Oswaldo Manrique Ramírez.
En el año 1948,
nuestra parroquia es asiento de uno de los episodios más controversiales y polémicos en su
historia religiosa. Siendo ésta, una de las comunidades andinas de mayor
religiosidad católica, desde que se asentó como Pueblo de Indios San Pablo de Bomboy en
1601, pueblo amantísimo de sus 4 joyas: el
patrono San Pablo Apóstol, la Virgen de la Paz, San Isidro y la Purísima, que
en forma tranquila y sosegada practicaba su devoción, fue interrumpido por una
desbandada dentro de la feligresía, considerando que los dos curas
protagonistas de estos hechos, fueron párrocos y autoridad católicas de nuestra
población, y además, buenos y queridos pastores.
Ni cuando la ruptura
del gobierno de Guzmán Blanco, en 1877, que tuvo la idea en el Congreso
Nacional de crear una iglesia venezolana por decreto, lo que no se le dio, ni cuando el general Gómez, que se quebrantaron
las relaciones con la autoridad eclesiástica, no se conocía que se hubiese
producido un cisma dentro de ella, ya que fue religión oficial de Venezuela,
inclusive, consagrada en las Constituciones nacionales.
El
anticlericalismo del gobierno adeco, durante
el llamado Trienio, casi desbordado en las mentes de los cureros dio pie a una
campaña anticomunista. Una de las preocupaciones de un sector de la sociedad,
era el tema de las autoridades oligarcas de la Iglesia católica. Un reconocido
y popular sacerdote de Caracas y otros de varios Estados del país, promovieron
la creación de una nueva, y constituyeron la denominada Iglesia Católica
Apostólica Venezolana (ICAV), a ésta, se sumó un grupo importante de
sacerdotes, y de fieles que fueron dando cuerpo a esta nueva comunidad
religiosa criolla, una iglesia católica nacional. Entre ellos, se integró
el conocido padre Verde, nuestro párroco
de La Puerta, lo que fue criticado por unos, y apoyado por otros.
La particularidad en
cuanto a espacio, es que el cisma eclesiástico, se dio con mayor énfasis en Caracas,
donde hacía vida pastoral el padre Castillo Méndez, y en Trujillo, donde estaba
el padre Francisco José Verde, particularmente La Puerta, donde éste tenía su residencia
personal y también la oficial. Antes y después de su consagración como Obispo,
siguió viviendo en nuestra parroquia (antes Municipio). Ya siendo Obispo de los
Andes, despachaba desde su residencia en esta misma localidad.
Fachada del viejo Templo, donde ofició durante varios
años el padre Verde, como párroco de La Puerta. 2785.
Al incorporarse a la
Iglesia criolla, Verde fue sancionado por el delito de apostasía, herejía y
cisma. Debatió con varios sacerdotes y autoridades sus ideas y los motivos del
cisma, que debían encontrar en la propia actuación ostentosa, pecuniaria y de
doble discurso de los Obispos y curas católicos. Promovió la Iglesia criolla,
es decir, una moderna en la que se utilizaba el idioma castellano en las misas
y en los matrimonios, abandonando el latín que solo los curas entendían y
apartaba a los feligreses del mensaje de Cristo.
En la tarde de un
domingo, se presentaron a la casa de este clérigo, varios fieles y amigos,
entre ellos las más connotadas beatas de la población, quienes consternados, le
llevaron la noticia de que había sido excomulgado. Lo que les causó más
conmoción, fue que durante la misa dominical, desde el púlpito, el mismo Padre
Trejo, con sus propia voz, había
expuesto la sentencia de excomulgación. El ya Obispo de la nueva comunidad
religiosa, no se inmutó y les explicó lo que estaba pasando en la Iglesia.
Gráfica de la nota de prensa, publicada por “El Crisol”
en su edición del 21 de octubre de 1948, página 2, que anuncia la llegada del Obispo verde a
Trujillo, y por consiguiente a su residencia personal y obispal en La Puerta. 3094.
La
Iglesia Católica Venezolana excomulga a 4 sacerdotes. El Obispo Francisco José, ejerce su
autoridad.
Los dos curas se dictaron
sentencias como autoridades eclesiásticas, acusándose de incurrir en faltas
condenadas por la iglesia, acarreándoles la prohibición de la comunión y del
uso de los sacramentos y sufragios comunes de los
fieles. Los periódicos de ese tiempo
cubrieron dicho polémico episodio; una de estas publicaciones reseñó lo
siguiente:
Semanario
Crisol, de la ciudad de Valera, Dirigido por Manuel I. Molina. Edición del día
25-11-1948. Pág. 3. N° 20. Valor: Una locha.
“REMITIDO.
Nos. Francisco José Verde, Obispo titular de Nueva Cádiz y Visitador Apostólico
del territorio venezolano hago constar que: hace tiempo me separé de la Iglesia
Romana por razones que expuse en oficio privado ante la Nunciatura Apostólica,
como también ante el Arzobispo de Caracas y ante las autoridades eclesiásticas
de Mérida. Por esas razones es bastante extraño que los Pbros. José Humberto
Contreras, Ramón de J. Trejo, Rafael Ernesto Monsalve y Pedro Parra, Párrocos
de Valera, Mendoza, Escuque y Carvajal, respectivamente, se hayan ocupado de
Nos con excomuniones y censuras en los púlpitos de ¡las Iglesias!...- Por estos
motivos, Nos, con la suprema autoridad divina que nos asiste declaramos
Excomulgados, con la Excomunión latae sententiae, reservada a Nos, a los
susodichos presbíteros José Humberto Contreras, Ramón de J. Trejo, Rafael
Ernesto Monsalve y Pedro Parra. Esta Excomunión solamente podrá ser levantada
por Nos, o por cualquiera de los sacerdotes de Nuestra Iglesia, Católica,
Apostólica y Venezolana, siempre y cuando los fulminados por ella, den señales
de arrepentimiento y contrición.- mandamos, pues, a los fieles de nuestras
Iglesia Venezolana tengan a estos sacerdotes como excomulgados –sino vitandos-,
al menos tolerados y dignos de compasión.
Dado y sellado en nuestra provisional Residencia de La Puerta a los
veinticinco días del mes de octubre de mil novecientos cuarenta y ocho. (L.S.)
FRANCISCO JOSÉ. Obispo Titular de Nueva Cádiz y Visitador Apostólico de
Venezuela” (González, Luis. Testimonios del periodismo trujillano.
Tomo XII. Pág. 1301-A. Editorial Venezuela, Valera, 1987).
Se desprende
fácilmente de este Remitido, que el padre Verde, excomulgó al cura Ramón de
Jesús Trejo, párroco de La Puerta, también al padre Pedro Parra y al presbítero José Humberto
Contreras, admirado padre por sus obras sociales en favor de los sectores
pobres de Valera; sin embargo, piadoso, la sentencia, aclara que podían ser
tolerados y dignos de compasión.
Gráfica del Remitido ex comulgatorio, copiada de “El
Crisol”, del 25 noviembre de 1948. 3093.
¿Quiénes
son nuestros apasionados, polémicos y admirados párrocos?
Don Luis González, apreciado cronista y
periodista, en su meritoria recopilación sobre el periodismo regional, denominó
al padre Verde, como un “personaje de
antología”, agregamos que también lo fue el padre Trejo, el constructor de
nuestro templo católico de San Pablo Apóstol.
El padre Francisco José Verde, fue párroco de La
Puerta, en la década de los 40 del siglo
pasado; era un hombre estudioso, de una formación y doctrina de alta densidad.
Nuestros abuelos lo recordaban como de carácter afable, de gran
sensibilidad, inclinado a la acción y
pastoral social, preocupado por los desamparados, enfermos, desvalidos, un tipo
de sacerdote humanista, vinculado a la iglesia de los pobres, preocupado por compartir
y comunicarse en forma sencilla con su feligresía. Nació el 4 de noviembre de
1899, en Carora, estado Lara, Venezuela. Hijo de Francisco Verde Gallardo y
Rosaura Elisa Bracho Pérez, ambos nativos de Carora. Su dos hermanas, Soledad nació
en el año 1894 y Amelia nació en 1902.
Cuando sobreviene en
1948, el golpe de estado contra el gobierno adeco, los oligarcas se alzan en Jajó y La
Mesa, grupos armados se organizaron bajo
la comandancia del general Juan Araujo.
El padre Verde, al parecer, en su coherente línea anti oligarca, marchó acompañando a la tropa del general
Luis Felipe Llovera Páez, su amigo, desde que era Capellán del Ejercito, y
ahora, designado para reducir las
fuerzas anti gobierno del general Araujo (Angulo Rivas, Alfredo. Adiós a la utopía).
El padre Ramón de Jesús Trejo, fue párroco de La
Puerta, hasta finales de la década de los 50 del siglo XX, recordado por la comunidad por ser un hombre
de acción, fue más inclinado al mejoramiento de la condiciones para que las
actividades litúrgicas se realizaran en
condiciones adecuadas. A él, debe nuestra parroquia el que hoy tengamos el hermoso
templo de San Pablo Apóstol. Se preocupó en demasía por lograr su construcción,
viejos vecinos que en su juventud trabajaron en dicha obra, lo vieron muchas
veces hablando con los albañiles con los
planos en la mano, o con su sotana negra llena de engrudo, o manchada por los
elementos de construcción y otras veces, bajando y trasladando materiales, o
ayudando en cualquier actividad en que se necesitara mano de obra.
Culto, estudioso,
valoraba las expresiones culturales autóctonas; fue la primera persona que avizoró
el talento natural de Josefa Sulbarán la pintora trujillana. El padre Trejo,
fue la persona que vio la primera obra pictórica de Josefa, un día que fue en
actividad pastoral, y ella le mostró el famoso cuadro con la panorámica de “Los
Cerrillos”, lugar donde ella vivía con su familia, después llamado el cuadro
perdido. A partir de este conocimiento, en el que él le pide que le haga uno parecido,
entusiasmándola a que siguiera pintando,
se fue difundiendo la obra de esta excepcional artista.
Al contrario de lo
que se lee en la placa inaugural, que está fijada en la fachada de nuestro
actual templo, fue este cura, quien promovió la idea, proyectó, buscó el
financiamiento, contó con la generosidad del señor Audón Lamus, uno de los
hombres de mayor fortuna económica, los maestros
italianos que trabajaron, y los construyó
casi en su totalidad. Podemos decir, que fue su máxima realización material en nuestra
parroquia, que pueden disfrutar tanto habitantes como los visitantes.
El padre Trejo, nació
el 25 de mayo de 1907, en la población de Mucurubá, Estado Mérida. Ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1929, en
la Catedral de Mérida, con Humberto Corredor Tancredi, por Monseñor Chacón.
Dijo su primera misa el 8 de septiembre de 1929, en Mucuchíes y predicó el
Presbítero José Humberto Quintero, luego Cardenal de Caracas; también asistió
Monseñor Acacio Chacón.
Desempeñó varios
cargos eclesiásticos, entre ellos, Teniente de Betijoque, cuando el padre
Moncada fue el párroco. Ayudó a Monseñor Carrillo en Trujillo. Pasó a ser Párroco
de Santiago, estuvo 4 años. Párroco de El Alto, Sabana Libre e Isnotú. Luego Párroco
de Montecarmelo. Enfermó y vivió un tiempo en Mérida, se incorpora como Párroco
de Timotes, donde estuvo 14 años. Luego, párroco de La Puerta y Mendoza Fría,
durante 26 años. Murió el 17 de julio de 1984, en Mendoza.
Ese resumen biográfico, nos da una idea de la
densidad y el calibre de la obra de estos sacerdotes.
El cisma en la Iglesia. El cuerpo social confundido y fiel a sus
creencias de orden espiritual.
En
un trabajo sobre la Compañía de Jesús, como institución educativa en nuestro
país, se refiere al cisma de la iglesia católica tradicional y la creación de
una nueva iglesia; explica que en abril de 1948, en pleno primer gobierno
adeco, se produjo un cisma en la Iglesia tradicional católica, en el que el reverendísimo
sacerdote venezolano Luis Fernando Castillo Méndez, fue ordenado Obispo por Carlos
Duarte Costa, fundador de la Iglesia Católica Nacional de Brasil. Su
consagración fue como Obispo Primado de Venezuela y se hizo el 3 de mayo de ese
año en la ciudad de Balboa, en República de Panamá (Yepez Castillo, Aureo. La Universidad Católica Andrés Bello en el
marco histórico educativo de los jesuitas en Venezuela. Págs. 122 y 123.
UCAB. Caracas. 1994).
En el citado ensayo,
se incluye la opinión del político, ex Ministro social cristiano y elemento del
Opus Dei, Rodolfo José Cárdenas, quien escribió sobre “el vedetismo de Castillo
Méndez como líder cismático” que poco a poco se fue desinflando basándose en las palabras de un cura de
apellido Cortada, que anduvo con el prelado y lo acusó con lo siguiente de “ceremonias exageradas, devociones
superfluas y cada día más abundantes lujos, comodidades de todas clases y
misticismos carantoñeros para engañar a las pobres gentes” (Ídem). A Castillo Méndez, en virtud de sus acciones
religiosas revolucionaria dentro de la iglesia católica, fue calificado como
comunista y pieza de supuestas maniobras políticas. Ocurrido el golpe de estado
el 24 de noviembre de 1948, el gobierno militar curero, ordenó vigilarlo
y acosarlo, fue apresado y torturado, y
reacciona la población que rodea el Cuartel de policía en Caracas, y posteriormente exiliado por el dictador Pérez
Jiménez. Castillo Méndez nació en Caracas,
en 1922. Fue designado como Patriarca, es decir, el Prelado principal de la nueva
Iglesia en Brasil, hasta que murió en
2009.
Las principales
propuestas de la nueva iglesia católica, eran la elección popular de los
Obispos, rechazo de la dictadura, particularmente la de Francisco Franco en
España, y eliminar el celibato eclesiástico. No pudo trascender más allá del
trienio adeco (1945-1948), esta iglesia nacional, rebelde y popular.
El padre Verde
siempre se mantuvo en el marco diario de la enseñanza de la fe, obedeciendo el
mensaje de Cristo y siempre al lado de los pobres, se le atribuye que era
abiertamente anti oligarca, pero expresando el respeto a la iglesia católica,
pues su influencia ideológica y formación venia de ella. Sin embargo, el político socialcristiano Rodolfo
José Cárdenas, pretendía también
descalificar al padre Verde, porque había declarado a la prensa, la
manera sui generis de percibir la Iglesia.
El padre Verde, dio
una declaración al diario El Nacional, publicada el 21 de noviembre 1948, en la que
dijo:
“seré
activo hasta la temeridad en este nuevo ideal (…) la iglesia católica
venezolana no toma en cuenta la política. Para ella todos los hombres son sus
hijos: los blancos, los rojos, los marrones, los verdes. Para salvar un alma no
toma en cuenta la ideología de la materia que contiene. La nueva Iglesia
fomentará entre sacerdotes y seminaristas, el respeto por las legítimas
autoridades, por el gobierno constitucional, por los gobiernos eclesiásticos sean
ellos protestantes, católicos, anglicanos...En el mundo actual lo que se
necesita es comprensión, acercamiento,
amor, generosidad, desprendimiento. Nunca como ahora se hace necesario predicar
el dulce mandamiento de Cristo: Amaos los unos a los otros”. (Ídem).
El padre Verde se
mantenía en el marco diario de la enseñanza de la fe, obedeciendo el mensaje de
Cristo y siempre al lado de los pobres, a la vez, ratificando el respeto que sentía por la
iglesia católica que lo había formado y ahora excomulgado.
Presbítero José Humberto
Contreras, uno de los excomulgados por el padre Verde. Gráfica copiada de Testimonios del periodismo trujillano, de don Luis González. 3023.
Como se puede
entender de su declaración, este movimiento eclesiástico, fue víctima de una campaña
política curera, por parte de una conspiración de la dictadura militar, de Copei
y las Ligas anticomunistas que se habían formado, de la autoridad inquisitorial
de la vieja iglesia católica romana y lo sectores mas oscurantistas del Opus
Dei.
El cura Pedro Parra, párroco de la Iglesia San Juan Bautista de Valera, otro de los excomulgados por el padre Verde. Gráfica copiada de Testimonios del periodismo trujillano, de don Luis González. 3021.
El
padre Verde regresa a Trujillo, como Obispo de los Andes.
Días antes de
aquella polémica declaración de prensa, el popular padre Francisco José, ex
párroco de La Puerta, regresó a Trujillo, realizó una gira por varias poblaciones, en
las que fue promoviendo la nueva iglesia y sumando voluntades y fieles para su
conformación. El Semanario Crisol, de
la ciudad de Valera, Dirigido por Manuel I. Molina. Edición del día 21-10-1948.
Pág. 2. N° 20. Valor: Una locha. Tituló:
Llegó Monseñor Verde.
“Informaciones
de la capital del Estado nos ponen en conocimiento que llegó Monseñor Francisco
José Verde, Obispo de la Iglesia Católica Venezolana, recién elevado al rango de
Obispo de los Andes, por Monseñor Castillo Méndez, Primado de Venezuela.
Monseñor
Verde, perteneciendo aun a la Iglesia Internacional Romana ejerció el curato de
varios pueblos trujillanos, entre ellos La Puerta, Mendoza, La Mesa, etc., luego
fue Capellán del ejército. Se sumó a la Iglesia Católica Venezolana liderizada
por Castillo Méndez, y viene a fundar su iglesia en los andes, donde aproximadamente
empezaran los católicos a escuchar misas y otros oficios en lengua nativa.
…pero
es presumible que gracias a la presencia y su labor infatigable Monseñor Verde…abandonaran
la sotana negra para vestir la blanca que llevan los sacerdotes de esta iglesia
revolucionaria que desconoce la autoridad extranjera del pontífice romano, y
surge con plena autonomía venezolanista, a semejanza a la Iglesia Católica
Brasileña, o la Ortodoxa de Inglaterra, Rusia, Grecia y otros países.
Seguramente
veremos en breve una recia pugna religiosa entre católicos romanos y católicos
venezolanos”
(González, Luis. Testimonios del periodismo trujillano.
Tomo XII. Pág. 1195. Editorial Venezuela, Valera, 1987).
Gráfica de la llegada del Padre Verde a Pampán. Semanario
Crisol, de la ciudad de Valera,
Dirigido por Manuel I. Molina. Edición del día 11-11-1948. Pág. 2. N° 20.
Valor: Una locha. 3092.
Leyenda pie de foto:” Un
grupo de católicos en la población de Pampán, reciben a Monseñor Francisco José
Verde, Obispo de la Iglesia Católica Venezolana. Éste celebrará próximamente en
el Barrio Bella Vista de Valera una Misa en idioma castellano”. (González,
Luis. Testimonios del periodismo
trujillano. Tomo XII. Pág. 1301. Editorial Venezuela, Valera, 1987).
La ICAV, creada por Castillo
Méndez y el padre Verde entre otros, sigue existiendo, socialmente limitada, sus
sacerdotes siguen construyéndola poco a poco, realizando su trabajo de fe, de bajo perfil,
sin ostentación y sin estridencia.
El verdadero motivo
que nos mueve con esta crónica es, porque queremos en primer término al
compartir este episodio, rescatar valores y personajes históricos importantes, de
gran valía, de obra y pensamiento trascendente, quienes lucharon desinteresadamente
por mejorar los condiciones materiales y espirituales de nuestra comunidad en
épocas pasadas; y en segundo término, porque es hora, que se haga el reconocimiento público a la meritoria labor de estos dos sacerdotes, que se desempeñaron
como benefactores ejemplares de nuestro pueblo.
La Puerta, noviembre
2019.
Omanrique761@gmail.com
Curiosa esta historia de la excomulgación mutua.
ResponderEliminarSobre El General Juan Araujo ¿Podrías ampliar sus datos de vida?
Saludos. Con gusto. estoy revisando un trabajo sobre Sofia Baptista, pariente del León de la Cordillera y del otro general Juan Araujo, y uno contemporáneo, el del Coronel Burelli, involucrados en la resistencia contra la dictadura de Gómez.
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