Por Oswaldo Manrique (*)
La contemporánea memoria histórica trujillana, en parte, está relacionada con la compleja lucha de la población de La Puerta, durante
los primeros años de la octava
década del siglo XX, en la que se dieron jornadas inéditas y ejemplares de
lucha social, agraria, política, cultural y ambiental en Venezuela, teniendo como uno de
sus valiosos Capitanes, al cantor del pueblo Alí Primera; a lo que dio
cobertura el Diario de los Andes. Para
la pequeña y aislada comunidad de La Puerta, estado Trujillo en Venezuela, a la que volcó su apoyo
oportuno e incondicional, su orientación y dedicó parte de su canto solidario,
acompañado de intelectuales, estudiantes, luchadores ambientalistas,
trabajadores de la cultura, artistas y la Trova Bolivariana, es momento propicio a los 84 años de su nacimiento, recordar y rendir
justo reconocimiento a su esfuerzo y su legado político, social, cultural y
musical.
La
izquierda, que fue su campo formativo y político al que siempre estuvo
vinculado, estaba fracturada y seriamente fragmentada, en un complejo tránsito
de la lucha armada, a la denominada “pacificación”. El pueblo, para muchos, no
contaba con su vanguardia para la lucha; sin embargo, Alí abriendo brecha y
animando, cantaba:
Si descansan
las costillas
mientras el
palo va y viene
y que de
cualquier astilla
se puede sacar
la cuña
vamos mi
pueblo no juña.
En ese
contexto, desde 1979, desplegando una palpitante energía, Alí viajaba con
bastante frecuencia a las regiones, interconectado al mundo estudiantil
universitario y al campo cultural y musical. Había creado con un grupo de
intelectuales, artistas y gente de la canción necesaria, los Comité por la
Unidad del Pueblo (CUP), como instrumento unitario. El pueblo y la
izquierda venezolanos, deben reconocerle a este coriano, que con su esfuerzo
político, su lírica, su música, inoculaba el ideario y la ruta en aquel momento
o encrucijada, en el que se perfilaba la desviación y la lucha formal
reformista, en el campo de la confrontación política. Fue un autentico
sembrador de conciencia humanista, nacionalista, antiimperialista. Se puede
decir, que era autentico militante de la unidad del pueblo.
Alí Primera en visita al
NURR-ULA-Trujillo, se involucra en la lucha histórica de La Puerta, 1980.
En 1980,
Alí, es invitado a participar en la celebración del aniversario de la creación
del NURR, en la ciudad de Trujillo, el destacado ingeniero Alirio Rangel,
recuerda, que fue testigo de los hechos, <<No solo en Motatán
en todas las actividades de Alí Primera en Trujillo desde agosto de 1980, para
celebrar el X Aniversario del NURR>>. En las conversaciones
de grupo, salió el tema del impacto generado por la construcción de un macro
proyecto en un pequeño pueblo, localizado al comienzo de la Sierra andina.
Alí,
abrazó y se solidarizó con las luchas de los pequeños pueblos andinos. Una
sabrosa crónica publicada el 2 de septiembre 2021, en su página Motatán
en la Historia, el amigo Alfredo Márquez, relata que,
<<en junio de 1982 vino Alí Primera a Motatán…los muchachos del
grupo religioso Hombre Nuevo, prepararon en la casa de Erlinda Cardozo, frente
a la plaza. Alí Primera llegó en una ranchera Chevrolet blanca y se estacionó
en la esquina del negocio de El Ronquido…ubicado en la entrada del pueblo. Allí
lo esperamos con los tamboreros cuyo capitán era Alfredo La Boba Villarreal que
Jaiber Abreu, tuvo la previsión de convocarlos. Alí Primera al ver el grupo de
gente se arrechó. “No joda yo vengo aquí a comer no a cantar. Además estoy
enfermo de la garganta”. Pero en ese momento los tamboreros arreciaron con su
toque sanbenitero y al hombre le cambió el ánimo. Y dándole gran
portazo a la camioneta se puso a caminar, vía a la iglesia. Y en el camino, por
los lados de Nani Rojo, pidió un lapicero, papel y una espalda para afincar.
Esa espalda fue la de la Boba. Al hombre se le abrió la inspiración. Y escribió
la estrofa: San Benito échate un palo, Y canta con alegría. Que en Motatán los
tambores. Ya resuenan por la vida…al finalizar en Motatán, Alí Primera pidió
llevar los tamboreros al estadio de El Milagro, en donde tocaron con Alí en
Valera>>.
El
ingeniero Alirio Rangel, hizo otro aporte, al escribir como comentario lo
siguiente: que un día en la tarde, se encuentra el párroco que al parecer era
de origen colombiano, con Alí, en Valera, <<en Radio Turismo, al
culminar un programa a la una de la tarde con Silene Baptista se acordó a las
10 am, un compartir en el salón parroquial>>; luego escribió que
fue testigo de los hechos, <<No solo en Motatán en todas las
actividades de Alí Primera en Trujillo desde agosto de 1980, para celebrar el X
Aniversario del NURR…en la noche fue el canto Solidario con el Pueblo de La
Puerta en el estadio El Milagro…En la mañana siguiente subimos a una reunión
del Comité Pro Defensa de La Puerta>>. También, se solidarizó con los damnificados de
Boconó y con Carache.
Efectivamente,
una de las luchas populares contemporáneas, interesantes y genuinamente
campesina, se inició el 28 de mayo de 1980, cuando <<Habitantes
de la comunidad de La Puerta (Estado Trujillo), decidieron
unir sus esfuerzos para destruir con sus manos las primeras estructuras del
Proyecto (Inturesa) que amenaza destruir su población>> (Benito
Rivas y otros. La lucha de La Puerta. Pág. 6. 1983). Este fue el
primer acto de rechazo popular, real y decisivo al proyecto urbanístico
depredador, en este conflicto socio ambiental. El primer acto de combate
colectivo, por su tierra de labor, su medio ambiente y el derecho a la vida.
No olvidemos el fondo del conflicto para los puertenses, de aquella
época.
En uno de
los argumentos del Comité Pro Defensa de La Puerta, en <<Historia
de la lucha de La Puerta>>, afirman que lo que
pretendía la constructora INTURESA, era destruir los preciados bienes de esta
comunidad rural andina, como lo son <<las aguas del rio Momboy
(Bomboy), nuestras tierras agrícolas, el derecho a permanecer en nuestro
hábitat natural, gozar y disfrutar de nuestra tranquilidad, percibir el fruto
de nuestras culturas y tradiciones, pero fundamentalmente el derecho a la vida,
que es el derecho supremo de todo ser viviente>> (pág.
40). Finalmente caracterizan la lucha, como original y de nuevo
tipo, es decir sin precedentes en Venezuela, no obstante se debe decir que corre
pareja con la de Cerro Galicia, en Falcón. Ambientalista, como rasgo y
fundamento principal del conflicto, novedosa en el país y por darse en otras
partes del planeta experiencias en defensa del hábitat y de los derechos
ambientales o de futuras generaciones; y la declaran una
lucha Bolivariana, según los Estatutos de dicho Comité (pág. 46).
Una lucha ambientalista, pero en el fondo, escondía un problema igual o de
mayor entidad: el de la tenencia de la tierra, en esa negociación habían
vendido parte de las tierras de la comunidad para la expansión urbana, tierras
del Resguardo Indígena, la antigua hacienda del Padre y prócer independentista
Francisco Rosario D, y del Oratorio de la Guadalupe de Indios. Uno de los
caciques terratenientes, dragoneó dando su “apoyo al pueblo” pero, en su lucha,
no mencionó lo de la propiedad ancestral y comunal de esas tierras, y varios
años, cuando llegó la calma, hizo lo mismo.
En un
contexto político social de post guerrilla, se esparció por el mundo, la lucha
contra los ecocidios, resonaban los casos de Cerro Galicia, y la amenaza del
construcción de un Puente a Margarita; sin embargo, algo peculiar ocurría en un
pequeño pueblo andino, alejado de las fuertes áreas urbanas, en donde se
luchaba contra una empresa constructora desarrollista, que modificó con la
anuencia de los gobernantes, banqueros y gamonales, su hábitat y apoderándose
de las tierras del Resguardo Indígena, reservadas en 1891, para su expansión.
A partir
de esa visita, comienzan a interesarse algunas individualidades y grupos, por
el desarrollo del conflicto de aquella pequeña, rural y aislada comunidad
serrana: La Puerta. La carga desarrollista de la primera etapa, llegó a
construir 4 edificios, su proyecto incluía varios usos, en el que pretendían
edificar una ciudadela para turistas y millonarios, teleférico, casino y coso
hípico, que iba a modificar, hasta el mismo Santuario Indígena Maen Shombuk, en
el páramo de las Siete Lagunas, en el más alto lugar de los Dioses, lo que
acabaría no solo con la zona agrícola, sino con el derecho a la vida, como lo
denunció el dirigente campesino de La Lagunita, Eustaquio Araujo.
La lucha
de este pueblo campesino, llegó a oídos del Cantor del Pueblo, Alí Primera, en
su visita a Trujillo, en 1980, con motivo del aniversario de la creación del
NURR. Mantuvo contactos con dirigentes universitarios que apoyaban esta lucha y
luego, entró en contacto directo con habitantes y promotores de la lucha anti
ecocida.
Varios de
los jóvenes promotores de esta pelea comunitaria por el derecho a la vida,
hicieron contacto con la Federación de Centros Culturales de Valera, dirigida
por Alfredo Matheus, el recordado y entusiasta Nelgar Osorio, Nubia Uribe,
entre otros, igualmente, con el movimiento ambientalista, y con gente del NURR
y la ULA. La extracción social campesina de Alí, lo hizo simpatizar con esta
pelea. Se suman personalidades,
estudiantes y profesores de la UCV, FORJA, FACUR y otras organizaciones
vecinales y ambientalistas. Como decía, de ahí nace el canto que llena su
espíritu y su alma; la consagrada Mercedes Sosa, en una oportunidad dijo
refiriéndose a él que, <<su canto se nutre del
pueblo>>. En 1980, junto con Abrebrecha, dedica
su poesía envuelta en canto, al general del pueblo soberano y terror de los
terratenientes: Ezequiel Zamora; y Doña Josefina, a la Guajira venezolana.
Es importante reivindicar que, Alí, fue y sigue
siendo por su trascendencia, uno de los grandes capitanes del pueblo durante el
siglo XX venezolano, por eso, merece su lugar, entre los ciudadanos ilustres de
este país, reivindicando su canto, su poesía y su obra política y nacionalista:
“Los que mueren por la
vida no pueden llamarse muertos…”
Desde
nuestra trinchera, propusimos a las autoridades parroquiales, municipales,
regionales, de la cultura y del patrimonio histórico, que con ocasión de
celebrarse los 80 años de su nacimiento, Alí Primera, el cantautor
del pueblo venezolano y latinoamericano, sea declarado <<Hijo
adoptivo de La Puerta>>. Esto se logró, posteriormente, en
diciembre de 2021, sin mayor alharaca ni
celebración. ¡Así son las cosas! dijera Oscar.
(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta

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