domingo, 1 de diciembre de 2019

José Antonio Abreu, maestro y verdadero amigo de La Puerta.


  

Oswaldo Manrique R.

La amistad en cualquier lugar del mundo, trata de un sentimiento personal de afecto, puro y desinteresado que se demuestra y fortalece con el trato permanente  y con las acciones. Según los entendidos en el tema, involucra ciertos valores como la solidaridad, la lealtad, la sinceridad, el cumplimiento del compromiso o de la palabra empeñada, eso, lo encarna en nuestro criterio,  el verdadero amigo.  
Hace unos cuantos años, a mediados de la década de los 90, estando mi hijo Iván, cursando estudios de cello en el Núcleo Orquestal Infantil de La Puerta, fui a buscarlo y me encontré a Doña Elsa, la bien recordada directora de esta institución  y nos quedamos conversando, me dijo espérese un ratico para que conozca al Dr. José Antonio; por supuesto, no sabía de quien se trataba y me adelantó alguna información. Cuando llegó el personaje, saludó a todos los que estaban en la escuela,  doña Elsa nos presenta,  le conversó algo rápido de unos recursos e instrumentos nuevos que llegarían para la escuela, y  el hombre le dice en medio de aquella conversación informal, que no quería ir tarde a la iglesia. Se fue caminando, a la misa de 6 de la tarde en nuestro templo, y me cuentan que acostumbraba hacerlo cada vez que venía a La Puerta, porque estaba muy pendiente de esta escuela, con la que fue muy solidario, a la vez, aprovechaba de  visitar el templo parroquial  y le ofrendaba alguna oración a la Virgen de la Paz (Oviedo y Baños la  llamaba Nuestra Señora Santísima de la Paz). Al parecer era devoto de esta santa o era profuso marianista. Lo saludaban o él saludaba a quien se encontrara en la calle. Nos despedimos y me pareció una persona agradable y de buen trato. Entró a su misa.
Su sencillez, junto con su recogimiento y espiritualidad religiosa me llamó la atención, en un personaje de la elevada estatura intelectual y artística del Dr. Abreu.  Al cumplirse un nuevo año de su partida, estimo oportuno recordar aspectos de su vida.
El maestro José Antonio Abreu, nació en la ciudad de Valera, estado Trujillo, el 7 de mayo de 1939.   Considerado como símbolo del esfuerzo educativo y del trabajo en nuestro país, justo es reconocerle que le transformó la vida y la manera de ser a miles de niños que ingresaron al Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros de Venezuela,  en  un perseverante emprendimiento educativo que desde mediados de la década de los 70 y través de la música viene  infundiendo valores de respeto, trabajo  y solidaridad en los más de 1 millón  de niños y jóvenes que hoy integran este sistema social inclusivo y mundo Musical, que progresivamente, se han transformado en digno ejemplo a seguir en otros países.


Fotografía de Fundamusical.   Se observa al maestro Abreu  en compañía del joven  maestro Gustavo Dudamel.  

Sus biógrafos señalan que José Antonio Abreu, comenzó  sus estudios musicales en 1957, en la ciudad de Barquisimeto, contaba con 18 años de edad; luego se muda  a Caracas, donde estudió piano en la  prestigiosa  Academia de Declamación Musical de Caracas. Su formación no quedó ahí, se instruyó en órgano, clavecín y composición, en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, de la que egresó como Profesor Ejecutante, Maestro Compositor y Director Orquestal. Estudio en la Universidad de Michigan. Todos estos logros lo convirtieron en uno de los más destacados músicos y compositores del país.
A pesar de sus sólidos estudios musicales y de la carrera profesional que se le presentaba en este campo, decidió tomar estudios de economía, lo que hizo en la UCAB, donde se graduó y quedó ejerciendo como docente de esta casa de estudios superiores. Incursionó en la vida política con el Frente Nacional Democrático (FND), liderado por el intelectual Arturo Uslar Pietri y fue diputado al Congreso Nacional y como funcionario público: Director del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), y Ministro de la Cultura, posiciones donde desarrollo una encomiable labor.
Por su encomiable labor, ha sido objeto de diversos premios como: la réplica de la espada del Libertador;  el de la Unesco y la Unicef  le otorgó el Premio Internacional de Música IMC-UNESCO para el Sistema en 1993;  y distinciones a nivel internacional, como Embajador en Misión Especial para el Desarrollo de una Red Global de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros y Embajador de Buena Voluntad por la UNESCO (1995 y 1998); ha obtenido Doctorados Honoris Causa de acreditadas universidades.
En un interesante artículo, la clavecinista Adela Barreto, integrante del Sistema, le acredita al maestro Abreu un milagro que, es precisamente, el haber logrado que en nuestro país, cualquier niño pueda tener  acceso a los estudios musicales, independientemente de su extracción social, pudiente o no pudiente, puede ejercer ese derecho y beneficio (Barreto, Adela.   José Antonio Abreu, hacedor de milagros. 29 marzo 2018. En: Venezuela sinfónica.com). Debo agregar a esto, que el maestro Abreu logró crear las condiciones y oportunidades efectivas para que esos niños, tengan instrumentos musicales, docentes, asesoría, talleres, lugar de ensayo y presentación, y sean estudios totalmente gratuitos.  Un sistema real y efectivamente democratizador de la enseñanza musical.



Fotografía de Fundamusical. Se observa al maestro Abreu recibiendo un reconocimiento, a su lado otro de los grandes, el maestro Dudamel y  músicos del Sistema de Orquestas.

Con la fluidez de su talento y de sus vivencias, la citada articulista  nos resume en pocas palabras, el ideario de José Antonio Abreu y un aspecto de su obra: “Creía, y todos con él, que el arte era capaz de hacer de este mundo un mejor lugar. Era un hombre de fe y esa fe movió fuerzas políticas y económicas que hicieron realidad El Sistema de Orquestas, del cual los venezolanos estamos tan orgullosos, porque es la mejor y más reconocida carta de presentación del país…” (Ídem).  El maestro, amigo verdadero e indiscutible de La Puerta, que vino a dar no a quitar, sacrificó su expectante carrera musical por dedicarse a promover, organizar y desarrollar en cuatro décadas su ambicioso proyecto: EL SISTEMA DE ORQUESTAS. 
Al maestro Abreu, le debe nuestra parroquia el portentoso hecho que se abriera el Núcleo Escuela de Música Adela de Burelli, del  Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros de Venezuela,  que tantas satisfacciones ha dado a nuestra comunidad. Murió el 24 de marzo del 2018.
Adela Barreto, Clavecinista de la Escuela de Música Barroca Simón Bolívar, hace una descripción histórica de momentos vividos en nuestra  ejemplar escuela de música, en cuyos finos párrafos leemos lo siguiente:   “En el fondo del patio había una sala en la que ensayaban la orquesta y el coro. Yo iba, junto a mis hermanos, todos los sábados. Lo más chévere era encontrarse con los compañeros de la orquesta, que venían de varios pueblitos y páramos de los alrededores. En el largo muro junto a la entrada, se leía “Escuela de Música Adela de Burelli. Orquesta Nacional Juvenil, Módulo La Puerta” (Idem). Eran tiempos de la recordada y dinámica profe Elsa Cabrita. Nuestra escuela, es forjadora de gente virtuosa y honrada, no solo repleta de nativos de La Puerta, sino que hemos conocido alumnos de Timotes (Estado Mérida) entre ellos un agradable flautista amigo mío; de La Mesa de Esnujaque, Mendoza y algunos de Maracaibo (Estado Zulia),y  otros de Valera, que han escogido este centro de enseñanza y desarrollo de su vocación musical por la fama de sus abnegados docentes, y por la belleza de sus espacios; hace poco publiqué en este blog un articulo resaltando uno de esos hermosos espacios: la Capilla Musical de Santa Cecilia, ubicada en la segunda planta de esta edificación, herencia de las Monjas de Tarbes que allí se instalaron en la década de los 70. 
Vaya desde aquí un tributo mas para este excepcional trujillano y verdadero amigo de La Puerta.

 La Puerta, diciembre 2019.

2 comentarios:

  1. Yo estuve muy cerca de la creación del Sistema de Orquestas, junto a mi exedposs Beatriz Lozada, pianista, y la Profesora Mercedes Rugeles no mencionadas en tu rescate de la historia de la música en la Puerta.
    Muy grato el texto

    ResponderEliminar
  2. Saludos. Interesante dato; si cuentas con otros, te agradeceria tu colaboracion para mejorar este articulo. OM.

    ResponderEliminar

Francisco Moreno y su ajicero de alto rango.

Por Oswaldo Manrique. En nuestros pueblos andinos, hay personas que vemos a diario en las calles, mostrando sus productos y desarrollando ...