Cuando afirmamos en dicho articulo, que el templo de San Pablo Apostol de La Puerta, fue inaugurado en 1965, no podemos esconder que el vitral fue elaborado en la década de
los años 50 del siglo XX, que tuvo que paralizarse la construcción por falta de
recursos, no así los vitrales, que los había hecho el maestro Salvatore. De ser
cierto lo publicado hasta ahora sobre la fecha de construcción del templo y el
circuito religioso de Isnotú, es decir, que fue en 1960, en terrenos donados
por el señor Francisco Araujo, pudiéramos decir que este vitral de La Puerta, dedicado
al Dr. Hernández, sería el primero
elaborado en Venezuela y en el mundo.
Espacio interactivo, en el proceso de descolonización y reconstrucción de la historia de La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Oswaldo Manrique Ramirez, Portador Patrimonial histórico y cultural de La Puerta.
martes, 30 de junio de 2020
José Gregorio Hernández, Beato trujillano.
Oswaldo Manrique R.
El día 19 de junio del 2020, el Papa Francisco, en la ciudad del Vaticano,
firmó el decreto por medio del cual se aprueba el milagro, que abre el proceso
para elevar a la condición de Beato al Dr. José Gregorio Hernández, un
trujillano laico. Se han comenzado a dar muestras colectivas de celebración y
júbilo por tan agradable noticia, sobre todo que ocurre en medio de esta
pandemia mundial que preocupa al mundo y particularmente a los venezolanos y
venezolanas.
Independientemente de su carga
religiosa, la valoración de su obra, de su vida, personalidad y de su legado, es
un hecho importante y por eso, es digno de ser registrado como un
acontecimiento de relevancia histórica, que enaltece al país.
La devoción de la feligresía de
La Puerta, por el Dr. José Gregorio Hernández, -según narran vecinos de mayor
edad-, la encausa el padre Ramón de Jesús
Trejo, cura párroco de esta población, en el año 1949, cuando la alta autoridad de
la Iglesia Católica en Venezuela, dio inicio al proceso de canonización para designarlo
santo, lo que coincidía con el comienzo del proyecto de la construcción del nuevo
Templo de San Pablo Apóstol. Siendo el promotor de esta obra, el párroco
decidió que entre las 5 imágenes que iban a estar en los vitrales de la fachada,
una era la del Dr. Hernández; esto, lo hemos explicado en el artículo El primer Vitral de José Gregorio Hernández, publicado en este mismo blog.
Vitral del Dr. José Gregorio Hernández, Templo de San Pablo
Apóstol, La Puerta, Trujillo, en Venezuela. Cronografía propia de este blog, N°
5778.
Para esa época, no era Siervo
de Dios, ni tenía jerarquía como para adorarlo en los templos católicos, y el
padre Trejo, estudioso de los fenómenos sociales y religiosos, le habría encargado
al maestro Salvador, italiano, artista, herrero y vitralista, hiciera tan
hermoso tributo. Fue en 1972, se le reconoce como Siervo de Dios, y años más tarde, en 1986, cuando el Papa Juan
Pablo II, examinó sus virtudes heroicas y lo declaró <<Venerable>>.
Pequeña gruta en honor al Dr. José Gregorio Hernández, Venerable.
Entrada del Hotel Los Andes, ubicado en Avenida Bolívar, entre calles 1 y
2, La Puerta, Estado Trujillo, en
Venezuela. Se puede apreciar decorada en piedra rustica, y teja criolla, en el
nicho principal la imagen de cuerpo entero, material cerámica, traje en color
negro. Corona la parte superior, la Santa Cruz. Cronografía propia de este
blog, N° 3449.
José
Gregorio Hernández. Imagen de cuerpo entero, aproximadamente 1 metro de alto, elaborada
por artistas nacionales. Fue adquirida por el señor Giovanni Batista Bianchi,
en el año 1992, en Isnotú, quien era su devoto. La gruta está construida en piedra rustica del
Valle del Bomboy, fue diseñada y construida por el arquitecto italiano Fernando
Lombardo. Tiene iluminación interna, y en el nicho inferior, hace unos años,
era una pecera. Está ubicada a la entrada
del Hotel Los Andes, Avenida bolívar, La Puerta, Trujillo, en Venezuela. Cronografía
propia de este blog, N° 3474.
Toma
del nicho superior de la gruta, se observa la imagen del José Gregorio
Hernández. Cronografía propia de este blog, N° 3475.
Toma
cercana a la imagen de José Gregorio Hernández. Cronografía propia de este blog, N° 3476.
La Puerta, julio 2020.
miércoles, 24 de junio de 2020
Valera histórica, en fotografías
2ª. Galería fotográfica.
Oswaldo Manrique Ramírez.
Valera, de Trujillo, Venezuela, en
Fotografías antiguas.
Amigos lectores, a continuación tienen la segunda entrega de fotografías
antiguas de la temática de obras civiles y religiosas relacionadas con La
Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Nos permitimos publicar un conjunto de
10 fotografías, sobre una ciudad a la que además de tener una incidencia
importante en la vida de nuestra región andina,
nos une profundos lazos históricos, nos referimos a Valera, la principal
ciudad comercial, política y urbana del
Estado Trujillo, en la ocasión de estar celebrando un año más del nacimiento de
su patrono San Juan Bautista. La próxima entrega programada (1° de julio), será exclusivamente de La Puerta.
La parroquia eclesiástica de la
ciudad de Valera, tiene la advocación católica de San Juan Bautista, apóstol
éste, quien desde tiempos remotos, ha sido venerado para el buen desarrollo de
la agricultura, el progreso y el
bienestar de la gente, y algunos dicen, que hasta para conseguir pareja. En una
ligera retrospectiva, Valera, ha tenido favorables índices de crecimiento
social, cultural, económico y urbanístico, producto de hombres y mujeres
emprendedoras, amables y consecuentes. Quizás, la designación de ese
patronazgo, lo haya hecho el Obispo de la Diócesis de Occidente de Venezuela,
Rafael Lasso de la Vega, como homenaje y
distinción a su protector el arzobispo Juan Bautista Sacristán, no tan
estable en Santa Fe de Bogotá, en tiempos de la independencia suramericana.
Gráfica N° 1.- Histórica fotografía de 1918. Foto de la
Antigua Plaza Bolívar de Valera. Encontrada en el Tomo II, pág. 52-A, de
Testimonios del Periodismo Trujillano, escrito por Don Luis González. Se puede
observar, el viejo Templo de San Juan Bautista, a su izquierda el “Centro
Industrial”, la Botica y la “Casa de Corredores”. Cronografía N° 2973.
Gráfica N° 2.- Fotografía histórica 2011. San Juan Bautista
con su báculo, símbolo espiritual. Escultura en bronce, erecta en la plaza
adyacente al templo homónimo, en el centro de la ciudad de Valera, Estado Trujillo,
Venezuela.
Gráfica N° 3.- Fotografía histórica 2017. San Juan Bautista
sin el báculo, se lo llevaron los amigos de lo ajeno y del bronce. Al parecer,
antes del 2010, se habían llevado otra estatua del patrono, del mismo material.
Gráfica de Ailyn Hidalgo, Diario El
Tiempo.
Gráfica N° 4.- Valera en 1920.
Calle de piedra, al centro un hombre galopa su jamelgo. Al frente de un local
comercial, descansan antiguos y sudorosos vehículos. Colaboración Wilmer
Viloria.
Gráfica N° 5.- Fotografía histórica de parte de la artística
fachada del “Teatro Libertad”, inaugurado con una fastuosa fiesta popular y
artistas internacionales, el 11 de octubre de 1956. Colaboración
Wilmer Viloria.
Gráfica N° 6 .- Fotografía
histórica de 1960.- Esquina de Valera, en la calle 11 con avenida 12, se
observa, a la entrada en forma de arco de una casa, un señor con casco, parece un militar o funcionario policial de la época.
Colaboración Wilmer Viloria.
Gráfica N° 7.- Una
de las primeras fotografías de la ciudad, Valera verde y con calles de tierra,
se puede percibir al fondo y a la derecha, el templo de San Juan Bautista. Colaboración Wilmer Viloria.
Gráfica N° 8.- Esquina
de la famosa “Heladería Roma”. Se puede observar el estilo de las casas de dos
plantas, con balcón; igualmente, el gran aviso con iluminación de neón. Al frente, parada una bicicleta con su cajón de repartidor
(antiguo sistema delivery). Colaboración Wilmer Viloria. Cronografía N° 72785231.
Gráfica N° 9.- Valera. Vieja calle 10, a la derecha se puede
observar, el templo de San Juan Bautista. Colaboración
Wilmer Viloria. Cronografía N° WA0002.
Gráfica N° 10.- Estampa en el mercado de la Valera vieja. Dos paisanos,
jugando a la entrada del local comercial N° 35, sobre un cartón, al parecer, zorro y gallinas. Colaboración Wilmer Viloria.
A todos nuestros generosos amigos,
vecinos y lectores, les pedimos dejen su comentario en el blog, acerca de esta
recopilación fotográfica y si tienen información que corrija o complemente la
que publicamos, se lo agradecemos. Igualmente, a quienes tengan fotografías
antiguas de personajes, populares,
artistas, militares, políticos, sacerdotes, deportistas, comerciantes,
educadores, profesionales, empresarios y hacendados de La Puerta, que quieran
compartir en este empeño de rescatar nuestra memoria histórica, le agradecemos
nos las hagan llegar al siguiente correo.
La Puerta, junio 2020.
La Puerta, junio 2020.
martes, 23 de junio de 2020
Pueblo Rockolero y Alegre.
Las Rockolas musicales.
Oswaldo Manrique R.
El capitalismo, acostumbró a los
pueblos a surtirlos de cuanto invento se le ocurriera vender. Los comerciantes, como parte de la cadena económica, sirven de agentes en esa práctica. A comienzos de la década de los sesenta del siglo pasado, las
pulperías, bodegas o negocios mercantiles de La Puerta, llegaron las famosas
rockolas, que se consideraron escandalosas y para otros, la fórmula de
masificar la música para los que no tenían tocadiscos o gramófonos en este
medio rural. Allí, metiendo una moneda, podían escuchar los corridos,
rancheras, mejicana, bolero, joropo y cualquier expresión de música popular que
estuviera de moda, lo que estimulaba al escucha a seguir consumiendo en el local.
Eran unas maquinas bastante
populares, permitiendo que el melómano
escogiera de una lista de canciones, la que más le gustara. Se estima que en 1910, mejoraron y modernizaron el
sistema del cilindro con que se iniciaron las primeras rockolas, y fue
sustituido por un mecanismo que reproduce el grupo ordenado de discos de 45 rpm, mediante la introducción de
monedas y haciendo su selección personal.
La rockola impactó el mundo de la
diversión y el entretenimiento de los habitantes de La Puerta. En muchos sitios
de la comarca se instalaron estas maquinas musicales. Las más visitadas en su
época de apogeo, para bailar y conseguir pareja, fueron las del Centro Familiar
El Valle, de la señora Elda Torres, local frente a la plaza Bolívar, atendido
por su hijo Kike Matheus, recuerdo a Alfonso Rivas, del páramo, que entraba al mediodía,
alborotando y gritaba “llegó la alegría” e iba directo a la rockola, a poner un
porro o alguna cachicamera del momento, eran dos o tres mesas que se ocupaban rápidamente
para escucharle sus historias fantásticas y a bailar muchachos; otra de las rockolas que
se convirtió en parte de la cotidianidad musical de los puertenses, fue la del
“Centro Social Tropical”, en la calle Bolívar, entre calles 3 y 4, La Puerta,
local de dos niveles, resturant y área bailable, del señor Gil Combita; otro de
los de mayor recordación fue la popular “Terraza Zulia”, en la avenida Bolívar,
entre calles 2 y 3, La Puerta, su dueño era el señor Benito Sánchez; en estos
establecimientos se podía además de comer y escuchar la música, bailar en el local,
conversar las parejas de novios, hasta el amanecer. Fueron muchas las parejas
de enamorados y matrimonios que generaron estos lugares.
A pesar de ser unos aparatos o armastotes
barrigones y pesados, median casi metro y medio de alto, las rocokolas, eran
las reinas más buscadas en los centros de esparcimiento, restaurantes, fuentes
de soda, bares, bodegas y pulperías; en los años 60, del siglo XX, eran el
centro de la alegría y la fiesta popular. Asi como producían diariamente mucho
dinero, también eran aparatos costosos.
Los fines de semana o en días de fiestas
del pueblo y religiosas, se podía observar, como los jóvenes solitarios, entraban
a los locales e iban directo a la
maquina musical, era como si estuvieran embrujados, directo a meter la moneda y
a marcar la escogida, ni siquiera saludaban a los otros rockoleros presentes;
luego, pedían su cerveza, se ubicaban en alguna mesa y a disfrutar del momento.
Hubo rockola en el negocio y gallera del
señor Jacinto Peñaloza, que tenia un variado repertorio, a media cuadra de la plaza; y otras, no menos
animadas como las de Augusto Carrasquero, local y gallera, ubicada en la calle
Bolívar, a una cuadra de la Iglesia, donde tenían buenas rancheras y variadas
criollas y extranjeras.
De las rockolas que se convirtieron en
el principal instrumento de animación musical de los pobladores de La Puerta, debemos
anotar las de Rodulfo Combita y Escolástico Combita, ubicada en la Calle Páez,
con rancheras, boleros, guarachas y baladas; también las del señor Antonio Rivas y la señora Marta Combita,
entrando por la Calle 3, hoy cerca del Hotel Cordillera; igualmente hubo música
de moneda en el negocio de Escolástico Combita, ubicado en la calle Páez, a media cuadra de la Prefectura. En el
restaurant "Pastelito de Oro", en La
Hoyada, también hubo rockola. En La Flecha, había rockola en los negocios de Pablo y el de Ramón Volcán, en este negocio de Ramón aprendió a bailar el amigo Oscar Volcán, atendía y bailaba; y en el sector la “Y”, la del señor Enrique Aldana. Si, era
cierto, que algunos vecinos, para justificar las cucharadas, decían “voy a
esperar que suene la mia”, algún porro, o cualquier ranchera, lo que alargaba la
alegria y a veces, una de Julio Jaramillo o Daniel Santos para la tristeza; pero
una u otra situacion, aderezada con musica. Jaramillo, estuvo en la Discoteca “La
Araña”, cantando y libando como los buenos, según me lo contó Gustavo Duque, el
popular regente del Pastelito de Oro.
Las mas conocidas eran
las Rockolas marca Segburg-Wurlitzert.
Así como era causa y sostenimiento de
los bebedores, los más melómanos, acudían todos los fines de semana a
cerciorarse y escuchar las nuevas canciones, que llegaban en los acetatos que
iban cambiando cada cierto tiempo, en esos aparatos musicales. Por ahí desfilaban
las voces mexicanas de Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solis, José Alfredo Jiménez,
Antonio Aguilar, o de ilustres caribeños como Beny Moré, Celia Cruz, Rolando la
Serie, o sureños como Leo Marini y Lucho Gatica, entre otros.
Con la llegada de los aparatos de
sonido en sus diferentes modalidades y los discos compactos (CD), las rockolas, pasaron a ser de la tercera edad
y fueron sustituidas y arrumadas en el cuarto de los cacharros viejos. La
mayoría era de marca Segburg-Wurlitzert, la más vendida fue la Modelo Spectra, que cargaba con 80 Discos y la Rockola Marca Ami modelo G-120, algunos dueños de estos
negocios o hijos de éstos, aun las conservan como reliquias. Así se amenizaron durante una
época, las celebraciones en nuestra parroquia.
omanrique761@gmail.com
domingo, 21 de junio de 2020
La Bandera de La Puerta, su revisión cuatricentenaria.
Oswaldo Manrique R.
El símbolo más funcional y efectivo desde el punto de vista de la
identificación gentilicia de un país, de un estado o localidad, es sin duda, la
bandera; agregaremos, que particularmente por su color, que es el que logra
impactar y llamar la atención, por el pigmento que exhibe, según lo explicaba
en el Tratado “Teoría del Color”, el poeta y científico germano Johann Wolfgang
von Goethe, elemento que provoca emoción, y a la vez, va
promoviendo su valor simbólico, es decir, comunica la línea ideológica de
quienes la enarbolan (Color y
Psicología, pág. 81).
En 1813, en sintonía con el Decreto que iba a librar, Bolívar exhibió en
Trujillo, una bandera de la Guerra a Muerte, con recuadros rojo, blanco y negro; de esta solo queda el boceto en el
Museo Nacional de Bogotá. La Bandera de la Guerra a Muerte, al
parecer fue utilizada y destacó en la Batalla de Araure, ocurrida el 5 de
diciembre de 1813, luego del polémico decreto dictado en Trujillo, por el Libertador
Simón Bolívar.
Símbolo del periodo histórico de la Guerra a Muerte, razonado y propuesto
por el Coronel trujillano Antonio Nicolás Briceño a las fuerzas
patriotas en Cúcuta; una especie de fase de exterminio
(1813-1820), en el que cualquier prisionero de origen peninsular o canario
debía ser pasado por las armas, fusilado.
La Bandera de la Guerra a Muerte. Cronografía N° 3353.
En 1824, en la campaña magna por los Andes, luchando por la libertad de
los países suramericanos, Simón Bolívar usaba otra bandera que lo acompañaba en
sus actividades guerreras, “…A la entrada
se veía el pendón del Libertador…” (Von Hagen, Víctor W. Las 4 estaciones de Manuela. Pág. 111. CVE.
Bogota. 1982); así como sirve para
fomentar y difundir el derecho de nacionalidad y de pertenencia, a una determinada comunidad de gentes, también
sirve para distinguirse en una causa revolucionaria.
El citado autor alemán, escribió que, “Dentro de una choza india, donde el inerte pendón rojo de
Simón Bolívar colgaba de una lanza, los oficiales de su estado mayor
verificaban la extensión de su victoria…” (Von Hagen: 125). La bandera roja, es de las que califican los expertos
cromáticos, como de colores calientes, tiene por tanto sobrada capacidad de
expresión, mucha luminosidad y mucha fuerza estimulante e impactante. Los
psicólogos, la refieren como el color de la pasión, sin embargo, es un color
para la seguridad y el equilibrio. Para Bolívar, seguramente, significaba el
color de la vida y de la libertad.
Concluida la guerra independentista, los llamados oligarcas,
conservadores, ponchos, chutos trujillanos de la etapa republicana, se arrogaron el rojo, como el color de su
bandera ideológico-política. Hoy, las
banderas rojas, tienen otro significado, diametralmente opuesto.
La Bandera de La Puerta.
La Bandera de La Puerta.
La Puerta, como comunidad de gentes, tiene su bandera. Según la explicación
que encontramos de la confección de este símbolo, en el libro del Dr. Abreu Burelli, “…En la bandera
se destacan sus colores verde y azul, en
forma de rayos o destellos que significan, el azul, las aguas de las lagunas de
los páramos y del río Momboy, y, el verde su exuberante vegetación. Dentro del
circulo, que rodean los rayos azules y verdes, podemos observar el mundo
sideral, pleno de luces que iluminan las montañas y el valle” (Abreu Burelli, Alirio. Un Valle, una Aldea, un río).
Indica igualmente, que fue diseñada por un pintor nativo de nombre Leonardo
Peñaloza y “…la elección estuvo a cargo
de un jurado nombrado con motivo del concurso convocado a tal efecto…” (Íbidem). El verde y el azul, son
colores clasificados como fríos, de esos que denotan y dan la sensación de ser
sombríos, aéreos, lejanos, húmedos, aunque su luminosidad va de acuerdo a la
tonalidad de ellos, esto según los estudios de Newton del año 1666 (Color Psicología: pág.
86). El azul, es el quinto color del espectro solar, se le identifica como el
azul del cielo sin nubes, pero en el caso
de las aguas es el matiz más oscuro de este color, es espiritual, noble,
idealista. Los Mayas identificaban el Norte con este color, igualmente, en la
antigua China. En la dinámica de
colores, el verde revela las sensaciones antes señaladas, limitantes, oprimen,
de dinámica escasa, sostenido en posición intermedia entre los colores
calientes y fríos; es el cuarto color
del espectro solar; es el color que
asemeja la hierba fresca, la esmeralda y el cardenillo. Sobre la elección del jurado, no se ha encontrado ninguna información, ni de quienes lo integraron, ni quienes lo eligieron, y menos las razones para la escogencia de esta bandera. se hizo la indagación en el Concejo Municipal y no se encontró ningún dato ni Ordenanza al respecto.
Bandera de La Puerta. Cronografía 3229. |
El Dr. Abreu Burelli explica que,
“En la parte inferior del círculo se observan
los sembradíos en la tierra fértil y prodigiosa del valle y la imagen del
agricultor con sus bueyes en la tierra recién arada”. (Ídem). Traemos a colación estos datos técnicos, para la reflexión sobre
la necesaria armonía que deben tener las banderas.
En la parte final de la
explicación del citado autor, señala que, “En la parte inferior del circulo una cinta con la inscripción
9 de agosto de 1620 nos recuerda la fecha de la
fundación de la Parroquia San Pablo del Momboy” (Ídem). En esto tenemos que ser precisos, lo hemos divulgado mucho en nuestros
escritos, conversaciones y conferencias, 1°) La Puerta, no fue fundada en esa fecha, no existe prueba de ello; el único acto
de fundación es el de 1670, cuando el padre Nicolas de Reyna, cura doctrinero, y el Maestro Mateo de Párraga, realizaron una fundación cartular, de lo que existe documento, según el historiador Amilcar Fonseca, de resto, lo que tuvo fue un proceso de formación como pueblo, evolutivo desde
sus orígenes indígenas Timotes, pasando por el proceso de invasión-exterminio, hasta el fraudulento juicio de partición del resguardo (1608-1891), en que fueron desalojados los descendientes de los últimos aborígenes Bomboyes, primeros pobladores y sus casas
demolidas.
2°) Sobre este punto de la "fundación", es pertinente tomar en consideración y revisar, por ejemplo, ¿cómo se puede obviar, que en 1608 (12 años
antes de la supuesta y falsa fundación de
1620), cuando le dan la primera y mas extensa Encomienda del Bomboy (La Puerta), a uno
de los mas destacados genocidas de Venezuela, el capitán Juan Álvarez de Daboín,
el exterminador de Nigale, de los indios zapara, alelíes y otras tribus, en 1607,
al año siguiente le conceden esta encomienda como pago por los servicios de
exterminio en el lago de Maracaibo?. Es este conquistador-genocida, el que
desaparece al tabiskey Bomboy, y comienza su acción exterminadora de la
resistencia indígena de este grupo Timotes y también los divide, trasladándolos
a otros lugares, al punto que es San Pablo Apóstol del Bomboy (La Puerta), uno de los pocos pueblos que no se le otorgó el derecho a tener su cacique (Tabiskey) de orden
sucesoral.
Por eso, se insiste, en ¿cómo pueden seguir repitiendo y difundiendo -sobre
todo los educadores y los políticos-, que el 9
de agosto de 1620, es como una fecha de fundación? y para colmo, como una manera de justificar esto, basándose en que en una pesquisa realizada entre 1658 y 1664, por el gobernador Pedro
Porras Toledo y Vozmediana, habría concluido en que en la Encomienda del Capitán
Diego de Hurtado de Mendoza, los indios eran bien tratados, estaban congregados
y tenían pueblo e iglesia. Esto, además de absurdo, es una falacia. Pregúntense: ¿Qué ser humano,
que esté en sus plenos cabales, puede decir, que al ser irrespetado en sus derechos naturales,
despojado de sus tierras y sometido a un régimen de esclavitud, sin pago alguno, y obligado a aceptar una
religión a la que no le ligaba nada ni sentía, a abolir sus costumbres, cultura
e idioma ancestrales, se sentiría bien
tratado por su esclavista y dueño?
3°) Asimismo debemos insistir, en que en el proceso de descolonización de nuestra cultura e historia, debemos hacer el esfuerzo por comenzar a llamar las cosas por su nombre. Este pueblo -como lo hemos investigado y difundido en varios artículos-, originalmente se llamó Bomboy, y no Momboy, como se ha venido difundiendo; hay un trabajo sobre ese tema en este mismo blog, que se puede leer.
3°) Asimismo debemos insistir, en que en el proceso de descolonización de nuestra cultura e historia, debemos hacer el esfuerzo por comenzar a llamar las cosas por su nombre. Este pueblo -como lo hemos investigado y difundido en varios artículos-, originalmente se llamó Bomboy, y no Momboy, como se ha venido difundiendo; hay un trabajo sobre ese tema en este mismo blog, que se puede leer.
Y culmino, con lo siguiente: ¿es esa fecha,
con ese motivo y acto de esclavitud, a
la que sometieron a los indígenas Bomboyes, la que tenemos que seguir aceptando y adoptarla para la
“celebración o conmemoración de la ignominia cuatricentenaria en La Puerta? Esta comarca, por lo menos a la letra de la Primera Constitución Provincial, comenzó a ser considerado como Pueblo, y ademas, Pueblo republicano y libre, el día 2 de septiembre de 1811, fecha magna para todos los trujillanos y trujillanas. Estamos a tiempo, de revisar esto de los símbolos parroquiales, las autoridades
municipales, regionales y nacionales y los mismos pobladores, tienen la palabra.
Junio 2020.
jueves, 18 de junio de 2020
Susana Duijm en La Puerta, 1956.
Oswaldo
Manrique Ramirez.
Hubo mucha gente y también algarabía,
en el terminal de pasajeros del Aeropuerto Antonio Nicolás Briceño de Carvajal,
para dar la bienvenida a una representante de la bella mujer venezolana. La esperaba la comitiva del Club de Leones,
en el pasillo central, que la acompañaría y guiaría durante su visita.
Había ganado su reinado de belleza por elección
popular, en el Salón Naiguatá del Hotel
Tamanaco de Caracas, el día el 9 de julio de 1955. El nombre completo de esta beldad: Carmen
Susana Duijm Zubillaga. Nació en Aragua de Barcelona, Estado
Anzoátegui, el 11 de agosto de 1936. Murió en Porlamar, el 18 de junio del 2016.
Además de ese triunfo nacional, obtuvo uno muy
especial porque la convirtió en la primera mujer hispanoamericana en ganar el Concurso
Internacional Miss Mundo, en 1955. Meses antes, había quedado como
semifinalista en el certamen Miss Universo, en la ciudad de Long Beach,
California, USA.
En la gráfica de 1955, Susana Duijm, sonriendo, blandiendo su negra
cabellera, ataviada con un traje de alta costura, en su brazo derecho lindas
pulseras, y en el otro, sosteniendo un saco correspondiente a su vestimenta de
dos piezas, y una cartera, bajando del avión de la Aerolínea Taca, que aterrizó
en el Aeropuerto de Carvajal, Estado Trujillo. Cronografía N° 3848.
En una de las tantas entrevistas que concedió, precisamente en el año 2016, al Diario
Panorama, Susana, la reina, relató interesantes anécdotas que le sucedieron en
el transcurso del proceso para su elección como la primera Miss Mundo
venezolana. Sobre los primeros
obstáculos que tuvo que superar, recordó:
<<Yo no tenía ropa de diseñador pero con
una costurera le supimos sacar provecho a mi figura con un traje ceñido al
cuerpo. Unos días después viajé al Miss Universo en Estados Unidos y por
primera vez una venezolana quedó entre las semifinalistas. Allí
me vieron los organizadores del Miss Mundo y me invitaron a participar.
Viajé a Londres completamente sola. Me
las tuve que arreglar con unas cuñas que había hecho para el pasaje y para
defenderme por allá. Después todos me decían, yo sabía que ibas a
ganar>>.
![]() |
Toma general del antiguo Terminal de Pasajeros del Aeropuerto de Carvajal. |
De las varias
dificultades que se le presentaron en Inglaterra, y cómo se fueron resolviendo
contó:
<<Llegué a Londres con 15
días de anticipación porque me equivoqué de fecha, y allí estaba
yo, llorando, con mis maletas en el aeropuerto sin conocer a nadie>>; el
concurso estaba previsto para el 20 de octubre de 1955, día que efectivamente
desfiló como representante de Venezuela.
Le había dado un dinero a un señor que
siempre estaba en la plaza Bolívar (Caracas), para que enviara un
cablegrama avisando mi fecha de llegada, pero
como que se agarró los reales y nunca lo hizo. Un señor me vio llorando y
se acercó a preguntarme qué me pasaba. No tenía ni idea de
que se trataba de un periodista. Amablemente me ayudó, me explicó
que me iba a hacer unas fotos y al otro día ¡salí en la primera página! Recuerdo
el titular: Belleza latina perdida en la neblina de Londres>>.
Pero al parecer,
todo estaba previsto por el destino y contó que, <<En ese periódico se
encargaron de contactar a los organizadores del Miss Mundo. Fue increíble que cuando gané el Miss Mundo, ellos me
sacaron con el título: ¡Ganó nuestra muchacha! >> (Tomado de:
desdelaplaza.com); vale aquello, que más vale caer en gracia, que ser gracioso.
Fotografía tomada en 1955,
panorámica de la entrada de Valera, por el lado sur, a la altura de lo
que hoy es El Country, La Esperanza, es decir, en sentido La Puerta-Valera.
Obsérvese las primeras edificaciones de la Urbanización Las Acacias;
también, la vía por la que tuvo que
pasar Miss Mundo, Susana Duijm, cuando fue a visitar a La Puerta. (González,
Luis. Testimonios del periodismo
trujillano. Tomo XII. Valera). Cronografía N° 3054.
De la cobertura de la prensa
regional nuestra, de la época, solo pudimos obtener, lo que reprodujo el
cronista de la ciudad, periodista Luis González, en su memorial, <<Susana Duim, Miss Mundo, llega a
Valera en el curso de 1956 para una fiesta benéfica en el Club de Leones. Fue
una mujer muy bella que impactó la sociedad inglesa en el certamen de
1955>> (González, Luis. Testimonios
del periodismo trujillano. Tomo XII. Valera). Se presume, que tras su
llegada al país el 1° de noviembre de ese año, estuvo en La Puerta y
Valera, a mediados de 1956.
Fue invitada por el Club de
Leones de Valera, a engalanar una fiesta para recolectar recursos económicos,
para financiar proyectos humanitarios en favor de los niños y las escuelas,
becas y ayudas a jóvenes de esta ciudad.
Fachada del Hotel Guadalupe, en La Puerta, icono del turismo nacional,
estado en que se encontraba en 1955, cuando lo visitó Susana Duijm, Miss Mundo.
Al llegar a la entrada del
Hotel Guadalupe, los que la esperaban y acompañaron, le dieron un estruendoso
aplauso, a aquella escultural hermosura que media 1,74 m de
estatura, con un hermoso cabello negro y ojos café oscuro, que solo expedía simpatía
y lozanía criolla. Fue modelo, locutora, había trabajado como
actriz en México, con éxito destacando en la trilogía El Norteño, con Antonio
Aguilar.
Próximo a cumplirse 4 años de
su partida a otro plano, recordamos esta página de la historia bonita de
Venezuela. ¡Salve Reina Hermosa y
Pepiada!
La Puerta,
junio 2020.
miércoles, 17 de junio de 2020
Maen-Shombuk, el Santuario (las 7 Lagunas).
La Puerta, Estado Trujillo,
en Venezuela.
Oswaldo Manrique Ramírez.
Maen-Shombuk, el Santuario Indígena.
Al comienzo de los tiempos en que se
produjo el proceso de expansión de los Muscus y Timotes por la Cordillera de la
Culata, estableciendo su camino intermontano hasta el Puerto de Gibraltar en el
lago de Coquivacoa, se fue asentando la
Comunidad Indígena del Bomboy, en el valle del mismo nombre; junto con esto, se
fue consolidando un espacio y paraíso espiritual, un gran santuario indígena de los integrantes
de esa comunidad: los Bomboyes, Xikokes, Kombokos, Mucuties, Xaxoes y Esnujaques, que es el
monumento de la resurrección de esa cultura aborigen, autóctona, que
inmortaliza esta raza, a pesar del genocidio y su desaparición, quedando sus
dioses y lugares principales.
Arriba, Mapa de MAEN-SHOMBEUCH, Santuario de las 7
Lagunas. Se puede localizar con cierta facilidad, el Santuario Indígena,
en el Páramo de las 7 Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Idea y diseño de Oswaldo Manrique y
Licenciada Yaritza Rivas. S/E, elaborado en el 2019, para este blog.
Desde la población de La Puerta, existen 3
caminos indígenas muy antiguos para llegar a él, la Cuesta de los Rondones, que
se inicia al frente del cementerio, o bajada de la Prefectura de La Puerta; el
camino más viejo, el de La Maraquita, cercano a La Flecha, por donde invadió el
pirata francés Gramont de la Mote, para
saquear y quemar a Trujillo en 1678, y un tercero, que es el de los Bicuyes,
frente a lo que se conoce como Parcelamiento El Rosario (antigua hacienda). A
pie, se puede recorrer, en senderismo, en
bestia también; por este camino se
encuentra la carretera para vehículos de doble tracción que pueden lograr un
buen trayecto en menor tiempo, para luego emprenderlo hasta el mismísimo Páramo de Las 7 Lagunas.
Aparte existe la vía ancestral desde Mérida-Timotes-La Mucutí-Paramito-Chegué,
que también conduce al Santuario.
Precisamente
en esta serranía, se conformó con el paso de las distintas glaciaciones, un
lugar hermoso, para algunos encantado, mágico, santo, de proyecciones
magnéticas que por su composición topográfica, altura, hidrográfica, climática,
quebradas, manantiales, cuevas, lagunas, depresiones, riscos, caminos, farallones,
su historia, espiritualidad, solo se puede catalogar como un excepcional
santuario indígena. Son siete sagrados depósitos de agua dulce, de origen
glaciar, hermosas y seductoras Lagunas, con sus propias historias y encantos,
cada una ha sido denominada por los pobladores de este páramo, con un nombre
que responde a su forma y características. El paraíso santuario al que me refiero,
está conformado por 7 Lagunas o espejos de agua, cada una con su respectivo
nombre y su propia historia: Laguna Negra, Laguna Gata, la Calzona, la
Corcovada, Corazón, La Ciega o Tapada y la Madre de la Laguna Gata.
En este espacio se veneraban las
divinidades o elementos fundamentales de los indígenas, y también, los
espíritus de sus antepasados. A tal fin, los restos de sus muertos, eran
enterrados en las distintas cuevas que están cercanas a estas lagunas, y era su
costumbre, ir en grupos como en especie de peregrinación familiar, a rendir
tributo a sus antepasados o a realizar sus actos y ritos mágico religiosos, por
ejemplo a dar gracias al Dios de las cosechas, o al de la lluvia. Se conoce por
tradición oral, que el maestro Mateo de Párraga, cofundador de La Puerta en
1670, sostenía que cada 56 años, los indígenas Timotes se congregaban todos en
un determinado lugar, para resolver sus grandes problemas colectivos y
trascendentales. Este espacio de misticismo, era idóneo para la meditación y la
obtención de respuestas Esta demás decir
que es un sistema frágil, natural, que
ha sido visitado y poco intervenido.
Agradable toma parcial de la Laguna Negra.
Obsérvese el aviso “LAGUNA NEGRA. ALT. APROX. 3.650 MSNM”. Páramo de las 7
Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en
Venezuela. Cronografía N°074446.
Es
MAEN-SHOMBEUCH (Maen-Sombuk), que en lengua Timoto significa las 7 Lagunas, es
el Santuario de los simbólicos 7 ojos mágicos de agua, las 7 Lagunas parameras,
en la cultura, espiritualidad e historia de la Comunidad Indígena de los
Bomboyes, pobladores precolombinos de La Puerta. La composición anterior, está formada por maen, que es el vocablo indígena usado
para indicar siete (7), y shombeuch o shombuk,
palabra compuesta por shom y beuch, para designar o representar el elemento
físico agua, la última, adjetivo de bastante, fuerte o permanente; unidas ambas voces Maen-Sombuk, indican 7
lagunas (Dialectología Timoto-Cuicas. Fonseca, Amílcar. Orígenes Trujillanos. Tomo I. Págs. 279 al 305. Fondo Editorial
Arturo Cardozo. Trujillo. 2005). Este sería el nombre con el que representarían
los indígenas Bomboyes, Xikokes, Mukutís, Kombokos y Xaxoes, a su gran Santuario,
Maes-Sombeuk.
En el estudio de este nombre
Maen-Shombuk (7 Lagunas), se descubrirá toda una cosmovisión indígena, en lo
que vendría a ser la tendencia natural a la libertad, igualdad, solidaridad,
colectivismo, y a la vez, nos encontraremos con el origen más remoto de nuestro
humanismo y de nuestras raíces.
El Santuario de las 7 Lagunas.
Según los añejos cronistas, este espacio, era
el escenario más importante desde lo colectivo, para los Bomboyes, Xikokes,
Mucutís, Jajoes y Timotes, era el lugar no solo de peregrinación y reunión cada
cierto número de años, como lo señalaba el maestro Mateo de Párraga, sino que era el lugar de los festejos y de las ofrendas de estas
formaciones indígenas. Fueron las 7 Lagunas, eso: un santuario sagrado. En el
pasado fue un espacio protegido y
respetado por estos aborígenes.
Panorámica de 3 de las 7 Lagunas, que
conforman este santuario y mágico sitio,
obsérvense a la Gata, la Corva o Corcovada, la Negra; y mucha neblina y
vegetación frailejonera. Páramo de las 7 Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en
Venezuela. Cronografía N° 101522.
Existe en él, mucha vegetación de
frailejón, musgos y díctamo real y otras especies parameras. Sin contar con un
estudio preciso de su fauna, se calcula que pudieran existir en este
ecosistema, unas 150 especies de aves, entre las que destacan, paují copetón,
pavas, gallineta, pericos, lechuzas, colibrís.
Como
referíamos anteriormente, para la oralidad de nuestra comarca, el
Maen-Shombeuch: es un bello paraíso-santuario indígena, es decir, un complejo holístico natural
religioso, que se encuentra asentado en el páramo sagrado de La Puerta. Se han
tejido muchas leyendas acerca de ellas, los vecinos de estos lares, señalan que
estarían custodiadas por uno seres llamados “momoyes”, otros que por unos entes
pequeños que andan con guadaña en ristre, quienes viven en sus
alrededores. Según estas creencias, los
visitantes no deben pisar muy duro, brincar, ni gritar, ni lanzar piedras a las
aguas, porque se molestan estos
vigilantes, y se apodera del lugar una espesa neblina, que puede extraviar a
las personas; algunos han contado que se han encontrado gente muy hermosa,
serenos y simpáticos ancianos o bellas mujeres y hasta los han invitado a
fiestas, y al ser abrumados por su encanto, van a aparecer en otros
lugares. Son leyendas que se mantienen
desde tiempos muy antiguos, repito, en la oralidad paramera.
Para
nuestros ancestrales y primeros pobladores indígenas de la etnia Timoto, este
hermoso y excepcional sitio fue de su
más alta y secreta valoración y respeto personal y colectivo. Fue un espacio
sagrado de alto valor mítico y religioso, el lugar de sus Dioses, de su templo
místico y el de sus venerados muertos. Esto, ha sido mantenido por sus
sucesores y se ha querido conservar como espacio sagrado, en la tradición
familiar de nuestro páramo. Se dice que la Laguna de Urao, que
está en Lagunillas, seria en la
antigüedad, la laguna más importante entre todas las lagunas sagradas de los Andes;
sin embargo, su importancia estriba en lo que producía, la sal de Urao,
utilizada por los indígenas para la elaboración del chimó, utilizado en sus
rituales y ceremonias, pero no por ser fundamentalmente, un espacio místico.
El investigador
Julio Cesar Salas, en su obra sobre los orígenes de nuestros primeros
pobladores, clasifica y agrupa a los Timotes y Kuicas para el estado Trujillo;
igualmente, ubica en el segundo grupo de su clasificación de los pueblos
indígenas andinos, como Mucus-Timotes, ubicados en la región del rio Motatán,
incluyendo a los Timotes, Bomboyes, Jajoes, Esnujaques, Mucutís, Mucurujunes,
razones obvias, agregamos, Kombokos y Xikokes. (Los aborígenes de la Cordillera
de los Andes. Publicado por la Facultad de Humanidades de la ULA, Mérida, 1971,
2. ª Edición, la primera se hizo en 1908). Igualmente en: (Etnografía de
Venezuela (estados Mérida, Trujillo y Táchira), Publicado por la Dirección de
Cultura de la ULA, Mérida, 1956). Esas expresiones étnicas fueron los primeros
pobladores de La Puerta.
Ubicado
en la gran Cordillera de los Andes venezolanos, específicamente, en el lado este de la parroquia La Puerta, del
Estado Trujillo, en Venezuela, a una
altura que sobrepasa los 3.000 m.s.n.m., zona paramera o alpina, muy helada y
húmeda durante todo el año, no se presta como hábitat permanente de personas, a
pesar de que en sitio cercano hay unas pocas familias, muy antiguas, viviendo
en casas hechas en piedra y barro, con sus fogones internos. Aparte, en muchas
de las mesetas y llanos de estos páramos, lo que pudiéramos llamar zona media o
de subpáramo, a una altura de más de
2.000 m.s.n.m., se han mantenido viejas
comunidades descendientes indígenas Timotes, que devinieron en mestizajes, pero
que aún conservan sus costumbres y algunos de su vocablos, hay caseríos, fincas, escuelas, y es atravesada por una
carretera agrícola que llega desde la zona urbana de La Puerta. Están dotados también, por un conjunto de
quebradas, cascadas, torrentes, que sirven de fuente hídrica para las casas,
anteriormente para el riego y las acequias, hoy sustituido por el sistema de
riego.
Este páramo es surcado por la vía o camino intermontano que conduce al
Lago de Maracaibo, anteriormente ruta comercial al puerto de San Antonio de
Gibraltar y lógica salida al Mar Caribe. Complementada su riqueza indígena, con
una de las obras de ingeniería más interesantes de nuestro mundo prehispánico,
me refiero a Las Escaleras, que es una secuencia de escalones de piedra de gran
tamaño, cortadas en forma angular y
acoplados uno sobre otro, que sirven para subir o bajar con relativa facilidad por el borde de un verdadero precipicio y
pendiente. Se dice, que el tipo de piedra con el que fue construida esta
escalera, no se consigue en este lugar.
Detalle de las Escaleras indígenas. Se puede
observar los cortes y el tipo de piedra rústica en que están elaboradas estas
escaleras que facilitan el paso y por medio de las que se ahorran media hora de
camino para llegar al Santuario Indígena Maen Shombuk, en el Páramo de las 7
Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Obsérvese que los peldaños, son bordeados por
esas piedras, que sirven también de pasamano o agarre. Según Tulio Ramón Rivas,
el último Xikoke, esas piedras, no se encuentran en el páramo, él consideraba
que fueron traídas por los indígenas, de la zona baja, posiblemente de Arapuey.
Cronografía N°102149.
Asimismo,
fue este páramo histórico, zona de libertad, de protección y de amparo para los
grupos y tribus relativamente cercanas que como los motilones, mucuchies y
mucurubaes, timotes lo transitaban, que <<espantados por el ruido de la
Conquista, erraban en los páramos y selvas sin someterse>> (Salas,
Julio C. Etnografía de Venezuela (estados Mérida, Trujillo y Táchira), pág. 4.
Publicación de la Dirección de Cultura de la ULA, Mérida, 1956). Este era un
espacio libertario, de los indígenas que fueron despojados de sus tierras del
valle del Bomboy, por los invasores europeos encabezados por los capitanes Juan Alvarez de Daboin y Hernando Hurtado de Mendoza. La memoria paramera, nos ha
aportado la leyenda del indígena rebelde Chegué, que peleó en la Guasabara
contra los soldados de Diego García de Paredes, que saquearon el templo de Ikake y a
Escuque, como primer sitio en que se fundó la ciudad de Trujillo; aquel nativo,
asentado muy cerca de las 7 Lagunas, durmiente de las cuevas, habría vivido más
de 140 años, según se ha escuchado, ayudado por el catire díctamo real.
Esas 7 cavas naturales de agua, muchas veces amanecen en forma de espejos de cristales
de hielo dulce, de diferentes tamaños y colores, en las que según la tradición
oral se posan o aparecen personajes o momoyes vigilantes ante el mal uso que
hacen los visitantes de ellas, o su alteración sónica, como protagonistas de
muchas leyendas que les han tejido, conforman el conjunto paradisíaco indígena
al que me refiero.
Piedra del Muñeco, Piedra Kachuta o
Piedra sagrada del Sol.
Como parte
de su enorme belleza y especialidad natural, tiene una corona, que es el templo
de los sumos sacerdotes indígenas y mojanes, me refiero a la Piedra del Muñeco,
llamada así por los primeros pobladores del páramo. Es una enorme piedra donde se
realizaban los más importantes ritos y ceremonias de este pueblo indígena. Una
enorme roca que es corona de este sitio, lo más alto del páramo, como decían
mis viejos abuelos y tíos, <<donde primero llega el Sol>>, esta piedra representaba para nuestros
ascendientes un fenómeno natural que los privilegiaba por ver el sol primero, y
a la vez, un símbolo religioso, es la Piedra de Kachuta (Dios) o Piedra sagrada
del Sol, que es como decir, donde todos los días, primeramente se posa Dios. En
esta enorme, compacta y dura roca mineral, tallada por la misma naturaleza, al
borde de un precipicio, donde solo se le permitía acceder o subir al sumo
sacerdote, mojan y sus ayudantes. Antes
del saqueo a mediados del siglo pasado, por varios arqueólogos e investigadores
norteamericanos e ingleses, allí se encontraban las muestras de tributo y
devoción de nuestros indígenas a sus Dioses; los muñecos, chorotes, platos y
vasijas para la manteca o aceite
incensario, los platos para frutos y los de encender aceite de cacao, los
recipientes de los ovillos de algodón, la cestería de plumas, los cantaros de
agua sagrada y de distintas mezclas y otros vestigios de su inobjetable fe religiosa. Allí acudían los nativos, en las contingencias más difíciles
de la vida comunal, a recibir, a escuchar de ella, las señales que dentro de
sus creencias y supersticiones los orientaban en la toma de sus decisiones. La
dirección de estas ceremonias estaba a cargo del Mojan.
Toma amplia del Filo de la Laguna Negra, se
puede observar los riscos y farallones.
Santuario indígena Maen Shombuk. Páramo de las 7 Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. En lo más alto o cima de este
páramo, existe un templo, constituido por una enorme roca denominada Piedra del
Muñeco o de los Chorotes, también llamada Piedra Kchuta (Piedra de Dios), en
lengua Timoto, que utilizaban los indígenas
Bomboyes, primeros pobladores de La Puerta, en sus ritos y celebraciones
mágico-religiosas. Tomada por Antonio Lino Rivero, colaboración de Tulio Rivas. Cronografía N°2639.
El
mojan era un personero importante dentro de la estructura social y de poder de
los indígenas Timotes, por su sabiduría, su religiosidad, y por ser él custodio
y el mas versado en la cultura ancestral. Fray
Pedro de Aguado, de los mas añejos cronistas de indias, los llamaba “Brujos”
“Charlatanes” e “ignorantes”, que hacían ritos demoníacos alrededor de las
lagunas, al efecto escribió sobre las actos de Mojanería, lo siguiente: <<La
gente de más reputación entre ellos es los mohanes y farautes que con el
demonio tratan, los cuales son dedicados y criados desde pequeños para este
efecto; y éstos ni labran ni siembran ni tienen cuidado de cosa alguna de
estas, porque de todo lo necesario les proveen los demás indios>> (Fray
Pedro de Aguado, Recopilación historial..., op. cit., T. II, libro 13, cap. IV,
pp. 475-476 (Sic). Fray Pedro de Aguado, Recopilación historial de Venezuela,
Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, T. II, libro
undécimo: Descubrimiento de las Sierras Nevadas, 1963, p. 454); esto
fija una idea, del cuido, formación y el respeto que daban los aborígenes a sus sacerdotes.
Sobre
las facultades de estos mojanes, ese mismo cronista escribió:
<<y si se ven en alguna necesidad de temporales o enfermedades acuden a
ellos que lo remedien. Estos mohanes, para dar a entender que consiguen y
alcanzan enteramente del demonio lo que los otros indios les ruegan, se van a
los montes y arcabucos y a partes lagunosas y cenagosas, y allí invocan al
demonio en su lenguaje y dan muchos golpes con varas en los árboles y que por
aquellos medios alcanzan lo que piden, que las más veces suelen ser aguas para
las sementeras y esperánlo a hacer en sazón que ven el tiempo revuelto o turbio
o propincuo para llover y como luego después de haber hecho estas
supersticiosas ceremonias acierta el tiempo a hacer su natural curso y a
llover, dicen estos mohanes a los demás indios que mediante su buena diligencia
y aún su querer y voluntad ha llovido y los indios créenselo muy de plano, y
así no les falta más de adorarlos por los dioses>> (Ibídem). En la anatemización que buscaba este cronista,
solo le faltó agregar aquello de la tradición oral, sobre la trasmutación que
se daba en los mojanes, al convertirse en zamuros, basados en su festiva danza
de los animales. Este pasaje de Aguado, describe las
características y atribuciones de los Mojanes dentro de la nación aborigen,
poder, facultades, sabiduría, respeto, religiosidad, y hasta efectividad en sus
menesteres más sencillos, como el conocimiento de los ciclos de lluvia.
Las prácticas
de Mojanería, aun se realizan. En este mismo blog, publicamos en el año 2019,
una crónica sobre un suceso ocurrido en Mendoza Fría, en 2016, tiempo de vaguadas
que dejaron muchas casas derrumbadas, y se observaron correr entre el lodo y el
agua, chorotes y muñecos amorfos entre los escombros, produciendo sorpresa a una
señora de la comunidad que gritaba a un grupo de familias del Cerro La Guaira,
que esa brujería era la causa de la tragedia.
Sobre la vigencia actual de dichas creencias y práctica de Mojanería, la
doctora Jacqueline Clarac de Briceño, en uno de sus interesantes trabajos sobre
este tema, incluyó las siguientes interrogantes para la reflexión: a) ¿Cómo es
posible que, después de casi cuatro siglos y medio de conquista, estén vigentes
esas creencias y prácticas del pasado? Sobre todo si consideramos que los
españoles bautizaron y catequizaron a los indígenas, y persiguieron a sus
“mohanes” y a todos aquellos que eran susceptibles de ser acusados de
“brujería”; y b) ¿Cómo pueden estar vigentes hoy, dichas creencias y prácticas no
solo en las poblaciones que descienden directamente de los indígenas, sino de
otras, con diferentes inclinaciones espirituales y culturales?
Ritos y celebraciones espirituales.
Maen-Shombeuch,
era el punto donde además de elevar las
plegarias y de reflexión de los mojanes,
se consultaba a los Dioses. Incensaban con manteca de cacao u otros
frutos. La hoja, espiga y flor del guake (frailejón), servía de aroma incienso; llevaban de zonas
cercanas, frescas hojas de aliso o laurel criollo, con el que también incensaban
en tazas de barro que se ofrecían a sus deidades, a los elementos sagrados y a
sus muertos. Bebían en las ceremonias, masato, cacao, dulce, aguardiente, y
chicha. Un lugar para untar, humificar con olores medicinales, los cuerpos de enfermos.
Piezas o muñecos Timoto-Kuikas, Colección Museo
Tulene Bertoni. Se puede percibir la forma humana en estas piezas, y semejantes, eran
ofrendadas por los indígenas Bomboyes a sus Dioses, en el Santuario Maen Shombuk. Páramo
de las 7 Lagunas, La Puerta, Estado
Trujillo, en Venezuela. Cronografía N° 2730.
En
relación a Trujillo, apuntó Fray Pedro Simón que << Hay muchos jeques y
hechiceros que hablan con el diablo, a
quienes les manda le ofrezcan cacao quemado en braserillos de tierra las grasas
de cacao [que los españoles llamaban chorote] para lo cual lo muelen y cuecen y
dejándolo enfriar se cuaja encima la manteca, por ser la cosa mejor que tienen
los indios>> (Ibidem). Si
bien es una torcida e interesada apreciación de los ritos y ceremonias de estos
sacerdotes, describe este elemento del ritual,
semejante al incensario eucarístico de los católicos.
Las Cuevas sagradas, plano espiritual
de los muertos.
Más
abajo, en medio de una extraordinaria y colorida vegetación de frailejones,
musgo verde y fresco, y de díctamo real,
alargador de la vida, se hallan en una composición armónica y mitológica, las
cuevas utilizadas como centros sagrados de segundo orden, algunas veces como
escondites y como cementerio o lugar de los mintoyes de los tabiskeyes, mojanes y principales de la tribu.
La tradición oral, y escuchado particularmente de voces de nuestras
propias familias, que hasta mediados de los años 50 del siglo pasado, habían
muchas ofrendas que fueron desplazadas hacia otras partes del mundo, por
investigadores y visitantes; dejaron los rotos: Hombrecillos fornidos,
animalitos, piedras alas de murciélagos, colmillos, conchas, esqueletos de animales y hasta huesos pequeños que daban la
tonalidad musical a los famosos chorotes y pectorales líticos, usados para los
ritos religiosos; se han encontrado esos, pero sin darle una recolección y
orden, para rescatar el patrimonio indígena.
Los dioses de estos páramos.
El Canto Guerrero de los Timotes, para algunos Timoto-Cuica, traducido al castellano por el filólogo e
investigador Rafael María Urrecheaga, quien lo oyó de los mismos aborígenes
pobladores de la Mesa de Esnujaque, colindante con La Puerta, de donde era
oriundo, nos da elementos interesantes. En la cosmovisión de los Bomboyes,
además de su espacio territorial y de vida, de hombre y comunidad, existe un
ámbito mágico al cual acudían, que se encuentra en los páramos, ocupado por
Madre Chia (Diosa Luna), y otras 2
deidades ancestrales, sobrenaturales que los guiaba y los regia en los aspectos
fundamentales de su vida en comuna, como problemas colectivos, la actividad
agrícola y los ciclos del <<llanto divino del cielo>>,
los cultos y celebraciones de la etnia, la gran reunión colectiva que se
producía cada 56 años, la vía intermontana de comunicación con los otros
pueblos (Sierra Nevada-Lago de Maracaibo), y la reenergización de la fortaleza de los Tabiskeyes y Mojanes.
La Mojanería ancestral de los Timotes y Bomboyes, fundamentada en sus
deidades, Padre-Chés (Dios Sol), luz de
los guerreros, el que da valor y
fuerza, e indica las armas para el
combate. Madre Ikake, es la naturaleza. Cada una representaba un ámbito, pero
invocando las tres divinidades a la vez, podían resultar efectivos los
pedimentos de fenómenos naturales y hasta trágicos, como el fuego, agua,
viento, truenos, tempestades. (Urrecheaga, Rafael María. Canto Guerrero. En: Vida y Semblanza de Don Rafael María Urrecheaga. Varios autores. Págs.
25 y 26. Ediciones del Ejecutivo del
Estado Trujillo.1973). Urrecheaga, es también autor del Vocabulario Timoto-Cuica,
inserto en la obra Los aborígenes del
Occidente de Venezuela, del Dr.
Alfredo Jahn; también incluido en Orígenes
Trujillanos, de don Amílcar Fonseca, que utilizamos como textos de consulta.
Aquí,
se rendía tributo a Chés, el Dios de los páramos andinos. Según el investigador Julio
Cesar Salas, se realizaba la “fiesta del
Chés” o la “bajada del Chés”, los aborígenes se pintaban con mezclas de
achiote, bailaban enmascarados, danzando con música de flauta, guaruras,
tambores y maracas. Agregó un dato interesante, que cuando bailaban tendían a
imitar la forma de caminar los animales, podemos intuir, por ejemplo, el brincado de los monos, el paso fuerte de
los tigres, los ligeros movimientos y sacudimientos de las alas de las aves, al igual, que el remedo de sus sonidos,
animales por los que sentían gran predilección. Aun en los páramos, se consigue gente que cultiva el arte de imitar el sonido de las aves.
Toma
parcial del camino al Santuario indígena Maen Shombuk. Páramo de las 7
Lagunas, La Puerta, Estado Trujillo, en
Venezuela.Tomada por Antonio Lino Rivero, colaboración de Tulio Rivas. Cronografía N° 2633.
En una
de sus importantes afirmaciones acerca de la sociedad indígena andina y sus
transformaciones, la investigadora Jacqueline Clarac, señala que la
colonización en Venezuela fue tardía, debido a que nuestros indígenas <<presentaron
mayor y más larga resistencia a esos europeos>> (Clarac de Briceño, Jacqueline. La persistencia de los dioses. Etnografía cronológica de los Andes
venezolanos. Fundación el perro y la rana. Pág. 21. 2017. Versión digital).
Coincidente con esta tesis, hemos señalado en otro artículo, que los descendientes de
los primeros pobladores del valle del Bomboy, y mestizos, que aun viven en nuestro páramo,
utilizan prácticas y técnicas de intercambio y trabajo solidario ancestrales en
la agricultura, igualmente, en aspectos
de su cotidianidad, vivienda como en el caso del Xikoke; se usan vocablos indígenas
y mezclados; trato de hermandad en los caseríos más antiguos; el manejo colectivo
de los asuntos prioritarios; y sus ritos religiosos a Santo Domingo, San Benito,
San Antonio, y el mismo San Isidro, son simuladas tradiciones indígenas, como muestra de un sincretismo, que hace
perdurar aspectos de la cultura de la nación Timoto, en este páramo.
Fundamentada
en un trabajo que realizó dicha investigadora en la Cordillera merideña, rompe
con la idea acentuada por los historiadores que, nuestra cultura gira sobre la
raíz hispana; al igual que este absurdo, tomó como conclusión que es falso en
cuanto a que la religión del campesino andino es mayoritariamente católica o
por lo menos de raíz eminentemente católica, afirmando que, “…la concepción del mundo de dicho campesino
y su práctica simbólica primero tuvieron raíces prehispánicas, segundo habían
integrado ciertos elementos de la cultura española, y tercero incorporaron
también ciertos elementos de alguna o algunas religiones de origen africano…”
(Clarac: pág. 21). Pusimos antes de ejemplo, el caso del Cerro La Guaira (Mendoza
Fría), en 2016, que confirma esta aseveración.
De las
creencias indígenas, no se puede excluir el respeto que sentían por los
murciélagos y que hasta hoy en los páramos, se conocen como los “bichos malos”
o las “brujas”, protagonistas de las invenciones y leyendas que nos contaban en
la noche alrededor del fogón, nuestros
abuelos, entre ellos, los quijotescos enfrentamientos por la cacería de las
brujas y su reencuentro en el día siguiente, o los enamoramientos y acosos de
éstas, hacia los varones de la casa, o las beldades encontradas en los
solitarios caminos, que los enloquecían, forman parte de nuestro mundo de mitos,
leyendas y cuentos. Otro tanto de respeto, sentían por la lechuza, que mucho
miedo imprimía y da en los niños, en las noches sin luna de nuestros páramos.
*
Es cierto, que es
poca la información y datos sobre la evolución de La Puerta como pueblo, apenas
escasos datos aislados, incompletos, del periodo prehispánico y hasta del mismo
colonial que ha sido desvirtuado; hace unos años fuimos sorprendidos con la
información que en pleno comienzo del siglo XXI, un directivo de la Junta
Parroquial ordenó que la documentación histórica de nuestra parroquia, se
llevara en cajas de cartón a la azotea del edifico municipal, porque él
necesitaba más espacio de oficina, perdiéndose así, todo el acervo
institucional histórico de la parroquia;
cuando se dice en nuestro caso, que el método histórico, nos limita
conseguir abundantes elementos relacionados con nuestros ancestros indígenas
andinos, y mucho menos, sobre su visión cosmogónica o concepción del mundo, es
cierta esa debilidad, lo que hemos venido sustituyendo con la tradición oral,
que nos surte de información útil de los campesinos del páramo, para
reconstruir la memoria histórica de nuestra Comuna Indígena del Bomboy.
Histórica fotografía de 2012. Laguna La Gata, en el Páramo de las 7
Lagunas, forma parte del mágico santuario Maen- Shombeuch, de los indígenas
Bomboyes, primeros pobladores de La Puerta, Estado Trujillo, en Venezuela. Tomada por Antonio Lino Rivero, colaboración de Tulio Rivas. Cronografía N° 2641.
Maen Shombuk, es uno de los
monumentos naturales más hermosos de Venezuela y del planeta, posee gran valor espiritual, paisajístico,
ecológico, arqueológico e histórico. Aparte de las distintas anécdotas y
leyendas que seguro escuchará, el que lo visita, queda encantado con la
belleza, grandiosidad y la experiencia de la carga energética que
allí se adquiere.
Nuestra intención con este articulo,
es el de fomentar, reconocer y visualizar la belleza de la biodiversidad
natural de los humedales encontrados en las 7 Lagunas, el Maen-Shombuk,
santuario mayor indígena de la Cordillera de la Culata, que además es, una
raíz, un espacio histórico, ya no solo por nuestros antecedentes indígenas, que
choca contra la ignominia, de una historia local genocida que habría comenzado
un 9 de agosto de 1620, esclavizando y
exterminando nuestros primeros pobladores, sino por la historia del futuro que nace y
crece con la marcha del tiempo, cada vez más vigorosa.
La Puerta, julio, 2020.
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