sábado, 3 de junio de 2023

El Censo, histórico lugar de La Puerta.

     Caserío El Censo, histórico lugar de La Puerta.

Por Oswaldo Manrique (*).


La historia mínima de este Caserío.

La historia de cada uno de los caseríos que conforman la parroquia La Puerta, constituye una especie de mundo particular, encantado y enigmático, pero que a la vez, le da cuerpo de comunidad,  identidad, pertenencia, y le da esa característica a La Puerta, en su totalidad, de pueblo con una historia estremecedora y con visos de enigmática. 


El caserío El Censo, está ubicado en una hermosa posesión de tierras de fresca montaña denominada antiguamente El Mirador, que desde tiempos ancestrales sus primeros pobladores fueron indígenas Mukutís, de la gran nación Timotes.  Con el devenir, dicha posesión perteneció a Don Roque García, rico hacendado de Mendoza del Bomboy, que las continuó cultivando de extensos y productivos trigales como lo refirió el investigador alemán Humboldt en 1800; a su fallecimiento, le quedó esa heredad a su hija Petra Cantalicia García; y al morir está, la heredaron sus cinco hijos, Cristino el Molinero, Umberto, la maestra Agripina, Pedro Mario y el coronel Américo Burelli García.  

Cristino Burelli García, <<heredó las tierras desde El Censo hacia arriba pasando por "San Rafael" hasta la Cima. Don Cristino vivía donde llamaban la Casa de Teja, cerca de ahí vivió el señor Ezequiel Salazar y su familia>> (Notas historiográficas de Antonio Lino Rivero sobre El Censo y Quebrada Seca. Maracaibo. 2012);  hombre de buen humor, como hijo del “Jurungo” Burelli, acostumbraba a expresarse en italiano; <<Al tiempo vivieron en ese sector la familia Salazar, Elvira Rivero y familia, Mario Paredes y familia, Catalina Rivero vivió en El Censo con su familia. Cuando se mudó para Quebrada Seca su hijo Martín que ya se había casado, siguió viviendo allí con su familia>> (Ídem). Cristino, nació en 1871, y murió en 1936.

Umberto, su hermano, tenía la posesión desde Los Árboles hasta la quebrada que une El Censo con la Media Loma. . La posesión denominada “San Martin y Loma del Senso” en jurisdicción de este Municipio, cuyo copropietario era Umberto Burelli,  <<linda por el pie con Ciriaco Carrasquero, sucesión de Antonio Sierra y Rafael Abreu; por un costado posesión de Carmen González y Juan Domingo Araujo; por otro costado con Rafael Abreu y por cabecera con derrames para Montecarmelo y por el este el filo de la montaña>>. (Encontrado en: Libro Documentos Varios1900-1916. Registro de Poderes Juzgado Municipio La Puerta, julio 28 de 1900); Umberto, se la ofreció en venta a Martin Rivero, pero no tenía el dinero y se la vendió a Ezequiel Salazar. Sin embargo, amigo de Martin, lo autorizó y ayudó a construir una casa más amplia, que la que tenía. Posteriormente, este Ezequiel le vendió la mitad de esa posesión a Leonardo Rivero, quien al parecer era hijo de Gorgonia Rivero y Cristino Burelli, hermano de Don Umberto. Leonardo nació en 1906.  Las primeras casas de este sector, fueron 3 de los Rivero, Don Umberto Burelli García tenía la suya en Los Árboles, donde vivía con una señora, de quien dicen le dio lepra, al morir ella, quemaron la casa. El Coronel, sembraba El Portachuelo y San Martin. Umberto Burelli, nació en el año 1874 y murió en 1922.

La versión de Antonio Lino Rivero, especifica lo siguiente: <<Don Humberto heredó las tierras desde "Los Arboles" pasando por "Los Camamones", Los Porfiados" y El Censo  hasta llegar a la quebradita del Censo, vía la Medía Loma, "Los Manzanos".  En el sector "Los Arboles" vivió Don Humberto Burelli, me cuenta mi papá que habían dos casas muy bonitas, desde ahí se observaba el valle de Quebrada Seca, el Filo de la Serranía y el pueblo de La Puerta>> (Notas historiográficas de Antonio Lino Rivero sobre El Censo y Quebrada Seca. Maracaibo. 2012).


Y se alzaron contra el cruel general Gómez. 


Quizás el resto de los venezolanos piense que la vida en estos pueblos rurales y andinos es aburrida y bucólica, como la llaman y al contrario, es de una cotidianidad intensa y vertiginosa, donde la preocupación de uno es la preocupación de todos en torno al hecho social, político o religioso, y por supuesto, a los grandes problemas. 

Así, va sucediendo la vida en nuestras comunidades, pareciera que los sucesos históricos nuestros fueran realmente nuestros y únicos porque se ha escrito muy poco, por no decir nada de ellos. La historiografía ha obviado esos hechos, igual los que tienen que ver con El Censo y sus alrededores, incluyendo lo que es El Portachuelo, San Martín, los Llanos de San Pedro y por supuesto La Puerta, actuando como todo un pueblo en colectivo, uno de ellos, fue el levantamiento de nuestras montoneras puertenses contra Juan Vicente Gómez, que se ha llamado o se le recuerda como "la guerra de los 15 días", cuando éste, comenzó la rebatiña de las concesiones de asfalto, petróleo y minería, es el alzamiento campesino guerrillero contra el dictador, que liderizaron los Varones de la Sierra de La Culata, comenzando por el coronel Américo Burelli García, el legendario y justiciero Coronel Sandalio Ruz, habitante de Los Aposentos, Cesáreo Parra, el de la feroz cabalgata, Umberto Burelli, el joven José Pabón El Mártir, el Macho Palomares, lugarteniente de el Tigre de Guaitó general Rafael Montilla Petaquero; y Mitrídates Volcanes el recordado último montonero y lugarteniente del coronel Américo. Al considerar realmente nuestra historia y por supuesto este tipo de cruzada rebelde ante el problema nacional, desde una localidad serrana,  donde se incorpora todo este pequeño y gigante pueblo, demuestra tanta intensidad, que realmente no se borran de la memoria colectiva de nuestra gente.

Encontrarán en nuestras montañas, en nuestros paramos, de rancho en rancho, de casa en casa, quien comente la historia por lo menos de algún familiar o tatarabuelo, relacionado con el levantamiento de La Culata, o la guerra de los 15 días, o la toma y sitio de Timotes, la cacería y persecución al coronel Américo, hechos estos de una de los grandes jornadas históricas nacionalistas contra la dictadura del general Gómez, que mucha gente no lo conoce, pero para lo interno de todos los caseríos de nuestra Parroquia, es un tema que forma parte de nuestra cultura y de nuestra idiosincrasia que todos comentan, casi como parte de nuestras intimidades. 


Espacio geográfico.


El caserío El Censo, jurisdicción de la Parroquia La Puerta, Municipio Valera, perteneciente al estado Trujillo, Venezuela, se encuentra a una altura de más de 2.450 msnm,  localizado entre sectores igualmente interesantes como La Lagunita del Portachuelo, a un poco más de 1 km., Media Loma, Quebrada Seca, San Pedro, y a unos 5 km aproximadamente del área urbana de La Puerta. Anteriormente, se le llamó El Mirador, porque desde allí se logra observar diáfanamente la población de La Puerta y otros lugares. 



El particular y simpático topónimo.


En tiempos, que gobernaba el general Antonio Guzmán Blanco, se ordenó realizar el primer censo del país. Nos explicó Antonio Lino Rivero, hijo del maestro Martín Rivero, ambos nativos de este sector, que a ciertos sectores de La Puerta encomendaron dicha actividad a las “hermanitas”, que eran personas religiosas. A El Mirador, en donde habían pocas casas, llegó un grupo de estás monjas, a la vivienda familiar de Catalina Rivero, madre de Martín Rivero y le informaron lo del Censo. Como las familias estaban muy distantes, en Los Repechos, Media Loma, Charcal, Hato Viejo, Pozo Redondo, comprendieron la importancia, y se comprometió a convocarlas para que asistieran a su casa y las pudieran matricular a todas. Las empadronadoras aceptaron y se alojaron en casa de los Rivero por 4 días, la gente acudió allí y realizaron su labor. 

Este empadronamiento, ordenado por el Presidente Guzmán Blanco, se realizó entre el 7 y 9 de noviembre del año 1873 y se publicó el 27 de abril de 1874 (tomado de Datos del Instituto Nacional de Estadísticas).

Antonio Lino Rivero, rememoró el acontecimiento que le contó su padre, de la siguiente forma: <<el Censo, cuándo esas tierras eran de Don Roque García, supuestamente ese lugar se llamaba “El Mirador” por su vista panorámica hacia el pueblo de La Puerta y otras comunidades. Cuándo Don Humberto Burelli heredó las tierras antes mencionadas ya Catalina Rivero y sus hijos vivían en ese lugar, unas monjitas llegaron ahí con la misión de censar a la comunidad, estás se quedaron dónde Catalina, hasta donde acudían los campesinos a censarse, de ahí el nombre del censo>> (Notas sobre los orígenes de los nombres del Censo y Quebrada Seca, según Antonio lindo Rivero, del 24-6-2007). Catalina nació en 1850 y murió en 1956, con 106 años, en El Censo.

Se hace la salvedad que, en documentos legales de propiedad inmobiliaria de este lugar, hemos encontrado escrito el topónimo como Senso, con “S”. Senso, palabra italiana, significa: sentido, dirección, rumbo, sensación, orientación. 

Posteriormente, el sitio donde se realizó el empadronamiento, se fue convirtiendo en epicentro de la comunidad y lo comenzaron a llamar como lugar del Censo o donde se realizó el Censo, y quedó usándose esa palabra, como topónimo del lugar. 

Gentilicio:

A los nativos de este caserío se les llama censenses, otros los llaman censeros.


La primera escuela de El Censo. Un joven impulsor comunal.


Una simpática anécdota.

Nos cuenta Antonio Lino Rivero, nativo de El Censo, que Martín Rivero, siendo niño muy católico, iba a misa los domingos, el cura se subía al púlpito a impartir su homilía y decía "hijos míos deben confesarse porque se los va a llevar el diablo", esta frase se le grabó al niño Martin. Su papá "Chon", que así le decían a Resurrección Araujo, oriundo de Jajó.  Se vino al Censo, a la parte baja y tuvo tres hijos con Catalina Rivero,  Martín, Elvira y Jacinta.  Catalina vivía en la parte de arriba y él en la parte de abajo, luego se fue a los Aposentos. Resurrección, comerciante, casado con la adinerada señora Victoria Carrizo, compró lo que hoy se conoce como La Flecha, hasta los predios de la familia González,  ahí desarrolla una finca llamada San Luis, que en parte hoy, están las cabañas Agripina.

Un día, “Chon” llamó a Martin para que lo ayudara a mover las vacas, las mulas y burros, en Comboquito, topónimo anterior de La Flecha, allí había ganado, y tenían unas tapias de arvejas y a Martin se le ocurrió subirse y comenzó a predicarle a los burros y lo escucharon cuando les dijo: -"¡arrepiéntanse! porque se los va a llevar el demonio". Los que lo estaban observando, se le acercaron y le preguntan ¿Por qué hacía eso? El niño les contestó: - Es que los burros se están alebrestando mucho.

Resurrección le notó inteligencia al niño y habló con Catalina, para ponerlo a estudiar, en aquellos tiempos de casi total analfabetismo. Martin, el hijo de Catalina Rivero y Resurrección Araujo, nativos de El Mirador (Censo), lo pusieron a cursar estudios de primeras letras en la selectiva escuela de don Lucio Viloria, en La Puerta. Este, le dio cupo, donde estudió entre los años 1912 y 1916. En los ratos libres, el pilas y sagaz "Cacha e' Tinta", como comenzaron a llamar a Martin, agarró uno de sus cuadernos y fue anotando las casas que habían en el pueblo, sus calles, características, así como, los datos de cada familia. 


La primera Escuela de El Censo.


Cuando Martín terminó sus estudios, se le metió en la cabeza hacer una escuela en su pequeño y alejado terruño, y en su misma vivienda, en El Censo. Se iba a pie con su hermano mayor Rafael, a Valera, iban con su mula cargada de mercancía y aprovechaba  ver en los negocios, los precios de los libros y de las libretas, él como tenía un torito lo cargaba de paja, con una o dos arrobas de paja por las que obtenía 2 bolívares y también lo bajaban a Valera, cuando regresaban después de la venta, traían el maíz para la casa y los libritos,  así fue comprando material para su proyecto de escuela; cuando tuvo varios libros, se puso a buscar la matrícula, es decir, el grupo de alumnos que iban a recibir clases en su escuela, así consiguió a 9 hembras y 9 varones de acuerdo a lo que contaba Ricardo Parra que fue su alumno. Dentro de su modalidad escolar, en el recreo o receso de clase el joven maestro, los llamaba a ayudarlo en agricultura, en la siembra de papa, bien a cosechar o desyerbar, limpiarla, los aprovechaba en ese sentido, así todos iban aprendiendo y la idea era que todos aprendieran bien, como primeros alumnos y a su vez, enseñarán a los otros a los de las siguientes generaciones. Esta escuela se fundó entre 1918-1920, según Antonio Lino Rivero, hijo del maestro Martín.


En esta misma escuela y como parte del conocimiento que se impartía, acostumbraban a celebrar las fiestas patrias, montando actos culturales, declamaban, cantaban, bailaban, se hablaba del 19 de abril, 5 de julio, de Carabobo, de los próceres de la patria, recuerdan que el maestro Martín, después que hacía una gran disertación sobre Simón Bolívar terminaba diciendo con alta y modulada voz <<y ese era Simón Bolívar>>. En El Censo vivió el maestro Martín hasta el año 1940, cuando se mudó a la población de La Puerta, como le gustaba la poesía, el canto, la música, en esa escuela inicial tenía también una vitrola que servía para animar las reuniones y hacer las fiestas tradicionales del caserío que ahí se realizaban. 

La lista de los primeros 18 estudiantes de la Escuela de El Censo, es la siguiente, varones: Félix Rivero, Emilio Toro, Olegario Salazar, Alfonso Salazar, Froilán Villarreal, Alfonso Ocanto, Ricardo Parra, Celestino Villarreal, Diego Villegas, Hipólito Villarreal, Edilio Villarreal, de las hembras, en esta primera matricula, estudiaron Amelia Paredes, Romualda Paredes, Ninfa Salazar, es hija de Ezequiel Salazar, Virginia y Vicente Rivero, Antonia Rivero y Elvira Rivero, esa era la la nómina de alumnos que tenía el maestro José Martín Rivero,  padre de Antonio Lino Rivero, que me la suministró. 

Vialidad.

Actualmente existe una vía agrícola, de mucha pendiente. Perteneciente a una parroquia de carácter turístico, este sector, por su paisaje paradisíaco, ubicación, clima, altura presenta fortalezas de desarrollo que pudieran dar inicio a su progreso como zona de esparcimiento agro turístico y de conservación ambiental. 


Rivero, recuerda que, en cuánto <<la carretera que es una vía que sube a la “Media Loma” a  Caseteja.  En la primera fase la fueron construyendo de noche a escondidas del dueño de las tierras, y posteriormente el otro ramal que llega al Censo. Luego hicieron el pedazo que llega a Quebrada Seca, pero con mucha muy pendiente>> (Datos suministrados por Wasap de Antonio Lino: 22-1-2023).

La Media Loma

En esta zona, existen varios caseríos y posesiones que están interconectadas, familiar, social, histórica, económica y culturalmente, uno de ellos, es la Media Loma. Uno de los primeros propietarios de las tierras de Media Loma era <<Rafael Abreu, de quien comentaban que tenía propiedades en Motatán y vivía en ese lugar. Las tierras de Media Loma las perdió en un pleito que le ganó el General Emilio Rivas, años después las vendió en una subasta donde estaban tres compradores. Rivas fue en 1928, Presidente del estado Trujillo. Mauricio Torres, Don Felipe Vieras y Don Audón Lamus, el que ofreció más fue Don Audón, (22.000 Bs.). Ya yo vivía en Maracaibo, cuando me entere qué había donado parte de esas tierras a la Diócesis de Trujillo>>. (Datos suministrados por Antonio Lino Rivero, vía Wasap el 22-1-2023). En este sitio, también vivió el legendario Cesario Parra.

Cesario Parra, uno de los aguerridos montoneros, que fue solidario con el coronel Américo Burelli, y le salvó la vida, <<vivía en la Media Loma, en lo que llaman Los Manzanos. Cesario, supuestamente era de Jajó, sus padres eran José Félix Parra y María Isabel Castellano, tenía dos hermanos Hipólito y Genaro y cuatro hermanas: Juana, Felipa, Petronila y Paula, se casó el día 13 de Noviembre con María Mercedes Paredes, quien era tía de mi mamá Leonor>> (Datos suministrados por Antonio Lino Rivero, vía Wasap: 22-1-2023).

Chucumbete

Este, era el nombre de parte de lo que hoy es la posesión San Pedro. En ese lugar tenía Don Ciriaco Carrasquero sus propiedades que eran grandes extensiones de terreno y llegaban hasta La Casa de Teja, dónde comienza la Media Loma (Datos suministrados por Antonio Lino Rivero, vía  Wasap: 22-1-2023). Cesario Parra, también trabajó en Chucumbete.


Notas de etnología. Valores, tradiciones, costumbres, religiosidad, identidad, pertenencia, idiosincrasia que caracterizan a los pobladores de El Censo.


En cuanto a las viejas costumbres de los censenses, Antonio Lino, refiere que en la vida espiritual,  <<La mayoría profesaba la religión católica y cada tercer domingo de cada mes bajaban al pueblo a cumplir con sus compromisos religiosos también asistían a las fiestas de la Virgen de la Paz y San Isidro. Uno de los primeros sacerdotes que recuerda mi papá el prebistero Eloy González Moreno, este vivía en Carmania y subía los terceros domingos a decir la Santa Misa>> (Notas sobre los orígenes de los nombres del Censo y Quebrada Seca, según Antonio Lino Rivero, del 24-6-2007); después conoció a otros sacerdotes como el padre Verde y el padre Trejo.


Festividades y actividades socioculturales.


Dentro de las principales festividades que se realizaban durante el pasado siglo XX, la de San Roque, quizás en homenaje al primer propietario don Roque García; la fiesta de la Virgen del Rosario. Una devoción muy antigua se mantiene en la actualidad, la de San Benito, en cuya organización de vasallos estuvo al frente como capitán, el señor Ricardo Parra, hijo del legendario Cesáreo Parra, igualmente, estuvo Santos Paredes. De esta devoción, se difunde y nace la cofradía en el área urbana, Pueblo Nuevo, con el señor Dolores, casado con Matilde Paredes, hija de Santos, destacados promotores de esta devoción parroquial. 

Otros datos etnológicos.

Cuando no existía electricidad ni telefonía, la gente se comunicaba por medio de un cacho de vaca o toro; si había la necesidad de avisar alguna contingencia o noticia, con el cacho gritaban "¡Fulano! El compadre está enfermo, venga a verlo antes de que se muera". A veces, era para formar la fiesta.

Como parte de su trato social,  en una oportunidad, los hijos decidieron celebrar en La Puerta, el cumpleaños 108 al maestro Martín Rivero, y lo trasladaron, vivía en Maracaibo. Invitaron a sus familiares y amigos. Ese día se presentó a la celebración el señor Ricardo Parra, ahijado y ex alumno, quien tenía 100 años de edad, y cuando entró, como si fuera a pagar promesa, hincado en la puerta le pidió la bendición, en la forma antigua y religiosa. Así era la costumbre. 


Economía. Costumbres ancestrales en la agricultura.


El Censo, como zona agrícola, en viejos tiempos, sus partes llanas eran sementeras de maíz y trigo, y en las faldas, sembraban caraota y arvejas, posteriormente se dedican al cultivo de hortalizas. Se mantenía las antiguas y colectivas prácticas agrícolas, como el convite, la vuelta e' mano, la "mañanita", y la "tardecita". 

En cuanto el trabajo en el campo <<no había horario de trabajo, no sé cobraba semanal. Se acostumbraba a Las Mañanitas, Las Tardecitas,  la Vuelta e' Mano o los famosos "Combites", los que sé negaban para estar les pagaban un real o un bolívar por todo el día, de acuerdo a su rendimiento, eso sí les daban las tres comidas Las “mañanitas” y “tardecitas” era un trabajo de corta duración, por lo que se buscaban a los vecinos más cercanos, la “vuelta e mano” la realizaban en uno o dos días, sin cobrar nada en efectivo, solo la comida; de la misma manera, cuando se trataba  del ayudante, a la recíproca tampoco le cobraba nada>> (Ídem); convenios colectivistas ancestrales de trabajo en la agricultura.

 Los convites era <<la reunión de un grupo de campesinos cada quien con su yunta de bueyes bien equipada para ayudar a otro campesino en las labores del campo, para ararle una gran extensión de terreno durante todo el día al beneficiado, a los campesinos le daban las tres comidas. El almuerzo era especial, y se buscaba un señor que era el encargado de darle cada cierto tiempo su palo de aguardiente o Miche, estos gañanes no cobraban nada en efectivo, solamente la comida. por supuesto el señor que reparte el aguardiente era muy respetado por la comunidad, pero también se echaba sus palitos, era muy respetado y cuando se despedían los gañanes le decían "siempre hemos bebido">> (Ídem); el buen trato y atención del campesino era primordial en este tipo de actividad colectiva.  

Celebraciones y festejos religiosos y populares


El amigo Antonio Lino Rivero, recuerda que en El Censo se celebraban muchas fiestas en honor a San Benito, la Virgen del Rosario, se celebran fiestas de bautizos y matrimonios en los cuales acudía gente de La Puerta y de las más conocida,  <<En cuanto a la celebración del festejo de la Fiesta del Niño Jesús, en cualquier lugar por más humilde que fuera, se celebraba la Paradura del Niño, en casa de Catalina Rivero, se celebraba el día 14 de enero de cada año, por lo general al  Niño se lo robaban de una comunidad vecina, un día se celebraba la fiesta al saber dónde se encontraba el niño robado, la señal era un volador, después a intervalos le seguían dos o más, para indicar el lugar exacto donde debían buscarlo.  Se organiza un grupo de pastores con sus respectivos cantantes y salían a buscarlo, luego al rescatarlo, regresaban a la casa para celebrar la paradura. El señor que se lo había robado era un invitado especial>> (Ídem). Estas tradiciones existen muy poco.

La celebración de semana Santa en los campos era la de más tradición y <<la familia desde el más pequeño hasta el más viejo, se reunían a celebrar lo que era una Semana Santa,  jóvenes de 10 años en adelante, estaban en la obligación de ayunar; igual que las personas de mayor edad asistían juntas a los actos religiosos que celebraban en el pueblo. Jueves y Viernes Santo eran días de respeto, el Sábado Santo era la Quema de Judas. La comida era así en la mañana era la "parva", es decir, pan y café. Al mediodía, la familia completa se reunía alrededor de la mesa para consumir la variedad de comidas y dulces varios que eran preparados para esta ocasión, antes se rezaba una breve oración para darle gracias a Dios por darle la oportunidad la familia de estar todos reunidos. La "colación" era de 5 a 6 de la tarde y se consumía lo mismo que al mediodía>> (Ídem).


Algunas efemérides del Censo.


1871. Nació Cristino Burelli, murió en 1936.

1873.  Se realizó el primer Censo Nacional, de donde se tomó dicho vocablo (Censo), como topónimo de este lugar.

1874. Nació Umberto Burelli. Murió en 1922.

1903. (11 de noviembre) Nace en El Censo, Martín Rivero, primer maestro y fundador de la escuela de este Caserío.

1914. Se alzan contra la dictadura, los seguidores del coronel Sandalio Ruz y Américo Burelli, entre ellos, varios agricultores de este lugar.

1915. El hacendado Ciriaco Carrasquero, apadrina en confirmación a Martín Rivero.

1918.  Martín Rivero, y sus sobrinos Leonardo y Félix Rivero alquilan las tierras de Quebrada Seca, propiedad de Pedro Mario Burelli, y las entregan en 1920, cuando este regresó de Montecarmelo. 

1920. Martín Rivero funda la primera escuela de El Censo.

Debo expresar mi agradecimiento al amigo Antonio Lino Rivero, por su gentileza en colaborar para la elaboración de esta crónica.

La Puerta, julio 2023.

Omanrique761@gmail.com

(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta.

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