miércoles, 24 de julio de 2019

Un 24 de julio de hace muchísimos años, nació…




“Sepa Usted, mi querido Lacroix: Yo no nací para la felicidad. ¡No! —Dijo en tono grave contrayendo el rostro y mirándome fijamente con sus ojos vidriados llenos de fiebre— ¿Pero cómo pude ignorar este destino mío? A los nueve años quedé huérfano de padre y madre y a los diecinueve, viudo. ¡La felicidad no es para mí, No! Y ahora aquí está mi cuerpo, vea usted, sólo huesos y calenturas terribles que agotan mis fuerzas; la tos me desgarra por dentro como un tridente y ese maldito estreñimiento… Veinte años en guerras y escabrosos triunfos. Y ahora totalmente desengañado de la gloria”. (Diario de Bucaramanga).


Un 24 de julio de hace muchísimos años, nació…

Oswaldo Manrique R.

 Pareciera que el desdén o el aburrimiento se redujeran en este cuento, pero así, debo confesarlo, conforme a ese título nos lo vendieron en la escuela primaría los maestros que nos tocaron y es concreción de la valoración mítica y el poco interés que se la da nuestra historia y a nuestros valores patrios. Historiografía y oficialismo histórico. Un episodio parecido nos contaron con lo que ocurrió en Belén.
Me decidí a escribir esta nota sobre esta fecha, porque para mí, igual a Bolívar, nadie que se le parezca, y por supuesto por encima de Bolívar, igualmente, nadie. Esto no lo digo por petulancia bolivariana, patrioterismo pueblerino o para congraciarme con alguien, o porque me haya leído algún libro sobre este ser excepcional y adelantado a su tiempo y lo pueda difundir; no, simplemente que por formación y convicción, sobre la circunstanciada vida y obra en el tiempo de este genio, no hay a mi juicio nadie que se le parezca. Que conste, que no me motivó lo que está ocurriendo en Vargas-La Guaira, que es importante, pero subalterno y me referiré en otro artículo, porque nada de lo que hay u ocurra en mi país, me es ajeno.
Este 24 de julio, además del día de “fiesta nacional y patria”, por el advenimiento al mundo Nuestro Americano, de ese señor que se le ocurrió emanciparnos de cadenas imperiales, políticas, ideológicas, que para una gran parte, es como decir, un día de playita, hacer diligencias, jornada de “palos y refrescamiento”, para ver la hosca televisión en familia o simplemente hacer cola bien temprano para conseguir harina pan, llegar  a casa con 2 paquitas en la mano y decir: “hoy si me fue bien”. Seguramente habrá, un conjunto de actos celebrativos oficiales, y algunos escasos Twets o posteo en las redes sociales, recordando ese día patrio, junto con otras fechas que hoy se consideran de la misma o superior entidad y significación al día de Simón Bolívar, de júbilo bolivariano.  



Estado del busto de homenaje y reconocimiento al Padre de la Patria, ubicado en la                      Plaza Bolívar de La Puerta. Cronografía propia de este blog. 

En la historia de Venezuela, aunque parezca contradictorio, fueron los más déspotas y sátrapas dictadores, quienes se preocuparon  –razones obvias-, por enaltecer y rendir tributo al Padre de la Patria, ejemplo  Guzmán Blanco, Gómez, Pérez Jiménez, por mencionar algunos. Muchas magistrales y buenas biografías se han escrito sobre Bolívar, como las de Mijares, Alfonso Rumazo, Ruiz Rivas, Indalecio Liévano Aguirre, Germán Arciniega, Manuel Pérez Vila, Vicente Lecuna, Germán Carrera Damas,  entre otros. Asimismo, testimoniales como el Diario de Bucaramanga o vida pública y privada del Libertador Simón Bolívar,  del francés Luis Perú de Lacroix y las Memorias del General O’Leary; la misma recopilación epistolar de Don Simón,  complementa el acervo, para conocer la vida de carne y hueso y el pensamiento de tan excepcional personaje.



Caratula de una de las ediciones del Diario de Bucaramanga, del general de origen francés Luis Perú de Lacroix, en el que se compendia parte de la historia del Libertador. 


Hago este recuento, porque estamos asistiendo en Venezuela y Latinoamérica, a momentos convulsos, complejos, de mucha incertidumbre, dilemáticos, quizás erráticos,  en los que pareciera no tendríamos bitácora de vuelo, un país sin rumbo, y lo peor, que no tendríamos al parecer, formula o modo para lograr ubicar esa guía necesaria; esto se lo achacó al desinterés en revisar nuestro pasado, sin cuyo estudio careceremos de esa bitácora de vuelo que nos ayude a elaborar las líneas luminosas y anímicas que hemos de tomar en nuestro camino como nación al futuro.



General de Brigada Daniel Florencio O’Leary, irlandés, uno de los más leales oficiales de Bolívar, escribió en sus Memorias, parte de la vida del Libertador.  Estuvo presente en 1820, en Trujillo, durante las negociaciones entre Bolívar y Morillo, por el  Armisticio y la Regularización de la Guerra. 


Fue Bolívar el que nos emancipó, el que nos enseñó lo que debe ser una república y pueblo libre, y todavía seguimos sin mirarlo, obviándolo, sin tomar en cuenta sus ideas, porque aun seguimos esperando a un mesías o algún extraterrestre que nos venga a sacar de este dilemático momento; o que del imperio, o de las naciones unidas o de los países hermanos,  nos vengan a resolver nuestros problemas, cuando evidente y públicamente estamos escondiendo nuestras flaquezas, buscando otro hombre que igualmente nos mande, y no hacer lo que debemos hacer, que  “un pueblo (como el nuestro) se mande a sí mismo”. Algunos  me entenderán, los demás…que sigan su fiesta, total es 24 de julio.


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