La Visita Pastoral del Obispo Acacio Chacón Guerra, a La Puerta, en 1922.
Por Oswaldo Manrique (*).
¡Apúrele, apúrele! le decía don Lucio Viloria a doña Elba, su
esposa, para que seleccionara las flores blancas y aromáticas, que llevaría a
la iglesia para adornarla. Tenían previsto, junto con las “Niñas” Carrasquero,
la “Niña Pancha” González y Elba Bello,
escoger en los más delicados y selectos jardines, hermosas y frescas flores
para la llegada del Obispo; igualmente, para la elaboración de las guirnaldas
de los arcos, y los banderines de colores para los frentes de las casas y las
calles.
Las primeras personas que se
incorporaron en los ajetreos organizativos fueron doña Pancha Rondón de León,
doña Josefa de González, Pepita de Uzcátegui, doña Sofía Bello de Carrasquero y
doña Eufemia de Bello. Coordinadamente, los de la sociedad de San Isidro, Natividad
Sulbarán, Mitrídates Volcanes, Ciriaco Carrasquero y Aquilino Azuaje, y el
grupo de la “Sociedad de la Purísima”, creada por el mismo padre Méndez, que la
presidió la señorita Isabel González, quien junto a un grupo de consocias,
desarrolló destacada labor promotora de
la fe y veneración a la Virgen María, se hicieron presentes. Entre todos
llenaron a la comunidad de mucho entusiasmo, para recibir al señor Obispo.
Una comunidad de alta espiritualidad católica, en las que las familias rezaban a diario el rosario y la educación básica incluía temas de valores cristianos, aparte de las clases de catequización los fines de semana, la comprensión de los Mandamientos, las Virtudes y los Sacramentos, como parte de la vida, dan una idea de lo significativo, que es la incidencia de la Iglesia en el proceso de evolución histórica y cultural de La Puerta, como pueblo.
La historiografía local, refiere acerca de este hecho, lo siguiente: <<Por esos mismos días, sacudió al pueblo una noticia dada por el sacerdote
desde el pulpito: el Señor Obispo iba a venir pronto en Visita Pastoral>> (Burelli, Ligia, 98); el párroco era el Pbro. Ernesto de Jesús
Méndez, quien difundió la feliz noticia, ya que habían pasado muchos años desde
que el Monseñor Antonio Ramón Silva, primer Arzobispo de Mérida, visitó esta
pequeña comarca, que ya no era de indígenas, que fueron despojados de sus
tierras, sino de nuevos pobladores; comarca que
apenas contaba con 40 casas(Abreu, 60), se iniciaba el tercer
poblamiento de La Puerta.
Para los lugares cercanos a las sedes de las Diócesis, lo normal era que
dichas Visitas ocurrieran cada 2 o 3 años, <<De ahí que el entusiasmo de la gente y los preparativos para recibir tan
ilustre personaje resultaran una novedad>> (Burelli, 99); las entusiastas consocias de la
Cofradía de la Virgen y el grupo fuerte de San Isidro, encabezaban
las actividades organizativas.
Monseñor Chacón, fue escogido Provisor, Vicario General y Coadjutor del
Obispo de Mérida, Antonio Ramón Silva. Entre diciembre 1921 y marzo de 1922,
cumplió una gira histórica pastoral, por varios pueblos trujillanos, entre
ellos, La Puerta. La incidencia y la alegría en la feligresía fueron
de tal magnitud, que en muchos lugares sintieron que volvían a ser auténticos
católicos, porque nunca habían visto a un Pastor Diocesano de este rango. El
abandono era tan evidente que miles de personas nunca se habían confesado, y
menos comulgado, lo que justificaba la curia con aquello de que no contaban con
el presbiterado necesario para atender los lugares más apartados.
El movimiento de católicos, inclusive de las autoridades civiles
trujillanas, presididas por el gobernador Santiago Fontiveros y del Jefe Civil, Miguel Aguilar, hacendado y Mayordomo de
Fabrica de la Iglesia, fue de consideraciones inmensurables y espontaneas, se
congregaron multitudes de personas, motivados por la visita del Padre Chacón
Guerra, quien se sintió sorprendido por el júbilo de la gente, a su paso,
<<Desde un extremo al otro del pueblo,
la Calle Real fue adornada con arcos llenos de frutas y de flores. Por allí
debía pasar el señor Obispo quien venía desde Mérida, en compañía de algunos
sacerdotes para confirmar a los niños>> (Ídem). La Puerta, formaba parte de la Diócesis merideña.
La mayoría de la gente se concentró en el sector la Cruz de la Misión
(hoy, El Calvario, frente al Centro Comercial Valle Verde), aquí, estaba sobradamente erguida y adornada
la Cruz, que habían colocado los Padres Misioneros en 1918, en recuerdo de la
primera misión hecha en esta Parroquia. Los vecinos que poseían bestias de
montar, se fueron en grupos, a esperarlo en el límite del Municipio.
En la entrada Sur, lo esperaron los alumnos de la Escuela Nacional de Niñas Mixta La Puerta N° 22, y cuando llegó fue
un momento de alta animación y regocijo espiritual. La multitud de gente, llenó
El Calvario, los estudiantes le dieron las palabras de bienvenida al Obispo, aclamándolo con alegría y afecto; estaban sus
padres, la preceptora, maestros y vecinos.
En la bienvenida al Prelado, <<Allí ondeaban los estandartes de la Virgen de la Paz, de San Pablo, San
José, San Isidro, con sus correspondientes cofradías>> (Ídem). El Obispo Chacón y sus acompañantes, al
recibir el saludo de bienvenida de los estudiantes, del pueblo, y por supuesto,
de su amigo y colaborador el párroco Ernesto de Jesús Méndez, el visitante
bendijo a todos los presentes. De inmediato, emprendieron la marcha hasta el hasta el centro del pueblo,
precedido de los alegres sonidos de la banda musical, y a lo largo de todo el
trayecto que recorrió el Obispo, dos estudiantes iban regando flores, para que
su caminata se diera sobre una fresca y colorida alfombra.
En el camino, mujeres y hombres, niños, jóvenes y adultos se le acercaban
y se arrodillaban para besarle el anillo y recibir la bendición. Era muy joven
el Padre Acacio, y esto, formaba parte de la alegría, de gente que
nunca había visto y sentido la presencia de un Obispo.
Al llegar al escalón de acceso del templo de San Pablo Apóstol, antes de
entrar, se arrodillo y lo besó, se levantó y dio la bendición a los presentes. Al
ingresar al templo, el coro de la iglesia, encabezado por Isabelita González,
lo recibe cantando una bella oración a
la Virgen María.
Los días 24 y 25 de marzo de 1922, dos días duró su visita a La Puerta,
donde confirmó muchos niños, y dio la comunión a otros, bendijo las 4 joyas y
reliquias de nuestra parroquia y los altares; el Obispo pudo reunirse con los
niños, sus padres y catequistas, asi como, con los grupos y sociedades de la
iglesia, advirtiéndolos de incorporarse fielmente al camino de la fe; aquí, interrumpió la gira para ir
a Caracas a visitar al nuevo Nuncio Apostólico de Su Santidad Pio XI Monseñor
Filippo Cortesi y pasar la Semana Santa en dicha ciudad (Guerra,
Nilson. Monseñor Acacio Chacón Guerra Patriarca de los Andes. pág. 22.). Como
Secretario de Monseñor Chacón, estuvo el Pbro. Pablo Emilio
Uzcátegui, y lo acompañó el Pbro. Enrique Colmenares.
Ya le habían informado la infausta noticia de la muerte del Papa
Benedicto XV y ofició el funeral en Burbusay. El recorrido que hizo por estos
alejados pueblos, demostró la fortaleza del próximo Arzobispo. El diagnostico
obtenido por sus observaciones in situ, y las conclusiones, le dan una guía
para su gestión que como jefe provincial, le tocaría ejercer.
Posteriormente, en 1926, cuando es designado por el Papa Pio XI,
Arzobispo Coadjutor, realizó otra gira por los pueblos de su jurisdicción.
Estrenó este nuevo año, con un saludo hecho público en los medios eclesiales. En
uno de sus párrafo destaca: <<Salud, paz y prosperidad es lo que para vosotros deseamos en este primer
día del año; pero esa paz, salud y prosperidad no han de referirse solo a
vuestras personas, a vuestros intereses y a vuestras empresas, sino que han de
referirse más a vuestros bienes espirituales>> (Guerra Zambrano, Nilson. Monseñor Acacio Chacón Guerra
Patriarca de los Andes. pág. 22), defensor de la espiritualidad y de la piedad
como ejercicio vital.
Dos días más tarde, el tres de enero, ya estaba en la sede Vicarial
de Boconó para inaugurar su primera y única gira pastoral como Arzobispo
Coadjutor, combinada con los ejercicios espirituales del clero trujillano
(Guerra, 26). En La Puerta, estuvo nuevamente el 15 de junio de 1927. Uno de
los logros en su periplo, es la creación de la Liga de la Caridad Sacerdotal,
asentada en Trujillo, asociación de apoyo espiritual y material que encabeza
como primer asociado. Uno de sus biógrafos, Nilson Guerra, apuntó que para
aquel tiempo, <<Los desafíos
espirituales y materiales eran inmensos y había comenzado a enfrentarlos desde
la coadjutoría>>; por eso se
propuso como líneas principales de su gestión, tres grandes metas: <<instrucción del pueblo, santificación de los sacerdotes y fomento de las
vocaciones sacerdotales>>
(Guerra, 27), las grandes falencias que encontró al comienzo de su misión
pastoral.
Acacio Chacón Guerra, llamado “el Arzobispo Constructor”, por su magna
obra en la ciudad de Mérida, nació en Loma Verde, aldea tachirense
perteneciente a la Parroquia Constitución (Borotá) del Municipio Lobatera, el 8
de junio de 1884. Es bastante probable que este Obispo, junto a la gestión parroquial del padre Méndez, haya logrado la remodelación
del viejo templo de San Pablo Apóstol de La Puerta y de su torre
campanario. Según el Inventario del 10 abril de 1931, señala
que el templo ha sido objeto, de una reconstrucción, y la
edificación consta de tres naves sobre tapias por los lados, y por el medio,
sobre pilares de madera, con techo de teja criollas con una pieza después del
presbiterio, que sirve de sacristía. Contaba en su lado derecho con
una edificación o campanario, de dos pisos, también todo techado de
tejas; en el lado izquierdo, existía un cuarto, y el baptisterio (Manrique,
Oswaldo. Historia del templo San
Pablo Apóstol de La Puerta. PDF. 2019).
El Cardenal
José Humberto Quintero, se refirió al padre Chacón Guerra, de esta forma:
<<Era alma que puede fraternizar en blancuras con las purísimas nieves de
la Sierra y en suavidad con la sedeña felpa de nuestros frailejones, corazón
manso como un cordero y humilde como la violeta, vigilante Pastor en cuyos
hombros reposa dignamente el glorioso Palio de esta Iglesia Metropolitana>>.
(Romero Martínez, Vinicio. Mis Mejores
Amigos. Caracas. 1987), esta descripción lo caracteriza como a un ser beatificable.
Este dignatario episcopal, murió en la ciudad de Mérida, el 2 de
marzo de 1978. Se hace registro de esta Visita Pastoral, por representar un
autentico encuentro y dialogo cercano entre este destacado Obispo, luego
Arzobispo y la feligresía de La Puerta, lo que constituye un importante
acontecimiento, para nuestra historia local.
En el próximo mes de junio, se cumplirán 140 años del nacimiento del
Padre Acacio Chacón Guerra, y 102 años de su visita a la Puerta y otros pueblos
del estado Trujillo, se espera que tanto la Diócesis de Mérida, como la de
Trujillo, y los respectivos Centros de Historia, Universidades y planteles
educativos, organicen el apropiado
homenaje y recordatorio que se merece tan excepcional sacerdote.
(*) Portador Patrimonial Histórico y
Cultural de La Puerta.
La Puerta, marzo 2024.
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