Oswaldo
Manrique R.
Por lo general se tiene la creencia
que la actividad del militante se hace solo dentro de los partidos políticos y
por las personas que están allí inscritos y para realizar política partidista.
Según esa concepción el militante seria el individuo que gira alrededor de las
líneas idóneas que genera la organización, siempre que esté revestida del
espíritu formador de conciencia. Pero militante, no lo son solamente éstos, los
que participan de un partido político, ni los que hacen carrera política dentro
de una organización, ni los que están allí para ser dirigidos o para dirigir.
Militante es todo aquel que en el mismo seno de su comunidad, con sus mismas o
distintas aspiraciones de grupo, asume una actitud de lucha ante la injusticia;
es militante el que en cualquier conflicto social se hace solidario, apoya y actúa
en favor de los débiles, que puede servir de guía a hombres y mujeres, y que
con su idea, conducta y esfuerzo contribuye a que su comunidad se eleve y
perfeccione.
En ese sentido el trujillano Francisco
Prada Barazarte, fue un militante. Un militante de la dignidad nacional, un
militante del empeño responsable por la redención social, militante de ciudadanía,
militante del pueblo, militante de hacer Patria, autentico militante de la Utopía.
Las comunidades y los pueblos que evolucionan
en armonía con el tiempo y el espacio, se alimentan y se sustentan con el
ejemplo y el legado inmaterial de los
grandes hombres, de esos militantes que han construido historia, hojas de vida
que son imborrables. Hombres de
compromiso, de firmes posiciones y convicciones ideológicas y libertarias. Sin duda,
uno de ellos, es Francisco Ramón Prada
Barazarte, el Irreductible Flaco Prada. Luchador Social, Académico, Antropólogo
de profesión, Promotor Cultural, el Comandante “Arauca”, con cuyo seudónimo
combatió en la lucha armada de las décadas de los 60, 70 y 80, del siglo
pasado, es uno de los trujillanos que elevó con su obra y pensamiento nuestro
gentilicio regional. Este 11 de julio,
se cumplen 5 años de la siembra de este
singular personaje de la historia contemporánea de Venezuela.
El
Flaco Prada, luego de la Pacificación
guerrillera, y de ir impulsando el
proyecto RUPTURA-UTOPÍA-TERCER CAMINO, para esa época, reflexionaba: “…Tenemos el compromiso de aportar nuestra
experiencia, que alcanzó en Argimiro Gabaldón y Fabricio Ojeda la abnegación de
la generación de combatientes que nos atrevimos a pelear con las armas a partir de los años 60. Legados invalorables de abnegación y
firmeza, de combate militante en su práctica y en su teoría…”; sabía que su misión era esa y la puso efectivamente
en práctica, marchó al combate, al lado de la humanidad, acompañó y participó
activamente en las luchas populares,
universitarias, ambientalistas, campesinas, indigenistas, culturales y otras.
Símbolo de las FALN, organización en la que el Flaco Prada fue destacado militante. |
En los años 80, cursando mis estudios
universitarios, lo vi involucrado en la lucha por la defensa de las tierras
ancestrales de los indígenas de La Puerta, y la protección del medio ambiente,
incluyendo aire, agua, atmósfera, y sus demás elementos, condiciones y circunstancias sociales,
económicas, y por supuesto, la gente. No solo era luchar por el oxigeno y
el paisaje y vivir en un sitio agradable, la pelea era contra la injusticia
social y la miseria en el campo, producto del régimen de propiedad privada
sobre la tierra, el despojo de los terratenientes, y el apoyo encubridor que le daba a éstos, el Estado Nacional. Si había una
persona clara, en cuanto al norte de la lucha ambientalista y de las razones de
pelear por la tierra y el hábitat en nuestra comarca, fue el Flaco Prada, pero
a pesar de exponerlas ante los colectivos, otros eran los intereses y los
objetivos que se sobrepusieron a esas razones, y fueron los gamonales,
terratenientes y sus macoretos, los que al final triunfaron y sacaron provecho
económico de aquella jornada heroica.
Hay un aspecto de la
quijotesca vida de Francisco Prada, que se ha escrito muy poco, y que sería interesante
sea abordada por sus biógrafos, el Flaco Prada, fue el cuadro político que la
Comandancia Suprema de las FALN, designó para organizar un Núcleo Guerrillero
en los Llanos, y en efecto lo hizo, pero con otras características. El
ingenioso hidalgo trujillano, al poco tiempo creó un Frente de navegación de la
guerrilla en el Arauca – Apure, frontera con Colombia, donde contaban con
lanchas, piraguas y barcazas para la actividad
insurreccional; presumo que sería una vía de escape para los
combatientes más buscados por los cuerpos policiales y militares, o un
aliviadero para los heridos o para sacar a los que iban en misión de
solidaridad internacional; aguerrida
experiencia, en aquellos cauces de agua dulce, quizás su apodo toponímico de Comandante Arauca,
venga de allí, nunca se lo pregunté.
Prada en una de las múltiples jornadas en favor de la lucha indigenista y en solidaridad con el cacique Sabino Romero. |
A comienzos de los
90, inestable el país luego del paquetazo Rodríguez y el subsecuente “Caracazo”,
fui invitado a una reunión con el Flaco, en el Centro de Animación Juvenil de Valera, donde explicaba el proyecto religioso de Utopía-Tercer Camino, tesis
espiritual robustecida por él, lo que me llamó la atención. Íbamos a plantearle
un asunto muy puntual, y nos quedamos a atender su interesante exposición. Perspicaz,
didáctico, exegético, categórico, con
capacidad para convencer y organizar, aquel grupo de jóvenes universitarios y dirigentes
vecinales, lo escuchaba con admiración. Al tiempo, lo encontré en el movimiento
insurreccional bolivariano, que le ocasionó nueva persecución. Eran momentos en el que el pueblo tuvo un repunte
y auge revolucionario, con los
levantamientos militares de 1992, el
Flaco, no podía faltar a esa convocatoria, y asistió con mucha solidez y con su
norte bien definido e inquebrantable.
En el 2009, nos encontramos y saludamos
en la Biblioteca Mario Briceño Iragorry; esta vez, era un encuentro de
educadores, historiadores, intelectuales, gente de la cultura, que se habían
convocado contra la ignominia de un gobernador “bolivariano” de Trujillo, quien
desde sus actos de gobierno, pretendió
torcer y en algunos aspectos borrar nuestra historia regional y
nacional; inclusive, se expuso que las descalificaciones contra el Flaco Prada,
que se habían hecho desde el gobierno regional, ningún trujillano salió a
enfrentarlas ni a desmentirlas; se sentía mucho miedo, y en efecto, habían sobradas
razones para tenerlo. ¡Cosas veredes Sancho!
Muy quebrantado de salud, pero
con el mismo espíritu de lucha, en el 2010, acompañó la lucha por la libertad
del Cacique Sabino Romero y su hijo, cuando se les mantuvo presos en la Cárcel
de Trujillo, siendo juzgado por un Tribunal
ordinario penal, violentándole su prerrogativa a tener un juez natural previsto en la novísima
Constitución; Estado de Derecho y Justicia que al igual que el de ayer, incumple
sus preceptos rectores.
Posteriormente, vuelve a alzar
su voz, cuando dijo: “…Todos de alguna manera somos corresponsables de esta
muerte…”; esta lapidaria frase trastumbó, las más inertes conciencias.
El Flaco había hecho denuncias previas, que este cacique, sería asesinado por
los terratenientes y las trasnacionales mineras, con la complicidad de los
organismos policiales, militares y de seguridad. Era profundo conocedor de las luchas
emprendidas en relación a la demarcación y posesión de sus tierras ancestrales,
por las comunidades Yukpas, las más afectadas en la Sierra de Perijá.
Mientras, en nuestra región, le
enfilaron fuertes cuestionamientos y oprobiosas críticas por sus posiciones y
luchas emprendidas, inclusive, voces agoreras le llegaron a llamar “contrarrevolucionario”, el
Comandante de las guerrillas del pueblo, recibía el halago y reconocimiento público
del presidente Chávez, lo que nunca lo deslumbró,
ni cedió ni negoció sus principios y convicciones. Así, conocí al Flaco Prada; ¡genio y figura…
Hoy que se cumplen 5
años de su siembra, lo recordamos, como el hidalgo trujillano, cuya figura representaba la resistencia a
la injusticia social, su capacidad de lucha motivaba
a preservar la moral en alto en cualquier momento de dificultad, el que elevó
nuestro gentilicio, cuya vida, obra y militancia de la utopía nos motiva y nos
convoca a esa esperanza que aspiramos retoñe en una nueva fe de humanidad.
Y por siempre, la presencia de Francisco Prada Barazarte.
El Flaco Prada fue militante del proceso de transformación política de nuestro País.
ResponderEliminarExcelente remembranza, Camarada Manrique.
Carlos saludos. Al parecer lo que me decía una amiga culturosa, de que en los años que terminaban en cero, no se debía conmemorar la partida de los amigos, como que es cierto. No se por qué razon, hubo desgano este año (el 6°), en lo del Flaco Prada. Simple reflexión. OM.
Eliminaro será, que -como repetia el Flaco-, seguimos viviendo "tiempos de hermosas tempestades". OM.
EliminarExcelente reflexion que eleva la memoria de uno de esos grandes personajes trujillanos que son desconocidos para muchos hoy dia pero que nunca debemos olvidar!!
ResponderEliminarAgradecido andreyo por tu comentario del 17-07-19. espero estés bien en unión de la familia. disculpa que respondí Tarde, pero seguro.
EliminarSaludos Andres. Espero estés bien, por aquellos lares ecuatoriales. Al parecer lo que me decía una amiga culturosa, de que en los años que terminaban en cero, no se debía conmemorar la partida de los amigos, como que es cierto. No se por qué razón, hubo desgano este año (el 6°), en lo del Flaco Prada. Simple reflexión. OM.
Eliminaro será, que -como repetía el Flaco-, seguimos viviendo "tiempos de hermosas tempestades". OM.
Eliminaro será, que -como repetia el Flaco-, seguimos viviendo "tiempos de hermosas tempestades". OM.
ResponderEliminar