José Trinidad Toro, un patriota postergado.
Oswaldo Manrique.
Hemos expuesto, que la historiografía nacional y regional, ha manifestado desdén o desconocimiento por ciertos personajes que aportaron de una forma u otra, a la guerra de independencia, pero los mantiene obviados, silenciados, no existieron, como es el caso, del Dr. Francisco Antonio Labastida, celebre constituyente de La Puerta, en 1811, murió en 1813, a las pocas semanas de haberlo visitado, Bolívar, se reunió con él, y se alojó en su residencia, como primer sitio trujillano que pisó, en su campaña admirable en 1813. Otro caso, del valle del Bomboy, es el del patriota José Trinidad Toro.
El asunto metodológico en el pequeño ensayo sobre este prócer independentista e internacionalista, nativo de nuestro Valle del Bomboy, lo hemos abordado en una dirección investigativa que tiene por objetivo presentarlo, con rasgos biográficos importantes directos e indirectos, nos hemos armado de la escasa referencia documental directa, la revisión del espacio geográfico de los Briceño Toro, contextualizando su vida y su ruta de lucha, sus costumbres como hombre del valle andino, su tiempo limitado al último cuarto del siglo XVIII y las primeras ocho décadas del XIX, los líderes de la emancipación y de la campaña del sur, y finalmente el hecho fundamental de Ayacucho, medios probatorios, indicios, presunciones y la memoria oral, que quizás no son del agrado de quienes mantengan su enfoque de la historia en blanco y negro, porque requieren el señalamiento subrayado de la fuente documental, que es lo que nos ha limitado con mucho complejo, el reconocimiento histórico de nuestros libertadores nativos de esta Provincia.
En todo caso, hemos adoptado la orientación del historiador polaco Jerzy
Topolski (1992), de su teoría del conocimiento histórico basado y no basado en
fuentes inmediatas, que nos permite echar mano, al conocimiento que se tenga del pasado,
en forma directa, y por otra parte, el conocimiento indirecto, para la
reconstrucción de esos acontecimientos
lejanos en el tiempo, por medio del
saber teórico y descriptivo acumulado, en eso, nos ayudamos con fuentes
culturales, religiosas, biográficas, históricas, con lo que se pudo lograr el
resultado que proponemos en nuestro ensayo biográfico.
Un mendocino, <<Vencedor de Ayacucho>>.
Uno de los elementos historiográficos
que nos da punto de apoyo, para el ensayo citado, lo es el referido a la casa de este prócer independentista. En la edición
del año 1972, de la obra Geografía General del Estado Trujillo, del historiador
Américo Briceño Valero, actualizada por el ingeniero Jesús Briceño Enríquez,
éste, agregó un dato histórico interesante. En la pagina correspondiente anotó
esto: <<La tradición ha señalado esta casa como el postrer albergue del
patriota José Trinidad Toro, en el caserío El Cucharito. A los 39 años recibió
una herida en la batalla de Ayacucho, que lo invalidó para toda su vida, la
cual terminó en el año de 1899>> (Briceño Valero, Américo.
Geografía General del Estado Trujillo. Actualizada por el ingeniero Jesús
Briceño Enríquez. 1972). Este, es uno de los agregados, que hizo a la magistral
obra de su padre, el ingeniero Briceño Enríquez.
El Cucharito, antes de convertirse en la hacienda Carmania, formaba parte de la Posesión del encomendero Cristóbal Hurtado de Mendoza y su esposa Catalina Fajardo. La forma de esta posesión, terminaba en su lado Norte, con el encuentro de la quebrada Doro y el río Bomboy, especie de vértice descendiente.
Fotografía que publica el ingeniero Jesús Briceño
Enríquez, de la casa del prócer independentista José Trinidad Toro, en la
edición de la obra Geografía General del
Estado Trujillo, del año 1972.
En la
Campaña del Sur. la gloria de Ayacucho y su invalidez.
De la estirpe guerrera
independentista de los Briceño Toro, se ha incluido a Juan José Indalecio
Briceño Toro, prócer internacionalista, quien nació igualmente en Mendoza y fue
asiduo y vecino de José Trinidad, que vivía en el Cucharito, murió en Cuzco en
1847 (Dávila: 186 y 341). Indalecio era de piel morena, que contrastaba con la
de sus hermanos.
Fueron varios Trujillanos que se convirtieron en internacionalistas, además de Indalecio Briceño y de José Trinidad, entre ellos, Rogelio Linares, nació en San Lázaro en 1785, y murió en ese pueblo en 1855, estuvo bajo las órdenes de Bolívar en la campaña de Venezuela y la Nueva Granada, prosigue la del Perú y coronó su ascenso militar de comandante en la batalla de Ayacucho (Dávila, Vicente. Próceres Trujillanos. Pág. 108. Imprenta Bolívar. Caracas, 1921). Toro, fue oficial, pero al igual que su pariente el demócrata radical Indalecio Briceño, no dio ínfulas de ello.
Incorporado al ejército de Colombia la Grande, a mediados de junio de 1824, tramontó la Cordillera de los Andes, fue de los aguerridos soldados venezolanos, que lograron esa hazaña, para ir en busca de las fuerzas imperiales españolas y darles combate. Al decidirse continuar su actividad patriótica con Jacinto Lara, se va a la campaña del Perú, iniciada en 1823, combatiendo en Arequipa, pero no en Junín el 6 de agosto, porque el ejército libertador con Sucre a la cabeza, llegó con cierto retraso, pero finalmente, se batió en Ayacucho, donde se distinguió valientemente y fue gravemente herido.
Otro de sus coterráneos,
que estuvo en el combate Ayacucho, fue José Francisco Valbuena, regresó a
Trujillo y allí vivió muchos años y murió, según la oralidad trujillana, de lo
que no se tienen mayores datos (biografías. ULA.saber).
Según Rumazo González, el <<colosal
y decisivo choque en Ayacucho>> de los seis mil soldados patriotas, contra los
nueve mil realistas duró unas 4 horas, dejando un saldo de víctimas para los
libertadores, de mil muertos y heridos, entre esos heridos se contaba a José
Trinidad Toro. Quedaron dos mil prisioneros y algo sumamente importante, <<el
gran proceso de la guerra de independencia de América terminó ese día>>
(Rumazo González, Alfonso. Antonio José de Sucre, Gran mariscal de Ayacucho. Pág.
28. Biblioteca Familiar). Nuestro soldado trujillano, a pesar de salvar su
vida, quedó inválido. Al momento de partir de Perú, habría recibido el premio
en pesos, que acordó el gobierno de dicho país, y distribuyó entre los
combatientes de Ayacucho.
La batalla de Ayacucho, en la que según la reseña de Briceño Enríquez, fue herido y quedó invalido el combatiente Toro, desarrollada el 9 de diciembre de 1824, en la Pampa de Quinua en Ayacucho (Perú), es considerada como uno de los más brutales enfrentamientos militares, en la guerra independentista de 1809 a 1826, al punto que fue y significó el fin definitivo del poder virreinal del imperio español en americe del sur. Las fuerzas realistas, las jefaturó el Virrey José de La Serna, y las revolucionarias, el general Antonio José Sucre.
Gráfica de la portada de la de la obra Geografía General del Estado Trujillo, de Américo Briceño Valero, que publicó en
el año 1972, su hijo el ingeniero Jesús Briceño Enríquez, en el que aparece la
reseña que éste hace del prócer independentista José Trinidad Toro.
Monumento
inaugurado en la pampa peruana de la Quinua, año 1974, en la ocasión de
cumplirse los 150 años de la Batalla de Ayacucho; estuvo presente el Presidente
de Venezuela, señor Carlos Andrés Pérez. Se escenificó dicho enfrentamiento bélico,
usando uniformes similares a los que usaron los soldados en la batalla
original. Cortesía http://www.scielo.edu.uy/scielo
General caroreño: Jacinto Lara (Juan Jacinto Lara Meléndez),
apodado “El Vencedor”.
Se retiró del ejército activo, como consecuencia de haber
quedado invalido en la pampa de Quinua en 1824.
Regresó oficial, pero por su manera de ser, de los de su familia, haría guardar los fueros, honores y
privilegios que le correspondía. En 1825, estando algo recuperado de las
graves heridas, y concluida la Campaña guerrera del Sur, volvió a Venezuela, a su
Trujillo natal, tras una larga travesía, que duró varios meses. Llegó para recuperar
la salud, de sus heridas de guerra, e intentar incorporarse a sus actividades
privadas, ya que había cumplido, incorporado su nombre glorioso como prócer de
la independencia suramericana.
En su valle, en su Cucharito de labriegos, luego de su regreso de la campaña y batalla de Ayacucho, su condición de guerrero herido, no era de lo mejor, pero supo sobrellevar y enfrentar las vicisitudes que se le presentaron. Lisiado por las heridas de guerra, se movilizaba con dificultad, ahora, la actitud era por sobrevivir a la post hostilidad, a la pobreza y al desorden. Murió en 1884.
Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal, comandante único de los ejércitos patriotas, vencedores en Ayacucho.
José Trinidad Toro, que luchó al lado
de Sucre, vivió el resto de sus días con la dignidad de ser uno de los
valientes soldados de Ayacucho. Tenían los valeranos, mendocinos y la gente puertense, en el siglo pasado, una
esperanza que logró reivindicar su nombre, sacarlo a la luz pública, que pudo
haber salvado para la posteridad toda la historia de este prócer
independentista suramericano
Como andamos en tiempos de historia insurgente, de rescate, de los nombres de hombres y mujeres silenciados, que entregaron todo en favor de la libertad de Venezuela y América, tanto recabar toda la información sobre su vida y obra es importante, como también, es pertinente, recordar con orgullo y gratitud, por los nativos del Valle del Bomboy, Valera, Trujillo y en Venezuela, a José Trinidad Toro. Un poco de eso, hacemos con este extracto de artículo.
Nota: Para más información sobre este prócer, pedir por nuestros contactos, el ensayo <<José Trinidad Toro, internacionalista postergado>>, en PDF.
La Puerta, febrero de 2022.