domingo, 14 de agosto de 2022

El longevo maestro Martín Rivero.

 El longevo maestro Martín Rivero.

                                        Oswaldo Manrique R.

En estos días, en que nos vemos abrumados por la pandemia mundial del Covid-19, que ha afectado sin mensura, a los de la tercera edad, nos llena de regocijo, recordar vidas de gente que anduvo y marcó un rumbo, por y contra, ese imponderable llamado tiempo. Son seres únicos.

El 11 de noviembre de 2013, fue celebrado el cumpleaños N° 110, del señor Martín Rivero, en la ciudad de Maracaibo, donde vivió mucho tiempo, más por resolver las necesidades materiales de su familia en crecimiento, que por su inclinación residencial.  Ese día su hijo Antonio Lino Rivero, le dedicó unas palabras de felicitación y agradecimiento, que sintetizó en <<Hemos aprendido de ti a amar la vida>>.  Esta celebración se recordó y comentó en La Puerta, por sus amigos y parientes; era otro ejemplo de longevidad puertense.


Martin Rivero, nació en el caserío El Censo, jurisdicción de la Parroquia La Puerta, Municipio Valera, estado Trujillo, el 11 de septiembre de 1903, hijo de doña Catalina Rivero y Resurrección Araujo, éste, padre del conocido hacendado Luis Ignacio Araujo.  En su colectividad, se distinguió siempre como un hombre colaborador, de vida sencilla y constante espíritu de lectura y de servicio. Fue altamente apreciado y recordado por haber sido el primer maestro de la escuela del caserío El Censo, la cual fundó en 1920. Su recuerdo perdura en la mente de los hijos y nietos de sus alumnos, quienes recuerdan la sencillez y atención con que impartía sus enseñanzas de primeras letras y sus orientaciones.  

Se casó en 1935, con la joven Leonor Paredes, oriunda del sector El Charcal, situado en el suroeste de la Parroquia La Puerta, nació el 13 de marzo de 1913, hija de Pablo Paredes y Lucia Toro. Sus hermanos: Regina, Aurelia, Santos, Gregorio. Aura y Matías Paredes, éste último, tuvo la Bodega de la entrada de Pueblo Nuevo.  (Rivero. Antonio Lino. Señora Leonor. Impresión Fotostática. Maracaibo. 2011); con Leonor procreó seis hijos, Américo que murió tempranamente; Emma Rosa, José Américo, a este hijo le reiteró este nombre de pila porque era un admirador del coronel Américo Burelli García, caudillo militar nacionalista y emprendedor hombre del desarrollo y de la prosperidad de La Puerta; Antonio Lino, Carmen Delia, y Misael Antonio Rivero Paredes. En el Censo, vivieron hasta 1940.    

Martín fue el maestro de primeras letras en El Censo; había estudiado en la escuela de La Puerta, que regentaba don Lucio Viloria. Fue agricultor y se desempeñó como buen albañil en aquellos tiempos. Su familia y él, se mudaron a una finca de la sucesión de Rafael González, en el sector San Martín; le estaban vendiendo la finca, pero no tenía el dinero y se tuvo que mudar para el sector El Pozo, de don Antonio Carrasquero, donde trabajó como medianero.

En 1942, Martin se muda a La Puerta, donde adquirió su solar en la avenida Páez, a pesar que le daba para mantenerse, la familia fue creciendo, y decidió ir en busca de nuevos derroteros; allí vivió hasta 1948.

Un día a finales del año de 1944, se comenzaron a ver los mechurrios prendidos, cerca de la capilla del Calvario, que significaban el avance a la modernidad de este pueblo rural. Igualmente, vieron con mayor frecuencia al maestro del Censo, el señor Martín Rivero, que pasó a ser el caporal de aquellos trabajos tan importantes. En efecto,  comienzan a construir la carretera trasandina, que permitiría unir a La Puerta con Timotes y pueblos vecinos.  Eran los tiempos del presidente Medina, militar, demócrata y modernizador del país, a quien derrocaron a los pocos años.

La apertura de esa nueva oportunidad de trabajo para los puertenses, los llenó de buenas expectativas. La gente no quería saber nada de política, de militares, ni de sacrificios, y se presentó la oportunidad de trabajar. Concio Rivas, pragmático y fraterno amigo del maestro Martin, comentó <<nosotros estamos con el que nos de trabajo>>, y así fue el ánimo que hubo en la construcción de esa carretera.

 La maquinaria pesada para la construcción de la trasandina, la estacionaron en El Calvario, en la calle La Legua, en los alrededores de la antigua capilla de Fátima y el camino real, y desde este sitio, abrieron la carretera inicial, desde La Legua hasta lo que hoy es La Flecha, que antiguamente, llamaban Comboquito.

El maestro Martín Rivero, rodeado de sus familiares. Imagen cortesía de Antonio Lino Rivero.

  Recuerda Antonio Lino Rivero, hijo del maestro Martín Rivero, que los obreros trabajaban amarrados con gruesas cabuyas y algunas guayas, porque había mucha tierra movediza y los enormes árboles se venían; igualmente, cuando iban a dinamitar un cerro, avisaban  previamente a la comunidad para que estuvieran alerta y se encerraran en sus casas (Conversación con Antonio Lino Rivero. La Puerta. 19 enero 2022).  

Su hijo Antonio Lino, recordó que, en 1949, <<la situación económica era muy difícil, el pago era pequeña cosa, mi padre decide mudarse con la familia a Maracaibo, en busca de trabajo y mejores condiciones de vida>> (Ídem). Al llegar a dicha ciudad, se alojan en una casa de un primo de nombre Camilo Rivero, que se la cedió porque se había divorciado, con la condición que se la desocupara cuando se la pidiera, porque tenía en proyecto casarse nuevamente.,

 Su paisano Alberto Burelli, quien era jefe de almacén de Zulia Motors, gran comercial ubicada en la avenida Libertador, le consiguió un trabajo provisional a su papá Martín, en el que estuvo entre 1950 y 1965, es decir, lo provisional duró 15 años.

Rivero, es considerado uno de los viejos poetas locales, compartió con los bardos Juan de La Cruz y Concio Rivas, espontáneos trovadores de esta localidad. Le dedicó sus versos condensados a su pueblo, en  <<Lamentos de un deudor>>, tributo a su pueblo, en el que explica por qué se fue de La Puerta a Maracaibo en 1948. De esa forma, consumó este poeta, el vínculo de la fuerza creadora del pueblo serrano, con los más finos y bien elaborados versos:

En el año 48

yo estaba decepcionado de deudas alcanzado

y en muy mala situación

no tengo comparación De lo tanto

que yo he luchado

pues, no encontraba trabajo

para poderme remediar.

Tuve que hipotecar la casa

con el terreno haciéndome

muy sereno para darme ese valor,

pero siempre con dolor

con mi casa hipotecada.

Mi mujer descontrolada de

ayudarme a trabajar me dijo:

Vaya a buscar donde consiga

un empleo porque, lo que yo deseo

es que ¡No se tire a matar! y

no le vaya a quedar

el puro trabajo en vano.

…………………………

Ya tengo conocimiento

Lo que vale ser honrado

Y no ser desordenado en el

Modo de vivir. Para

Poder conseguir hay que

Ser recomendado.

Este poema, algo más largo, es la muestra del invariable y profundo afecto a su tierra serrana. Después de un largo centenario, es decir, once décadas con siete meses, de laboriosa vida, el vetusto maestro Martín Rivero, falleció el 10 de julio de 2014, rodeado del afecto y admiración de sus familiares y amigos en la ciudad de Maracaibo.


<<Lamentos de un deudor>>


Texto completo del poema <<Lamentos de un deudor>>, que dedicó el maestro Martín Rivero, a su tierra natal La Puerta. Cortesía de Antonio Lino Rivero. 




La Puerta, 10 de julio 2022.

Omanrique761@gmail.com

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