sábado, 14 de marzo de 2020

Sandalio Ruz, Caudillo de la Cordillera.


         Oswaldo Manrique R.






Tañen hasta en las piedras del Páramo de las 7 Lagunas, las marchas a pie y a caballo, de singulares hombres que son emblemáticos de la temeridad, el nacionalismo, la  gallardía y que siempre sonarán por los siglos a rebelión popular y campesina, entre esos,  es obligatorio incluir a José Sandalio Ruz Moreno, conocido simplemente como el Coronel Sandalio Ruz. En este artículo voy a compartir ciertos y pocos rasgos de este ilustre personaje, vinculado a La Puerta, Timotes  y sus páramos.  

Nació José Sandalio Ruz Moreno, en un sitio llamado Los Aposentos, entre  El Portachuelo (La Puerta) y Altamira de Garabulla (Timotes), en el año 1853; en la antigüedad, se denominaba asi, al sitio placentero,  de descanso, para el personal al servicio de la realeza imperial.  Sus padres: José Ysidoro Ruz Moreno y María del Carmen Moreno.  Tuvo, varios hermanos entre ellos: Francisco Javier, Pedro Ignacio y Eulalio Ruz Moreno. Desde muchacho, fue una persona altiva e impulsiva, quizás algo soberbio, los jóvenes de su caserío y de los sitios vecinos, lo respetaban; no le aguantaba guamas  a nadie, y el que se metía con él, fuese marandango, fortachón o flacuchento, le soltaba su  pescozón.  



Imagen antigua de La Puerta, no variaría mucho de la de principios de siglo XX. Tomada desde el lado este del río Bomboy; obsérvese los sauces y la tupida vegetación en el viejo camino al pueblo, al fondo destaca el Templo de San Pablo Apóstol y su torre campanario culminando en forma de invertida copa. Cronografía N°  3237.

 Sandalio estuvo muy ligado a  La Puerta, no solo porque era el poblado  urbano más cercano a su hogar y sus tierras, sino porque contaba con las pocas facilidades de encuentro social, servicios, iglesia, y las casas de residencia de los dueños de las comerciales de Mendoza.  Era La Puerta, de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, una comarca rural. En una interesante descripción de ella, Mario Briceño-Iragorry, detalló su recorrido desde Mérida, llegar a Timotes y su paso a La Puerta, por un camino y lugar, que precisamente son las posesiones agrícolas de los Ruz, escribió:
<<Un camino que conduce a La Puerta…Enfrascados los viajeros en el interesante tema de la política, no se dieron cuenta de la vía ni de los dorados trigales del contorno, hasta que llegaron al delicioso sitio de “El Pozo”, ya despejado de la niebla mañanera y en cambio alumbrado por un sol esplendoroso que daba mayor nitidez a los lirios inmensos y vueltos hacia el suelo, pendiente de las frondosas matas de floripón ahiladas a la vera del camino >> (Briceño-Iragorry, Mario. Los Ribera. Pág. 80.En: La Puerta, un pueblo. José Rafael Abreu).  La estampa de los dorados  trigales, nos da una idea, del carácter de la economía de este pueblo.
A comienzos del siglo XX, La Puerta, había entrado a un periodo de calma, casi de insignificancia, era  solo agricultura, quietud y belleza, tanto para los viajeros y visitantes, como para los pobladores. El viejo camino indígena que conducía a La Puerta desde Mérida, en bestias, tocaba pasar Timotes, La Mucutí, El Portachuelo, La Lagunita, Quebrada Seca, que eran las posesiones y trigales del coronel Sandalio Ruz y su familia,  y de los hermanos Burelli García, para luego llegar a la finca “El Pozo”, cercana a la zona urbana de La Puerta. No existía la actual carretera, solo la vía intermontana de la cordillera.
Al escrutar que había pocas casas, narra que se apearon en la más grande y bonita, los atendió su dueño Don Natividad Sulbarán, a quien describió, que, <<lucia su ruana azul y su ancho sombrero pelo de guama>> éste Sulbarán, además de hacendado, era primera autoridad del Municipio. Los invitó a desayunar, <<les fueron servidos los típicos platos de la tierra fría>> (Ídem). Refiere la amabilidad de la gente, y el gusto de ver y tener la visita de esporádicos visitantes, de seres de otros lugares, así fuesen de Mérida y del mismo Trujillo. 
         Al recordar su viaje, <<…continuaron entre sembradíos de trigo y maíz, el camino del estrecho y delicioso valle de La Puerta…>>, hace reseña del poblado urbano, <<…La pequeña población se ha mantenido pese a su antigua data en escaso desarrollo…>> (Ídem).; por supuesto, no se refiere al despojo de tierras que hicieron a los indígenas en 1892, la demolición de sus viviendas y su desalojo, quedando este sitio, en poder de los gamonales.
Describe don Mario, como si de un video de turismo se tratara, lo siguiente: <<…Las casas son sencillas, las aceras están a medio hacer, la iglesia es pobre, la plaza es solo un solar abierto, sembrado de menuda hierba…>> (Ídem); en efecto, lo que se conocía como plaza real, luego plaza principal y finalmente Bolívar, era eso, un gran cuadrado de tierra con alguna hierba menuda, y era totalmente inclinada, con una acequia en uno de sus costados.
Su percepción sobre la gente es la siguiente: <<…Sus vecinos son buena gente agricultora, que vive de la molienda del trigo, de la fabricación del queso y de la saca de panela...>>; verdaderamente, eran inmensos trigales, que arrimaban al Molino de la Calle 3, de los hermanos Burelli García; también, lucían extensos cañaverales e ingenios, muchos trapiches que destacaban en las diferentes haciendas, con alambiques que sacaban productos y bebidas alcohólicas; existía mucha cría de ganado vacuno y ovino para la elaboración de quesos, cuajadas, sueros y otros, particularmente en las riveras del rio Bomboy, ciénagas, y en las tierras reservadas para el desarrollo urbano del Municipio, que fueron también despojadas; era una autentica  comarca rural.
Es interesante la apreciación de Briceño Iragorry, sobre un tema fundamental en su obra, la educación y religión de los pueblos, escribió: <<…Apenas había una escuela primaria y el Cura poco cuidaba de sus feligreses…No obstante las pocas letras de sus moradores, La Puerta es a manera de aula para aprender filosofía convencional…>>; y va revelando por qué, en contraste de la frondosa serranía, se había trazado el cementerio, por lo que la vida de esta población “discurre frente a los propios muertos”; es cierto, la Plaza Bolívar, la escuela de primeras letras, la sede de la Prefectura, autoridad policial y el templo, están justamente cerca y a un nivel superior o terraza, donde se podía observar el camposanto; por supuesto, en esa época no existían edificaciones en el lado donde hoy están la Prefectura y el Puesto Policial, el Hotel El Padrino y otras casas, no había nada y se veía fácilmente el cementerio.
 En su  conocimiento, sobre tópicos filosóficos de la vida y como tema de dimensión espiritual y religiosa, agregó lo siguiente:<<…En la mañana, al mediodía, en la tarde…la gente de La Puerta está obligada a pensar en la muerte>>, y hasta los arboles y la vegetación,  <<…parece que fueran inclinados por la ventisca para saludar constantemente a los difuntos. Sin que la meditación ocupase a planos superiores, el hombre de La Puerta se acostumbró a mirar con naturalidad cercana el problema de la muerte y aprendió a compenetrase a la vez, con lo transitorio de la vida…>>  (Ídem).  Como colofón de su interpretación, de la espiritualidad colectiva de esta población, insertó palabras del padre Humberto Contreras, quien al pasar por el cementerio, rezó alguna oración a los difuntos, y refiriéndose al pueblo, dijo: <<Ojala el pensamiento de la muerte, los enseñe a bien vivir>>; ésto, nos pone a pensar, ¿a que se refería el padre? ¿Acaso, a ese pasado reciente de orgia de levantamientos y revueltas militares y caudillescas, donde estuvo involucrada esta población? ¿Estaban enterrados en ese camposanto, los muertos de los enfrentamientos y batallas que se dieron en esta comarca? ¿O se refería a los indígenas allí enterrados,  victimas de suicido, al ser despojados de sus casas y de sus tierras, en 1892?
Como se puede intuir y obtener, de la fina, adecuada y razonada descripción que hizo Mario Briceño Iragorry, de La Puerta de finales del siglo XIX y comienzos del XX, no solo detalla la fisonomía, virtudes y patrimonio geofísico del lugar, sino que precisa valores y aspectos por los que se guiaba la quieta y hasta filosófica población, que le da una adecuada densidad histórica, al espacio y tiempo en que se desarrolló la actividad principal de los caudillos, y que le aporta eso que llamó <<fisonomía diferencial a los pueblos>>.

En 1871, se alzaron los Ponchos trujillanos, y con 18 años de edad, Sandalio se fue de miliciano de la Revolución Azul, comandada por el general Juan Bautista Araujo, líder de los oligarcas trujillanos.  Lo acompañó también a la corta campaña de Coro, que se ejecuta en  1874, y regresa a los Aposentos, para casarse.  Al año siguiente, se casa con María Antonia Carrizo, nativa de Garabulla; en 1876, nace su primer hijo Nicolás,  luego  procrearon a  Pedro Ruz Carrizo, y finalmente a María Bella Herminia Ruz, nacida en La Puerta, en  1888.
         Trujillo, Mérida y Táchira, entre los años 1881 y 1899, conformaron el Gran Estado Los Andes, teniendo primero como capital provisional, la ciudad de Timotes, luego, como sede definitiva, la ciudad de Mérida.
En 1884,    estalla la Revolución del Miche, contra la Ley IV, que impuso fuertes impuestos y contribuciones fiscales a la producción y comercialización de especies alcohólicas, que afectó en forma directa a las familias trujillanas, inclusive a los Ruz, que tenían siembra de caña dulce,  comercio y alambique. Sandalio, aunque es llamado por los araujistas a sus filas, comprende que es una causa popular campesina y decide incorporarse con los suyos a la rebelión. En esta campaña regional, unidos ponchos y lagartijos, centenares de trujillanos en forma espontánea y voluntaria, se fueron tras las tropas del “León de la Cordillera”  a Mérida,  atacaron al gobierno del Gran Estado Los Andes, en la propia capital y lo derrocaron, que era presidido por el general Rosendo Medina, “daban por hecho (el pueblo), que la industria de la destilación de aguardiente volveria a ser libre, sin las trabas impuestas por la Ley IV, que iba en detrimento del laborioso agricultor e industrial andino” Gabaldon, Fabricio. Trujillanos Ilustrees. Pag.53. Ed. Presidencia de la Republica. Carcaas. 1993). Con esta demostración de apoyo popular, se fortelece la autoridad única del general Araujo, en todo el territorio de los Andes, y se decepciona el pueblo por el incumplimiento de su reivindicación  económica.     



General Juan Bautista Araujo, el legendario “León de la Cordillera”, jefe de las fuerzas civiles y militares de los oligarcas trujillanos. 

Dos años más tarde, su comandante el general Juan Bautista Araujo,  es nombrado autoridad de Trujillo, e inmediatamente se alzaron los liberales rechazándolo. Año de mucha conflictividad y  muertos, con al menos 15 levantamientos armados. En la revolución de este año (1886), el general Araujo y sus “espadones trujillanos”, como los denominó el escritor Mariano Picón Salas, derrota a los liberales en fuertes batallas como las de Colon y Capacho, estado Táchira, logrando así, la pacificación del Gran Estado Los Andes.  Araujo, regresó con 20 mil pesos y un rebaño de burros y carneros (Gonzales Guedez: pág. 95).    Nuestro “espadón trujillano” se incorpora a la tropa de José Eliseo Araujo, hijo del “León de la Cordillera”,  salieron de Jajó e invaden Mérida y toman la capital.  

Muerde el polvo de la derrota en su propio patio. 

 Mientras estuvo gobernando el célebre  “León de la Cordillera”, hubo tranquilidad política y Sandalio se fue a su casa, a trabajar sus tierras en El Portachuelo, La Mucutí, Los Aposentos y Altamira de Garabulla, hasta 1892, en que se le acabó la quietud del campo.           A comienzos de este año, estalla en forma, la Revolución Legalista o guerra contra el Continuismo del Presidente Andueza Palacios. Los Araujo y los Baptista, del partido conservador trujillano, se suman  al  movimiento liberal amarillo, que jefatura el general Joaquín Crespo,  en contra de los liberales del centro del país, que dirige el Presidente Andueza. Sandalio, toma nuevamente las armas para  enfrentarse a los legalistas liberales, y participa en un combate largo que comienza en Durí, pasa por Jajó y se va  a extender hasta su propio patio, a sus propias tierras.
En la campal acción de La Mucutí, las tropas afectas al “León de la Cordillera”, comandadas por sus hijos, también generales,  pusieron en práctica fingir la retirada para obligar a las fuerzas de la revolución liberal a que los persiguieran, para luego aprovechar, virar, retroceder y cargar a machete cuesta arriba y liquidarlos. Pero eran tropas no preparadas militarmente, montoneras reclutadas en las montañas, que no acataban las ordenes de retirada y lo que sobrevino fue el espontaneo “Sálvese quien pueda” y salieron en desbandada, presos de terror, huyendo hacia la Vega de Timotes y se escabulleron hacia Mérida, incorporándose a las fuerzas del general José Manuel Baptista, jefe de la revolución en Los Andes; hasta allá fue a dar Sandalio Ruz, lo alejaron hasta de su propia casa.
Desde La Lagunita,  el Estado Mayor de las fuerzas de la revolución liberal, integrado entre otros por el general Rafael Montilla Petaquero, el legendario “Tigre de Guaitó”,  convirtieron a La Mucutí en un lugar de muerte, allí quedaron tendidos más de 200 seres humanos, expuestos como festín de las aves y demás animales de rapiña (Gabaldon, Fabricio. Rasgos Biográficos de Trujillanos ilustres. Págs. 112 y 113).  Un verdadero fratricidio.  Sandalio muerde el polvo de la derrota, en su propia tierra; el trauma y el recuerdo de la Batalla de La Mucutí-El Portachuelo, le producirá más dolor y tristeza que las mismas  heridas sufridas en todos los combates.



General Rafael Montilla Petaquero, legendario  “Tigre de Guaitó”, vencedor de los oligarcas en el Portachuelo-La Mucutí en 1892, posesiones del coronel Sandalio Ruz.


También en ese año, se concluye la fraudulenta Partición Judicial de las posesiones ancestrales del resguardo indígena de La Puerta, con la que los indígenas fueron despojados de sus tierras, demolidas sus viviendas y ellos desalojados, en 1892, en un amañado juicio armado por los oligarcas y gamonales de la región, amparados por el gobierno liberal guzmancista.    Las tierras pasaron a ser propiedad de terratenientes, comerciantes, prestamistas, gamonales y estafadores.  Francisco Javier Ruz, hermano de Sandalio, se cuela en la partición y le adjudican tierras en propiedad.
En 1895,  Eulalio Ruz, otro hermano de Sandalio, con el que tiene diferencias ideológicas y personales,  es designado Jefe Civil y Primera autoridad, en el proceso de repoblamiento y reconstrucción de La Puerta, como pueblo para los oligarcas.





Firma de Eulalio Ruiz, hermano del coronel Sandalio Ruz, en un documento público, cuando era Jefe Civil de Municipio; tomada del libro de nacimientos del Municipio La Puerta, Estado Trujillo, correspondiente al año  1895. Por su forma y estilo, se intuye que era una persona instruida y culta. Cronografía propia de este blog. 3169.


         Cuando ocurre la separación de los Estados (1898), que conformaban desde 1881  el Gran Estado Los Andes, inmediatamente,  los oligarcas entran en campaña para recuperar el poder, el veterano general José María Baptista, el 11 de mayo del 98, ingresó en Valera y tomó el Cuartel y la casa de gobierno, hubo muertos y heridos, se va a Betijoque y logró derrotar a los lideres liberales generales Rafael González Pacheco y Pedro Jugo. El 6 de junio, se produce otro  recordado ataque contra Jajó, símbolo del poder de  los oligarcas; vencen a los generales Pedro Araujo, hijo del “León de la Cordillera”, y a Blas Briceño, el mentado “Chatico”. Leopoldo Baptista y Sandalio Ruz, se movilizan desde La Mucutí con poca tropa, y logran ayudar a escapar a sus correligionarios, que iban a ser objeto de exterminio.  


Antigua casa de gobierno de Valera, inaugurada en 1883. Fue tomada por la tropa  del general oligarca José Manuel Baptista en mayo de 1898. Cronografía N° 2943.

                  Como la gran mayoría de los “espadones trujillanos”, es incorporado Ruz, en 1902, como oficial  a la prestigiosa “División Trujillo”, comandada por el Dr. y general Leopoldo Baptista, en la campaña contra la llamada “Revolución Libertadora” del banquero Matos, financiada por la “Bermúdez Petroleum Company” y las empresas ferrocarrileras francesas y el gobierno norteamericano. Esta será su penúltima campaña militar.     



Leopoldo Baptista y su padre el general José Manuel Baptista, líderes del partido oligarca trujillano, también denominado de los “Ponchos”, en el cual estuvo militando Sandalio Ruz.


A raíz, del rechazo de la población en diversas regiones, contra la reelección del general Juan Vicente Gómez, como  Presidente de la República,  tras haberse denunciado que fomentaba la entrega de concesiones petroleras y mineras a empresas norteamericanas y otros países, y la venta de territorios importantes de Venezuela, se produce en  1914, la Rebelión de la Culata, un levantamiento de los Caudillos nacionalistas de La Puerta, Mendoza, Escuque, Jajó, Pueblo Llano, Timotes, Tabay  y otros pueblos de la Cordillera, entre los cabecillas de la rebelión, estaban el coronel Americo Burelli, coronel Trino Paredes, el general Golfredo Masini, los hermanos Federico y Juan Araujo, los hermanos Miliani y  el Coronel Sandalio Ruz. 


Lapida de concreto, de 1925, con la lisonjera frase “Viva Gómez y Adelante”, símbolo de la subordinación al dictador y amo del país. Cronografía N° 2956.

Meses antes, en 1913, el general Juan Vicente Gómez, había salido en campaña de guerra contra sus opositores, al punto que el 4 de agosto de este año, se encargó de la Presidencia de la República, el Dr. José Gil Fortoul. Comienza el proceso de consolidación de Gómez, como Amo y único jefe del Ejercito, asimismo, único gobernante y caudillo del país, llenando de presos políticos las cárceles y otros los enviaría al cementerio.



Coronel Américo Burelli, otro líder de La Puerta, involucrado en el alzamiento de la Cordillera en 1914, fue capturado y encerrado 16 años en la prisión del castillo de San Carlos del Zulia. Cronografía  N°  3083.


Algo quijotesco en su vida. El posadero de Carmania. La leyenda del sepulcro perdido.

Juyan lagartijas,
y juyan con juerza,
que por ‘ai viene Sandalio Ruz,
destajando cabezas.
(Del repertorio de Concio Rivas, Páramo de La Puerta).

  “…Hubo un tiempo en el que no participó en levantamientos, contiendas  ni guerras. Con el inicio de siglo y  sobrepasando los 40 años de edad, dejó las armas y se dedicó a su actividades privadas, pero como todo taita, que así se le llamaba al líder bienhechor, nunca le faltaba gente desvalida que le llegara con problemas, para que se los solucionara. Y, como emulando al ingenioso hidalgo, motivado por la necesidad de ayudar al desamparado, se aprestaba a luchar nuevamente contra la injusticia. Don Teófilo Ruz Briceño, relató que, entre Carmania arriba y Valera, existía una posada para viajantes, arrieros, comerciantes, forasteros, en donde se podía pernoctar y dejar la mercancía y las bestias. Al dueño de la posada se le ocurrió, comenzar a matar a los que llegaban con grandes cargamentos, desparecían los cadáveres y vendía la mercancía, las bestias las soltaba. Así había hecho en varias oportunidades, hasta que los deudos de una de esas víctimas, buscó a Sandalio Ruz para que le arreglara el problema. El coronel se buscó a Mitridates y a otro de sus secuaces y se fue una noche a Carmania donde el posadero, y definitivamente arregló el asunto, el posadero amaneció muerto decapitado. Allí, no volverían a desaparecer los viajeros, ni se perderían las mercancías, ni las cosas.  (Conversación con Don Teófilo Ruz Briceño. Sábado 29 de febrero de 2020. Timotes).  De esa manera, arreglaba los problemas de la gente; una especie de justiciero.  



  Otra gráfica de Sandalio Ruz (del boceto alegórico al personaje). Propiedad de este blog.  N° 3167.  

Lo que relató Teófilo, era como verlo tomar su mula, ponerse su ancho sombrero, su revólver al cinto y tomar su machete a desfacer entuertos, a enderezar las cosas, a buscar y enfrentar a los bandoleros, a solidarizarse con los deudos y viudas, y en fin, resolver los conflictos donde quiera que existieran…” (Manrique, Oswaldo. Sandalio Ruz, Caudillo de la Cordillera. En revisión. La Puerta, 2020). Pareciera que adoptaba en su pensamiento como código ético de su vida aquellas máximas cervantinas de  <<agravios que deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar>>  Cosas de Quijotes, Quijanos o Quezadas.
                                                         *

“…Ya con 73 años de edad, el cuerpo cansado del “espadón trujillano”,  tras una penosa enfermedad, murió en su casa en La Cañada, cerca de Los Pavones, adyacente a la Quebrada de Tafallez, a las doce  del mediodía del 14 de marzo de 1929; causa de la muerte: Reumatismo agudo .  Como si todo lo hubiese planificado, al ser inhumado su cadáver, ante unos pocos familiares, su mujer María Antonia,  sus hijos Pedro y Nicolás, y su lugarteniente Mitridates Volcanes, el lugar donde fue enterrado se mantuvo secreto por muchos días, meses, años, décadas, como si fuere un pacto de silencio. Posiblemente, lo sacaron en parihuela, en la oscuridad de la noche, para que los vecinos no se enteraran y dirían que había salido de viaje. Ninguno dijo, y algunos murieron llevándose el dato oculto, la tumba, se convirtió en un gran enigma, no se supo el destino del Coronel, y los parientes, se olvidaron de él, otros, decían que su cadáver estaba insepulto, que se lo habían robado  o escondido en alguna vasija indígena…” Así nació, la famosa leyenda del sepulcro perdido, que develamos en nuestra obra Sandalio Ruz, Caudillo de la Cordillera



En la gráfica un hermoso arco, del techo de la nave central de la Basílica Menor de Santa Lucia, de la ciudad de Timotes, se lee: “Costeado por el Señor Eulalio Ruz.”, éste Eulalio, es hermano del Coronel Sandalio y fue Primera Autoridad de La Puerta, en 1895. Cronografía propia de este blog. 3264.


“…Quizás, esto que voy a agregar, se entienda como parte de misticismo o mitificación del personaje, que quiebra la pesquisa histórica, pero solo lo  comparto porque es parte de la investigación. El misticismo que rodea la vida y fama del Coronel Ruz, lo percibirá con el tiempo, el mismo Teófilo Ruz Briceño.  Éste narró que, en tres oportunidades, se produjo su somnífera aparición, como si hubiera salido de Garabulla, en lugar de la eternidad; el Coronel, tranquilo, despojado de su dureza, exclamó dirigiéndose a él:
 - ¡Gracias, por haberme arreglado la sepultura! y se retiró de esa escena onírica y espiritual, se iba bajo una sombra luminosa, y luego, como una tenue luz en la lejanía.  
Nuestro entrevistado, dice tener el don de soñar, pero fueron estas pocas veces que alguien lo aborda con esa misteriosa designación y agradecimiento, y considera que pudo haber algo de superstición…”  
                                                              *




Fachada principal de la Basílica menor de Santa Lucia, de la ciudad de Timotes.  Cronografía propia de este blog. 3263.





El Dr. y  general Leopoldo Baptista y el dictador Juan Vicente Gómez, durante los años de la denominada “sociedad de participación”.    

En el contexto de la insurrección parameña de 1914, este personaje se transformó en un héroe campesino, en una de las figuras más destacadas de la lucha anti feudal y antiimperialista de comienzos del siglo XX. Sería necio decir, que era simplemente un guerrillero reivindicativista o “bandolero” por sus acciones armadas, cuando lo cierto es que simboliza y encarna el ideal de las clases sociales explotadas y débiles, para ir haciendo revolución a su manera, enfrentando a una de las dictaduras más terribles que se haya enquistado en Venezuela. 


 General Juan Araujo (no confundir con el “León de la Cordillera”), en 1925, uno de los jóvenes trujillanos que dirigieron junto con Ruz, la rebelión de la Cordillera; estuvo 8 años preso, por este hecho. 

El propósito de este artículo sobre el Coronel Sandalio Ruz, se encuentra dentro del marco del rescate de personajes y hechos importantes de nuestra localidad: La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela, que han sido silenciados, analizándolos dentro del contexto en que se desenvolvieron, así como los ideales que los guiaron en sus luchas; nos aportan elementos importantes para la comprensión de la actual crisis económica petrolera y minera de la Venezuela del siglo XXI. Este 14 de marzo, se cumplen 91  años de su fallecimiento.


Nota: Nuestro ensayo Sandalio Ruz, Caudillo de la Cordillera, centra  atención en el proceso de  post guerra federal republicano de caudillos,  de finales del siglo XIX y comienzos del XX, en el que se desataron expresiones y núcleos guerrilleros campesinos nacionalistas en la Cordillera de la Culata, en su mayoría espontaneas, sin direccionalidad y cargadas de pasión nacionalista y violencia política. El caso específico es el alzamiento de varios caudillos locales, entre ellos, Sandalio Ruz, productor del agro, participando con su montonera parameña  entre  1913-1916, contra la dictadura gomecista entreguista y lacaya de los yanquis.  Fueron los varones de la Cordillera, para los grandes asuntos del país, en una hora mermada. 


La Puerta, Marzo 2020.




















  

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