miércoles, 23 de octubre de 2019

Primeros Restaurantes de La Puerta.






                                                                          Oswaldo Manrique R.

Para comienzos del siglo XX, en  la Calle Abajo de la plaza Bolívar, estaba la casa con solar de doña Clemencia González, que fue la primera posada que existió en el pueblo y ocupaba la gente que bajaba tarde del páramo o llegaban de otros sitios, que pudo apenas expender desayunos, con arepas de maíz y harina del norte, cuajada o queso criollo ahumado en el Páramo y guarapo o café. Un sitio de posada para arrieros y gente del Páramo. No existía carretera, las calles eran de tierra, ninguna actividad turística. Un recopilador de los pueblos andinos, señaló acerca de La Puerta, lo siguiente: “…en sus viejos tiempos fue lugar de pernocta y descanso de viajeros y arrieros con sus arreos de mulas...” (Salas Méndez: pág.188). Dicha posada y comedor funcionó durante muchos años como  posada.  Al lado, estaba la Prefectura.    



Fotografía de 1940, se puede observar las esquinas de Manuel Villarreal (izquierda), casa de tapial, de dos frentes y 4 puertas de madera, hoy Bodega de Pablito;  y la del negocio de Pedro Villegas, luego de don Carmen Matheus (derecha), casa con 5 puertas, también de tapial,  que servían como expendios de comestibles para los arrieros. Diagonal a la plaza Bolívar, donde se surtían de comida los arrieros, visitantes y transeúntes, para reponer energías y continuar su viaje.  Cronografía 2513.  


Restaurantes para este tiempo no existían, pero sí, las bodegas y pulperías, que sustituían de una manera particular la necesidad de comestibles de los viajeros. Era normal ver en las esquinas de la plaza Bolívar, a los viajeros sentados comiendo en platos de peltre suministrados por los bodegueros, chaimas y atunes que vendían enlatados, con toda suerte de panes, galletas o arepas de harina de trigo o maíz,  acompañado con queso paramero o de cabra y cuajada criolla, y sus kolas de la época.  En la esquina diagonal a la iglesia, el señor Francisco (Chico) Matheus, nativo de Montecarmelo, junto con su esposa Elda Torres, nacida en el Páramo de La Puerta, creó  una comercial y el Bar Restaurant El Valle, uno de los primeros centros de recreación familiar; dicha edificación la construyó el señor Pepe Lozito.
En la esquina aledaña a la casa parroquial y hasta la avenida Sucre, era propiedad de la señora Cristina Rodríguez de Briceño, por el lado de la Bolívar, se estableció  la Bodega El Campesino; aquí se elaboraban y vendían las populares Roscas de agua dulce.
En la esquina de abajo (avenida Páez), por los años 30, se conoció esta Esquina como del negocio de Pedro Villegas, el viejo, tío de los Villegas (parameños). Luego fue conocida por mucho tiempo como la Esquina de Don Carmen, por establecerse el negocio y casa de Don José del Carmen Matheus. Justo al lado, estaba una casa que servía de posada a los viajeros y a la gente del páramo. Al frente, la Esquina de Pablito, o de los Villarreal, gente del páramo. Aun se sigue llamando así, donde Pablito.   Esta casa la construyó el señor Rafael Villarreal, quien montó un negocio de víveres; el gran muro que le da solidez y marca la esquina, lo construyó el señor Concepción Rivas y sus ayudantes del páramo; antes era, un amarradero de bestias.  

Donde Santana Carrasquero.
Relata el señor Víctor Delgado, el popular “Gordo Víctor”, que uno de los pioneros de las pulperías en La Puerta, fue el señor Santana Carrasquero, adonde acudían los arrieros y viajeros a comprar comestibles, particularmente pan y queso criollo.  Nativo de esta comarca, estuvo casado con la señora Carmen Carrasquero. Vivían frente al Hotel La Puerta, en la avenida Páez. Allí la esposa inició en 1948, la producción de pan criollo, que se hizo famoso y vendía en la pulpería de Santana,  que estaba cerca de la quebrada La Guadalupe (cerca del Hotel Guadalupe), en la misma casa vieja que hoy se observa.  Estuvo hasta el año 1960, en que se fue a El Toldo, en la vía a  Comboco  y puso su negocio en este sitio, donde también aun se conserva la casa de Santana Carrasquero.

Se ha escrito que los restaurantes en el mundo, se iniciaron en París en 1765 y otros que mucho antes en Italia, expendiendo como plato, el caldo de carnes, acompañado de pan  y algunas bebidas. Un dato interesante es que, según la primera tesis, un señor de apellido Boulanger inauguró un lugar de estos, en los que puso un aviso en la entrada, “venid a mi todos los de estomago cansado y yo os lo restaurare”; parece ser que de esta última palabra, se derivaría el nombre de estos locales: restaurant, restaurante o  restorán.  En La Puerta, se iniciaron en 1940. 

El Hotel Guadalupe (1940).
 El primer restaurant de La Puerta, indudablemente fue el del Hotel Guadalupe; cuando comenzó a funcionar  en la década del 40 del siglo pasado, tenía su servicio de cocina y restaurant para sus huéspedes, con variada comida internacional.  El hotel de estilo arquitectónico y características barrocas, abrió sus puertas en 1940,  gracias al financiamiento que en parte hicieron algunas empresas transnacionales, entre ellas las petroleras, cuyos directivos norteamericanos estimaron que La Puerta era un lugar adecuado para que vacacionaran sus empleados. La apertura de este hotel, le cambió las perspectivas económicas a nuestra población, generando empleos directos e indirectos y nuevas actividades. 



Fachada general del Hotel Guadalupe. Fotografía de 1940, tomada de: https://fundaayc.wordpress.com.     


Este establecimiento además de las comodidades de alojamiento y asistencia a los turistas y viajeros, hasta hoy, ha mantenido su restaurant para los huéspedes y visitantes. El año que viene, cumplirá 80 años de haber abierto sus puertas al público, siendo un icono en la actividad hostelera del país. 

Fachada actual y entrada al Hotel Guadalupe, anocheciendo, en su interior está el salón comedor y cocina, que fue el primer restauran formal, con comida a la carta, sirviendo platos nacionales e internacionales, que existió en La Puerta. Se inauguró a principios de los años 40 del siglo pasado. Cronografía propia de este blog. 2018.181.221.

En la década de los 60, alrededor de la plaza, funcionaba un restaurant familiar, hoy conocido como El Valle, diagonal a la esquina de la iglesia, atendido por el amigo contemporáneo Kike Matheus. Esta edificación la construyó el señor Giuseppe Lozito.   También, había un pequeño restaurant en el hotel El Padrino, al lado de la Prefectura.   El Hotel Padrino, es  uno de los más viejos comedores del pueblo, preparaban desayunos, arepas, empanadas y una que otra comida criolla en horas del mediodía. Ubicado en Avenida Páez  entre Calles 7 y  8, abrió sus puertas en los finales de la década de los 60.       


Fachada del Hotel El Padrino, ubicado al lado de la sede de la Prefectura parroquial y Puesto Policial, frente a la plaza Bolívar. Obsérvese esta techado de teja criolla; 4 ventanas en su frente y 1 puerta principal. Se puede ver, en la parte delantera, carros expendedores de comida rápida, que funcionan en la noche. Cronografía 2878.

Hubo igualmente, ventas de empanadas y pastelitos, en casas de familia situadas alrededor de la plaza y en los negocios de las 4 esquinas como donde Miguel Villarreal, Don Carmen Matheus, los Briceño Rodriguez y el de Chico Matheus, que vendían comestibles que los viajeros compraban para consumir de inmediato, acompañados con las recordadas kolas Vidú o el Orange Crush; habían unos viajantes  más avezados que se compraban una lata de chaimas, pedían que se las abrieran y las servían en platos de peltre, con pan y lo acompañaban con una cerveza de las llamadas perritas, de lo más versátil y nutritivas, porque podían ingerir esta comida en la mañana, como almuerzo o en la tarde-noche.


Gráfica de la procesión de San Isidro. Obsérvese al fondo, el local del Restaurant El Valle, de don Chico Matheus y su señora Elda Torres.   Cronografía 2794.

Los más antiguos vecinos, me  relatan  que, la primera casa donde hubo uno de los primeros restaurantes, fue la ubicada en la hoy avenida Sucre, entre los dos Canales, donde una señora de nombre Francisca, que al parecer era oriunda del oriente del país, alquiló esta casa y montó sus mesas, manteles, sillas y gozaba del conocimiento de asuntos gastronómicos y además de buena sazón, preparaban pescados y carnes. Su esposo el señor Francisco Barroeta, la ayudaba a atender el negocio de las bebidas, cuentan que cuando la clientela era buena y gastaba mucho, como tenía varias habitaciones, llamaba a Timotes, y mandaba a buscar a las chicas de los Jardines, para formar la fiesta. Era la casa del señor  Juan Blas Carrizo y la señora Anita Villegas. Cuentan como datos, que la señora Francisca Barroeta, fue la primera mujer que tuvo un carro por puesto, de su propiedad, trabajando en la línea de transporte Valera-La Puerta.
Otro de esos restaurantes primigenios de comida casera, fue el establecido  en la vieja casa que quedaba en la esquina de la avenida Bolívar con calle 4, frente a la esquina de los Palomares. Aquí, por los años 60, estuvo regentando este negocio de comidas, la señora  Rosa. Luego, en este mismo local, refaccionado y rescatando lo colonial andino, a comienzos de los 2000, se conocería “La Tratoria Da Lorenzo”, de los amigos Chelita González y su esposo el “Chamo” Lorenzo (QEPD). 
También se recuerda, la comida del Hotel Europa (luego Pensión Momboy), de la señora Sofía y su esposo Miguel;  se dice que eran oriundos de Alemania u otro país europeo.  El Restaurant del Europa (hoy,Pensión Momboy), propiedad de  estas personas, gozaba de la particularidad que  los turistas extranjeros que se alojaban en el Hotel Guadalupe, cuando llegaban al pueblo buscaban este lugar para comer, por sus finos y elaborados platos propios de la gastronomía europea, preparaban buen cordon blue, el chucrut, rodilla ahumada al horno papas y platos de la comida alemana. 



Fachada de lo que fue el Hotel Europa (posteriormente, Pensión Momboy, estado actual), donde doña Sofía preparaba los mejores platos de la  comida alemana e internacional. Obsérvese con techo de zinc, paredes de tapias, 6 puertas de madera en su frente con avenida Bolívar, y 2 puertas y 4 ventanas de madera, por el lado de la calle 2.  Cronografía 2849.   

La clientela que le iba recuerda que una de las mejores Torta Negra del país se comía en este sitio. Ubicada en la esquina avenida Bolívar con calle 2, frente al Panal y la Terraza Zulia.  Aquí trabajaron Jesús Pacheco y Golfredo Sánchez. Luego, los propietarios, construyeron otro hotel frente al Trapiche, aun se puede observar la vieja casona, y tiempo después, edificaron el   Motel Europa (conocido como las Rusas), en el sector El Cucharito, vía Mendoza-Valera. Al parecer, la novela del extinto escritor trujillano Alizo, Nunca más Lily Martin, está basada en estas personas, sobre la conexión del verdugo nazi Walter Hadamowsky, confinado desde 1942, en la Mesa de Esnujaque.   
En los años 70, fue novedoso el Restaurant y fuente de soda El Panal y la Terraza Zulia, propiedad del señor Benito Sánchez, fue también icono de la gastronomía popular criolla de la región, aquí se podían comer variados platos, carnes y pescados,  especialmente, venia gente de Valera y Trujillo, los domingo o días festivos, a degustar la famosa sopa de arvejas que elaboraba la señora Domitila o las más completas, rellenas y multisapidas arepas andinas.  Ubicado en Avenida Bolívar esquina con Calle 2, abrió sus puertas en los 70, cerró sus puertas hace pocos años.     



A la izquierda y en la esquina, se puede observar parte del local de dos plantas del antiguo restaurant y fuente de soda  El Panal, uno de los lugares más concurridos de la Parroquia.  Cronografía 2848.  


Igualmente, a mediados de los años 70,  ubicado entre las calles 1 y 2, abrió sus puertas el restaurant del Hotel Los Andes, propiedad del señor Giovanni Batista Bianchi Bianchi, oriundo de Firenze, Italia. La especialidad en el tipo de comida que se expendía a los visitantes, era que el mismo señor Batista, tenía sus propias siembras de vegetales y hortalizas que consumían los que gustaban la autentica comida italiana; también servían comida criolla. Cuando Batista llegó en los 60, tuvo el Hotel Miraflores, ubicado en la avenida Bolívar con Calle 5 de La Puerta, mantuvo un pequeño salón comedor para los clientes, igualmente, con buena comida. 


Foto de la fachada del Hotel los Andes (actual), ubicado en avenida Bolívar, entre calles 1 y 2 de La Puerta,  fundado por el señor  Giovanni Batista Bianchi.  Cronografía 2852.  

El Rustico Andino, un establecimiento familiar con pista de baile, se podía comer comidas criollas, más sencillas y carnes, propiedad del señor Jesús Sulbarán (Chuchú). Ubicado frente a la Plaza Bolívar, en la Avenida Páez  con Calle 8, abrió sus puertas en los años 70.       
El Tropical Bar Restaurant, afirmó recientemente el amigo Pedro Méndez, porque es su especialidad  que este restaurant del señor Gil Combita, expendía comida criolla, sopas y uno de los mejores cordon blue de la región, comenta que no tenía nada que envidiarle al que preparaban en el Hotel Guadalupe, y el de los alemanes del Hotel Europa. Seguramente, algo tenía que ver, el hecho que el señor Combita, tuviera justo en el local contiguo una carnicería, otros comentan, que tenia los mejores temas musicales rancheros en su rocola. Ubicado en Avenida Bolívar, entre Calles 3 y 4, abrió sus puertas en los años 60 del siglo XX.       .
El Hotel Chiquinquirá,  ubicado en Avenida Bolívar entre Calles 3 y 4, en las instalaciones de lo que fue en un tiempo, la Escuela de Peritos; abrió sus puertas a finales de la década de los 70. Este hotel con su restaurant, continua expendiendo comida a la carta, con platos para el gusto nacional e internacional, preparan buena comida asiática. Su propietario Nayim Vielma.       
La Zulianita, era un expendio de licores, que llegó a tener venta de comidas criollas; propiedad de la señora Herlinda y de su esposo Jacinto Peñaloza. Ubicado en Avenida  Bolívar entre  Calles 8 y 9, abrió sus puertas en los años 60, y hubo también una gallera. Al frente hubo un restaurante en lo que fue una residencia estudiantil, que regentó la señora Aura, oriunda de Cabimas, sitio alegre, donde se reunía la gente de la música, estuvo Alí Primera, cantando con esta señora y con el recordado amigo Alfonso Sulbarán (El Faraón).
 La Puerta, según la tipología internacional de estos establecimientos de comida, los tuvo todos, hasta hace pocos años. Recordamos de nuestro pasado reciente, que como Restaurante de Alta Cocina (Gourmet) y a la Carta, el Hotel Guadalupe, acondicionado y ambientado como gran salón de comida; que cuenta con amplia cocina,  desde sus inicios en la década de los 40, con su Chef de comida internacional, que escogía los mejores alimentos, y un  especialista en bebidas seleccionadas para la clientela. Así como su Maître y su equipo de mesoneros. En los años 70, incursionó con los Buffet internacionales para atender a grandes grupos de turistas. 


En la esquina izquierda, el restaurant y fuente de soda el Pastelito de Oro, del señor  Gustavo Duque. En este local, funcionó hasta el siglo pasado, la Discoteca La Araña. Cronografía 2847.  

Restaurantes temáticos o por tipo de comidas más populares y de nacionalidades; en comida italiana, el Hotel los Andes, de Batista Bianchi; también la Tratoria de Lorenzo, en la esquina calle 4 con Bolívar; en comida alemana y europea, el Hotel Europa, de doña Sofía; el de comida española y marisquería hubo un restaurant en La Lagunita, propiedad de Luis Alfonso Rivero, que luego lo mudó a la Calle 4 (calle El Trapiche); hubo en los 70, un intento de un local de comida mexicana que duró poco; y de cocina china, en el Hotel Chiquinquirá. De comida criolla, el Tropical, El Padrino,  que se han mantenido,  también el Pastelito de Oro, del vecino Gustavo Duque.
En cuanto a locales feriales y de comida rápida, hamburguesas, perros calientes, cachapas, pizas, dulcerías, heladerías, que  todavía se mantienen los distintos locales del Centro Comercial Valle Verde, al frente del Calvario.  

Foto de la fachada oeste del Centro Comercial Valle Verde, frente con la avenida Bolívar y Calle El Calvario de La Puerta. Cronografía 2941.  

         Al frente de la plaza Bolívar, el histórico Rustico Andino, que poco a poco se fue convirtiendo en un Restaurant-Bar-Discoteca, en el que se podía comer y beber o simplemente consumir alguna bebida alcohólica; es uno de los locales que se ha mantenido. 
 Además de las ventas de comida (restaurantes), que hemos relacionado, hay unos dulces típicos cuya receta es antigua, que solo preparaba la familia de la señora Cristina Rodríguez, que se vendía en la Bodega El Campesino, en la esquina este de la Plaza, son las famosas Roscas de Agua Dulce.
Son roscas peculiares, algo ligeras,  el que las probaba no podía dejar de seguir comiéndolas y compraba los llamados paquetones. La receta según hemos investigado, proviene de la gente de Durí,  Mesa de Esnujaque (familia Molina), y fue transferida a La Puerta,  por la familia de doña Cristina, y luego pasó a sus hijas. Son roscas de harina, huevo, azúcar, mantequilla y manteca de marrano.
Amigos lectores, espero que este articulo les haya gustado. Si posees más información sobre este u otro tema tratado en este blog, agradezco me lo hagas llegar, al igual que fotografías, para mejorar la información a compartir.

 La Puerta, octubre 2019.

3 comentarios:

  1. Apreciado Oswaldo. La Señora Sofía del Hotel Europa era rusa, de aquí que es más probable que preparara platos rusos en vez de alemanes en su restaurante.

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    1. saludos. es probable, aunque las comidas que me detallaron las personas que trabajaron ahí, como la torta selva negra, las rodillas ahumadas, salchichas, chucrut, son de la gastronomía germana. OM

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