo-francesa. Esta mezcla de concepciones y mentalidades si se quiere adversas,  solo las hacia coincidir un solo objetivo de carácter provincial: lograr la separación e independencia del gobierno principal de Maracaibo, lo que por consecuencia, los hacía apoyar el movimiento libertador de toda Venezuela, toda vez, que era absurdo sostener la  liberación del territorio de Trujillo, rodeados de ciudades en poder  de los realistas. Labastida creía en ello y se puede considerar y sirve para la discusión, como una contradicción determinante. 
Bolívar meditaba sobre la información que disponía, la de Santander, sobre la huída de los militares godos hacia Trujillo, y la que le suministró el coronel Vicente Campo Elías, mediante despacho al  trujillano Dr. Cristóbal Mendoza, cinco días antes de posesionarse del cargo de Gobernador de Mérida, haciéndole  saber que, las fuerzas realistas se movilizaban entre Escuque, Betijoque, Carache y la zona baja.  Mendoza se posesiona el 18 de mayo de 1813.




Bolívar el hombre de las dificultades.  Gráfica  tomada de: resumenlatinoameriano.org.


Al entrar al primer pueblo trujillano: La Puerta, su principal preocupación era la marcada diferencia entre sus pocas tropas y las del realista Monteverde, al que tenía previsto enfrentar. Necesitaba crear nuevos batallones. Los días que pasó en esta provincia, los dedicó precisamente a eso, al reclutamiento de tropa, inclusive, emitió una proclama con ese objetivo, “…ofrezco indulto y garantía a todos los soldados dispersos del ya exterminado ejercito de Correa y a los que se presenten con su fusil, bayoneta y fornitura , la gratificación de cuatro pesos…”; en Trujillo, Bolívar paso días de amargura, dedicando su tiempo a esta actividad, se dio cuenta con mucha decepción que la gente no cooperaba con la causa emancipadora. La juventud no era entusiasta, como la neogranadina y el colmo, los mismos campesinos huyeron a los montes, para evitar ir a combatir por la libertad de la Patria. Uno de los más destacados biógrafos del Libertador, Indalecio Liévano Aguirre, escribió: “…Ni víveres, ni bestias, ni armas, ni soldados les fue posible conseguir a las tropas republicanas, pues la población se encargaba de esconderlo todo, presentando una resistencia pasiva a los esfuerzos de los oficiales republicanos…” (Liévano Aguirre, Indalecio. Bolívar. Tomo 1. Pág. 70. Edición Cubana. 2001). Algunos de sus colaboradores, al ver esa situación, le aconsejaron que desistiera de su Campaña, lo que meditó bastante para tomar una extraordinaria determinación. 
         El 13 de Junio, el Libertador sale con su séquito y tropa y hace un recorrido  de reconocimiento a las cercanías de Escuque y otros sitios que ya habían sido liberados por la vanguardia comandada por Girardot, cuando va en ruta a Betijoque, en el sitio  El Boquerón, lo aborda  un grupo de Indígenas que le muestran el Agua Negra o Mene, es decir, petróleo que El Libertador denominó: “Colombio”, le obsequiaron unos recipientes. Es conveniente señalar al igual que Ortiz Malavé, que   ” …El “Mene”, como lo llamaban los primeros pobladores de esta tierra, siempre estuvo presente entre nosotros. Desde la conquista, los españoles tenían conocimiento de un “jugo de la tierra” que aflora igual en Cubagua que en Maracaibo y sirve de combustible para iluminar, de impermeabilizante para calafatear las naves y algunos le atribuyen propiedades medicinales…” (Ortiz Malavé, Argenis. De cuando Maracaibo era pueblo, y Gibraltar capital.  Fondo Editorial UNERMB.pag.21.  Maracaibo, 2015); evidentemente fluía petróleo y los Timotes ya lo utilizaban; podría considerarse ésta, la primera  explotación no mercantilista de este recurso. El Libertador,  retomó la marcha, en la tarde  y va a la Hacienda   Carmania acompañado del coronel Atanasio Girardot y el mayor Urdaneta, donde se reunirían con el cura párroco de La Puerta, el Padre Francisco Rosario, y otros vecinos patriotas de La Puerta y Mendoza, Jajó y la Mesa de Esnujaque, y luego participaría en la celebración del cumpleaños de este sacerdote. 
Al día siguiente, emprende camino hacia su destino inmediato, “…Ocupado Trujillo por Girardot, Bolívar avanzó llegando al anochecer del día 14…” (Ruiz Rivas: Tomo I, pág. 202).  Este lunes 14 de junio, llega a Trujillo, a redactar lo que era el centro de su preocupación inmediata, en el camino, iba reflexionando sobre las ideas más importantes que debía contener esa Proclama, tardó  toda la noche redactando y corrigiendo, cuando eran como las 5 de la mañana del martes 15 de junio, terminó de dictar lo definitivo  al secretario.  El oficial y secretario que tuvo a su cargo   hacer las anotaciones de lo que le dictaba Bolívar  y copiar la Proclama de Guerra a Muerte, fue el Coronel Pedro Briceño Méndez.  La leyó en voz alta ante los pocos oficiales de su guardia personal presentes, lo escucharon y al culminar, se vieron la cara unos a otros, demostrando con ello, la fuerza del contenido y las consecuencias que iba a traer en el futuro inmediato: la Guerra a Muerte.  El Decreto de Guerra a Muerte según algunos historiadores, se firmó en Trujillo, en la hoy Casa del Centro de Historia de la ciudad capital…>> (Manrique, Oswaldo. Historia Local de La Puerta. 2019).  



   
Fotografía del cuadro al oleo: de la  firma del Decreto de Guerra a Muerte en Trujillo, el 15 de junio 1813,   dos días después de haber entrado por el Páramo de La Puerta a nuestra Provincia. Se observa en el cuadro, al Libertador de pie, terminando de dictar la Proclama, preparado para firmarla y el coronel Pedro Briceño Méndez, sentado copiando, ante varios oficiales.   Grafica Prensa: Yvke Mundial/telesur.


 La idea del Decreto de Guerra a Muerte, la enarbola y la pone en práctica el prócer trujillano coronel Antonio Nicolás Briceño (El Diablo), quien se la propuso a Bolívar, antes de emprender la Campaña Admirable, por lo que hubo ciertas diferencias entre ellos. Desesperado éste, por las condiciones en que emprendía la guerra para liberar a Venezuela, analizó muy bien la propuesta, y como varón que era frente a las dificultades, se decidió y la dictó personalmente. Con esto, marcó definitivamente el lindero, para dar paso a la conciencia americana, como actitud nacional y espiritual frente al imperio español;    en síntesis ¡que triunfaran las tormentas del odio donde habían fracasado las luces de la libertad!
La aspiración estratégica del libertador, era establecer una posición  que favoreciera a los americanos, aunque fueran enemigos de la causa, y la guerra sin cuartel contra los españoles y canarios, así impedía el crecimiento progresivo del ejército realista con nativos americanos,  al igual que con los desertores. El historiador Indalecio Liévano Aguirre, lo explica en forma muy didáctica así: “…el propósito de Bolívar de crear una frontera definitiva entre España y América, en el cual se engendrara la conciencia americana frente a la Metrópoli. A la lucha de razas y castas desatada por los caudillos españoles, que habían hecho de la guerra de emancipación una guerra civil entre americanos, Bolívar contestaba con la guerra a muerte, destinada a  transformar la lucha en una mortal contienda entre españoles y americanos, a unificar al Nuevo mundo frente a la Metrópoli conquistadora…” (Liévano Aguirre, Indalecio. Bolívar, Biografía. Tomo I. Pag.71. Biblioteca Familiar. 2006).  Este sería uno de los pilares sangrientos, que fueron cimentando la conciencia Nuestra americana.




Toma fotográfica de las condiciones en que se encuentra actualmente el busto del Libertador,  de la Plaza Bolívar de La Puerta. Cronografía propia de este blog.

La insistencia que se tiene al seguir publicando las fotografías de las deplorables condiciones actuales del busto de Bolívar, tiene como objeto que las autoridades tengan conciencia de la desidia que se tiene desde hace varios meses, con este monumento tributo al Padre de la Patria, que nuestros antecesores inauguraron hace casi 90 años, en esta plaza.


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