Los secretos del Templo San Pablo Apóstol de La Puerta
(2ª. Parte).
Por
Oswaldo Manrique (*)
En la primera parte de este artículo,
publicada la semana pasada, se dieron a conocer con varias imágenes, aspectos
directos que confirman que el templo actual de nuestra Parroquia, encierra dos
concepciones arquitectónicas, una de un hombre versado de la Iglesia, y la de
un hombre de la Academia; que a la vez representan dos esfuerzos distintos y
dos tiempos distintos de ejecución, uno en dictadura perezjimenista, de mayor y
largo esfuerzo y sacrificio, y otra de fácil y corto aliento, en democracia
representativa, gobierno de Rómulo Betancourt. También, intentamos acercarnos a
lo que encierra un simbolismo interesante de esta antigua comunidad,
considerando el Templo, elemento fundamental en su evolución como pueblo
indígena colonial andino.
Para graficar un poco, ese simbolismo oculto
del templo San Pablo Apóstol de La Puerta, en esta ocasión, se han seleccionado
varias fotografías antiguas que nos permiten confrontar el hermoso proyecto del
recordado Padre Ramón de Jesús Trejo, que comentamos en el artículo anterior, con el templo
actual, producto de la remodelación arquitectónica de 1963-64, que acompañan
esta entrega, imágenes que describen y testimonian
características, detalles, así como, los personajes involucrados en su
construcción y en su inauguración.
Fotografía 1. Fachada del Templo. De la construcción
del Padre Trejo, al templo actual de San Pablo Apóstol de La Puerta.
Las características contrastantes del
templo actual, inaugurado en 1965, es
decir, el que modificó el concepto arquitectónico que venía construyendo el
padre Trejo, lo describió Marco Vinicio
Salas, en la siguiente forma: <<La iglesia, de fachada imponente, por su
amplitud, altura y anchura, se abre al interior por una gran puerta que se
cobija bajo un arco de medio punto. Las blancas paredes de frontis se elevan
considerablemente hasta contactar el techo a dos aguas. El centro de la fachada
deja ver un marco cuadrado parecido a un nicho, que seguramente ocupará una
imagen>> (Salas, Marco Vinicio. Encantadores pueblos de Trujillo. pág. 189. Merenap. 1996). El
nicho a que se refiere Salas, es el rectangular que está en la parte superior de la
fachada, forma parte del proyecto de remodelación, no estaba en el proyecto de
Trejo.
Su regocijante interior, como espacio
de oración y reflexión, ha sido valorado por su historia, religiosidad y por lo
que representa para el gentilicio
trujillano, y así mismo, es un tesoro para todos por todo su simbolismo, el
visible y el oculto, de alto valor espiritual y patrimonial para nuestra
Parroquia. Allí están las 12 columnas en la nave principal que representan en la
mentalidad católica los doce apóstoles, hasta que fueron pintarrajeadas por
desatinadas combinaciones y dibujos.
Su elevada fachada es señorial, tiene un gran portón de madera. Es
realmente una hermosa obra religiosa, síntesis y resultado de dos concepciones
arquitectónicas interesantes y que forman parte del patrimonio cultural
religioso de nuestra comunidad.
Sus constructores fueron albañiles italianos y criollos, que conocían las técnicas del yeso, que crearon esa rica y delicada policromía interna y ornamental del templo, conjugando con su blanca fachada. El diseño o plan final, fue elaborado por el arquitecto italiano Graziano Gasparini.
Fotografía N° 1, tomada por el autor de esta nota, en
julio de 2018.
|
En su alocución el nuevo Párroco, relató que, le << preocupaba mucho la
terminación del templo del pueblo, que años antes había empezado el padre
Trejo>> (Ídem). Un día conoce al Dr. Miguel Ángel Burelli, y éste
se le pone a la orden. Al poco tiempo de conocerlo, recibe la grata noticia de
su designación como Ministro de Justicia.
Agregó en su relato: <<Con
la diligencia del caso preparo la solicitud de obra de parte de la Parroquia y
demás documentos pertinentes y ya el Dr. Miguel Ángel se había conseguido al
mejor arquitecto del momento, Dr. Graziano Gasparini, quien proyectó en la
forma más bella la remodelación. Y a los pocos días vimos invadida nuestra
iglesia por el extraordinario equipo del constructor Giacomo Spera,
especialista en ese tipo de trabajos. El y su gente, les hacían rendir a los días
trabajando horas extras, suspendiendo únicamente su actividad en días domingo
para que pudiéramos celebrar los oficios religiosos>> (Ídem). El
padre Mario, habló de remodelación del templo, porque en efecto, ya estaba
construido casi en su totalidad y en pleno funcionamiento. Correspondió a don
José Rafael Abreu, uno de los viejos cronistas de la localidad, el recoger en
su libro, La Puerta Un Pueblo,
algunos detalles, señaló: <<El famoso arquitecto Graziano
Gasparini, proyectó el trabajo final de remodelación y el constructor Giacomo
Spera…realizó los trabajos. El gobierno nacional ayudó decisivamente en la
culminación de los trabajos, estancados largo tiempo por falta de recursos
económicos>> (Abreu, 63). El arquitecto italiano Gasparini,
contratado por el Gobierno Nacional, era especialista en remodelaciones de
edificaciones religiosas y coloniales.
El mismo Abreu,
describió que <<El templo se levanta al costado de la vieja
y modesta Iglesia y su fabrica comenzó por iniciativa del Párroco de Mendoza,
Presbítero Ramón de Jesús Trejo, quien adelantó bastante los trabajos>> (La Puerta un pueblo, 63); Burelli Rivas, por su parte, aclaró lo siguiente: <<Cuando
el virtuoso padre Trejo comenzó esta construcción de grandes proporciones, que
ameritó fuertes sillares y sufrideros resistentes, estaba iniciando, sin
saberlo, un monumento a su propia fe en la providencia divina. No se preguntó
cómo ni cuándo, en una feligresía de tan pocos recursos económicos, podría
darle remate. Pero logró alzar la estructura configurar la silueta y con el
techo, habilitarla para los oficios religiosos>> (Abreu, José
Rafael. La Puerta un pueblo. Pág.182. Caracas. 1969). Para la memoria oral, (incluyendo
a quienes trabajaron en la obra como Víctor Delgado “el gordo Víctor”),
registra que la obra comenzó en el año 1948 y para finales de la década de los
50, había concluido la edificación en su totalidad, faltando solo obras finales,
acabados decorativos y otras de realce,
pero ya se daba misa en su recinto.
Fotografía 2. La
torre campanario actual.
Al lado de la fachada lateral izquierda del templo parroquial, en la parte alta, se puede observar la forma redonda en que culmina la torre campanario hoy. En efecto, esta edificación fue modificada, distinta a lo que se planteó el padre Trejo, de que se mantuviera su forma de diamante, que tenía desde su construcción en 1790 y su remodelación en los tiempos del general Juan Vicente Gómez, quizás para que se viera más mediterránea, esbelta y garbosa, y siguiera siendo el símbolo eterno del Valle de Bomboy; es de destacar que el padre Trejo, ni construyó ni modificó esta torre en forma alguna, lo que se ha demostrado en otro lugar.
Fotografía
3. De las sencillas barandas, a las escalinatas principescas.
En esta fotografía de los años 60, se puede observar el acceso, en el proyecto de remodelación de Gasparini, dos escalinatas y una baranda metálica con pasamano de madera, que luego se convertirían en dos escaleras con barandas de concreto, que no existían en el proyecto original; esos dos ingresos laterales desde la calle, al empalmar sirve como una especie de balcón o sitio versallesco de espera para ingresar al templo y forma parte, por supuesto, de la edificación religiosa, eso no estaba en la mente de Trejo, quien originalmente concibió el acceso directo desde la calle, es decir, uno o dos escalones a nivel de la acera para que la feligresía pudiera ingresar libre y fácilmente a la casa de la familia grande, a la casa de todos.
El criterio arquitectónico de un hombre de la fe.
La iniciativa para la edificación o fabrica
del templo actual de San Pablo Apóstol de La Puerta, se le reconoce al
sacerdote Ramón de Jesús Trejo, preocupado por el crecimiento de la población y
la visita constante de feligreses de
otros lugares de la República. La nueva edificación religiosa, grande y moderna
para la época, fue levantada en el terreno contiguo, lo que era el cambural,
que está en el lado derecho de la vieja capilla, que fue demolida para edificar
la casa cural. Está construida en adobe de arcilla quemado.
Muchas horas de
estudio, consulta y de análisis tuvo que agotar e ingeniárselas para
proyectarlo. La idea del padre Trejo, el de la iniciativa
y construcción fue hacer un templo hermoso y amplio, adecuado a la idiosincrasia
y religiosidad de los puertenses, y conservando
lo que había que conservar: el viejo símbolo, que era la torre campanario. También,
trajo dos maestros italianos, el maestro Rosario, que levantó la construcción
general, y el otro, el maestro Salvatore, que tenia conocimientos de
arquitectura, y era carpintero, herrero y vitralista. Recordó Víctor Delgado
“El Gordo Víctor”, quien trabajó en esa construcción, que, fue este maestro, el
que dibujó en láminas de cartón la figura de José Gregorio, la que sirvió de
modelo y llevó a la fase del metal y del vidrio, que hoy podemos ver en la
fachada de nuestra iglesia.
Delgado, tuvo la oportunidad de observarlo,
haciendo los trazos, bajo la asesoría del padre Trejo, que tenía fotos del futuro
Beato, y lo vio picando los cartones con las figuras de los Santos; igualmente,
cuando estuvo picando vidrios y armando las piezas y formas de metal y
herrería, donde se incrustarían los vidrios. Este artesano italiano de los
vitrales, con esto, le dio más luminosidad y sensación de amplitud al interior
de la iglesia, preponderando el color que él seleccionó y las figuras
simbólicas de esta Iglesia, en armonía con las técnicas de ese complejo arte y
realizar los vitrales que adornan este templo. Desde el exterior se observa una
fachada, cargada de simbología católica, pero en lo interno, se tiene un
espacio cálido, iluminado, y de total armonía.
El hermoso y colorido vitral, de forma rectangular,
y arqueado en su parte alta, muestra al Dr. José Gregorio Hernández, de pie,
vistiendo una bata blanca de galeno, su estetoscopio en el cuello, al lado de
una camilla, dentro del recinto de una sala hospitalaria, presto a suministrar
un medicamento; al fondo se observa una entrada de luz. En esta devoción, coincide
Trejo, con el Obispo José León Rojas Chaparro.
Fotografía 4. La inauguración esperada. Las
contradicciones de la placa marmórea. ¡Ahí
falta mucha gente!
La placa marmórea, testimonio de la inauguración del Templo. |
Cuando Víctor Delgado
“El Gordo”, se sentó a mi lado, al frente de la fachada de este templo, me
señaló la grisácea placa, se quitó el
sombrero y le escuché en alta voz: ¡Ahí falta mucha gente! Con esta expresión al comienzo de su
relato sobre la construcción del templo, me sembró el primer esquema del que
indaga: la duda. En esta imagen, se puede ver la placa de
mármol que está pegada en la fachada,
alusiva al acto de inauguración, recoge un dato interesante. La versión del padre Mario Castillejo y del escritor
José Rafael Abreu, es que la inauguración del templo de San Pablo Apóstol de la
Puerta, ocurrió el 23 de enero de 1965. En efecto, fue el 23 de enero de
1965, contradictoriamente, en la placa marmórea que está en la fachada se lee: <<EL
EXCMO SEÑOR OBISPO DE LA DIOCESIS MONSEÑOR JOSE LEON ROJAS CHAPARRO INAUGURO EL
25 DE ENERO DE 1965>>, un día distinto, es decir, el correspondiente
a la celebración eclesiástica y popular del Santo Patrono San Pablo Apóstol
¿estuvo informado el Obispo de este cambio o fue una sorpresa para él? Con todo
el pueblo convocado para la inauguración, esperándolo, el Obispo de la Diócesis de Trujillo, padre José
León Rojas Chaparro, la hizo, dejando inaugurado el nuevo y actual templo,
construida su última fase durante el gobierno del Dr. Raúl Leoni, que hizo el
aporte económico para construir dicha obra, el Párroco en ese tiempo fue el
cura español Mario Castillejo.
Fotografía 5.- Trejo y Castillejo a distancia,
acompañan al Obispo Rojas Chaparro.
Este templo fue inaugurado con
modificaciones 17 años después del comienzo de la construcción, debido a sus
paralizaciones por falta de recursos, es decir, el 23 de enero de 1965.
La
gráfica 5, es muy expresiva, fue tomada en el momento en que sale Monseñor
Rojas Chaparro, con su atuendo, gorro y báculo de Obispo, de la inauguración
del templo, casi de apuro, al no detenerse a hablar con el Ministro Burelli,
que intenta casi a su espalda, decirle algunas palabras; en el lado derecho,
tiene al padre Trejo, hablándole; y alejado, en el lado izquierdo, el padre
Mario Castillejo. El grupo principal de la inauguración no expresa ánimo
festivo ni de alegría ¿cuáles fueron las razones para tener estas caras? Lo menos
que nos deja esta imagen, es el desconcierto.
Arquitecto Graziano Gasparini, proyectista y ejecutor de la remodelación.
Arquitecto Graziano Gasparini, proyectista y ejecutor de la remodelación. |
En la placa marmórea fijada en la
fachada del actual templo, se puede leer:
<<SU PLAN FINAL SE DEBE AL ARQUITECTO GRAZIANO GASPARINI>>, el
profesional contratado por el gobierno del Presidente Betancourt, se entiende como
plan final, la ejecución de la remodelación del templo construido por el padre
Trejo.
Ramón de Jesús Trejo,
era un hombre polifacético, estudioso, con inclinaciones artísticas, descubrió
el talento de nuestra artista plástica Josefa Sulbarán; versado en religión y
en infraestructura religiosa, culto, amante del arte y la belleza, diseñador
del primer vitral a José Gregorio Hernández, que se hizo en el planeta;
fue poseedor de un concepto artístico
religioso interesante, que bien lo sintetiza Burelli << un monumento a su propia fe>>.
Sirva esta segunda nota con sus
fotografías, reveladora de varios de los secretos constructivos y de diseño
original y lo remodelado, su simbología, sus personajes, su inauguración, como aporte a la historia de este espacio católico de oración, patrimonio
cultural religioso de la comunidad de La Puerta. Aun, no han devuelto las centenarias campanas
que se llevó “mano bendita”.
(*) Portador Patrimonial Histórico y
Cultural de La Puerta.
La
Puerta, noviembre de 2023.
Estimado amigo Manrique, felicitaciones por esta reseña. Con respecto a la placa marmórea y la fecha de inauguración cabe destacar que las autoridades de la iglesia, entre ellos el obispo, querían inaugurar el templo el 25 de enero día de San Pablo Apostól alegando que este era el patrono de la recién creada parroquia eclesiástica. Esto causó malestar entre los habitantes del pueblo quienes siempre han considerado a la Virgen de la Paz como su patrona principal y querían que el nuevo templo llevara su nombre, el cuál fue negado debido a que la catedral de Trujillo ya tenia el nombre de la Virgen y la nueva parroquia era San Pablo Apostól. A partir de ahí las diferencias entre los habitantes del pueblo y la iglesia aumentaron, el Dr. Miguel Ángel Burelli también deseaba que la iglesia llevará el nombre de la virgen pero no pudo convencer al obispo; sin embargo a petición de los feligreses el templo fue inaugurado en la víspera del día de la Virgen de La Paz, ya que los puertenses consideraban que su construcción era en homenaje a ella, pero no pudieron colocarle su nombre. Es más, en las actas de la inauguración que reposan en los archivos de la iglesia aparece el día 25 de enero de 1965 cómo el día de su inauguración.
ResponderEliminarCabe destacar también que la imagen de la Virgen de La Paz ocupó el espacio central del altar de la la iglesia, tanto en el viejo templo como en el inaugurado en 1965, indicando la importancia de ella como patrona principal. Hasta hace aproximadamente 20 años ocupo está posición luego fue cambiada a uno de los lados y se colocó en el centro la imagen de San Pablo Apostól. También hay que destacar que retiraron del altar la imagen de San Isidro Labrador que junto con la Virgen y San Pablo es uno de los patrones preferidos por el pueblo y sus agricultores. Debería el párroco devolver la imagen de San Isidro al lugar que por muchos años ocupo en el templo.
ResponderEliminarSaludos Beltran, gracias por su oportuno comentario. que estés bien. Un abrazo fraterno y navideño. OM
ResponderEliminar