Oswaldo Manrique R.
Hasta casi mediados del siglo
XX, La Puerta no tenía carretera, signo de aislamiento, desamparo e
incomunicación de esta población. El ramal vial de Pie de Sabana (Carvajal) a
Valera, solo llegaba hasta Mendoza. Antiguamente, solo contaba con sendas,
veredas, picas, vericuetos y el camino
intermontano del Páramo La Culata- La Puerta, que conectaba con los pueblos del
Sur del Lago de Maracaibo (Puerto de Gibraltar), y por supuesto con el Mar
Caribe, trayecto que hacían los pobladores a pie o en bestias, en jornadas de
muchas horas y días; era más fácil comunicarse con estos pueblos y con los de
Mérida, por su escasa distancia con Timotes y los de Barinas, que con la ciudad
de Valera y Trujillo.
Existían, angostos caminos antiguos
de tierra, mayormente paso de recuas. De Trujillo a La Puerta, había una
distancia de 72 kilómetros (Bennet). De Valera a La Puerta 49 kilómetros. Las
cargas de los productos y los suministros necesarios, que podían traer desde La
Ceiba-Motatán por el Ferrocarril, comenzó a funcionar en 1896.
La gran carretera trasandina fue
decretada por el Presidente Juan Vicente Gómez, el 19 de abril de 1923, y a
pesar de que avanzó mucho en su construcción en los tres Estados andinos, esta
obra no llegaría sino mucho tiempo después a nuestra comarca. Llegó hasta el trayecto Valera-Quebrada de
Cuevas-Timotes y el ramal Valera-
Mendoza Fría (20 Km), según la Guía de Bennett, de 1927. Para este año, estaba a nivel de estudio la
factibilidad de construir el trayecto Mendoza –La Puerta, de 8 Kilómetros.
En la
década de los años 50, durante la
dictadura del general Pérez Jiménez, se fue construyendo la carretera
Mendoza-La Puerta, era de tierra y angosta,
ya existía según Bennet, la de
Valera-Mendoza, y el Edificio Municipal.
Vista de la carretera Trasandina, segmento Los Barriales-La Flecha, de la parroquia La Puerta. |
La promesa al pueblo de
La Puerta, de un marino golpista, jefe de gobierno y candidato presidencial.
“…El ambiente de expectación en la plaza Bolívar de Valera, era
refulgente. Ya había entrado al palacio
municipal, a reunirse con los miembros del Consejo Municipal, representantes de
las fuerzas vivas y otros invitados. En la plaza lo esperaban, aunque no estaba
previsto que hablara, porque eran casi las 8 de la noche y sus compromisos en
Trujillo, celebrando los actos del cuatricentenario y lo esperaban. Era el 8 de
octubre de 1958; en las esquinas, grupos de jóvenes, principalmente mujeres
gritaban su nombre y le daban vivas; ya se asomaba como el candidato
presidencial de los urredistas de Jovito
Villalba y los comunistas del PCV, era el carismático de la contienda
electoral. Además de marino de guerra, cantante, tocaba el cuatro y bien
parecido, fungía como Presidente de la Junta Provisional de Gobierno.
Muchos banderines amarillos se observaban por los alrededores de la
plaza. Llegó en compañía de Fabricio Ojeda y del ministro Numa Quevedo, en un
carro descapotado, saludando con la mano alzada y sonriendo. Entrando al
palacio, una de las jóvenes valeranas lo emplazó: “Golfan, no te olvides de
Valera”. Él sonriendo, le respondió con un movimiento de cabeza: ¡No!, y siguió
hasta el salón de sesiones.
Al concluir la reunión, salió
con los concejales, con Fabricio Ojeda, líder de la jornada cívico-militar
del 23 de enero, y del Ministro Numa
Quevedo, que lo acompañaban desde Caracas en toda la gira de cierre de campaña.
La gente en la calle entusiasmada, lo aplaudía y quería escucharlo, quería
saber cuál era su propuesta y promesa electoral para el Distrito. Lo llevaron a
la plaza Bolívar. Por el micrófono, se escucha el saludo al boconés Fabricio Ojeda, el héroe civil del 23
enero.
Fabricio en los preparativos de la gira del vicealmirante, había
recorrido previamente con Augusto Valbuena y Elbano Pardi, dirigentes de URD,
las zonas altas, hasta La Puerta y Timotes, para conocer esa realidad. Anuncian
al candidato y toma el micrófono.
El vicealmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, dijo que se acababa una etapa
siniestra para Venezuela, la dictadura que había sembrado de atraso a Trujillo.
Antes de cerrar su intervención, sorprendió a sus escuchas prometiendo que al
ganar y asumir la Presidencia de la República, ordenaría inmediatamente la
pavimentación de la vía Valera- La Puerta.
Fue su promesa electoral con esta zona. Radio Valera, había dispuesto un
operativo que cubrió toda la gira del Vicealmirante. Fabricio y los
organizadores de la gira, al recomendarle al jefe de gobierno-candidato que se
comprometiera con esa obra vial, lo
hicieron porque necesitaba atención esta
carretera, para la actividad agrícola y como conexión vial con los pueblos de
Mérida. El Diario El Tiempo del día
siguiente, reseñó: “…LARRAZÁBAL EN TRUJILLO. Llegó al Palacio Municipal donde, acompañado
de Numa Quevedo y Fabricio Ojeda, se dirige a una entusiasta multitud que lo
aclama en la Plaza. Allí aprovecha la ocasión para prometer la pavimentación de
la carretera Valera-Mendoza-La Puerta-Timotes (la foto capta el momento que
Larrazábal se dirigía a los valeranos acompañado de Fabricio Ojeda y del
Ministro Numa Quevedo). De allí se dirigirán a la ciudad de Trujillo donde
llegaron a las 10 de la noche para dar un mitin en la Plaza y al siguiente día
clausurar la celebración del Cuatricentenario de Trujillo…” (Diario El Tiempo. 22 de Enero del 2012. El año del 23 de enero).
El vicealmirante Larrazábal, no ganó la elección, y Fabricio Ojeda,
decepcionado de los malos gobiernos del pacto de Puntofijo, se convirtió en
comandante guerrillero, fue capturado en 1966 y
asesinado en una de las celdas del Palacio Blanco, sede de la Guardia
Presidencial, a pocos metros del Palacio de Miraflores”. (Manrique, Oswaldo. Historia Local
de La Puerta. Inédito). A finales de ese
mismo año 1958, la carretera a La Puerta
comenzó a ser pavimentada, según el buen presagio de estos personajes.
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