Por Oswaldo Manrique
(*)
Cara a cara, frente a frente, cerca y
enfrente de Su Excelencia, dirigió su dardo a Bolívar. Se presentó el momento, abordó el
problema como si fueran hombres los dos, siempre dispuesta a todo, sin
descartar la fama de que siempre iba armada.
Ese día, estaba finamente ataviada
con uno de sus elegantes vestidos para las grandes ocasiones de la alta
sociedad maracaibera. Rosita Carmona, su cuñada, lo recibió en el zaguán,
igualmente se acercó Domingo a darle la bienvenida, se acercaron los hermanos
Carmona, había fallecido el viejo Antonio Carmona, también estaban presentes
José Briceño, hijo de Domingo, de 14
años de edad, ascendido a alférez, con bautizo de guerra en Carabobo, donde fue
el abanderado del Batallón Tiradores.
Al rato, hizo su entrada como toda
una dama de la mantuanidad y la gente que recién tomaba el poder en la
provincia realista, Narcisa Ana Briceño y La Torre. Su Excelencia el general
Bolívar, al ver a esta hermosa y alta catira que agradó a sus ojos, se dirigió
a saludarla galantemente:
-
Madame, que grato es volver a saludarla. Ella, acostumbrada al trato con los hombres y el
dominio de la escena, le contestó:
-
Es muy amable Su Excelencia. Continuaron conversando, se fueron incorporando los otros
parientes.
Fue muy amena y familiar la recepción
que recibió el Libertador, desde su llegada.
Él había prometido que los visitaría y allí se presentó. Ella le fue mostrando las instalaciones y
ambientes de la casa de los Briceño Carmona.
*
Se ha venido reconociendo el papel que cumplieron varias mujeres en la guerra de Independencia al acompañar a la tropa patriota, preparar sus comidas y curar a sus heridos, labores importantes, muchas dispararon y pelearon en batallas, sin embargo, hubo otras, no reconocidas por la historiografía, que cumpliendo tareas fundamentales en la conjura, de muy bajo perfil, se sabe que participaron enfrentando la inteligencia y contrainteligencia española en las calles de Maracaibo y Trujillo, entre los años 1810 hasta 1821, moviéndose con los conspiradores en la ciudad y articulando con las guerrillas independentistas en montañas y llanos del país, enfrentando al gobierno y ejercito españoles. Una de estas mujeres, lo fue Narcisana Briceño de La Torre.
Narcisana, fue una joven rebelde,
trujillana, ejemplo señero de este gentilicio. Amable, atenta, mirada
algo espartaca, alegre, de carácter firme y templado cuando ameritaba serlo,
buena conversadora, elegante, sin temor a las circunstancias. Su nombre
completo Narcisa Ana Mariana Briceño de La Torre, nació a finales del siglo
XVIII, en la hacienda “La Concepción”, Valle del Bomboy, Mendoza, Trujillo. Sus
padres: Margarita de La Torre y el Dr.
Antonio Nicolás Briceño, eran primos.
El historiador tachirense Vicente
Dávila, describió <<Que era hermosa y rubia como una espiga de
trigales>> (Dávila). Una de sus parientes, Ana Hernández Bello de
Tejera, escribió que la infancia transcurrió en <<la casa solariega del Dr. Antonio
Nicolás Briceño, en la hacienda La Concepción ubicada en las feraces tierras de
Mendoza, crecía una niña de lozana hermosura: alta de estatura, piel de nácar,
cabellos de oro, sobre frente de rosa, los ojos zarcos, la boca risueña y
fresca, que respondía el nombre de la catira Narcisa>> (Contreras,
201).
Igualmente, dicha escritora, nos dejó nota publicada en 1934, referente a las
cualidades personales de Narcisana, <<gozaba de bienes de fortuna, y
sin embargo era trabajadora incansable, amante de la naturaleza, manejaba
personalmente sus haciendas, se levantaba con el alba y después de ori la santa
misa, montaba en su mula y daba vueltas a las pajizas chozas de sus colonos,
eminentemente caritativa socorría al pobre con la dadiva y el consejo, gozaba
de valía entre el alto clero y entre los mandatarios>> (Ídem). Era
parte de la enseñanza mayor, que le inculcó su padre, formándole apego y amor
por la labor en el campo, cuyo ejemplo le granjeó el reconocimiento y respeto
de su comunidad.
La vida de esta Heroína del Bomboy,
está llena de serías y agradables anécdotas, relacionadas en su mayoría, con
hechos de la guerra de independencia, que abraca desde la primera prisión de su
hermano Antonio Nicolás Briceño, en la Conspiración
de los Mantuanos, la pena capital aplicada a éste y a su tío el coronel
Vicente de La Torre, pasando su experiencia en Valera frente al jefe realista Brigadier
Calzada, y su simpático cara a cara con el Libertador Simón Bolívar.
Narcisana, luego del ajusticiamiento
de su hermano Antonio Nicolás, a quien
llamaban “El Diablo”, tuvo mayor empatía con su hermano Don Domingo Briceño y
Briceño, y con él, se dedicó a construir el movimiento independentista de
Maracaibo, el principal bastión monárquico en Venezuela. Era también y como
ella, nacido en la población de Mendoza a fines del siglo XVIlI. Fue hombre de
destacada actuación política nacional.
¿Pudo Narcisana abrazar los ideales del temprano socialismo?
Con la confianza que le tenía
Domingo, el polémico y versado intelectual y filósofo, sirviéndole como
amanuense, mensajera, organizadora de sus asuntos y conversaciones de la
conspiración de Maracaibo, con toda seguridad, iban permeando en ella, las
ideas y propósitos de su hermano.
Con formación familiar cristiana,
Domingo Briceño y Briceño, como estudioso y amante de la filosofía, hubo de
incursionar en las ideas del pensamiento socialista de la época, que se abrieron
en el campo teórico desde 1789, particularmente no pudo descartar las polémicas
ideas del ingles Thomas Payne, quien expuso su pensamiento social en Los derechos del hombre (Rights of Man,
1791-1792); Francisco Javier Briceño, otro hermano de Narcisana, fue
excomulgado por distribuir y discutir en Mérida esta obra. Sin embargo, es con
su libro Justicia Agraria (Agrarian
Justice, 1795-1796), que el controversial Payne, expuso que no cuestionaba el
derecho de propiedad pero <<lo subordinaba a la satisfacción de las
necesidades sociales y para ello propugnaba un Estado democrático que
interviniera en la vida económica>>; fueron ideas de avanzada
social y política,
El carácter y las convicciones
radicales del “Negro” Domingo, en torno a la democracia, y la república, lo
hicieron debatir contra los justificadores de la dictadura bolivariana. Su formación política y filosófica,
concordaba en ideas universales como las de
Charles Hall, también Precursor del pensamiento socialista inglés, aunque
de ideas más moderadas, propugnaba en un tema que el trujillano abrazó con
entusiasmo, que <<La
tierra tenía que ponerse en régimen de propiedad comunitaria y dejarla a los
pequeños campesinos para su cultivo y debía limitarse la producción industrial
a la satisfacción de las necesidades elementales>>; esto, como
parte de su intento de establecer el concepto de la plusvalía y su tesis de la guerra asociada a la explotación
socioeconómica. Eran temas apasionantes para Domingo Briceño, con las cuales
coincidía, como demócrata radical que era, y para <<abandonar las «miserias» de la
civilización>>. Por ese
tipo de convicciones, atacó las ideas centralistas y reprochó la dictadura de
Bolívar.
Se puede considerar a Domingo, como
el socialista temprano de Venezuela, o uno de ellos. Dávila al biografiarlo,
señaló que su piel morena, por cuya razón le llamaban “El Negro”, <<le
sirvió más tarde, en la candente arena del periodismo, para agitar al viento de
la lucha…sus ideas socialistas tal cual un descamisado>> (Dávila,
275); sin duda, muy radical en sus posturas políticas, al preparar y ensayar
sus discursos, como parlamentario, periodista y dirigente político, ella, su
hermana Narcisana podía escucharlo, quizás los conversaba ante su observación y
presencia, pues andaba con él.
¿De cuales otras ideas, además de las
cristianas podía Narcisana nutrirse ideológica y políticamente? ¿Pudo esta
influencia, formarla y convertirla en socialista? Es tema para los
investigadores.
1820, año fundamental para la Patria. Una libertadora de Maracaibo, sin protagonismo.
Firmado el Armisticio en Trujillo, en
noviembre, continuaba en la conspiración en Maracaibo Domingo Briceño, quien había salido de la Cárcel de la isla de San
Carlos. La tristeza embargaba a la
familia, al haber muerto su anciano suegro el Dr. Antonio Carmona, también
conspirador. El general Urdaneta era jefe militar de esta provincia y de
Trujillo, y <<con don Domingo vivía en aquel
tiempo su hermana Narcisana, mujer de corte varonil, que había ayudado al
hermano con fuego y decisión en su empresa de llevar a Maracaibo la revolución>>
(Briceño Iragorry, Mario. Pequeño Anecdotario Trujillano. Pág. 29. Fondo
Editorial Arturo Cardozo. Trujillo. 2003); mujer de la estirpe guerrera de los
Briceño y de los La Torre.
Narcisana que estaba dedicada a la
lucha por la independencia, participaba en forma decidida, no tenía padre, hijos,
ni marido, ni novio, estaba sin dependencia de figura masculina. Sus
responsabilidades, mas allá de ser escribiente, era desempeñar labores de
confianza en el movimiento, se vestía como hombre para realizar tareas de
reconocimiento de sitios y cosas, para acompañar y proteger a su hermano
cabecilla de la conjura; la capacidad que tenia para el correaje y mensajería;
pero además, a quién si no a ella, se le facilitaba hacer los contactos en
forma velada y sin sospecha con los hermanos Delgado, los curas Antúnes y del
Pulgar, o con los hermanos Vales, o los empiringotados Diego de Melo y Pinto, con
los Baralt, Almarza, Aguiar, la mayoría vigilados, desde la intentona de 1812. Se puede considerar este, uno de los ejemplos
históricos, que dan cuenta que en todo movimiento, conspiración, o lucha social
o política en el que participa la mujer en forma resuelta, ésta se convierte en
el ánimo y voluntad de la organización, y por ende, se logran los
objetivos. Estaba de gobernador militar
de aquella plaza el maracaibero Francisco Delgado, de modo que todo estaba
dispuesto para su intento.
El licenciado Briceño y José María
Delgado, hermano del gobernador, salieron ocultamente y se entendieron con
Urdaneta, <<todo quedó dispuesto y el 28 de
enero del 21 se dio el grito de independencia>>, habían quebrantado
el Armisticio. Delgado el gobernador realista se pasó a las fuerzas patriotas,
<<Briceño como instigador de todo, cumplía con su deber, pues era un
simple particular y había sufrido larga prisión por pretender la independencia
de Maracaibo>> (Dávila, 278); Narcisana conspiradora, no se podía
perder estar ahí, en el preciso hecho del grito de independencia de Maracaibo.
Briceño, acompañando a Delgado, asumió
el cargo de Intendente y Gobernador
político interinamente, pero aquel renunció ante Urdaneta. Bolívar se alegró de
esta renuncia, guardando viejos rencores, <<la inquina de Bolívar contra el
hermano de Antonio Nicolás, a quien no había aun perdonado ni el litigio que le
ganó en los tribunales de Caracas, ni la emulación en la empresa de libertar a
Venezuela>> (Dávila, 279), algunos historiadores pretenden, calificarlo como un escueto complotado, cuando desde 1810, ha
sido el cabecilla de la conjura, para ocultar, y no disipar si Nicolás, le
compitió el liderazgo en esa misma coyuntura histórica.
La primera visita del Libertador a Maracaibo, 1821.
El pueblo maracaibero había celebrado
días antes la victoria obtenida en Carabobo por las fuerzas republicanas,
volcándose a las calles y Plaza de la ciudad para testimoniar la admiración por
el Libertador y su ejército. Los sobresalientes festejos ordenados por la Municipalidad
el 10 de julio de 1821, contemplaba desde un funeral por los héroes caídos en dicha
batalla, hasta demostraciones de alegría, fuegos artificiales, conciertos en el
Balcón del Señor Alcalde, y en el frente, una banda de tambores y clarines
entonando canciones patriotas. No faltaron los globos aerostáticos, los bien
enflorados arcos, banderas, tiros,
iluminación, pelea de gallos y toros de cuerda.
El 30 de agosto de ese mismo año,
arribó a Maracaibo el Libertador Presidente, lo esperaba el gobernador
Francisco Delgado. El recibimiento fue solemne
y majestuoso <<entre 7 y 8 de la noche tomó tierra por el
muelle de este puerto pues venía desde el puerto de Moporo, en el bote de la
goleta corsario “Paquete”>>; estaba en Trujillo.
Una de las crónicas, que describe ese
hecho, señala que desde la mañana de dicho día 29 de agosto, se movilizaron <<grupos hacia la casa de gobierno
en que se había alojado su excelencia>>; que, <<El
alborozo, los repetidos vivas y aclamaciones de gratitud y respeto al
Libertador, presentaban ciertamente el espectáculo más tierno y agradable, el
que tuvo duración por algunas horas, y se colmó al presentarse en el balcón y
hablarle S.E. a quien ya acompañaban y habían felicitado las corporaciones y
mucha gente de distinción>>; Bolívar, estuvo varios días en dicha
ciudad, donde atendió diversos eventos y reuniones.
Apuntó el cronista que, <<el adorno de los balcones, ventanas puertas y aún las paredes de los edificios por las calles de la carrera, entoldadas en algunas partes y llenas de arcos de diverso gusto, presentaban la vista más agradable, que aumentaba la concurrencia del bello sexo, victorando también al Libertador y cubriéndolo de flores hasta acercarse a la Catedral,... Llegado Su Excelencia y apeado del Carro, se hincó puertas afueras…besó allí la Cruz que le presentó el señor Canónigo Lectoral, entonándose un solemne Tedeum, y repicándose las campanas>> (El Correo Nacional, N°13, Maracaibo, sábado 1° septiembre de 1821. En: Revista de la Sociedad Bolivariana. N° 79. Caracas.1964); en la noche continuaron los festejos.
La visita del general Simón Bolívar a la casa del Libertador de
Maracaibo: Licenciado Domingo Briceño y Briceño.
La narración que aporta el maestro Briceño
Iragorry, sobre lo ocurrido es la siguiente: <<Cuando el Libertador estuvo en
Maracaibo el año 1821, visitó en su casa de habitación al Licenciado Domingo
Briceño y Briceño, quien, por su extraordinario esfuerzo en pro de que la
ciudad del Lago se sumase a la independencia, llegó a ser llamado el Libertador
de Maracaybo>> (Briceño Iragorry, Mario. Pequeño Anecdotario Trujillano. Pág.29. Fondo Editorial Arturo
Cardozo. Trujillo. 2003). Desde 1810, Briceño promovió la conspiración por la
independencia de Maracaibo.
A Narcisana, se le criticó por su recio carácter <<mujer de corte varonil>>. Más que por disfrazarse para las misiones que le encomendaban, se sentía cómoda vestida con pantalón, blusa, botas y sombrero de pajilla; usaba solo vestidos en ocasiones especiales, andaba con el pelo recogido o corto, con semblante serio y circunspecto, su aspecto parecía decir, que si faltaban pantalones, allí estaría ella. Montaba caballo tan ágil, que decían que era mejor que su prima Barbarita de la Torre “La Amazona trujillana”. En Maracaibo, cuando le tocaba cumplir labores de séquito o de mensajería de su hermano Domingo, llevaba su pistola, se sentía segura en que era una hermosa catira y ojos bellos, le despreocupaba que la llamaran por estereotipos de género. Ella se aceptaba como era, y sostenía ese carácter fuerte y actitud recia, aunque rompía el molde de la dama de abolengo de la época, era la forma más cómoda durante la Guerra de independencia, sobre todo que le tocó desplazarse continuamente, ser organizadora de reuniones conspirativas, captar gente, ser mensajera del movimiento, era una mujer guerrera, inclinada a la lucha, sin embargo, no fue esquiva al amor. Se casó en 1824, con el maracaibero Dr. José Domingo Bruno Hernández Bello y Vera, procrearon varios hijos
El cara a cara con el general Simón Bolívar.
El relato del historiador Mario Briceño Iragorry, acerca de este hecho,
señala que, <<En la sala principal, donde era objeto el
Libertador de los obsequios de los señores de la casa, lucía un retrato del
hermano sacrificado por Tiscar en Barinas el año 1813. Sobre el óleo mantuvo
largo tiempo la mirada atenta el glorioso Bolívar. Después, en voz un tanto
lenta, dijo:
—Fue una lástima que los españoles
hubieran fusilado a Antonio Nicolás. Con su valor y su arrojo nos hubiera
ayudado mucho. Pero a veces, sin embargo, pienso que Tiscar me evitó acaso el
haberme visto con Antonio en la misma dolorosa situación en que me puso Piar.
— ¿Y no ha pensado Su Excelencia —le respondió
rápidamente doña Narcisana— que él también hubiera podido fusilar al
General Bolívar?.. (Briceño Iragorry, Mario. Pequeño Anecdotario Trujillano. Pág.29. Fondo Editorial Arturo
Cardozo. Trujillo. 2003). Ella lo conoció años antes, cuando Margarita de La
Torre, su madre, le dio un banquete en su hacienda “El Turagual”.
Los datos historiográficos encontrados,
proporcionan e informan que el 18 de septiembre <<a las
4 de la tarde se embarcó S.E. el Libertador a bordo de una goleta de
comercio...La artillería lo hizo notorio luego con salva... hacia el mediodía
de esta laguna con dirección al pueblo de San Carlos del Zulia, por donde pasa
a la capital de Cúcuta>> (El Correo Nacional, N° 16, Maracaibo,
sábado 22 de septiembre de 1821).
Verdadera mujer fuerte del evangelio, de las Libertadoras de Maracaibo.
La joven y hermosa mujer, amante de
la Patria, la República, y de los Principios y postulados de la Democracia,
mucho más que de los hombres, en ese momento, con su fina y hostil fiereza,
labraba de esa forma un titulo de orgullo familiar. Es posible que haya acentuado en ella, la
animosidad en los tiempos en que Bolívar se hizo dictador, y los Briceño
repudiaron ese cambio, aunque <<la
rubia Narcisana, jamás quiso izar la bandera de la Patria el día de San Simón.
Era muy hermana de Antonio Nicolás para rendir homenajes a su emulo afortunado>>
(Dávila, 280); era autentica y firme en sus convicciones.
En 1872, muere en Valera. Escribió el
Dr. Ricardo Labastida, sobre esta ilustre mujer: <<Narcisana Briceño de La Torre de
Hernández Bello fue el prototipo de la verdadera mujer fuerte del evangelio>>
(En: Benigno Contreras. Exclusivamente
Valera. 201).
Es placentero sacar de la anomia u
olvido historiográfico y recordar a esta Heroína
del Bomboy, quien proporcionó vida y obra a su Patria, es posible que no se
le reconozca su participación en los sucesos de la liberación de Maracaibo,
como tampoco se los reconocieron a su artífice y jefe de la conspiración:
Domingo Briceño Briceño (ambos trujillanos), cuando aprobaron por estos tiempos
la novena estrella de la bandera nacional, no obstante, desde su lar nativo,
difundimos esta nota exaltando parte de sus luchas, valentía, duelos,
tristezas, alegrías, humildad, honestidad y sus convicciones, lo que le da
mérito de personaje principal de nuestra historia local.
(*) Portador Patrimonial Histórico y Cultural de La Puerta.
Tabla cronológica de Narcisana Briceño de La Torre, elaborada por el Dr. Oswaldo Manrique, 2024.
1794 Nace su hermano: Gabriel Briceño de La Torre
(n. Mendoza, 1794), prócer, abogado y civilizador.
En
noviembre de 1809, se graduó de Bachiller en Filosofía en Caracas, Siendo
pasante, en 1813, fue denunciado en Caracas como revolucionario y republicano
radical, ante Monteverde. En Valera le tocó delinear las calles, donando
tierras y materiales para esta obra.
Fue
representante por Trujillo al Congreso Constituyente de la denominada Gran
Colombia, en 1821. Murió joven.
María de
la Concepción (n. Mendoza, 1802), (monja) y Margarita (n. Mendoza, 1803), que
murió célibe.
1796 a 1800 Nace
Narcisa Ana Mariana Briceño de La Torre, en la hacienda La Concepción, Valle de
Bomboy, Mendoza, Trujillo, <<Que era hermosa y rubia como una espiga de
trigales>> (Dávila). Padres: Margarita de La Torre y el Dr.
Antonio Nicolás Briceño, eran primos.
1804 Muere el
viejo Dr. Antonio Nicolás Briceño, padre de Narcisana. Margarita de La Torre,
madre, es hermana de Vicente Abreu Niño, prócer de la independencia, conocido
como el coronel y guerrillero Vicente de La Torre.
1805 Se casó
su hermanastro Dr. y coronel Antonio
Nicolás Briceño, con Dolores Jerez Aristiguieta, prima de Simón Bolívar
<<la dama de las grandes campanillas, carácter, riqueza y austeridad de
costumbres>> (Arístides Rojas. Leyendas Históricas). Igualmente,
se casó en Trujillo, su otro hermanastro y prócer independentista coronel Francisco
Javier Briceño, con doña Gertrudis Ana Briceño, hija de don José Lorenzo
Briceño y Petronila Antonia Parra.
1807. José de Briceño nació en Maracaibo, el 2 de
noviembre de 1807, su padre fue Domingo Briceño y Briceño, prócer de la
Independencia y fundador de la libertad en Venezuela. Domingo Briceño y Briceño
fue hombre de talento y erudición.
1810 Este año, su
hermanastro Domingo (n. Mendoza, 1780), a quien apodaron el Socialista, inició
la conspiración por la independencia de Maracaibo, uno de los principales
enclaves de la monarquía española en América. (Copiar 2 párrafo 276 Dávila). Huyó y se refugió en Trujillo.
Estudio derecho y filosofía en Mérida.
En 1803, se asentó en Maracaibo y se casó con Ramona Carmona, maracaibera,
fundo hogar.
Hijos: Mariano Briceño Carmona, que fue
abogado y escritor; quien se casó con Carmelita Arismendi Cáceres, hija del
general Juan Bautista Arismendi y la heroína caraqueña Luisa Cáceres.
Ramona Briceño Carmona, maracaibera, mujer del
prócer neogranadino comandante Silverio Fernández; y José Briceño, doctor en medicina, escritor, vivió
en Caracas.
El periodista Domingo Briceño, en 1804, al
morir su padre, hubo de trasladarse a Valera, a atender la hacienda Santo Domingo,
que le dejó en herencia, pero igualmente, la perdió, confiscada en la guerra.
1812.
Bajo la dirección
de su hermano “El Negro” Domingo Briceño, desarrollan un plan de ataque a
Maracaibo, el 14 de febrero con fuerzas de Trujillo, Barinas y Caracas, que
fracasó. Impulsa la idea de mejorar el
comercio entre Trujillo y Maracaibo, que estaba bloqueado. En julio de este
año, fue apresado junto con su hermano Pedro Fermín Briceño, yendo a parar a la
cárcel de Puerto Rico, su hacienda Santo Domingo en Valera y otros bienes le fueron
confiscados.
1813 El 16 de enero de
1813, el coronel Antonio Nicolás Briceño, su hermanastro, redactó su propuesta
de “Guerra sin cuartel”, ideas fundamentales
de lo que meses después el brigadier Bolívar asumiría en su proclama de guerra a
muerte.
En junio de este año, en Barinas, es delatado,
capturado, enjuiciado y muerto su hermanastro coronel Antonio Nicolás Briceño,
creador de la tesis de la Guerra a Muerte.
Domingo y su hermano Francisco Javier y Pedro Fermín,
se fugan de la cárcel de Puerto Rico, en junio de este año.
1815 El coronel Vicente
de La Torre, tío materno de Narcisana, continuaba con sus acciones militares la
lucha independentista en Trujillo, con una guerrilla de apenas unos 50 hombres, integrada por familiares,
amigos y peones de la hacienda El Cequión y Betijoque, y ocultándose en las
montañas, evadiendo la persecución. El 7 de febrero, son apresadas en la Vega
de Motatán, sus primas Manuela de la Torre, y Manuela Gutiérrez del Corral,
esposa de Vicente de la Torre, junto con 3 de sus hijos y 5 esclavos, fueron
pasados a Escuque, pueblo de blancos. Después de varios combates, apresan a
Barbarita, la capitana de su guerrilla y Vicente, se ofreció en canje para
liberar a su hija y fue decapitado en la Plaza de la Chiquinquirá en la ciudad
de Trujillo.
1820 Firmado el
Armisticio en Trujillo, en noviembre, continuaba en la conspiración en
Maracaibo Domingo Briceño, el general Urdaneta era jefe militar de esta provincia
y de Trujillo. Había muerto su anciano
suegro el Dr. Carmona. Estaba de gobernador militar de aquella plaza el
maracaibero Francisco Delgado, de modo que todo venia a punto para su intento. Briceño
y José María Delgado, hermano del gobernador, salieron ocultamente y se
entendieron con Urdaneta, <<todo
quedó dispuesto y el 28 de enero del 21 se dio el grito de independencia>>,
habían quebrantado el Armisticio. Delgado el gobernador realista se pasó a las
fuerzas patriotas, <<Briceño como instigador de todo, cumplía con
su deber, pues era un simple particular y había sufrido larga prisión por pretender
la independencia de Maracaibo>> (Dávila, 278).
Briceño, junto con delgado asumen el cargo de Intendente y gobernador político interinamente, pero aquel renunció ante Urdaneta. Bolívar se alegró de esta renuncia, guardando viejos rencores, <<la inquina de bolívar contra el hermano de Antonio Nicolás, a quien no había aun perdonado ni el litigio que le ganó en los tribunales de caracas, ni la emulación en la empresa de libertar a Venezuela>> (Dávila, 279), algunos historiadores pretenden, calificarlo como un escueto complotado, cuando desde 1810, ha sido el cabecilla de la conjura, para ocultar, dirimir si Nicolás, le compitió el liderazgo en esa misma coyuntura histórica.
1821. Domingo Briceño y Briceño, fue al Congreso
Constituyente de Colombia, el 6 de mayo, no aceptó que Bogotá fuera la capital
de la Gran Colombia. A los pocos días, cedió
al servicio de la Patria y del Libertador a sus dos hijos José y Mariano, pero,
solo incorporaron a José en razón de la tierna edad del segundo. José su
sobrino, fue incorporado a las tropas libertadoras con el grado de sub-teniente
y en Carabobo, cuando aún no contaba catorce años, fue el abanderado en
Carabobo del Batallón "Tiradores".
José de Briceño, fue Rector del Colegio de
Calabozo y de la Universidad Central de Venezuela, de Caracas, discípulo
dilecto de Vargas, sustituyó a aquel en su Cátedra de Anatomía, en la cual
estuvo por treinta y tres años.
1824 Se casa con el maracaibero Dr. José Domingo Bruno
Hernández Bello y Vera. Se avecindaron en la hacienda Morón, en Valera
(Contreras, 200), de cañamelares y cacahuatales, propiedad del Dr. Briceño, su
padre. El cronista La Riva Vale, señala que hizo casa en el Llano de San Pedro,
donde se alojó el Libertador en 1813 y en 1820 (La Riva Vale, 19). Luego,
vivieron en la ciudad de Mérida.
1824 Nace en Escuque su
hijo Gabriel Antonio Hernández Bello y Briceño, se graduó en Caracas de médico,
fue rector de la Universidad de Mérida, senador y Pdte. de Mérida (1876 a 1878).
Este se casó con Benilda Briceño Santander, llamada por esos tiempos “ex
capitana”, sobrina del General Santander, de los libertadores de Colombia.
1825 Nace su hija
Margarita Hernández Bello y Briceño. Demostró gran fertilidad esta dama
rebelde. Narcisana tuvo otros hijos: María de los Dolores, José Domingo, Ana
María (monja), Gregorio y Eulalia.
1828 Nace su hijo Antonio
Nicolás Hernández Bello y Briceño.
1864 El
esposo Dr. José Domingo Bruno
Hernández Bello y Vera, murió en Mérida en 1864.
1872 Muere en
Valera. El Dr. Ricardo Labastida, escribió sobre esta ilustre mujer: <<Narcisana Briceño de La Torre de Hernández Bello fue el prototipo de la
verdadera mujer fuerte del evangelio>> (En: Benigno Contreras.
Exclusivamente Valera, 201).
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