viernes, 9 de agosto de 2019

La Fundación de La Puerta.



Nuevas aportaciones al estudio del proceso de formación, erección y fundación  de La Puerta, como pueblo colonial hispano católico andino. El Silencio sobre la autentica Fundación.   


Oswaldo Manrique R.

Un pueblo de indios Timotes.

Sobre la fundación de La Puerta como Pueblo, dentro del marco de las Ordenanzas Reales o  cánones imperiales hispanos, solo existe el documento de Vilches y Narváez, que da cuenta de la fundación cartular de La Puerta, en 1670, sin embargo, existen varios hechos documentados que nos dan una pista sobre su evolución como pueblo colonial, por lo que no existe una fecha determinada en la que se coincida como de inicio de poblamiento o asentamiento social de La Puerta,  debido a que muchos siglos antes del arribo de los invasores españoles, ya existía una comunidad indígena Timotes o Bomboyes, ocupando estas tierras, con actividad agrícola importante y ocupando y ejecutando la cacería en su páramo y montañas, de los que proveía sus alimentos, guiados por valores ancestrales de colaboración, mutualismo y solidaridad, en el marco de una estructura social y política del señorío indígena Timote (Stimots). Lo que existió posteriormente, fue la conformación y erección como Pueblo de Doctrina con indios.
Los castizos documentos de Encomiendas de Trujillo, que se conservan en el Archivo General de la Nación, informan   que uno de los grupos o pueblos primitivos instrumentalmente clasificados, son los “Indios de Nación Timotes en el Valle del Bomboy”, (Olmo, Elisael José. San Miguel de Burbusay. Pags.192 y 193. Versión digital); de donde se puede extraer que los primeros habitantes del Valle y del Páramo de La Puerta, concernían a la Nación indígena Timotíes (Stimots). Esto quiere decir, que el proceso de poblamiento de La Puerta y su páramo,  se inicia como consecuencia del desplazamiento y/o  expansión  de los Muiscas de Nueva Granada (Colombia).


1.- Chegué, cacique de los Xikokes (Páramo de La Puerta) Cronografía 2753.

Esa afirmación la sostienen, varios antropólogos, etnólogos e historiadores, que han investigado el periodo prehispánico andino venezolano,  los Timotes o Timotíes  son una ramificación de la confederación indígena Muisca, llamados también Tunjas, Hunza o Junzas, familia del pueblo Chibcha, proveniente de Centroamérica, esencialmente recolectores y cazadores, que aparecieron producto de un proceso migratorio indígena entre el año 500 A.C. y el 800 D.C. en la provincia de Tunja, de la hoy Boyacá, República de Colombia  que se fueron desplazando hasta parte del territorio de la Capitanía General de  Venezuela, posiblemente en busca de mayores territorios fértiles, expansión, dominio y desarrollo económico, que serian algunas de las razones determinantes para el asentamiento social en estos páramos y valles.
El  historiador  trujillano, fallecido recientemente,  Rafael Ramón Castellanos, explicó como resultado de una de sus investigaciones que la clasificación o agrupación difundida hasta ahora, sobre los pueblos originarios del Estado Trujillo, está basada en las obras de Américo Briceño Valero,   Orígenes Trujillanos de Amílcar Fonseca y de  Datos históricos de la antigua Provincia de Burbusay, del escritor Pedro A. Valenzuela; dentro de esa clasificación tradicional  ubicaron: “En tercer lugar encontramos los Timotíes, que fueron habitantes de los hoy municipios La Mesa de Esnujaque, La Puerta, Jajó, La Quebrada, Mendoza y vecindarios. Las tribus integrantes eran los Jajoes, Esnujaques o Exnuxaques, Quicoquis, Duríes, Mocotíes, Combocos, Emiyaques y Miyayíes” (Castellanos, Rafael Ramón. Relación de un viaje por tierra de los Cuicas: con notas del libro del Obispo Mariano Martí". Pág. 20. Ediciones del Ministerio de Relaciones Interiores. Caracas. 1958).  Afirmando que los pobladores originarios de La Puerta, Mendoza y vecindarios, fueron integrantes de los Timotes, Castellanos agregó que, debido a esa orientación tradicional, se ha venido por mucho tiempo asumiendo el reagrupamiento de estos disimiles pueblos, como Timoto-Cuicas, y los historiadores no han profundizado sobre el tema, argumentando que ambas tribus habrían sido poderosas y representaron dos aspectos en las informaciones oficiales del régimen colonial”. (Ibíd.). Coincidiendo con don Rafael Ramón, comentaremos de esto, en otro artículo.  


2.- Estampa de niños indígenas sentados con distintas expresiones

De  nuestras investigaciones y a los efectos locales, podemos destacar formaciones de familias, parentelas o comunidades de indígenas Timotes, como los Kombokos, en caseríos del lado este de nuestra parroquia, como el Alto de San Juan, quebrada Comboco, El Toldo, incluyendo,  Tierra de Loza (Carorita) y La Flecha, gobernados por el cacique Pitimay y  la principal Kukuruy. Hacia el lado sur-oeste, caseríos como Quebrada Seca, Media Loma, Juan Martin, El Censo, Lagunita, con poblamiento de indios Mucutís.  Hacia el  nor-oeste,  Portachuelo de Malpica, Paramito y Paramo de las 7 Lagunas, lindes con Escuque hubo poblamiento de Xikokes, teniendo como líder al cacique Chegué.  En el sector centro y noreste, Las Delicias, Pan de Azúcar, El Molino de Mimbom, Santa Bárbara, Barriales y las riveras del río, poblada de Bomboyes. Era la composición social pre hispana del área territorial de la actual parroquia La Puerta.
Posterior a la demostrada consolidación de las aldeas de indios Timotes dispersos en este valle a lo largo del río Bomboy, es decir, en el antiguo señorío de los briosos Timotes, se cuentan varios momentos importantes de la hispanización. Por didáctica y para que lo perciban las nuevas generaciones de Trujillo, hemos procurado darle en este articulo, la continuidad histórica necesaria como elemento primordial para ubicar y comprender el proceso de construcción de La Puerta, encadenando la transición del antiguo pueblo de indios Timotes del Bomboy, a la conformación definitiva como pueblo colonial hispano.  



3.- Pitimay, cacique de los 4 rangos (Cima de Pitimay, Tierra de Loza o Colorada,     Carorita). Cronografía 2805.

1608. El Obispo Alcega y la gran Encomienda del Bomboi.

La Puerta, fue evolucionando como pueblo hispano-católico, de acuerdo a varias datas significativas, de los siglos XVI, XVII y XVIII. En efecto, y aunque suene a imprecisión, son diversos hechos documentados que demuestran las mejores intenciones, esfuerzos y fundamentos estratégicos de los representantes del Reino de España y de la curia de la Provincia de Venezuela, por crearlo en razón de su importancia geopolítica y jurisdiccional y por ser espacio compartido por indígenas Timotes y Reinosos (Virreinato de Nueva Granada), que desconocían las líneas imaginarias y fronterizas.
En el proceso de construcción del Pueblo de La Puerta, hay 3 elementos de importante atención: a) la estructura de poder y de gobierno colonial, con el Cabildo de la ciudad de Trujillo, que representaba el esquema imperial de implantar la autoridad y los valores de la civilización invasora hispana; b) las Encomiendas, que fue el modelo de explotación indígena para darle el impulso económico a los pueblos coloniales (no indígenas) en gestación; y c) los curas y sus Obispos como gobernantes de la Iglesia Católica, que cargaron sobre sus hombros la organización y construcción de los pueblos, dotándolos de religión, cultura y educación. Para algunos historiadores, entre ellos Mario Briceño Iragorry, fueron estos curas los verdaderos constructores de la historia misma, afirmación que no compartimos en su totalidad. La autoridad de los Obispos, junto con los encomenderos que eran los que mandaban en las haciendas, le fueron dando cuerpo social y organicidad a los pueblos coloniales, transformando la conciencia de los aborígenes, en mentes coloniales, hispanización que no fue labor sencilla ni fácil, así como en la dotación de tierras de resguardo, que en la práctica era el área de sus viviendas y conucos familiares y espacios de labor y explotación agrícola comunitaria.
En la memoria histórica de Trujillo, el año de 1608 es un hito en el transcurso del neo poblamiento de su espacio territorial, cuando de manos del Ilustrísimo Señor Obispo Fray Antonio de Alcega, se realiza quizás el más importante proceso de distribución, organización político-religiosa de Pueblos Cabeceras de Doctrinas y Encomiendas de indígenas del suelo trujillano.  La visita pastoral con esta misión, la realizó este cura franciscano, entre los años 1605 y 1610, y es considerado como el proceso de reordenamiento y poblamiento mejor llevado desde la Iglesia, que permitió el fortalecimiento irreversible de los pueblos en Trujillo. El Obispo Alcega, según la relación escrita de su visita pastoral, organizó la región trujillana  en 9 y ½  Doctrinas, las Encomiendas de indígenas, numero de éstos sometidos, los nombres de los Encomenderos, así como los hatos y solares, con sus lugares de ubicación que la comprenden.  Este fue, en nuestro criterio una interesante muestra de la cartografía del poder, que denota la visión geopolítica de este Obispo, al conformar la 7ma. Doctrina, obviamente considerado como espacio de frontera, esto es, organizó una complicada fragmentación de los grupos indígenas, en lo que involucró las comunidades aborígenes de La Puerta-Mendoza-Timotes-La Quebrada-Jajó, espacio territorial perteneciente a Venezuela, bajo la jurisdicción de la Audiencia de Santo Domingo (hoy, Dominicana), con linderos del Virreinato de Nueva Granada, que comenzaba en lo que es hoy, la población de Timotes, estado Mérida. Este Obispo logró visualizar la importancia estratégica de esta zona para aquella época, tomando en consideración la latente disfuncionalidad de los pueblos indígenas, en relación a los propósitos coloniales.
Repetimos fue en 1608, que se otorgaron las primeras encomiendas por el Obispo Fray Antonio de Alcega, en las que se incluyó (la 7ma.) una de las más extensas, la del Bomboy (la anotó como Bombay, por eso, algunos articulistas le llaman sordo a dicho Obispo), valle que va desde El Portachuelo, hasta lindes con la Meseta de Valera,   con 408 indígenas Timotes, al colono Juan Álvarez Daboin (de Dabuim). Aquí se organiza, se inicia  y evoluciona la economía de plantación con la explotación de la mano de obra esclava aborigen, dándole de hecho y paulatinamente  la organización básica de pueblo católico. En nuestro criterio, a partir de este hecho organizativo de Doctrina de la Vicaria de Trujillo, de 1608, se gesta la conformación de La Puerta, como futuro pueblo colonial. La denominada 7ma. Doctrina estaba integrada por las siguientes encomiendas: “Cap. Hernando Hurtado de Mendoza, en su encomienda de los Timotes, 137 indios. Blas Tafallés, en los Timotes, 108 indios…Pedro Gómez Carrillos, en los Timotes, 131 indios. D. Francisco de la Piñuela, en Timotes, 175 indios. Cap. Hernando Hurtado de Mendoza, en Pocó, 174 indios” (Briceño Perozo: pág. 57). Según este escritor trujillano, esta doctrina ocupaba lo que hoy es jurisdicción de los Municipios (hoy parroquias) Mendoza y La Puerta y parte de Timotes.  Por su parte el historiador Rafael Ramón Castellanos Villegas, señaló que  la ubicación y extensión de este pueblo era compleja, al punto que para establecerla de acuerdo con deducciones, había que trazar “un punto en donde se crucen dos líneas procedentes de La Quebrada a La Puerta la primera y de Jajó al actual pueblo de Mendoza la segunda”  (Castellanos, Rafael Ramón. Relación de un viaje por tierras de los Cuicas. Pag77 y 78. Publicación del MRI. Caracas. 1958)).  De donde se intuye que la extensión geográfica de esta Doctrina, era mucho mayor. 
Si empalmamos su creación o erección documental eclesiástica de 1608, al proceso de fundación de Escuque, que queda a poca distancia, y  fue la primera fundación española en esta zona de tierras Timotíes  por Diego García de Paredes y sus huestes conquistadoras, el 9 de octubre de 1557, nombrándola como Nueva Trujillo, debe considerarse por su cercanía, que el proceso de ocupación y conquista también tocó al pueblo del valle del Bomboy, por su ubicación, fertilidad de la tierra, y su enorme río, siendo que, a partir de esa fecha se comenzaría la construcción de la ranchería a las riveras del río por Juan Álvarez Daboín, en una especie de concentración de nativos, al igual que la demarcación de las haciendas y el proceso de sometimiento y distribución de indígenas, que luego irían trabajar en las Encomiendas y resguardos.    
 Los sitios privilegiados de acuerdo a las Ordenanzas Reales de poblamiento eran aquellos que fueran llanos y tendidos,  como el Valle del Bomboy, y se exigía que estuviera cerca de algún río,  contiguo al paraje seleccionado en el que se habría de trazar el pueblo. El Bomboy reunía las características exigidas para fundar un Pueblo.  
En la teoría de Herbert Spencer, la formación de las sociedades y pueblos, anda mediante un sistema complejo, cuyos elementos integrantes trabajan en conjunto para promover la armonía social. Esto, dentro de un enfoque amplio, indica que las estructuras sociales en su conjunto impulsan la evolución de la sociedad, al igual que cada uno de los elementos que lo conforman, es lo que se denomina el funcionalismo estructuralista, enseñanza interesante sobre la evolución de los pueblos. Echando mano a la tesis funcionalista, la evolución de nuestros pueblos coloniales andinos, entre ellos La Puerta, estuvo direccionada en términos de la función de cada uno de sus factores constitutivos, entre los que podemos contar con las principales: los grupos y familias indígenas Timotes, proveedoras de la mano de obra y fuerza de trabajo esclava para el régimen económico mercantilista de plantación, que ayudó a la función social de evolucionar de una sociedad primitiva colectivista a un régimen de esclavitud colonial.
Los grupos de familias Timotes, ubicados a lo largo del valle del Bomboy (La Puerta), organizados como estaban en tribus, pero no concentrados, sino dispersos, realizando sus siembras en el marco de una economía colectiva, explotando sus conucos, igualmente hacían tejidos en el Páramo, hacia el lado Oeste de nuestra localidad, actividad que aun se mantiene, y la cerámica ancestral y artística, en el sector Tierra de Loza (Tierra Colorada le decían los indígenas), en el lado Sur-Este de la Parroquia. Estas gentes eran libres y sus decisiones las tomaban en colectivo, bajo la dirección de sus caciques o mandones, o principales (otros los llaman chacoy y tabiskey).


4.- Fachada del templo actual de San Pablo Apóstol de La Puerta, símbolo de la religiosidad católica e institución impulsora de nuestro pueblo. Cronografía 2781.

Las instituciones y poderes reales las reconoce Spencer, como partes estructurales de las comunidades de gentes, entre ellas, la Iglesia y su Doctrina católica, el Cabildo de Trujillo que ejercía la dirección de la vida civil y militar colonial de los pueblos, privando los intereses de los hacendados y encomenderos;  las Encomiendas que era la institución colonial organizadora y controladora de la fuerza de trabajo esclava indígena que se utilizó en las haciendas; la legislación de Castilla y la de Indias, normativa imperante en cuanto a la fundación y erección de los pueblos y ciudades, lugares y villas;  la Real Audiencia de Santo Domingo, que era el organismo que impartía justicia en la jurisdicción de los pueblos de Venezuela, cuyo límite con el Virreinato de Santa Fe de Bogotá, era precisamente la zona de los indios Timotes,  y fundamentalmente el modelo económico de plantación esclavista-mercantilista que fueron implantados en el valle del Bomboy, todas esta instituciones ayudaron a la función social de construir, preservar y a evolucionar a la parroquia colonial de La Puerta. A esto, debemos sumar, las costumbres y tradiciones, que forman también parte de esos elementos constitutivos u órganos que son interdependientes entre sí e inciden en el proceso evolutivo del pueblo. 
En la teoría evolutiva de Spencer, las necesidades funcionales son: la regulatoria, la de producción de bienes, servicios,  y la última, la formas de distribución de esos recursos, que es la riqueza, esto es lo que le da la fuerza impulsora a la evolución de los pueblos, que en síntesis no son más que  los intereses y privilegios y la lógica de acumulación, de los hacendados encomenderos, el gobierno colonial y la iglesia.

           9 de agosto de 1620.  La inexistente Fundación.

La historiografía local ha venido afirmando sin señalar la fuente documental que, La Puerta habría sido “fundado” y establecido como Pueblo de Doctrina el 9 de agosto de 1620, sin embargo, existe fuente documental que para el reordenamiento de los pueblos y doctrinas hecho en 1608,  por el  Obispo Fray Antonio de Alcega, se incluye la encomienda de esta comarca (Bombay), denominado a partir de esa fecha como  Pueblo del Apóstol del Señor San Pablo del Bomboy, también conocido como La Puerta,  en el sitio Valle del Bomboy, que posteriormente, la historiografía haría referencia que se  habría entregado en calidad de encomienda al capitán Don Diego Hurtado de Mendoza y otros encomenderos, asignándole para trabajo, cuido y adoctrinamiento el grupo de indígenas aquí asentados desde tiempos inmemoriales, y que por medio de esa patente de invasor-encomendero, los despojó de sus tierras y los incorpora a la doctrina católica. 
El historiador Marco Aurelio Vila, en una de sus investigaciones sobre pueblos coloniales, data también su fundación en 1620, y agregó simplemente lo siguiente de La Puerta, Martí (1777) quien lo denomina Pueblo San Pablo Apóstol de Bomboy…La Puerta, señala 20 casas concentradas con 22 familias   (Vila, Marco  Aurelio. Antecedentes coloniales de Centros poblados de Venezuela. Pág. 233.  UCV, Caracas. 1978); se refiere al Obispo Mariano Martí, uno de los prelados que dejó información sobre sus visitas pastorales y observaciones a los Pueblos de Doctrina en 1777. Describe así,  la existencia de una aldea de casas agrupadas en un solo lugar.  Descartamos lo de la fundación; porque no se tiene fuente documental, por lo menos hasta 1670, de que se  halla fundado dentro de los cánones reales e hispanos de poblamiento, por eso se considera que, lo que hubo inicialmente por parte de los conquistadores fue la entrega de indios mediante las encomiendas, el despojo por vías de hecho y fuerza de sus tierras, y el sometimiento de los grupos de indígenas Timotes asentados en este Valle.



5.- Fotografía histórica: Calle Real (Avenida Bolívar) en 1920, toma fotográfica desde la Calle 1, entrada del pueblo, al final se ve el templo de San Pablo. Se observan casas de bahareque, techos de teja criolla y la calle de tierra. Cronografía 2844.

 A contrapelo, el cronista  de Valera Gallegos Celis, también afirmó sin señalar la fuente documental que La Puerta habría sido “fundada” el año 1620, y el pueblo de Mendoza,  en 1651 (Gallegos Celis, Rafael. Valera siglo XIX. Pág. 117. Fondo Editorial Arturo Cardozo. Trujillo. 2007).    Otros historiadores, afirman documentos en mano que, La Puerta habría sido fundada 50 años más tarde, como lo explicaremos más adelante.
El mismo Mario Briceño Perozo, en su Historia del Estado Trujillo, da una referencia de “Fundación”, aunque sin ninguna fuente documental, en la siguiente forma:” se da como año de la fundación de San Pedro de Momboy (a) La Puerta el de 1620…” (Perozo: pág. 277); del análisis de esta referencia, se obtiene: 1) que no existe fuente documental, en consecuencia no hay prueba de la Fundación; 2) le cambió el nombre de San Pablo, por el de San Pedro; 3) le cambió igualmente, el nombre original de Bomboy, por el de Momboy; 4) mencionó el año 1620, pero no indicó el día y el mes de esa fundación, y no los podía mencionar por no tener sostén documental de la pretendida fundación; 5) cuando dice “…se da como año de…”, se entiende que no lo afirma ni lo sostiene, y esto, lo basa en la siguiente anotación: “…un año antes estuvo hasta el otro lado del río Motatán el Juez Visitador Dr. Alonso Vásquez de Cisneros, de la Real Audiencia de Bogotá, quien recorrió el partido de Mérida, entre el 23 de abril de 1619 y el 28 de agosto de 1620; en septiembre de 1619 estuvo en el valle de Timotes, en la frontera con la provincia de Venezuela. Del recorrido de Vásquez de Cisneros quedaron en territorio merideño diez y ocho poblaciones dotadas de plaza, iglesia y moradas para las autoridades y viviendas destinadas a los naturales con tierras suficientes y bien delimitadas para su labores propias…” (Perozo: pág. 277). Sería absurdo pensar,  que  conformaron de esa manera todos estos pueblos reinosos en Mérida, y los de Trujillo, que pertenecen a la misma etnia de indígenas, y en los mismos valles y tierras ancestrales, no se le diera organicidad y reconocimiento de su existencia para ese año 1619, por lo que difícilmente puede tenerse como fecha de fundación 1620, ni como fecha de erección como pueblo de doctrina y mucho menos como de fundación, ya que se había conformado desde 1608. 
En 1621, gestión del Gobernador y Capitán General Francisco de la Hoz Berrío, cuando se redefinen y dividen las nuevas encomiendas, se registra que ya existe o estaba creado  el pueblo de indios de San Pablo Apóstol del Bomboy, y crean un nuevo pueblo dividiendo el valle del Bomboy, llamado de San Antonio Abad,  después Cañada de Mendoza o parroquia Mendoza Alta (hoy desacertadamente llamado Mendoza Fría).  Al establecer  este otro pueblo, reasignaron a los indígenas que iban a uno y otro, con lo que los dividieron y lograron en la práctica dominar y controlar a los aborígenes.  Sobre la pretendida fundación de La Puerta, el investigador Salas Méndez, ha escrito que  sus orígenes son bastantes antiguos y como la gran mayoría de los pueblos trujillanos, se formaron por el agrupamiento de indios de las encomiendas. La que se conoce como más antigua (encomienda) es la que fue otorgada a Don Alonso Pacheco Velásquez, a la cual se agregó la de Don Fernando de Ledezma, expedida la primera por el capitán Diego Franco de Quero. Hubo otra encomienda que fue asignada a Don Cristóbal Hurtado de Mendoza con la particularidad de que en el documento de asignación hay un párrafo que dice “que los indios de dicha encomienda están juntos y congregados en el Valle de Bomboy, donde son naturales y tiene su pueblo e iglesia dedicada a san pablo, con todos los ornamentos necesarios…” (Salas Méndez: pág. 187).  Lo más probable –no lo afirma- que pudo haber ocurrido alrededor de 1620, cuando se le otorgó la encomienda a Don Alonso Pacheco Velázquez, pero esto no es signo de fundación ni de erección, sino el reconocimiento de que existía un pueblo de indios Timotes desde hacía muchos años en este sitio y se había construido la capilla católica. (Pérez Carmona, Antonio. Trujillo. 1970).  De esto, podemos deducir lo siguiente: 1) los indios se reagruparon y concentraron en este mismo sitio, donde hoy está la parroquia; es decir, no hubo el traslado de indios de otras aldeas o sitios hasta La Puerta, tampoco –al parecer-, hubo necesidad de reducir tribus o grupos violentamente para su adoctrinamiento.  2) aceptaron congregarse en este lugar, porque eran nativos del mismo y eran sus tierras ancestrales, vivían aquí en comunidad desde tiempos inmemoriales y no los trajeron obligados a este sitio. 3) la invocación como Pueblo de San Pablo Apóstol, se le debe al capitán Cristóbal Hurtado de Mendoza, encomendero, hijo de don Hernando, el conquistador español,  como lo hemos señalado en otros artículos, fue cura, su esposa era católica practicante. 4) que el pueblo de indios Timotes, estaba congregado y de hecho creado, mucho antes de 1620, en que se otorgó la encomienda a don Cristóbal. 5) para 1620, ya existía la iglesia “con todos los ornamentos necesarios”, y asimismo, existía el pueblo de indios, que en 1621 se organizaría como pueblo católico de San Pablo Apóstol del Bomboy, hoy La Puerta, lo que robustece nuestra tesis de que habría sido erigido o se iniciaba su construcción en 1608, conforme a lo previsto por el Obispo Fray Antonio de Alcega. 6) de la interpretación de los pareceres de los nombrados historiadores, se intuye que no hay seguridad sobre la fecha de erección y menos de su fundación y se incurriría en error al confundir el reordenamiento y ratificación de encomiendas, con el acto de erección como Pueblo Cabecera de Doctrina con la advocación de San Pablo Apóstol del Bomboy,  lo que había ocurrido años antes, en 1608. 7)  Así, comenzaba una nueva etapa en el proceso de esclavitud, que permitió el avance de la economía de plantación, en un clima de tranquilidad, implantando la cultura hispana y la religión católica en los indígenas, por lo menos hasta 1781, en que se produjo la intentona de los Comuneros del Socorro, que llegó hasta nuestra provincia.
También han difundido esa fecha (1620), pero sin determinar la fuente histórica, los siguientes escritores: Américo Briceño Valero (Geografía del Estado Trujillo); el geógrafo francés Francis Bennet (Geografía General de Venezuela), y el cronista de Valera, padre Juan de Dios Andrade, en su publicado (Discurso con motivo de los 350 años de la fundación de La Puerta. 1970).   
Lo curioso, en relación a la pretendida fundación de La Puerta en 1620, es que no existe o por lo menos no se ha encontrado   (salvo el protocolo de Vílchez de 1670), el acta que debió levantarse el día de esa fundación, que debió estar en los archivos correspondientes de la Gobernación de la Provincia de Venezuela, o cuando menos en el Cabildo de Trujillo, y ese documento no aparece por ninguna  parte, como dice mi ilustrado amigo Don Segundo Peña Peña, Cronista de Motatán, esa fundación no tiene “fe de bautismo” ni “partida de nacimiento”, repito, por lo menos hasta que se formalizó la fundación como pueblo en el Protocolo de Vílchez de 1670.
En mi indagatoria personal, he tenido la oportunidad de conversar con algunas personalidades que estuvieron presentes en 1970, cuando se fijó esa fecha de fundación, y lo que obtuve acerca de esto, es que al no existir un documento fidedigno sobre la fundación, se tomó la data de las primeras encomiendas, y en relación al día y mes, serian arbitrarios, porque el objetivo era celebrar los 350 años de esa “Fundación”, para rescatar el gentilicio y darle contenido histórico a nuestra comarca.
  
1636.- La Doctrina de San Pablo de Bomboy, ejemplo de evolución religiosa y prosperidad económica.

Es importante agregar al tema, el profundo significado de los hechos de los Obispos y sus visitas pastorales, en ese proceso de conformación de pueblos. En esa fecunda labor,  se reconoce el esfuerzo para la erección de La Puerta como pueblo, que se detalla en el siguiente dato histórico de su evolución, tenemos que en 1636, el pueblo de San Pablo Apóstol del Bomboy, recibió la visita del obispo Dr. Juan López Agurto de la Mata, quien en su Informe Pastoral  ratificó la evolución de la religiosidad de los habitantes y la prosperidad de esta comarca, que tenía como cura doctrinero al padre Salvador de Carmona, quien sucedió al padre Antonio Montero, que había pasado a cumplir su misión en San Miguel de Burbusay. Uno de los periodos de mayor crecimiento económico del valle del Bomboy, fue el siglo XVII, debido a su ascenso a Pueblo de Doctrina, dentro de la jurisdicción política y religiosa de Venezuela, el auge de las plantaciones de caña de azúcar, algodón, tabaco, cacao, maíz y trigo, y su organización social para el fomento de las mismas.
  


6.- Fotografía histórica: El hermoso campanario del anterior Templo a San Pablo Apóstol de La Puerta, a la izquierda la pequeña Capilla, donde hoy esta levantada la Casa Parroquial. Cronografía 2785.

A la llegada de los llamados conquistadores europeos al valle del Bomboy, habitado y trabajado por indígenas Timotes, se encontró con un lugar donde habían significativos cultivos de algodón, de los que sus productores elaboraban determinados tejidos y su vestimenta, así como, lienzos ordinarios y pita que intercambiaban con otros pueblos indígenas, inclusive con gente de El Tocuyo. Esa oportunidad no la despreciaron los españoles y valiéndose del conocimiento indígena de tejidos, comenzaron a mejorar la técnica de las telas y montaron talleres textiles, convirtiéndose en un género de comercio importante. Cosa parecida, ocurrió con el cacao, que también era sembrado y cosechado por los indígenas en el período pre hispano, el maestro Briceño Iragorry, en una de sus investigaciones concluye en que los Timotes y Cuicas, además de ingerirlo como alimento (Chocolate),  usaban granos de cacao como moneda para el intercambio comercial, pero es a partir del siglo XVII, cuando este rubro incrementó su producción. (Mario Briceño-Iragorry, "Sistema monetario de los timotocuicas", Anales de la Universidad Central de Venezuela, Julio - Septiembre, 1928). En relación al tabaco,  que también es originario de América, fue a partir del siglo XVII, cuando llegó a alcanzar su desarrollo más notable. 
Durante esa etapa, se fueron incorporando los indígenas al nuevo modo de producción, y se encargan de las encomiendas, importantes personajes con poder y rango social en la ciudad de Trujillo. Familias como los Hurtados de Mendoza, Saavedra, Briceños, Mexias, Graterol y La Bastida, fueron construyendo sus casas de residencia y se mudaron  al valle del Bomboy, donde se marcarían episodios importantes del periodo histórico colonial y luego del republicano. Con este avance económico, el gobierno de la Provincia de Venezuela  organiza otro pueblo, que se desprende de las primeras encomiendas de 1608 (hoy, Mendoza Fría), en tierras de Álvarez Daboín, que fueron adquiridas por hacendados españoles, quienes fundan extensas haciendas;  y la iglesia y su templo, veía resultados en el cumplimiento de su importante rol, en la construcción de este pueblo andino. De igual forma, se desprendió Jajó, de Esnujaque.   

1662. La pesquisa sobre las encomiendas y encomenderos del valle de Bomboy.

En un interesante expediente abierto en 1662, por el Gobernador y Capitán General de Venezuela, Don Pedro de Porres Toledo y Vosmediana, se realizó una pesquisa (investigación), sobre la situación de los indios  del valle del Bomboy, encomendados al capitán Cristóbal Hurtado de Mendoza y a su hijo Fernando de Ledesma,  en cuyo documento se dejó constancia que “…se encuentran juntos y congregados en el mencionado valle, de donde son naturales y tienen allí pueblo e iglesia dedicada a San Pablo, disponiendo de todos los ornamentos necesarios para la celebración del culto, que el cura doctrinero es el padre Nicolás de Reyna, que los indios e indias trabajan con herramientas que les ha suministrado Hurtado de Mendoza, que este trabajo es de tres días a la semana, ya que los otros tres días se los dan para descansar y atender a los conucos propios; que al cabo del año el encomendero les da algodón y camisetas; que a los indios y a las indias no se les da mal tratamiento, no se les injuria, ni se les quita lo que tienen; que los indios no son azotados no aprisionados, ni existe botalón ni cárcel; que cuando enferman, el encomendero los atiende y hace curar…” (Briceño Perozo, Mario. Historia del estado Trujillo. pag.276. edición ANH. Caracas.1984).    Y agrega este autor que  A pesar de lo positivo de la averiguación, consta que al encomendero le hizo cargos la Gobernación y Capitanía general por ciertas omisiones, que se especifican en documento de 16 de mayo de 1662…” (Idem). Estos títulos de encomiendas los habría legitimado el gobernador anterior Don Andrés de Vera y Moscoso.  
Para varios historiadores y cronistas, “La encomienda que se conoce como más antigua es la que fue otorgada a Don Alonso Pacheco Velásquez” que es de 1620 (Salas Méndez: pág. 187).  Por lo que hemos encontrado en ciertas publicaciones, se percibe, que  a raíz de la valoración de estas encomiendas, se tomó la fecha de otorgamiento de esta encomienda, como fecha de “fundación” de La Puerta.

El silencio en torno a la fundación cartular de La Puerta del 29 de julio de 1670.  De pueblo de indios Timotes a Pueblo colonial hispano-católico.

El acto de fundación de La Puerta, según documento público se verificó en 1670, por orden de las autoridades civiles y eclesiásticas; se realizó una fundación cartularia formal, asistiendo el agrimensor, el cura, la tropa y el comisionado, a realizar el reordenamiento del pueblo, en las siguientes circunstancias:  
Avanzada la economía rural de este valle, siendo cura doctrinero el padre Nicolás de Reyna desde 1658, se le  reconoce junto al maestro Mateo de Párraga como autores de su fundación.  En las diversas fechas que se han  señalado como de fundación o erección hispano-canónica de la Puerta como pueblo, solo el historiador trujillano Dr. Amílcar Fonseca, dio fuente documental, basado en el Protocolo de Vílchez y Narváez,  y apuntó en su obra Orígenes Trujillanos, lo siguiente: “San Pablo del Bomboy: pueblo a orillas del rio de ese nombre, fundado en 1670 por Don Nicolás de Reyna y Mateo de Párraga” (Fonseca: pág. 313 Tomo I). Esta es la referencia y un dato histórico interesante para La Puerta en su evolución de pueblo, porque informa sobre la fundación formal y su consolidación como pueblo indígena de Doctrina Católica (Manrique, Oswaldo. Historia Local de La Puerta. 2019). Si tomamos esta referencia documental, el 29 de julio del año que viene estaría esta parroquia arribando al 350 aniversario de su fundación.  
Es pertinente, reproducir el dato histórico que el escritor trujillano, Fonseca, hizo en referencia al Bomboy y a la fundación, en la siguiente forma: “Bomboy: San Pablo de Bomboy: Pueblo a orillas del rio de ese nombre, fundado en 1670 por Don Nicolás de Reina y Mateo Parraga (Protocolo Wilches y Narváez del R.S.) Servía en 1719 de doctrinario Don Fernando de Paredes. Testamento de la Vicaria – Block A. “(Fonseca, Amílcar. Orígenes trujillanos. Tomo 1, pág. 137. Ejemplar  Biblioteca MBI. Trujillo).  Como hemos relacionado anteriormente, salvo este dato documental, no hay coincidencia en los historiadores y cronistas en cuanto a la fecha de la posible Fundación, sin embargo, si hay una obvia concomitancia en que  mucho antes del 9 de agosto de 1620, ya existía una Aldea de indios Timotes, establecida siglos antes, como pueblo a lo largo y ancho del Valle y el río Bomboy, e igualmente, en cuanto a la erección o reconocimiento eclesiástico del valle del Bomboy, como Pueblo de Doctrina, y que posteriormente en 1670, habría ocurrido la Fundación cartular y jurisdiccional, de acuerdo a ese documento que reposa en el Registro Público de Trujillo, señalado por Amílcar Fonseca.
 Toca hacer algunas reflexiones sobre este importante documento para nuestra parroquia, como por ejemplo: 1) este título de fundación, suscrito por el funcionario colonial autorizado para realizarla Mateo de Párraga, y el Padre Reyna, como Cura Doctrinero, tiene carácter de documento histórico, público y jurídico, porque le dieron fe pública, a la usanza de la época, y se encuentra inserto en nuestro Registro Público de Trujillo. 2) como documento jurídico e histórico que por sí solo hace plena fe para todos, debe dársele el valor como prueba fehaciente de la fundación de La Puerta como pueblo colonial efectivamente realizada, en la fecha antes señalada, hecho jurídico e histórico que se desprende de este instrumento cartular.  3) esta acta relativa a la fundación, que se ha venido silenciando, que fue levantada en nombre del Rey de España y por los lineamientos de la Iglesia católica, señala un conjunto de hechos y derechos cartularios, en cuanto al reconocimiento de su población, tierras, privilegios de la iglesia, derechos de los indígenas, de los encomenderos, y establece la autoridad de gobierno y jurisdicción, es decir, un conjunto de poderes que se institucionalizaron con la fundación. 4) existiendo esa antigua y manuscrita acta de fundación,  no se puede seguir diciendo que La Puerta fue fundada en un año, mes y día distinto, existiendo fecha cierta de fundación, que es el 29 de julio de 1670.
Igualmente es obligatorio, analizar que si bien es cierto que existe esta prueba fehaciente de cuándo exactamente fue fundada La Puerta, como pueblo colonial, es pertinente atemperar sobre las razones y circunstancias que motivaron tal fundación. Llama poderosamente la atención y debemos considerar  que desde 1608, en que el Obispo Alcega, otorgó la gran Encomienda del Bomboy a Juan Álvarez Daboín, hasta la fecha de esta fundación, habían transcurrido 52 años de crecimiento económico y poblacional, la mezcla racial,  así como la transculturización y el adoctrinamiento de los aborígenes en el mismo lugar del valle del Bomboy, que de acuerdo a los Informes de las visitas pastorales de los Obispos, entre ellos el  Dr. Juan López Agurto de la Mata en 1636,   estaba en plena y efectiva evolución como pueblo colonial, desde el punto de vista religioso, civil y económico; es decir, era inobjetable la existencia del pueblo de La Puerta en el marco del modelo de vida y cultura colonial impuesto por la Corona española; impulsado –según la teoría de Spencer-, en el funcionalismo estructuralista, en la labor sincronizada de las estructuras sociales en conjunto, con el objetivo de construir este pueblo.
Ahora bien, observando las circunstancias así, la fundación realizada en la fecha mencionada, solo pudiera considerarse como una fundación de carácter cartular, de reconocimiento de la existencia de un pueblo ya formado evolutivamente, maduro, con más de medio siglo -para esa fecha-, de cotidianidad comunitaria, sin contar el periodo como pueblo prehispánico. En tal sentido y bajo esa óptica, debe apreciarse y tenerse el 29 de julio de 1670, como día de la fundación cartular de La Puerta como pueblo colonial. 
Otra reflexión que es pertinente, está relacionada con algunas interrogantes que nos hacemos: ¿cuáles fueron las razones para silenciar, ocultar y desestimar este documento de inestimable valor histórico? ¿Qué causa o interés privó en la dirigencia de las instituciones públicas, en las autoridades municipales, los educadores, cronistas, historiadores y de las fuerzas vivas de La Puerta, en 1970, para ocultar ese documento? ¿Por qué se silenció el dato histórico de fundación suministrado por el historiador Amílcar Fonseca? ¿Por qué celebrar 350 años, en 1970,  sin fuente histórica alguna, cuando pudieron celebrar los 300 años de la fundación, contando con ese soporte documental?
 Partiendo de la tesis del funcionalismo estructuralista de la conformación evolutiva de esta comarca colonial, mientras no se cuente con un documento probatorio, que nos evidencie que el pueblo de La Puerta, fue fundado en 1608 o en 1620, habría que dar por válido que la refundación cartular católica y jurisdiccional, ocurrió, de acuerdo al dato suministrado por el historiador trujillano  Amílcar Fonseca, el 29 de julio del año de 1670, cuya misión cumplieron el maestro Matías de Párraga y el cura Don Nicolás de Reyna,  según el documento que reposa en el archivo citado por aquel en su obra Orígenes Trujillanos.  Hablamos de fundación cartular, porque en nuestro criterio, La Puerta,  es el resultado de un proceso evolutivo que parte desde 500 años antes de Cristo, en que se establecieron los primeros pobladores indígenas Timotes en este valle, según las investigaciones genéticas del sabio venezolano Miguel Layrisse y del norteamericano Johannes Wilbert.  
 Sin embargo, lo que ocurrió en 1670, con Mateo de Párraga y Nicolás de Reyna, fue el cumplimiento mediante esa Fundación cartular, del reconocimiento de la erección de esta comunidad, como Pueblo Colonial y de Doctrina Católica bajo autoridad, jurisdicción  y gobierno Colonial castellano, aunque insistimos que ya era un antiguo pueblo de indios, luego seria Cabecera de Doctrina y colocarían forzosamente a los nativos aislados y agrupados, bajo la advocación católica del señor San Pablo Apóstol del Bomboy.


7.- Fotografía de 1946. Panorámica de la Avenida Bolívar, vista desde la Calle 1. Cronografía 2519.

             Los fundadores de 1670.

 Se desprende del citado documento público e histórico, que el licenciado   Mateo de Párraga,  el 29 de Julio de 1670, y autorizado por las autoridades de Trujillo, fundó formalmente  al Pueblo San Pablo de Bomboy, pudiera decirse latu sensu, es el fundador de La Puerta, junto con el Sacerdote Nicolás de Reyna, quien era el responsable de esta Doctrina y sus colaboradores franciscanos, de los cuales no conocemos sus nombres.
El maestro Mateo de Párraga, a quien se pudiera señalar como uno de los fundadores cartulares del Pueblo de  La Puerta, fue un educador español, un hombre intelectualmente formado para la administración pública Colonial, que llegó a Trujillo, cuando habían pocos centros de enseñanza.   Fundó en 1653, la Escuela Mateo de Párraga, que fue floreciente y dotó de buena formación a los hijos de los mantuanos peninsulares y criollos de la época. Una educación guiada por la tesis de Alcurnio, dictando clases de Gramática, Dialéctica, Matemática, Retórica y Filosofía. Párraga, se convirtió por su sabiduría, en un funcionario de alta utilidad para el gobierno colonial,   por auto del 8 de octubre 1657, el Gobernador y Capitán General Don Andrés de Vera y Moscoso lo designa  como administrador de la extensa Encomienda de Carache,  hasta 1667. En 1670, se le designó junto con el sacerdote Nicolás de Reyna, para darle formalidad y orden a la erección del Pueblo del señor San Pablo Apóstol del Bomboy; el 9 de agosto de 1670, según el historiador trujillano Amílcar Fonseca, se había cumplido con tal instrucción  (Fonseca, Amílcar. Orígenes trujillanos. Tomo 1, pág. 137. Ejemplar  Biblioteca MBI. Trujillo). “…El 29 de Julio de 1670, Mateo de Párraga y el Sacerdote Nicolás de Reyna fundan a San Pablo del Bomboy…” (Fuente: pagina web: Datos Históricos de Trujillo y  Venezuela. https://adalbertoga7.wordpress.com). El estudioso maestro Don  Mateo de Párraga, eficiente funcionario de la Corona Española,  pertenece por su apellido, a una dinastía de maestros constructores de las Islas Canarias (Fraga González, Carmen. Estudios Canarios. Pág. 23. 1979). El 6 de febrero de 1673, procediendo también como funcionario de gobierno, Párraga certifica por medio de declaración y documento que habían “…desaparecido los encomenderos fundadores de Santa Ana de Trujillo…”.  (Tomado en: Rafael Ramón Castellanos: Cronología de Santa Ana de Trujillo. Digital). También certifican este hecho, los hacendados Sancho Briceño Graterol, Pedro Azuaje Saavedra y Juan Pérez de la Peña. 
El cura Don Nicolás de Reyna, era un sacerdote de noble linaje, estaba emparentado con personajes de la real sociedad española peninsular, fue un minucioso y detallista sacerdote, que impulsó cuando fue cura doctrinero de La Puerta, el acondicionamiento y remodelación del templo de San Pablo apóstol en 1670. Además, ante el desarrollo económico y social de la comarca, hizo el esfuerzo y logró que se le autorizara para proceder a la fundación. El objetivo de esta fundación ordenada por el  Alcalde, era claro, formalizar, mediante acto solemne y consolidar el lugar como pueblo, político, jurisdiccional y religioso, en base a una instrucción de gobierno y a la profusa devoción cristiana, como lo demuestra el interés por dejar constancia de su nombre y de la fecha de la susodicha fundación, en el Protocolo Notarial de Vílchez.
 En efecto, y luego de la cronología antes detallada, concluimos que gracias a la actitud de los primeros pobladores de la nación Timotes establecidas desde tiempos inmemoriales, se debe aquilatar la permanencia de este emprendimiento y asentamiento poblacional en el hoy sitio de La Puerta, por lo que no tenemos la menor duda, que la fecha cierta de constitución del Pueblo indígena Timotíes del Valle del Bomboy, incluyendo su Páramo, fue mucho antes de la llegada del conquistador Diego García de Paredes en 1557, de los encomenderos y doctrinarios en 1607, en 1620 y de Mateo de Párraga y Nicolás de Reyna en 1670. Esto, sería en primer término, importante de señalar.

14 de noviembre de 1687. La conformación definitiva como pueblo colonial.

El historiador trujillano Rafael Ramón Castellanos, ha afirmado que antes de 1687, no se contaba con datos fidedignos como para analizar el proceso histórico político y social de lo que es hoy Trujillo y particularmente los pueblos y parroquias que lo conforman. Fue en el referido año, que se practicó  el mayor censo que se conozca en nuestro territorio, se matriculó exhaustivamente cada Pueblo de Doctrina de Indios y cada encomienda, se otorgó la sui generis libertad ordenada por Cédula Real, y se asignó tierra para el Resguardo Indígena de La Puerta, parte de él,  es el que conforma hoy un poco más de la poligonal urbana. El Acta del Alcalde Jacinto Valera y Mesa, es de fecha 14 de noviembre de 1687, de donde hemos podido sacar información histórica importante acerca de la situación socioeconómica y religiosa de aquella época, y aspectos de su proceso evolutivo como pueblo.


8.- Vista panorámica de La Puerta, año 1950. Cronografía 2518.

Uno de los datos más relevantes en lo relativo a la historia y orígenes de La Puerta, en su evolución como pueblo, lo encontramos en dicha Acta del Alcalde Valera y Mesa; en la denominada Cuarta Doctrina: Pueblo del Señor San Pablo, constituida por 6 Encomiendas, de las cuales hubo una adyacente al Resguardo Indígena de La Puerta (hoy Poligonal Urbana), unas en la cercanías de La Quebrada, otras en San Antonio Abad (Mendoza) y otra en Timotes. Su ubicación geográfica, a 27 kilómetros de la Quebrada. Aquí radica, lo que hemos venido difundiendo que La Puerta, no es lo que satíricamente vienen difundiendo los cronistas y algunos historiadores de que sería el sitio “por donde se entra y por donde se sale” o que habría un portón a la entrada del pueblo (Santa Bárbara) y otro a la salida (La Flecha), cuando lo cierto es, que no existía carretera; sino un punto estratégico para la estructura política administrativa colonial, que avizoró el Obispo Fray Antonio de Alcega, como por el gobernador, en la conformación de este espacio de indios Timotes, como un  importante espacio geopolítico de frontera. Por ello, en 1608, otorga la gran Encomienda del Bomboy, desde el Portachuelo, hasta las inmediaciones de la meseta de Valera (hoy, quebrada Doró, Carmania),  con más de 400 nativos Timotes, a Juan Álvarez Daboín (de Dabuim); y se cuentan encomiendas en tierras de lo que después será el pueblo de San Antonio Abad (Mendoza), que aparece como desprendimiento  de ellas.   
El citado historiador confirma nuestra apreciación, cuando intenta dar una explicación de la ubicación exacta del Pueblo indígena de  San Pablo Apóstol (La Puerta). La disgregación encomendil, la expone de la siguiente forma: “La ubicación exacta del pueblo de San Pablo no la hemos podido lograr definitivamente, aunque podemos establecerla de acuerdo con deducciones que son muy favorables entre un punto en donde se crucen dos líneas procedentes de La Quebrada a La Puerta la primera y de Jajó al actual pueblo de Mendoza la segunda…” (Castellanos, Rafael Ramón. RELACIÓN DE UN VIAJE POR TIERRA DE LOS CUICAS. Págs. 77 y 78. Ediciones del Ministerio de Relaciones Interiores. Caracas. 1958). Al elaborar el croquis sugerido por este historiador,  nos damos cuenta que es precisamente un espacio conformado por pueblos y grupos cordilleranos andinos de la etnia Timotes, extenso territorio,  estrechamente vinculados con las comunidades del Virreinato de Nueva Granada. Recordemos que lo que es hoy Timotes, perteneció a dicho Virreinato y tenía vínculos comerciales con la provincia de Barinas. 
Las encomiendas para dicho año,  estaban otorgadas así:   capitán don Alonso Pacheco de Mendoza,  encomienda de doña Paula de Saavedra, encomienda del capitán José Sánchez Mejías, encomienda de doña Juana de Mendoza,  encomienda de Fernando Hurtado de Mendoza, y la encomienda del licenciado Juan Buenaventura Cabrita de Losada, “curiosidad en que el cura doctrinero era a su vez dueño y señor de una encomienda”.  (Castellanos: 77). Preocupación del autor, por lo contradictorias de las funciones y atribuciones de este cura. 
Tiempo después, avanzado el Siglo XVII,  apuntado por el historiador trujillano Mario Briceño Perozo en su Historia del Estado Trujillo,  ocurre en 1687, “…la conformación definitiva del pueblo se logra 67 años después, en tiempo del gobernador y capitán general Dr. Diego de Melo Maldonado…cuando el Alférez Don Diego Jacinto Valera y Meza, en fecha 14 de noviembre de 1687, practicó la visita real de Encomiendas y en norma de una Cédula de S.M. y en cumplimiento de instrucciones precisas del Gobernador de la Provincia, el supradicho Melo Maldonado, hizo la matricula de naturales, a quienes se garantizó la libertad y se les asignó tierras…” (Perozo: 277. Subrayado nuestro).  Este dato histórico es fundamental, porque encierra el  hecho más relevante para la población nativa de La Puerta, en lo que coinciden historiadores como el momento en el que realmente se considera conformado y fundado el Pueblo San Pablo Apóstol del Bomboy (hoy La Puerta), dentro de los cánones españoles.  Las primeras instituciones de las que se tiene constancia documental son las encomiendas y la erección canónica como pueblo de doctrina y luego como cabecera de doctrina, aunque no se puede ocultar una historia de miles de años, con una definición social, política, geográfica y cultural prehispánica. En 1687, se confirman formalmente 3 hechos fundamentales: el primero, se otorgó a los naturales una sui generis “libertad”, porque no debía existir ningún natural sirviendo como esclavo, quedando a pagar a partir de esa fecha, tributo real con su trabajo personal, es decir, pasaban de indio esclavo a la condición de indio tributario; segundo, en representación  del gobernador y del mismo rey de España,  se le asignó tierras  a esta comunidad aborigen, se entiende que una legua a los cuatro vientos, que son las denominadas posesiones indígenas del resguardo, donde se ha venido desarrollando el pueblo de La Puerta;  y por último, se le dio reconocimiento de Pueblo Cabecera de Doctrina San Pablo Apóstol del Bomboy, a partir del cual, tiene existencia real y unitaria  como conglomerado social católico,  proyectando una particular identidad, historia y cultura, en un proceso de mixturización hispano-indígena, integrada a la jurisdicción política y a la Vicaría de la ciudad de Trujillo.  Este es el hito cierto que marcó el inicio del proceso bajo el nuevo orden imperial colonial, en lo político, económico, social, cultural y religioso, como pueblo de apenas 333 años de conformada definitivamente.
         Posterior a la realización del censo colonial de indios, que arrojó que La Puerta, contaba con 235 indígenas incluyendo la gente del Páramo, que sería un pequeño porcentaje de esta cifra,  el Alcalde de Trujillo, Alférez Diego Jacinto Valera y Mesa, en 1687, dio a conocer la Real Cédula, mediante la cual el Rey de España y del Nuevo Mundo, otorgaba la libertad a quienes hasta la llegada de los invasores del Rey, siempre habían sido libres, los indígenas de las encomiendas de Trujillo, argumentando que ningún natural, debía permanecer esclavo o sirviendo como tal, en repartimientos y encomiendas, en todo caso, pasaba a partir de esa Cédula, a otro modelo de explotación: el régimen de Tributos a la Real Hacienda, y al enfeudamiento.
Luego de la visita de Diego Jacinto Valera y Mesa en 1687, con el que se cierra un ciclo que se inició en 1560 en la región Trujillana, nace el interés de la Real Hacienda y de la Iglesia en conocer realmente el número exacto de indígenas que quedaban en los distintos pueblos de Venezuela, esto, en función de saber cuántos estaban en capacidad de pagar tributo.  En ese contexto el Obispo Diego de Baños y el Gobernador Marqués del Casal realizan un  padrón de indígenas tributarios en 1691, que da como resultado un total de Timotes y Momboy, de cincuenta y cuatro (54) indígenas  que  pagaban  tributo en dinero o su equivalente en frutos. 

 1777. La mención de La Puerta, en el Informe de la visita pastoral del Obispo Martí.

La mejor demostración que nuestra comarca, se le llamaba desde antiguo, como pueblo de La Puerta, es la mención documental, que encontramos  en el Informe de la visita pastoral del Obispo Mariano Martí. El historiador Briceño Perozo, en su obra antes señalada, anotó lo siguiente: “El Obispo Martí al mencionar al pueblo de San Pedro señala: alias La Puerta y Humboldt le da este nombre al ponderar que en las montañas de Mérida y Trujillo se cultivan los cereales de Europa y con La puerta cita a Santa Ana…” (Perozo: pág. 276).
Noventa años después de la anunciada libertad de los indígenas, según el informe de la visita pastoral del Obispo Martí (1777), se erguía el Pueblo de Doctrina, en el sitio del Bomboy, como una zona de encomienda ya consolidada y ordenada y los nativos ahora en calidad de siervos, seguían pagando tributo con su trabajo directo al hacendado y mezclándose parentalmente con él. Esto, se mantendría así, hasta 1891, en que ocurrió el oscuro y amañado juicio de partición de las tierras del Resguardo Indígena de La Puerta, por el cual los autóctonos pobladores aborígenes fueron desalojados de sus tierras, sus casas demolidas, y obligados por las circunstancias, siendo todos pobres, analfabetos y desasistidos,  migraron hacia las montañas u otras partes del país. Entre 1687, en que les asignaron las “ancestrales, inalienables e imprescriptibles” tierras del Resguardo Indígena de La Puerta, hasta que los despojaron en el año 1891, transcurrieron 204 años, en que se cierra este capítulo de cotidianidad indígena, de nuestra historia local.
Conclusión: 
En resumen, podemos comenzar a hablar de un pueblo de indios ya existente y consolidado dentro del señorío estructural de los Timotes, cuyos inicios de colonización europea se dieron en 1608, con la categorización dada por el obispo Fray Antonio de Alcéga; que luego, se reordena económicamente en 1620, cuando se otorgan, legitiman y reconocen las encomiendas del Bomboy; que posteriormente se funda cartularmente el 29 de julio de 1670, con el nombre de La Puerta por el sacerdote Nicolás de Reyna y el maestro Don Mateo de Párraga, de acuerdo al Protocolo de Vílchez; y que finalmente, en 14 de noviembre de 1687, se conforma definitivamente como pueblo colonial, se le asigna tierras por el Alférez Valera y Mesa, liberando a los indios esclavos de las encomiendas y a la vez, se reconoce como pueblo Cabecera de Doctrina de San Pablo Apóstol del Bomboy (Hoy La Puerta).  Esto quiere decir, que su conformación como pueblo es evolutiva y no fundacional como se ha pretendido afirmar.
Considero que lo de la “fundación” del 9 de agosto de 1620, no tiene basamento ni fuente documental.   


9.- Arco de entrada a La Puerta, monumento levantado en tributo a los hechos históricos y personajes que enaltecen el gentilicio de nuestra comarca. Cronografía 2772.
         Sin la menor duda, es el 14 de noviembre de 1687, el hito mas importante en la evolución de La Puerta, como pueblo colonial andino, porque sin obviar los antecedentes   y hechos a que me he referido anteriormente, que fijan bases importantes a tomar en cuenta, es este hecho relevante el que nos permite definir claramente la organización política, económica, social, cultural y religiosa, que le dio conformación como pueblo colonial histórico. El Acta del Alcalde Valera y Mesa, acredita el orden, organización y poder que imperaba en esta comarca y en sus encomiendas, que son elementos básicos para el estudio de los hechos que nos ilustran sobre ese proceso de construcción de pueblo colonial y su orden histórico. 

           Evolución Político-Territorial republicana.

A La Puerta, siempre se le consideró como una parroquia del Cantón de Escuque, y el Páramo solo un sector de aquella, de importancia, por ser parte del camino intermontano de las 7 Lagunas, (Cordillera de La Culata) para llegar a Mérida y la Nueva Granada, y también al lago de Maracaibo.   Otro elemento a tomar en cuenta, es la adyacencia de estas comunidades indígenas a gran parte del rio Motatán y el Bomboy, que según algunos datos, aquél,  era limitadamente navegable en algunos de sus segmentos y había propuestas para convertirlo en navegable en su totalidad, de lo cual no quería estar excluida Venezuela. El padre Madariaga,  se refirió a uno de esos proyectos.   
En 1810 (9 de octubre), cuando el Distrito Municipal Trujillo (que era su carácter y entidad política durante la Colonia),  se declaró Provincia Confederada, La Puerta ostentaba la condición de Pueblo, lo que se ratificó el 2 de septiembre de 1811, con la Constitución Provincial. Luego en el mismo año 1811, con la Constitución Nacional, se confirmó la misma condición jurídica-política.   Entre 1814 y 1819, la Provincia de Trujillo, debido al continuo estado de guerra, pertenecía a la Provincia realista de Maracaibo.
En 1821, formando esta Provincia, parte del Departamento Zulia, La Puerta pasó a  integrar el Cantón Escuque, en condición de Parroquia.
A raíz del triunfo de la Revolución Federal, encabezada por el general  Zamora, Trujillo se declaró nuevamente Estado Soberano e Independiente, compuesto de 6 Departamentos. La Puerta, pasó a ser Parroquia de Valera.
En 1905, es aprobada la Ley de División Territorial, por la que Trujillo, quedó dividido en 38 Municipios, uno de ellos fue La Puerta, como parte del Distrito Valera.  Varias décadas después, pasó a ser Parroquia, carácter político-administrativo que aun mantiene.

 La Puerta, 9 de agosto de 2019.


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