Origen del topónimo La Puerta y su significación
geopolítica como espacio de frontera.
Oswaldo Manrique R.
El cronista de la Colonia, Fray Pedro de Aguado, en
relación a las tribus de las zonas altas de Trujillo, entre las que se
comprenden la de los Kombokos (Combocos), Uushahake (Esnujaques), Xaxoes
(Jajoes) Mukutís (Mocotíes), Xikokes o Quicoquis (Sicoqueyes) y la del valle
del Bomboy (Bombeyes), gente de tierras
altas de más de 2 o 3 mil metros sobre el nivel del mar, todas pertenecientes a
la Nación Timotes, refiere que “…cada
barrio o pueblo de indios tiene su nombre y apellido…” (Aguado, 1887,
página 424); como se puede observar, estos sitios, tienen un nombre indígena,
en su mayoría teniendo como referencia el nombre de su jefe o cacique o
tabiskey o atendiendo a las características topográficas del mismo, dentro de esa variada creatividad de los
Timotes. Fueron estas tribus las que constituyeron la población originaria y autóctona
de La Puerta.
La primera palabra
con la que se identificó este sitio trujillano donde hoy está La Puerta, fue Bomboy. Este es el nombre común con el
que designaron los primeros pobladores
indígenas Timotes a este Valle, dispersos como estaban a todo lo largo de ambos
laterales del rio del mismo nombre (Bomboy), desde el Portachuelo en el Sur-Oeste de nuestra
parroquia. y de este punto hasta la quebrada Doró, linde con la meseta de
Valera, y se siguió aplicando para
diferenciarlo, en los tiempos de la llamada conquista española. Bomboy, significa en dialecto indígena, rio de espuma.
Panorámica
de la Plaza Bolívar de La Puerta hoy, Crono-grafía propia de este blog. 2876.
Etimológicamente el topónimo La Puerta, está compuesto de La (del latín illa), articulo determinado en género femenino y numero singular ,
y la palabra Puerta (del latín Porta) “f. Vano de forma regular abierta en
pared, cerca, verja, etc., desde el suelo hasta una altura conveniente para
poder entrar y salir por él” (Real Academia Española. Diccionario. Pág. 1689. 21ª. Edición. Espasa Calpe. Madrid. 1992). En sus acepciones relacionadas con el
tema, encontramos: // 6. En la antigüedad, depresión o garganta que da paso en
una cordillera”…//7. Entrada a una población, que antiguamente era una abertura
en la muralla y ahora es lugar de acceso normal a dicha población. // 8.
Camino, principio o entrada para entablar una pretensión u otra cosa” (Ídem).
Esta significación que le da la Real Academia Española a dicho vocablo, se
asemeja o cuando menos se adecua, a la posición y características geográficas de nuestra comarca, situada en una estribación de la Cordillera de La
Culata. La Puerta en dialecto indígena es: ku
ustate.
La intención de explicar el origen del nombre La Puerta, es
porque se han generado variadas, contradictorias y hasta absurdas versiones, que son repetidas de manera
recurrente en publicaciones, en los
medios y redes sociales y hasta por instituciones oficiales y educativas,
inclusive en textos de historia regional.
Algunas personas han mostrado interés por el asunto del nombre de estas
tierras. De su cambio o sustitución de Pueblo de San Pablo del Bomboy con el
que fue bautizado desde sus inicios y su transición al nombre actual, se han tejido algunas opiniones desatinadas
que se difunden abundantemente y tergiversan la historia misma de nuestra
localidad. Se ha llegado a decir, que la designación como La Puerta, vendría
porque la forma y su topografía es tan estrecha y angosta, que se concretaba en
dos de sus puntos cardinales, o en la parte alta y en la baja del pueblo, en
fin, se presume que se refieren o
limitan a lo que conocemos como poligonal urbana, para señalar que eso la convertía en una especie de entrada o
portón o alcabala, en apreciaciones tan peregrinas. Es una de las más difundidas
versiones sin sustento serio.
La segunda, la menos divulgada, que la
defienden historiadores venezolanos y colombianos, coinciden en que la comarca
de La Puerta, incluyendo su páramo, además de ser denominado documentalmente “lindero
de La Puerta”, era un sitio histórico, geográfico, legal, político y
consuetudinariamente considerado como lugar de paso de frontera, entre el
territorio de la antigua Provincia de Venezuela, y el Virreinato de la Nueva
Granada, hoy República de Colombia. Para la curia católica, era el sitio La
Puerta, pueblo de indios Timotes del Vicariato de Trujillo.
Debe
señalarse que esta versión tiene
relación con el origen del nombre de este pueblo, en virtud de la ubicación
geopolítica del conjunto de tribus de la nación Timotes, que se extendía desde
la Nueva Granada (Timotes de Mérida,
estaba bajo su jurisdicción),
hasta el valle del Bomboy (hoy La Puerta) perteneciente a la Capitanía
General de Venezuela. Trujillo era dentro de la organización político
territorial colonial un Partido Capitular,
adscrito a la Provincia de Venezuela, ejercía el poder un Alcalde Mayor,
y en los Pueblos en que estaba dividido,
mandaba un Teniente de Justicia. Se dio el caso, que desde Santa Fe de Bogotá,
el Capitán conquistador Juan de Maldonado intentó apoderarse de los valles del Motatán
y de los Timotes, llegando hasta Tostós; aquí, los frenó Francisco Ruiz, que defendió
la soberanía de Venezuela. Maldonado ante la actitud de Ruiz regresó a Timotes “…que
pertenecía a ese Virreinato...” (Briceño Perozo: pág. 76); para la Monarquía española, el asunto de la jurisdicción
era fundamental resolverlo. Los conquistadores y repobladores de las colonias,
requerían ser dotados de poder y autoridad para gobernar y aplicar las leyes en
los pueblos y ciudades fundados, por eso, hubo que delimitar las encomiendas de
indios, y a la vez, las tierras repartidas a los guerreros españoles en cada
lugar. Aunque era ejercida en nombre del Rey, en el Virreinato de la Nueva Granada,
la ejercía el virrey en Santa Fe (hoy Colombia), y en Venezuela, gobernaba un Capitán
General desde Caracas, pero jurisdiccionalmente éste estaba bajo la subordinación de
la Audiencia de Santo Domingo (hoy República Dominicana).
Un nombre católico, seguido y articulado con un
apelativo indígena.
Revelan distintos
documentos, que el nombre que le
pusieron los capitanes europeos que lo ocuparon y los curas católicos a este
valle de indios Timotes del Bomboy, fue uno de naturaleza religiosa católica: Pueblo de Nuestro Señor San Pablo del Bomboy,
y con esa denominación articulando un nombre del santoral católico español y otro indígena Timote,
expresión simbólica de dos culturas fue evolucionando este poblado. En nuestra
investigación, se le imputa al Capitán Cristóbal Hurtado de Mendoza, quien también
fue cura y devoto, el haber dado este nombre a nuestro pueblo indígena. Este capitán, que
tuvo a su cargo una de las primeras encomiendas en el Bomboy, es ascendiente
del Dr. Cristóbal Hurtado Mendoza, primer Presidente de Venezuela.
Es
apropiado recordar que esta parroquia y población se inició como Pueblo de
indios Timotes del Bomboy; entendiendo que ya existía como comunidad originaria
a lo largo del rio Bomboy, y sus páramos, dedicada a labores agrícolas, artesanía
alfarera y de tejidos, para el momento
en que llegaron los invasores hispanos en 1608, a distribuir y posesionarse de
las encomiendas.
En
1608, Gobierno e Iglesia determinan su
importancia geopolítica y estratégica.
Debo referirme a la significación de La Puerta, dentro del
marco de la cartografía del Poder político- eclesiástico de la época de
conquista hispana. Echando mano a la tesis funcionalista de
Spencer, la evolución de nuestros pueblos coloniales andinos, entre ellos La
Puerta, estuvo direccionada en términos de la función de cada uno de sus
factores constitutivos, entre los que podemos contar con los principales: los
grupos y familias indígenas Timotes, proveedoras de la mano de obra y fuerza de
trabajo esclava para el régimen económico mercantilista de plantación, que
ayudó a la función social de evolucionar de una sociedad primitiva colectivista
a un régimen de esclavitud colonial; los encomenderos, colonos y su fuerza
militar, los curas, su religión y sus templos, el cabildo de Trujillo, con sus
funcionarios de gobierno, que ejercieron el poder y la jurisdicción, fueron los
elementos estructurales que aportaron a su evolución como pueblo colonial católico
y le dieron un nombre que lo identificara. Agregando el hecho que evidentemente
facilitó ese proceso: que los Timotes fueron divididos, un fuerte grupo quedó
bajo la jurisdicción del Virreinato de la Nueva Granada y otro, que bordea ese límite fronterizo, lo dejó del lado de la Provincia
de Venezuela.
En la
memoria histórica de Trujillo, el año de 1608 es un hito en el transcurso del
neo poblamiento de su espacio territorial, cuando de manos del viudo e Ilustrísimo
Señor Obispo Fray Antonio de Alcega, con la anuencia del Gobernador Sancho de
Alquiza, se realizó quizás el más
importante proceso de distribución y organización político-religiosa de Pueblos
Cabeceras de Doctrinas y Encomiendas de indígenas del suelo trujillano. La
visita pastoral con esta misión, la realizó este cura franciscano, entre los
años 1605 y 1609, y es considerado como el proceso de reordenamiento y
poblamiento mejor llevado desde la Iglesia, que permitió el fortalecimiento
irreversible de los pueblos en Trujillo. El Obispo Alcega, lo llamó Bombay, se
desconoce si por un error material en la escritura o por que escuchó Bombay por
Bomboy, que es el nombre dado y usado por los mismos indígenas; según la
relación escrita de su visita pastoral, organizó la región trujillana en 9 y ½
Doctrinas, las Encomiendas de indígenas, número de éstos sometidos, los
nombres de los Encomenderos, así como los hatos y solares, con sus lugares de
ubicación que la comprenden.
Sancho de Alquiza, Gobernador y Capitán
General de Venezuela, quien con el Obispo Antonio de Alcega ordenó en 1608 la constitución
de la 7ma. Doctrina que da inicio al cauce poblacional colonial de La Puerta. Gráfica tomada de: AGN Venezuela.
Este fue, en nuestro criterio una
interesante muestra de la cartografía del poder, que denota la visión
geopolítica de este Obispo y del Gobernador Alquiza, al conformar la 7ma.
Doctrina, obviamente considerado como espacio de frontera, esto es, organizó
una complicada fragmentación de los grupos indígenas de la nación Timotes, en
lo que involucró las comunidades aborígenes de La Puerta-Mendoza-Timotes-La
Quebrada-Jajó, espacio territorial perteneciente a Venezuela, bajo la
jurisdicción de la Audiencia de Santo Domingo (hoy, Dominicana), con linderos
del Virreinato de Nueva Granada, que comenzaba en lo que es hoy, la población
de Timotes, estado Mérida. Dicho Obispo
logró visualizar la importancia estratégica de esta zona para aquella época,
tomando en consideración la latente disfuncionalidad de los pueblos indígenas,
en relación a los propósitos coloniales, por eso, dividió a los Timotes y creó
un corredor de aldeas indígenas o borde jurisdiccional y paralelo con el
Virreinato, que partía aproximadamente desde el punto de Santo Antonio y Mesa de Esnujaque, cercano a Quebrada Grande (La Quebrada), lo que es hoy limite con la
entrada a la población de Timotes (perteneciente al Virreinato, hoy Estado Mérida),
pasando por la aldea de los Kombokos (Comboco), San Juan, la aldea de alfareras
de Kukuruy, las tierras del cacique Pitimay (Carorita), la de los nativos de La
Mucutí, hasta El Portachuelo de Malpica, entrada con el Páramo de los Xikokes
(La Puerta, hoy Los Torres), que conforman lo que hoy es el pueblo de La
Puerta. Destacando, que es en este punto El Portachuelo de Malpica, además de
ser el principal caserío de esta parroquia según lo avizoró el Obispo Martí en
1777, el antiguo sitio de ingreso a la Provincia de Venezuela, y su tránsito
era por el único camino que existía: el sendero indígena que conectaba desde
las primeras estribaciones de la cordillera andina con el Lago de Maracaibo, es
decir, en nuestro segmento era Timotes-La Mucutí-Portachuelo-Páramo Las 7
Lagunas-Puerto de Gibraltar; esa era la ruta que los enlazaba con el Mar Caribe,
ya que no existía la carretera trasandina que sería construida unos 300 años mas
tarde.
Es de
considerar que, a partir de este hecho organizativo de las Doctrinas de la
Vicaria de Trujillo, de 1608, se fue gestando la conformación de La Puerta,
como futuro pueblo colonial, cumpliendo a la vez, como espacio de frontera. La
denominada 7ma. Doctrina estaba integrada por las siguientes encomiendas: “Cap.
Hernando Hurtado de Mendoza, en su encomienda de los Timotes, 137 indios. Blas
Tafallés, en los Timotes, 108 indios…Pedro Gómez Carrillos, en los Timotes, 131
indios. D. Francisco de la Piñuela, en Timotes, 175 indios. Cap. Hernando
Hurtado de Mendoza, en Pocó, 174 indios” (Briceño Perozo, Mario.
Historia del Estado Trujillo. pág. 57. ANH. Caracas, 1984). Según este escritor
trujillano, la doctrina en referencia ocupaba lo que hoy es jurisdicción de los
Municipios (hoy parroquias) Mendoza y La Puerta y parte de Timotes. Por su parte el historiador Rafael Ramón
Castellanos Villegas, señaló que la
ubicación y extensión de este pueblo era compleja, al punto que para
establecerla de acuerdo con deducciones, había que trazar “un punto en donde se crucen dos
líneas procedentes de La Quebrada a La Puerta la primera y de Jajó al actual
pueblo de Mendoza la segunda”
(Castellanos, Rafael Ramón. Relación
de un viaje por tierras de los Cuicas. Págs. 77 y 78. Publicación del MRI.
Caracas. 1958)). De donde se intuye que
la extensión geográfica de esta Doctrina, era mucho mayor y le da solidez a
nuestra tesis, en el sentido de la consolidación de la zona de intercambio que allí se dio, generando
variados puntos comerciales como Barinas, Timotes y el mismo Arapuey.
De acuerdo con lo
comentado hasta aquí, cuando algunas
personas han dicho y han escrito, que el estado de frontera que existió entre
La Puerta y Timotes, es el mismo que hoy existe
entre los territorios de Colombia y Venezuela (Revista San Isidro hoy. Publicación Católica de
La Puerta. 2012), es una afirmación errónea. Igualmente es un error o muestra
de desinformación, asegurar que La Puerta formaba parte de Valera en la época
colonial (Ídem); esto no es cierto porque sencillamente dicha ciudad no existía
para ese tiempo, y menos aun, podía
constituir espacio de frontera con el Virreinato de Santa Fe, porque Valera es
fundada pasados más de 200 años, en 1820
aproximadamente, en las primeras décadas de la República liberal militar
conservadora.
Igualmente erróneo es, cuando han tomado el vocablo
frontera y lo confunden como lindero o límites (Ídem), en lugar de asumirlo
como espacio para designar a las áreas vecinas a las zonas limítrofes entre dos
países, por lo que obviamente, ejerce implicación política, histórica,
económica y territorial, que para la geopolítica incide sobre la vida y la
evolución de los pueblos y sus manejos estratégicos.
1662,
la pesquisa del Gobernador y Capitán General de Venezuela, Don Pedro de Porres
Toledo y Vosmediana, afirmó ocho años antes de la fundación, la existencia de
este pueblo bajo la advocación de San Pablo.
El avance económico del territorio donde se asentaría La
Puerta como pueblo católico colonial, se evidencia en un interesante expediente
abierto en 1662, por el Gobernador y Capitán General de Venezuela, Don Pedro de
Porres Toledo y Vosmediana, se realizó una pesquisa (investigación), sobre la
situación de los indios del valle del
Bomboy, encomendados al capitán Cristóbal Hurtado de Mendoza y a su hijo
Fernando de Ledesma, en cuyo documento
se dejó constancia que “…se encuentran juntos y congregados en el
mencionado valle, de donde son naturales y tienen allí pueblo e iglesia
dedicada a San Pablo, disponiendo de todos los ornamentos necesarios para la
celebración del culto, que el cura doctrinero es el padre Nicolás de Reyna, que
los indios e indias trabajan con herramientas que les ha suministrado Hurtado
de Mendoza, que este trabajo es de tres días a la semana, ya que los otros tres
días se los dan para descansar y atender a los conucos propios; que al cabo del
año el encomendero les da algodón y camisetas; que a los indios y a las indias
no se les da mal tratamiento, no se les injuria, ni se les quita lo que tienen;
que los indios no son azotados no aprisionados, ni existe botalón ni cárcel;
que cuando enferman, el encomendero los atiende y hace curar…” (Briceño
Perozo, Mario. Historia del Estado
Trujillo. pág. 276. Edición ANH. Caracas. 1984). El sitio a que se refieren en esta acta de
pesquisa como de congregación de indios con su templo católico dedicado a San
Pablo, es donde se encuentra hoy el área
urbana, cabecera de la parroquia, que es el mismo que desde tiempos inmemoriales ocuparon con sus chozas
y bohíos los primeros pobladores indígenas Timotes.
En
1670, fue fundado cartularmente como Pueblo San Pablo del Bomboy.
El acto de fundación de lo que hoy constituye La Puerta,
según documento
público se verificó el 29 de julio de 1670,
por orden de las autoridades civiles y eclesiásticas y se le denominó como
Pueblo de San
Pablo Apóstol del Bomboy, se realizó una fundación cartularia,
formalizando la transición de pueblo de indios Timotes a Pueblo colonial
hispano-católico, realizando el
reordenamiento del pueblo, en las siguientes circunstancias:
Avanzada la economía rural de este valle, siendo cura
doctrinero el padre Nicolás de Reyna desde 1658, se le reconoce junto al maestro Mateo de Párraga
como autores de su fundación. En las
diversas fechas que se han señalado como
de fundación o erección hispano-canónica de la Puerta como pueblo, solo el
historiador trujillano Dr. Amílcar Fonseca, dio fuente documental, basado en el
Protocolo de Vílchez y Narváez. Esta es la referencia y un dato histórico
interesante para La Puerta en su evolución como pueblo, porque informa sobre la
fundación formal y su consolidación como pueblo indígena de Doctrina Católica. Si tomamos esta referencia documental, el 29
de julio del año que viene estaría esta parroquia arribando al 350 aniversario
de su fundación.
El historiador
trujillano Dr. Amílcar Fonseca, sentado, junto a sus hijos, quien localizó el acta de
fundación de La Puerta de 1670, cuya síntesis apuntó en su obra Orígenes Trujillanos.
Es pertinente, reproducir el dato histórico que el escritor trujillano,
Fonseca, hizo en referencia al Bomboy y a la fundación, en la siguiente forma: “Bomboy:
San Pablo de Bomboy: Pueblo a orillas del río de ese nombre, fundado en 1670
por Don Nicolás de Reina y Mateo Párraga (Protocolo Wilches y Narváez del R.S.)
Servía en 1719 de doctrinario Don Fernando de Paredes. Testamento de la Vicaria
– Block A. “(Fonseca, Amílcar. Orígenes
trujillanos. Tomo 1, pág. 137. Ejemplar
Biblioteca MBI. Trujillo). Como
hemos relacionado anteriormente, salvo este dato documental, no hay
coincidencia en los historiadores y cronistas en cuanto a la fecha de la
posible Fundación, sin embargo, si hay una obvia concomitancia en que mucho antes del 9 de agosto de 1620, ya
existía una Aldea de indios Timotes, establecida siglos antes, como pueblo a lo
largo y ancho del Valle y el río Bomboy, e igualmente, en cuanto a la erección
o reconocimiento eclesiástico del valle del Bomboy, como Pueblo de Doctrina, y
que posteriormente en 1670, habría ocurrido la Fundación cartular y
jurisdiccional, de acuerdo a ese documento que reposa en el Registro Público de
Trujillo, señalado por Amílcar Fonseca.
En 1687, el acta de libertad de
los indígenas, ratificó el nombre de Doctrina y Pueblo del Señor San Pablo.
Uno de los datos más
relevantes en lo relativo a la historia y orígenes de La Puerta, en su
evolución como pueblo, lo encontramos en dicha Acta del Alcalde Valera y Mesa
del 14 de noviembre de 1687; en la denominada Cuarta Doctrina: Pueblo del Señor
San Pablo, constituida por 6 Encomiendas, de las cuales hubo una adyacente al
Resguardo Indígena de La Puerta (hoy Poligonal Urbana), unas en la cercanías de
La Quebrada, otras en San Antonio Abad (Mendoza) y otra en Timotes. Su
ubicación geográfica, a 27 kilómetros de la Quebrada. al matricular la Cuarta Doctrina (Encomiendas) el Alcalde y
Alférez Mayor , el 14 de noviembre de
1678, anotó en el acta lo siguiente: “En la doctrina y pueblo de señor San Pablo,
términos y jurisdicción de la ciudad de Trujillo de Nuestra Señora de La Paz en
catorce días del mes de noviembre de mil y seiscientos y ochenta y siete años
Yo el Alferez Don Diego Jacinto Valera y Messa…en cumplimiento de lo
que su Majestad manda por Real cedula en orden a la libertad de los indios
naturales de esta provincia, y mandamiento del Señor Gobernador y Capitán General
de ella Don Diego de Melo y Maldonado…estando presente los caciques y mandones
de las encomiendas inclusas en la dicha Doctrina y todos los feligreses
varones, hembras, muchachos, con asistencia del Capitán Don Antonio de Oviedo,
Corregidor de dichos naturales que para este efecto fueron prevenidos muy antes
de ahora. Los matriculé en la forma y manera siguiente…” (Castellanos, Rafael Ramón. RELACIÓN DE UN VIAJE POR TIERRA DE LOS CUICAS. Págs. 77 y 78.
Ediciones del Ministerio de Relaciones Interiores. Caracas. 1958); se
detalla que para ese año tenia doble condición: Doctrina formal dependiente de
la Vicaria, y el rango de Pueblo dentro de la jurisdicción político
administrativa de la ciudad de Trujillo de Nuestra Señora de La Paz, es
decir, bajo el gobierno del Alcalde Mayor y el Cabildo de dicha ciudad.
Aquí radica, lo que hemos
venido difundiendo que La Puerta, no es lo que satíricamente vienen difundiendo
los cronistas y algunos historiadores de que sería el sitio “por
donde se entra y por donde se sale” o que habría un portón a la entrada
del pueblo (Santa Bárbara) y otro a la salida (La Flecha), cuando lo cierto es,
que no existía carretera trasandina ni ninguna otra; sino un punto estratégico
para la estructura política administrativa colonial, que avizoró el Obispo Fray
Antonio de Alcega, como por el gobernador Sancho de Alquiza, en la conformación
de este espacio o corredor de aldeas de indios Timotes, como un importante espacio geo-político de frontera.
Por ello, en 1608, otorgó la gran Encomienda del Bomboy, cuyo ámbito espacial
iba desde el Portachuelo, hasta las inmediaciones de la meseta de Valera (hoy,
quebrada Doró, Carmania), con más de 400
nativos Timotes, a Juan Álvarez Daboín (de Dabuim); y se cuentan encomiendas en
tierras de lo que después será el pueblo de San Antonio Abad (Mendoza Fría),
que aparece como desprendimiento de
ellas.
Dr. Rafael Ramón Castellanos, autor de
la obra RELACIÓN DE UN VIAJE POR TIERRA
DE LOS CUICAS, que contiene una interesante información histórica sobre La
Puerta y otros pueblos indígenas trujillanos.
El citado historiador
confirma nuestra apreciación, cuando intenta dar una explicación de la
ubicación exacta del Pueblo indígena de
San Pablo Apóstol (La Puerta). La disgregación encomendil, la expone de
la siguiente forma: “…La
ubicación exacta del pueblo de San Pablo no la hemos podido lograr
definitivamente, aunque podemos establecerla de acuerdo con deducciones que son
muy favorables entre un punto en donde se crucen dos líneas procedentes de La
Quebrada a La Puerta la primera y de Jajó al actual pueblo de Mendoza la
segunda…” (Castellanos, Rafael Ramón. RELACIÓN DE UN VIAJE POR TIERRA DE LOS CUICAS. Págs. 77 y 78.
Ediciones del Ministerio de Relaciones Interiores. Caracas. 1958). Al elaborar
el croquis sugerido por este historiador,
nos damos cuenta que es precisamente un espacio conformado por pueblos y
grupos cordilleranos andinos de la etnia Timotes, extenso territorio, estrechamente vinculados con las comunidades
del Virreinato de Nueva Granada. Recordemos que lo que es hoy Timotes,
perteneció a dicho Virreinato y tenía vínculos comerciales con la provincia de
Barinas.
1777.
La mutación del nombre. La primera mención documental de La Puerta, en el
Informe de la visita
pastoral del Obispo Martí.
La fluidez del comercio ya no de
intercambio, sino propiamente tráfico mercantilista de los productos de
abundante riqueza, también cultural y el
mismo desplazamiento de los indígenas y los novicios pobladores europeos por el Virreinato de la Nueva Granada y
Venezuela, como camino cordillerano de transito al Lago de Maracaibo y el Mar
Caribe, comienza a designar el sitio de
ingreso a la Provincia de Venezuela, como La Puerta. El uso
cotidiano de este nombre, forzado por la realidad económica social y la
característica de ser espacio de frontera y punto de ingreso y entrada a la
provincia de Venezuela, abrió un proceso de mutación, en el que pudo más éste, que
la nominación eclesiástica de Pueblo de San Pablo Apóstol; denominación que fue
languideciendo con el correr de los años, para ser usada solo por la parroquia
y el templo católicos.
El sabio Alejandro de Humboldt da cuenta de un pueblo
llamado La Puerta, como una de las
comunidades más activas económicamente, y la incluyó, con las características
observadas, en su obra Viaje por las regiones equinocciales del Nuevo
Continente. Años antes, en 1777, el Obispo Mariano Martí, en su informe de visita pastoral, al pueblo
indio de San Pablo Apóstol del Bomboy, le agregó sugestivamente alias La Puerta. Este cognomento, con toda
seguridad se lo agregó no por capricho, sino porque venía siendo usado por los
reinosos y los propios pobladores, considerado este lugar un límite y espacio de
frontera entre el Virreinato de Nueva Granada, llamándolo así: La Puerta, de
ingreso a la Provincia de Venezuela.
Ilustrísimo
Obispo Mariano Martí. Gráfica tomada de https://es.wikipedia.org
La mejor demostración que nuestra comarca, se le llamaba
desde antiguo, como pueblo de La Puerta, es la mención documental, que
encontramos en el Informe de la
visita pastoral del Obispo Mariano Martí. El historiador Briceño Perozo, en su
obra antes señalada, anotó lo siguiente: “El
Obispo Martí al mencionar al pueblo de San Pedro señala: alias La Puerta y
Humboldt le da este nombre al ponderar que en las montañas de Mérida y Trujillo
se cultivan los cereales de Europa y con La Puerta cita a Santa Ana…” (Perozo:
pág. 276). El uso del nombre de La Puerta se hizo tan común en todos los
ámbitos y estratos, iglesia, gobierno, hacendados, milicias reales, colonos,
indígenas y mestizos, que se fue
convirtiendo en una denominación generalizada y elemento de identificación de
esta población.
Sin duda alguna, fue ajustado eclesiásticamente este topónimo en 1777, por el
Obispo Martí, quien de forma peculiar, llamó a nuestra parroquia como
alias La Puerta. El historiador Marco Aurelio Vila, en su investigación
sobre pueblos coloniales, apuntó lo siguiente de La Puerta, “Martí
(1777) quien lo denomina Pueblo San Pablo Apóstol de Bomboy…La Puerta, señala
20 casas concentradas con 22 familias”
(Vila, Marco Aurelio. Antecedentes coloniales de Centros poblados
de Venezuela. Pág. 233. UCV,
Caracas. 1978); se refiere este historiador a
la existencia de una aldea de casas agrupadas en un solo lugar: La
Puerta, en lo que hoy es su área urbana.
Fachada del
templo San Pablo Apóstol, símbolo de la devoción católica de nuestras familias
y fuerza impulsora de la evolución de La Puerta, como pueblo colonial. Cronografía propia de este blog.
Noventa años después de la anunciada libertad de los
indígenas, según el informe de la visita pastoral del Obispo Martí (1777), se
erguía el Pueblo de Doctrina San Pablo alias La Puerta, en el sitio del Bomboy,
como una zona de encomienda ya consolidada y ordenada y los nativos ahora en
calidad de siervos, para seguir pagando tributo con su trabajo directo al
hacendado y mezclándose parentalmente con él.
1796. Los primeros libros del registro civil del templo parroquial, asientan
en cada partida como nombre del sitio: Yglesia de San
Pablo de La Puerta, evidenciando la transición al nombre actual.
Gráfica del Primer
folio del primer libro de bautismos del pueblo de La Puerta. Obsérvese aunque con
cierta dificultad de nitidez, escrito lo
siguiente: “Libro de Bautismos parroquia
de Nuestro Señor San Pablo Apóstol de Bomboy alias La Puerta”. Más
abajo se lee en letras mas grandes: “Bautismos
de La Puerta Año de 1796”. 103159.
La progresiva inclinación a llamar definitivamente a esta
parroquia como La Puerta, se va dando en las postrimerías del siglo XVIII, esto
se constata, en las escrituras correspondientes a partidas de bautismos,
matrimonios y defunciones registradas en los primeros Libros de 1796, del
pueblo de La Puerta, firmadas por el padre Francisco Antonio Rosario, que se encuentran en el Archivo Histórico de la
Diócesis de Trujillo; nos aclara
también, la adopción católica del
topónimo en estudio. En la mayoría de
las partidas de bautismo tiene el siguiente enunciando de apertura: “En
el pueblo de San Pablo de La Puerta, jurisdicción de Trujillo, yo el cura de
San Pablo puse olio, y di bautismo
conforme al D° Romano a…” (Ídem). Esto demuestra que de simple cognomento, el
nombre de La Puerta, de hecho pasó a ser parte integrante del nombre
eclesiástico y oficial de esta parroquia.
Toma
fotográfica de la 1ª. Partida de bautismo del 26 de junio de 1797, del Libro 2
de Bautismos de Blancos de la Doctrina de San Pablo Apóstol, suscrita por el cura párroco y
prócer de la independencia Francisco Rosario,
correspondiente a Juan Bacilio Cárdenas Uzcátegui, nacido dos días
antes, hijo legitimo de blancos, vecinos, un señor de apellido Cárdenas y de
María del Pilar Uzcátegui, es decir,
gente de recursos económicos o hacendados y con casa establecida (blancos, no
pardos libres), registra también quién es la madrina del bautismo a María
Alejandrina Villalba, vecina, y poseedora de recursos económicos. La siguiente
corresponde a José Eduardo de Jesús Rangel, del 12 de diciembre de 1797. Obsérvese que entre la primera
partida y la segunda, transcurrieron más
de 5 meses. (Libro
2. Bautismos de Blancos. San Pablo
Apóstol de La Puerta, jurisdicción de la ciudad de Trujillo, año 1797. Encontrado en el Archivo Histórico de la Diócesis de
Trujillo a cargo del padre Ramón Urbina, revisado y fotografiado por mí el 20 septiembre
2018). 103542.
Otro documento interesante encontrado es el Inventario de
bienes del templo, que comienza con la siguiente inscripción “Ynventario
de la Iglecia Parroquial San Pablo de La
Puerta”, (Libro de Fabrica. Archivo Histórico Diócesis de
Trujillo). El Libro de Fabrica
del templo de San Pablo Apóstol de La Puerta, de 1882, se puede leer lo
siguiente en su hoja de apertura: “Libro
perteneciente a la Mayordomía de Fabrica de esta santa Yglesia de San Pablo de
La Puerta, para que en él reglamente las existencias, el inventario, cuentas,
cargas, datas y listas a…anuales, con esta fecha se entrega y queda a cargo del
Mayordomo con el inventario que alla a continuación trece de mayo de mil
ochocientos ochenta y dos. José Asunción León (fdo)”. El que suscribe esta
apertura, es el cura encargado para esa fecha de la parroquia. (Libro de
Fabrica del templo de San Pablo Apóstol de La Puerta, reposa en el Archivo Histórico de la Diócesis de
Trujillo, a cargo del padre Ramón Urbina, revisado y fotografiado por mí el 20 septiembre 2018).
El acervo documental al que me he referido, nos evidencia que al pueblo de
indios Timotes de Nuestro Señor San Pablo del Bomboy, como era inicialmente
denominada esta comarca, habría derivado por el uso cotidiano de su población
en el nombre de La Puerta, en el transcurso del siglo XVIII.
Fotografía de la primera Hoja de inventario de 1931, del Libro de Fabrica del templo de San Pablo
Apóstol de La Puerta, se puede leer lo
siguiente: Ynventario de la Iglecia
Parroquial San Pablo de La Puerta” (Libro de Fabrica del templo de San Pablo
Apóstol de La Puerta, reposa en el
Archivo Histórico de la Diócesis de Trujillo, a cargo del padre Ramón Urbina,
revisado y fotografiado por mí el 20
septiembre 2018). 102125.
En
1811, la primera Constitución de Trujillo Confederado y libre, otorga la
condición y nombre de Pueblo de La Puerta.
En 1810 (9 de octubre), cuando el Distrito Municipal
Trujillo (que era su carácter y entidad política durante la Colonia), se declaró Provincia Confederada e
Independiente, La Puerta ostentaba la condición de Pueblo, lo que se ratificó
el 2 de septiembre de 1811, con la Constitución Provincial. Luego en el mismo
año 1811, con la Constitución Nacional, se confirmó la misma condición
jurídica-política. Entre 1814 y 1819,
la Provincia de Trujillo, debido al continuo estado de guerra, pertenecía a la
Provincia realista de Maracaibo.
Esta información documental histórica y llena de legalidad,
enerva y contradice la infundada primera
versión que cuestionamos al inicio,
sobre unos supuestos artificios para entrar y salir del pueblo de
indios, obviando la significación y valoración geoestratégica del topónimo que
motiva este articulo. En tiempos
republicanos, fue desapareciendo la designación católica de Pueblo de Nuestro
Señor San Pablo, para dar paso a la sola denominación de La Puerta, como se le
llama y conoce hasta hoy.
En 1821, formando esta Provincia, parte del Departamento
Zulia, La Puerta pasó a integrar el
Cantón Escuque, en condición de Parroquia.
A La Puerta, por mucho tiempo se le consideró como una parroquia del Cantón
de Escuque, y el Páramo solo un sector de aquella, de importancia, por ser
parte del camino intermontano de las 7 Lagunas, (Cordillera de La Culata) para
llegar a Mérida y la Nueva Granada, y también al lago de Maracaibo. Otro elemento a tomar en cuenta, es la adyacencia de estas
comunidades indígenas a gran parte del rio Motatán y el Bomboy, que según
algunos datos, aquél, era limitadamente
navegable en algunos de sus segmentos y había propuestas para convertirlo en
navegable en su totalidad, de lo cual no quería estar excluida Venezuela. El
padre Madariaga, se refirió a uno de
esos proyectos.
A raíz del triunfo de la Revolución Federal, encabezada por
el general Zamora, Trujillo se declaró
nuevamente Estado Soberano e Independiente, compuesto de 6 Departamentos. La
Puerta, pasó a ser Parroquia de Valera.
1891. A partir de la privatización fraudulenta
de las tierras del Resguardo Indígena, comenzará una nueva etapa histórica y
solo se le llamará La Puerta. El topónimo local en la evolución Político-Territorial Republicana.
Esto, se mantendría así, hasta 1891, periodo
oligarca liberal del Guzmancismo, en que
ocurrió el oscuro y amañado juicio de partición de las tierras del Resguardo
Indígena de La Puerta, por el cual los autóctonos pobladores aborígenes fueron
desalojados de sus tierras comunitarias, sus casas demolidas, y obligados por
las circunstancias, siendo todos pobres, analfabetas y desasistidos, migraron hacia las montañas o hicieron
ranchos en los alrededores de las nuevas haciendas para enfeudarse u otras
partes del país. Entre 1687, en que les asignaron las “ancestrales,
inalienables e imprescriptibles” tierras del Resguardo Indígena de La Puerta,
hasta que los despojaron “judicialmente” en el año 1891, transcurrieron 204
años; con este último, se cierra este capítulo
de cotidianidad indígena de nuestra historia local, para dar paso a la
privatización capitalista de las tierras, con nuevos propietarios y nuevas invasiones “legalizadas” de los gamonales, y solo se le denominará
como La Puerta.
En 1891, existían 72 casas y 234 habitantes indígenas y mestizos en el area cabecera de la parroquia (Briceño Valero. Geografía del Estado Trujillo); en 1920, habían 38 casas y 260 habitantes (Bennet), ya solo quedaban 12 familias indígenas, el resto fueron desalojados.
Para comienzos del siglo XX, La Puerta, solo estaría comprendida
dentro de los linderos anotados por el historiador y geógrafo trujillano Américo Briceño Valero, “…Norte: El Horno, Alto de Agua Fría y
Quebrada de Tafallés. Sur: todo el curso del rio Motatán desde el primer puente
de la Carretera nacional; hasta el
zanjón de El Horno, por su lado Este; Oeste: la Alta Serranía de Mendoza donde
se hallan los páramos de las 7 Lagunas, el de La Puerta y el de Los Rivas…” (Briceño Valero, Américo. Geografía del Estado Trujillo. Pág. 332.
2ª. Edición. Imprenta del Estado. 1972); luego sufriría otras mermas de su
territorio.
En
1905, es aprobada la Ley de División Territorial, por la que Trujillo, quedó
dividido en 38 Municipios, uno de ellos fue La Puerta, como parte del Distrito
Valera. Varias décadas después, pasó a
ser Parroquia, carácter político-administrativo que aun mantiene.
Apreciados
lectores, con esta documentación y comentarios, considero que está suficientemente
aclarado el tema del origen del topónimo La Puerta, y su significado geopolítico
como espacio de frontera; también es información básica para mis amigos, vecinos y estudiantes de nuestra
comarca para debatir y defender nuestro
patrimonio cultural, y para que los
desinformados, eviten tergiversar nuestro pasado histórico.
La Puerta, octubre de 2019.
Omanrique761@gmail.com
Camarada Manrrique, sobrada en documentación la indagación sobre el nombre La Puerta; el tema me interesa porque precisamente en esa zona fronteriza finalizaba -hacia el sur- la encomienda del Alférez Real Marcos Valera, primer invasor (1563 a 1595) de las tierras aborígenes Timotos.
ResponderEliminarSaludos. Es cierto, a los Valera, les otorgaron lo que llamaban repartimientos, encomiendas en la 6a. Doctrina, en Fuerte Grande y en la Quebrada del Judio, bastante cercanos al río Motatan y Timoto o Mucurujun, que geopolíticamente, formaban parte del corredor de pueblos y espacio de frontera que se constituyó en dicha zona. Por eso, cobra fuerza, lo de irreal la fundación de Valera en el año que se ha oficializado. OM.
EliminarTe recomiendo Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana de Joan Corominas
ResponderEliminarGracias por la recomendación. OM.
EliminarSaludos. Es cierto, a los Valera, les otorgaron lo que llamaban repartimientos, encomiendas en la 6a. Doctrina, en Fuerte Grande y en la Quebrada del Judio, bastante cercanos al río Motatan y Timoto o Mucurujun, que geopolíticamente, formaban parte del corredor de pueblos y espacio de frontera que se constituyó en dicha zona. Por eso, cobra fuerza, lo de irreal la fundación de Valera en el año que se ha oficializado. OM.
ResponderEliminarBuen día Camarada. El término HISPANÍA o HISPANO se lleva el texto para la época del Reino Visigodo 530 años dC, además su carga eurocéntristica nos estigmatiza -a todos-con el karma injusto de GODOS
ResponderEliminarsaludos Unknown. Disculpen todos que responda el sábado, todavía trabajo y atiendo esto los fines de semana, los artículos van de programa. Bien, para comprender y explicar la experiencia y el devenir histórico de los pobladores de La Puerta, hemos dado algunos “rasguños” y echado mano a ciertos elementos y vocablos de la historiografía nacional positivista para auscultar nuestro pasado, que pudieran dar la impresión de jugar con el eurocentrismo, pero no es nuestra posición ni enfoque. Lo hago solo para facilitar la disposición de la información en el difícil rescate de nuestra memoria histórica y para su difusión. A veces, utilizamos términos que les gusta a algunos lectores y produce escozor a otros, por eso es interesante ir buscando entre todos, los sinónimos que logren algún punto de coincidencia.
EliminarFíjese que teniendo claro, que existe una línea concreta de conducción genocida desde 1608 hasta 1891, cuando he utilizado lo de prehispanidad, invasión hispana o conquista hispana, es para diferenciar como instrumento didáctico un periodo de otro, que he considerado oculto por mas de 4 siglos, y que deseo visualizar; tema que he tratado con bastante objetividad, a pesar que a veces se dificulta usar palabras para distinguir o identificar y echamos mano al “etapismo”, esa especie de discontinuidad ideológica historiográfica de relatarla, al que intuyo también usted se refiere, y que perfila quizás, una posición particular en la percepción de nuestra historia local, en lo que hemos querido ser objetivos en la exposición de los hechos y personajes, inclusive, agregando las distintas versiones que de las mismas puedan existir, que confieso es muy poco lo escrito.
Valoro las particularidades, fíjese que en el caso de La Puerta, quien me dio un “campanazo” en mi línea de investigación, fue el discurso de ingreso a la Academia en 1929, de don Mario Briceño Iragorry, acusado defensor de la “leyenda dorada”, dato que considero importante en la labor que realizo. Él llamó a La Puerta, Puebla y no Pueblo, y en efecto, cuando me pongo a investigar el asunto hallo que los primeros encomenderos e invasores del valle del Bomboy, no eran extremeños, sino que hubo portugueses, sefardís, gente de Venecia,y hasta del país vasco, que de ahí, pudiera derivar en una invasión europea o multinacional europea y no propiamente hispana, haciendo abstracción del control de la empresa de ocupación, por parte de la Corona española.
Por el objetivo de este blog, no pensamos extendernos al campo academicista. Tampoco nos motiva una concepción o visión liquidacionista, en relación a la leyenda dorada o leyenda negra o de cualquier otro color, que se ha querido mantener; y pretende que borremos de la investigación, que absorbimos la cultura, costumbres y convencionalismos españoles, que adoptamos la lengua española, es decir, que tenemos fuerte influencia de la historia de España , y este país de la nuestra, que forma parte de nuestras raíces, junto con la africana y la indígena, que pretendemos rescatar, en nuestro caso; considero que, lo importantes es que en estos tiempos de verdades, debemos seguir investigando, escribir la historia densa, esa que nos ayude a desentrañar y explicar las razones por la que somos como somos, no solo en cuanto a nuestras características fenotípicas y psicosomáticas, sino eventos que han sido catalogados como fenómenos sociales, y en resumen sirva a definirnos.
Le agradezco su aporte a este blog dedicado a los estudiantes de primaria, bachillerato de mi comunidad y a la gente en general, porque me permite, precisar algunos puntos que como este, son necesarios precisar. Esperamos seguir contando con sus opiniones, en el interés que nos hemos propuesto: el rescate de nuestra memoria histórica. OM.
Camarada Manrrique ¿Cómo estás vos? Estoy revisando estas dos fechas:
ResponderEliminar• Creación de Nueva Granada por Real Cédula 12 de octubre de 1717
• Separación del territorio venezolano 1777 erigido Capitanía General
Antes de los años 1700 no encuentro a Nueva Granada n la Capitanía General de Venezuela, es decir La Puerta si fue el territorio de paso entre estas dos divisiones territoriales pero éstas no existían como tales.
Un abrazo pue
Carlos, el articulo bien documentado sobre los genocidas Juan Alvarez Daboin y Juan Pacheco maldonado, es "El cacique Nigale y su tiempo", de Luis Guillermo Hernandez, 2017).
EliminarSaludos Carlos Montiel.
ResponderEliminar1.- Interesante ese punto. Te adelanto algo, según el Hermano Nectario María, luego de la campaña de exterminio de Juan Pacheco Maldonado y Juan Álvarez de Daboín, sobre los pueblos indígenas del Lago de Maracaibo, liquidando al cacique Nigale y los zaparas, a los Toas, Parautes, Aliles y otros en 1607, el gobernador Alquiza los premia y les asigna tierras y encomiendas en el espacio de frontera o área de la nación Timoto (Carta de Alquiza al rey de España, 15 de julio de 1607, informándole los resultados de la campaña de exterminio. AGI). Otorgándoles indígenas en Boconó y Bomboy respectivamente en 1608 (7ma. Doctrina de Fray Alcega). Hay un interesante trabajo de un investigador zuliano, que profundiza sobre el tema de forma muy objetiva y sin apasionamientos.
2.- Una vez que la Corona española, tiene el control total del Lago de Maracaibo, el Presidente del Nuevo Reino de Granada, en una decisión practica y a la vez geoestratégica, dispuso el 1° de mayo de 1607, que Mérida y San Cristóbal que pertenecían al “Corregimiento de Tunja”, pasaran a partir de 1608, a constituir el “Corregimiento de Mérida del Espíritu Santo de la Grita” conformada ahora, por aquellas ciudades y Barinas, Pedraza y San Antonio de Gibraltar (el puerto), que dependían de la administración de Santa Fe de Bogotá, mientras Nueva Zamora de Maracaibo, seguirá dependiendo de la Provincia de Venezuela. En realidad lo que intuyo es que los reinosos de esa forma se apoderan de hecho, del camino intermontano de la Culata (La Puerta- 7 Lagunas) al Puerto de Gibraltar, salida al Mar Caribe.
3.- En la percepción historiográfica regional, uno de los libros oficiales, apunta: “Timotes, límite entre Mérida y Trujillo, que fue a su vez, hasta 1777, el de las jurisdicción del Nuevo reino de Granada y la Gobernación de la provincia de Venezuela” (Briceño Perozo: 110). Estos particulares, los amplio en un artículo a publicar en los próximos días, sobre la semblanza del cacique Bomboy, la conducta exterminadora del capitán Juan Álvarez Daboín y el genocidio de que fue objeto el pueblo de los Bomboyes, Xikokes, Kombokos y Mucutiés. Un abrazo. OM.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSaludos amigo Manrique, con respecto al nombre de La Puerta en dialecto indígena hay que corregir la palabra Ku por Kiu.
ResponderEliminarEn la lengua Timote los sustantivos casi siempre van precedidos de una partícula que parece desempeñar el papel de un artículo determinante: ki-, kiu-, ku-, kus-, ka-, kas-.
Los prefijos ku-, kus- se utiliza para nombres femeninos cuando el género del sustantivo es relevante, ej. kus-mán (La madre) y los prefijos ka- y kas- para masculinos. Mientras que los prefijos ki- y kiu- se utiliza en todos los casos en los que el género del sustantivo es irrelevante, ej. ki-kumen (la oreja), ki-hunt (el perro), kiu-gank (el páramo) y kiú-pó (la cucaracha).
Tomando en cuenta la gramática de esta lengua extinta, el nombre “La Puerta” es kiu-ustate y no ku-ustate.
Profe Beltran saludos. Muy pertinente, valioso y acertado su comentario, como siempre. OM
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