Oswaldo Manrique R.
En los años 70 del pasado siglo, llegó a la
Parroquia una señora oriunda de Cabimas, Estado Zulia, que buscaba un clima más
fresco, para alentar su salud. Su
nombre: Aura Navas. En ese tiempo había disconformidad en la comunidad y en los
estudiantes por la amenaza de cierre de la Escuela de Peritos, que le dio
nuevos bríos económicos a las familias del pueblo. Doña Aura, se ubicó
precisamente en la casa donde había una residencia estudiantil, en la avenida
Bolívar, entre calles 8 y 9, donde estuvo hasta hace pocos años, el
supermercado de los chinos.
La Escuela de Peritos, cuya matrícula
estudiantil constituida en un 80 % de jóvenes del oriente, centro , Zulia y
otras partes del país, ayudó a difundir y promocionar este lugar como de bello
paisaje, buen clima y trato amable de su gente, por lo que con el correr del
tiempo las posadas familiares y restaurantes se hicieron una necesidad. Doña
Aura montó su posada y asimismo, un restaurant de comida casera criolla, porque
tenía buena sazón, la recuerdan por sus hervidos de pescado, de costilla, la
sopa de arvejas y la diversidad de platos marabinos, que convirtió el local en
uno de los comederos más concurridos por los visitantes.
La atenta cabimera, trabajadora
incansable, gozaba de una cualidad que se convirtió en un aliviadero para ella
y para sus contertulios: su canto. Quienes oyeron un vals, balada, copla o estribillo popular en
su voz tan particular, dicen que provenía de un ángel, por acoplada, educada, linda, en fin,
que gozaba de una voz
privilegiada. Comentan que ponía a
sentir y a tararear al más frío de los presentes, cuando interpretaba la famosa
melodía de la negra argentina, la inmortal Mercedes Sosa, “Gracias a la Vida”;
de esa estatura era la mujer.
Su restaurant, se fue convirtiendo en
poco tiempo, en el lugar alegre, amistoso y de cordialidad donde todos quieren
estar. Melodías latinoamericanas, criollas, valses eran las de su favorecida
voz. Su esposo Gumersindo Nava, era
técnico dental, en el sector Ambrosio, en una populosa y caliente esquina en
Cabimas; se venía los fines de semana y no se aparecía solo, lo acompañaban
zulianos que buscaban descansar, pasear y entregarse a las parrandas musicales
que se formaban donde Doña Aura en La Puerta, también, traía cantantes y
músicos. ¡Pura Guataca!.
En una oportunidad, se hospedo en la
posada la “Pequeña Mavare”, agrupación musical del Estado Lara, de muchos
quilates artísticos, y Doña Aura, una de esas noches canto con ese grupo ¡Pura
Guataca!. En las fiestas de enero o en otras festividad especial, colaboraba
con la Parroquia y se montaba en la tarima que ponían al lado de la iglesia, y
cantaba varios valses criollos de los que tanto les gustaba, y entre su trabajo
y el canto, disfrutaba de su vida y hacia y confortaba la de los demás.
Servicial, activa, solidaria, nunca dejó entrever la mínima muestra de
afectación de su salud, siempre alegre y jovial.
Orquesta icono del estado Lara y
orgullo de Venezuela. Indudablemente que es como para sentir envidia, de cómo se escucharía Endrina o Conticinio, en la voz de Doña Aura, acompañada por tan elevados ejecutantes. Algunas señoras dicen que Conticinio era el vals preferido por
excelencia en los bailes de 15 años de las muchachas, las
larenses, que Endrina. Una noche
autentica exultante de bambucos y valses
criollos que inflama el corazón y hace delirar el ánimo.
Se ha
dicho, por gente que sabe de ello, que la música seria una especie de revelación sonora del
arte, la belleza y de la estética misma alrededor de las personas; de esas que
la viven y que la aman con una devoción
intensa, son sus sonidos e instrumentos la propia deidad, a la que se rinden los
hombres que la aman divinamente, en los distintos colores desde lo popular a lo
clásico; para otros, es la filigrana del talento, lo ideológico y de lo
espiritual. Entre esos devotos de la música, hemos de mostrar tres, que en una
noche desbordaron sus devociones musicales en nuestra comarca.
Un buen día, llegó a su posada, un
barbudo, con pinta de universitario, en bluejeans, con su guitarra al hombro,
acompañado de varios vecinos, entre ellos Alfonso Sulbarán. Mucha alegría,
mucha conversación y se lo presentaron a doña Aura, la dueña del lugar, se le
identificó como Alí Primera. Servicial y
con su habitual franqueza conversó con él y los atendió personalmente.
Doña Aura, con buena voz y conocedora del medio musical zuliano, había
participado de la popularidad de Alí, que crecía inusitadamente no solo en la
juventud estudiantil, sino en el pueblo en general, convirtiéndose en un
símbolo de la música nacionalista y del
pueblo rebelde, que no se escuchaba en las radios ni en la televisión.
Alí en los años 70, cantando en los
predios de la UCV. Gráfica tomada de:
Conelmazodando.com.
Ely Rafael Primera
Rossell, (Alí Primera), el falconiano de amplio horizonte, el del canto a la
esperanza, el Nuestroamericano de la
revolución profunda, se preparó en el local de Aura Nava, para una noche a cancionero abierto y en
efecto, como viejo enamorado de su tierra, defensor de su paisaje, y sus
anfitriones, dieron rienda a su canto reivindicativo, reacción a la opresión
política y a las injusticias sociales.
Seria aquella ocasión, en La Puerta, el
momento apreciado por aquellos músicos, para escucharse y acompañarse
musicalmente. Techos de cartón, yo no sé filosofar, no basta rezar y tantas
otras del repertorio del cantor militante
de la vida, en los términos del poeta Mario Benedetti. Ya la banda Guaco
y Gustavo Aguado, habían grabado y
convertido en éxitos “Perdóneme Tío Juan” y “Hay que aligerar la carga” en
el año 1972, las composiciones de Alí, que fueron bastante difundidas en las emisoras de radio zulianas.
Nuestro amigo Alfonso Sulbarán (El
Faraón), con quien tuve oportunidad de conversar mucho de sus éxitos y
actuaciones musicales, no se quedó atrás, interpretó varias de las melodías que
se escucharon esa noche, y en otras sirvió de telonero y tocaba su inseparable
cuatro, el del estuche negro que nunca le faltaba, así es ese ambiente.
Lo que se debe registrar para la
historia local, es que, aquella noche de causal encuentro para los
protagonistas, se prendió la alegría y se desbordaron los cantos de estos tres
bardos en la Puerta, Alí Primera, Alfonso Sulbarán y Doña Aura Nava, cuando montaron
su guataca. Aura Nava, era una mujer morena, desbordaba simpatía, pelo lacio, algo
robusta, se notaban sus facciones goajiras, con hermosos ojos negros y nariz
perfilada. Su único hijo, José Gregorio, estudio en el Colegio Nuestra Señora
de la Paz, donde se graduó de bachiller; se fue a cursar Derecho en la
Universidad del Zulia (LUZ), donde egresó en los 80, como abogado. Un día, Doña
Aura, se mudó de La Puerta, porque enfermó. Murió en Maracaibo en 1987 (QEPD).
![]() |
Alí Primera, el cantor del pueblo rebelde venezolano. Gráfica tomada de google. |
Letra de Perdóneme
Tío Juan
Compositor: Ely Rafael Primera Rossell.
Perdóneme Tío
Juan
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
Es que usted
no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos
macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
Contésteme
Tío Juan
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
Es que usted
no se ha fijao
lo que pasa con el hierro
nos pagan la tonelada
por menos de tres centavos
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
lo que pasa con el hierro
nos pagan la tonelada
por menos de tres centavos
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
No te dejes
engañar
cuando te hablen de progreso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
cuando te hablen de progreso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
Contésteme
Tío Juan
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
Es que usted
no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos
macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
Perdóneme Tío Juan
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
pero se ve que no sabe nada
las cosas que yo le digo
se sienten en carne propia
que en tierra venezolana
el imperialismo yankee
hace lo que le dá la gana
Es que usted
no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos
macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
Contésteme
Tío Juan
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
Es que usted
no se ha fijao
lo que pasa con el hierro
nos pagan la tonelada
por menos de tres centavos
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
lo que pasa con el hierro
nos pagan la tonelada
por menos de tres centavos
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
¡vamos a pelear carajo!
o nos quedamos sin cerro
No te dejes
engañar
cuando te hablen de progreso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
cuando te hablen de progreso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
porque tú te quedas flaco
y ellos aumentan de peso
Contésteme
Tío Juan
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
no se me quede callado
conteste si no hay razón
en que sigamos luchando
por echar de nuestra Patria
al yankee que nos la quita
y al lacayo que lo tapa
Es que usted
no se ha paseado
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
por un campo petrolero
usted no ve que se llevan
lo que es de nuestra tierra
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
y sólo nos van dejando
miseria y sudor de obrero
Los niñitos
macilentos
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
que habitan allá en los cerros
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
más que vivir agonizan
entretejiendo sus sueños
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